miércoles, 6 de mayo de 2009

La sociedad porcina

Jaime Richart

Ha tardado, pero tenía que llegar. El mal porcino ha llegado desde las profundidades de la sociedad porcina a la fachada de la socie­dad porcina.

El número de los porcinos y de las cosas porcinas en la sociedad por­cina no es infinito pero sí ilimitado. Por eso me limitaré a citar algu­nos ejemplos:

El político porcino es el que en lugar de hacernos amable la vida, nos la amarga; no aclara, confunde; no amansa, agita; no es veraz, deforma la verdad y regurgita la mentira.

El periodista porcino es el que silencia lo grave y exagera lo irriso­rio; hace crítica en lugar de limitarse a informar.

La monarquía porcina es la que sabe que sobra y se empeña en per­sistir.

El juez porcino es el que se tiene por justo cuando es arbitrario.

El obispo porcino es el político metido a cura porque no le hubiera so­portado la política.

La sociedad porcina, en fin, es la que hoza en el capitalismo.

Cualquier día publicaré dos tomos con la tira de todos los especí­menes porcinos y las actividades porcinas. Si bien, caben en un ren­glón, porque aquéllos son todos los que beben en los abrevade­ros del sistema, y éstas son esa serie de ocupaciones demasiado bien pagadas y rimbombantes pese a ser superfluas.

Jaime Richart
http://www.kaosenlared.net/noticia/la-sociedad-porcina

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