Emma Martínez Ocaña
Aún no es de día, pero amanece un tiempo nuevo, resuenan como dichas para nosotros las palabras de Isaías “Algo nuevo está naciendo, ¿no lo veis?” (Is 43,18-19). ¡Es tiempo de esperanza!
Amanece una nueva conciencia planetaria, una nueva espiritualidad (al margen de las grandes religiones), una nueva manera de intuir el misterio de Dios, una concepción novedosa del ser humano, una nueva mentalidad…
Estamos ante un cambio de paradigma, una transformación de grandes dimensiones. Algunas personas la comparan con lo que supuso el Neolítico para la historia de la humanidad. Los nombres para identificar este radical cambio se suceden: tiempo axial, cambio de eje, nueva conciencia holística, trans-histórica, tras-personal, trans-religiosa.
Amanece una sociedad global, planetaria, heterogénea, descentralizada, un ecumenismo planetario; un nuevo humanismo, una nueva lógica cultural del movimiento, innovación constante, creación de ciencia y tecnología. Caminamos hacia una sociedad dinámica basada en la continua transformación, indagación, verificación.
En esta nueva cultura el nuevo humanismo que amanece no será de sumisión, control, repetición del pasado, ni bloqueo del cambio, ni exclusivismos y exclusiones, sino de incitación a la co-creación, innovación, a la diferencia dentro de la globalidad.
Este nuevo humanismo reclama el cultivo de un nuevo talante: flexible, capaz de acoger la novedad continua y, al tiempo, lúcido para discernir y vivir de convencimientos profundos.
Necesitamos cultivar una espiritualidad que nos ayude a desarrollar personalidades con apoyos dentro y, por ello, menos manipulables, sabiendo vivir integradamente el amor a sí mismo, al otro, a lo otro y, en todo ello, a Dios.
Apuntan signos de esperanza de un nuevo despertar a una mayor lucidez y consciencia de los problemas planetarios: los Foros Sociales Mundiales, de donde brota un clamor unánime de que otro mundo es posible y necesario; la proclamación por parte de la ONU de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para ir erradicando la pobreza en el mundo.
Amanece también un hambre de espiritualidad al margen de las religiones, entendida como hambre de profundidad, interioridad, silencio, experiencia de unidad.
Si es auténtica, esa experiencia no será para aumentar el ego y el narcisismo, sino para despertar a la consciencia de unidad que somos con toda la humanidad y, por tanto, como despertar de la compasión y el coraje en la búsqueda de la justicia.
Si es auténtica –y en nosotros estaría empujarla en esa dirección– será una experiencia de liberación del egocentrismo, de liberación de toda opresión que llevará a la militancia en los distintos movimientos de liberación actuales, es decir, a la lucha contra toda exclusión social, económica, patriarcal, racial, sexual.
Esta situación de novedad requiere de nosotros una espiritualidad adecuada a este momento histórico. Jesús de Nazaret ofreció a sus contemporáneos una novedad radical que pocos fueron capaces de acoger. ¿Seremos capaces nosotros hoy de vivir esa radical novedad y trasmitirla a nuestro mundo?
Estamos todos hartos de palabras que nos suenan a vacías, repetitivas, estereotipadas…, que nos dejan frío el corazón e indiferente nuestra cabeza. Nuestro tiempo requiere no predicadores que invitan a creer sino personas que impulsan a encontrarse con el Misterio de Dios. Necesitamos mistagogos y testigos.
Mistagogos: mujeres y hombres que, porque han hecho el camino, pueden invitar, orientar y ayudar a otras personas a buscar por sí mismos, a introducirse en el umbral de ese misterio amoroso que llamamos Dios: el misterio en el que vivimos, respiramos, somos.
Mistagogos que saben ofrecer un camino, un proceso, un método y saben esperar que cada persona verifique por sí misma ese Encuentro que, sí es con el Dios vivo, será un encuentro también fraterno.
Necesitamos testigos es decir mujeres y hombres que a través de nuestro cuerpo hagan visible y por ello creíble al Dios de Jesús.
• Testigos de la pasión de Dios por lo perdido, por lo pequeño, pobre y sencillo, por el abajo de la historia.
• Testigos del Dios-relación sin exclusivismos ni dominaciones.
• Testigos de la entrañable misericordia de nuestro Dios.
• Testigos del Dios de la vida, de su Ser-cuidado para su creación
• Testigos de su presencia discreta en el corazón de la realidad.
• Testigos del Dios festivo, buena noticia.
Y eso ¿cómo? Dejándonos alcanzar por su Amor, por la experiencia de su Ser-en-nosotros, y permitiendo a nuestro cuerpo ser un cuerpo espiritual. Entonces:
Nuestros ojos no sólo quedarán prendados de su hermosura sino que, como los suyos, mirarán el dolor del pueblo, se convertirán en lugar de encuentro. Serán ojos que al mirar reconocen y devuelven dignidad, perdonan, animan, levantan, aman.
Nuestros oídos escucharán la brisa tenue que descubre la presencia del Misterio en la cotidianeidad de la vida; sabrán distinguir, a pesar de los ruidos, los gritos de dolor y los cantos de alegría del pueblo; sabrán escuchar respetuosos y atentos.
Nuestra boca sabrá hablar y callar como lenguaje de amor; denunciará con valentía; cantará la buena noticia; compartirá con gozo lo que da sentido a la propia vida, se cerrará a la maledicencia. Besará para convertirse en sacramento del amor, aprenderá a gustar, en la vida cotidiana, los sabores del reino y ofrecerá a los demás esa sabiduría degustadora.
Nuestras manos serán capaces de colaborar en el nacimiento de la vida nueva que alumbra por todos los rincones del mundo. Serán manos que comparten, acarician, levantan, curan, ayudan a demoler los muros de la exclusión.
Nuestros pies se convertirán en samaritanos y peregrinos, compañeros de viaje que desandan los caminos de la violencia y abren senderos de paz. Serán pies danzadores, festivos, que saben disfrutar de la vida sencilla, del placer compartido.
Nuestro corazón será cada día más amoroso, grande, sin pequeñeces, sin resentimientos, casa abierta, misericordioso, compasivo, será un corazón de carne no de piedra.
Nuestras entrañas sabrán estremecerse de dolor y de gozo, no permanecerán indiferentes, serán entrañas siempre fecundas, generativas de vida nueva para las generaciones futuras.
Viviremos nuestra realidad sexuada sin hacer de la diferencia exclusión, ni marginación. Seremos capaces de vivir nuestra sexualidad desplegando nuestra capacidad de amar sin miedo y sin tabúes, sin obsesiones por la genitalidad, convirtiendo nuestro cuerpo en lugar de generación de vida, espacio de fecundidad para los que viven a nuestro lado.
Nuestra piel será lugar de contactos sanadores, lugar para el encuentro, nunca para el despelleje de los otros. Nuestra piel nos ayudará a no confundir los contornos de nuestro cuerpo con la verdad profunda de nuestro ser que abarca a toda la humanidad, a toda la creación y a Dios mismo.
Cuando todo esto sea verdad en nuestros cuerpos, nos pasará lo que lo que le pasó a Jesús, que los que viven a nuestro lado dirán: lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que han oído nuestros oídos y tocado nuestras manos es que el Dios de los cristianos es amor y merece la pena creer en El (Cf. 1Jn 1,1).
Emma Martínez Ocaña
http://www.emmamartinezocana.com/
Patricio Guzmán
El FMI ha entregado nuevas proyecciones de crecimiento mundial, en las que proyecta un crecimiento global de 4,2% en 2010, y un crecimiento ligeramente mayor de 4,3% en 2011. La institución ha señaló que la recuperación ha sido desincronizada, aunque más rápida y fuerte de lo que había esperado previamente, por lo que su nueva estimación es mayor en más de un punto a la proyección previa de octubre de 2009.
Las estimaciones de crecimiento de la mayoría de las economías, especialmente EE.UU., Unión Europea y las economías emergentes de mercado. No obstante, en conjunto, las economías avanzadas tendrán un bajo desempeño, permaneciendo aletargadas, pero las economías emergentes en desarrollo se recuperaran más fuertemente. No es así con el desempeño esperado de la llamada ‘Europa emergente’ y el CEI.
Sin embargo, el FMI advierte que en este crecimiento esperado la recomposición de los inventarios globales representara una porción significativa, lo que puede resultar en un relanzamiento temporal. El FMI proyecta un crecimiento en 2019 de 3,1% para EE.UU, 1% para la Eurozona, 1,9% para Japón, 10% para China, 8,8% para India, y 5,5% para Brazil.
Hasta ahora, se trata sin embargo de un crecimiento con desempleo persistente a nivel global, endeudamiento público, y déficit fiscal. Además en la primera economía mundial, los Estados Unidos, persisten los desequilibrios comerciales y del presupuesto fiscal, que amenazan pasar el límite manejable. De manera que no se puede esperar que vuelva a jugar el papel de locomotora del crecimiento global que tuvo en el pasado, y que China en el mejor de los casos solo puede llenar parcialmente por la extrema debilidad de su demanda interna.
En América Latina al buen desempeño relativo de la economía brasileña, hay que sumar el dato que Perú y Chile estarán entre los más beneficiadas por el crecimiento de China, y la recomposición global de inventarios, ya que asegurará un alto precio de los minerales, commoditties que constituyen sus principales exportaciones y fuente de divisas.
Mientras Alemania, y el centro de la Unión Europea, muestran recuperación, y han salido de la recesión. La Euro zona en la Unión Europea atraviesa problemas mayores, y ahora está en duda que pueda sobrevivir en su forma actual. El déficit fiscal griego se ha escapado de control, y el gobierno para imponer las políticas de austeridad severa, recortando el público, y hacer recaer sobre la clase trabajadora y otros sectores medios el costo se ha topado con la decidida resistencia social, que ha terminado por arrastrar a los sindicatos a la huelga general. Nuevas estimaciones del Eurostat, el organismo de estadísticas europeo, han subido un punto el déficit fiscal griego en 2009, de un calculo anterior del 12.9% del PIB al 13.9%, con riesgo que suba más. De acuerdo con las malas perspectivas, la clasificadora de riesgo Moody redujo el ratio soberano de Grecia a A3, y la calificadora Fitch de BBB+ a BBB-.
Pero Grecia es solo un adelanto de problemas mayores por venir. A los ‘PIGS’, suceden ahora los ‘STUPIID’ acrónimos peyorativos que identifican a los países en mayores problemas, el primero a Portugal. Irlanda, Grecia y España; el segundo a España, Turquía, Gran Bretaña (United Kingdom), Portugal, Islandia, Irlanda y Dubai. La mayor amenaza, que podría implicar el relanzamiento de la crisis financiera, al menos a escala europea, está en España. Este país seguirá en recesión durante el año 2010. El maquillado desempleo oficial bordea el 20%, y entre los jóvenes llega a cifras del 40%.
En cuanto a la situación en Europa del Este y Rusia,
La mayoría de los países de Europa del Este y Rusia están colapsados o están al borde de una situación crítica. Rusia está atravesando una situación económica que algunos han calificado peor que la debacle que siguió a la disolución de la antigua Unión Soviética, Latvia (Lituania) en el báltico está quebrado. Las únicas excepciones ha esto parecen ser Hungría y Polonia.
La situación de China preocupa de sobremanera a los analistas, su espectacular crecimiento en el 2009, y anunciado para el 2010, le otorgan un papel de primera línea para arrastrar otros sectores de la economía mundial. Pero vive una etapa de evidente ‘sobrecalentamiento’; exceso de masa monetaria, especulación, sobreendeudamiento, inversiones de dudosa rentabilidad futura, amenaza de explosión de la numerosas ‘burbujas’ de sobreprecios , especialmente en los mercados inmobiliarios y bursátiles. Lo que sucede en los próximos meses con esta economía asiática será decisivo para el curso económico y social del planeta.
El sistema financiero internacional no ha sido reformado profundamente, más bien lo contrario puede decirse. La gran banca mundial conservó suficiente poder e influencia para bloquear hasta ahora la reintroducción de regulaciones, como la separación entre banca de inversiones y banca comercial, impidiendo ‘conflictos de intereses’.
Lo que buscaba impedir las ‘malas prácticas’ especulativas, y la manipulación de mercados derivados y futuros especialmente. En otras palabras, la recuperación actual va de la mano con el fortalecimiento de las prácticas especulativas, asociadas a la aparición de múltiples ‘burbujas’ de sobre valoración de precios, que amenaza con una nueva crisis financiera. Esto lo advirtió el presidente Obama, para presionar al congreso a la aprobación de sus propuestas respecto a la banca.
La gravedad de la crisis financiera y económica global ha ocultado en los grandes medios de comunicación, la gravedad de la amenaza medioambiental catastrófica, entrelazada con la primera en sus causas profundas, y en los impactos económicos y sociales inmediatos y en el largo plazo.
A la crisis económica global, hay que añadir la crisis medioambiental, Una evaluación seria de las perspectivas económicas, no puede dejar de lado la catástrofe medioambiental que nos amenaza, en particular el calentamiento global y sus consecuencias.
El modelo de consumo asociado a la acumulación de capital y crecimiento económico actual es insostenible, numerosos estudios señalan que en unos cuantos años comenzaría el agotamiento de los recursos naturales como el gua dulce, y minerales como el uranio, platino, oro, plata, cobalto, plomo, manganeso, mercurio, molibdeno, níquel, estaño, tungsteno y zinc. Replicar el consumo y desperdicio de los países desarrollados significaría más recursos naturales de los que posee todo el planeta.
“Ya se está observando que los océanos se están calentando con más velocidad debido al derretimiento de los glaciares árticos y el aumento de la emisión del gas metano del hielo que se está fundiendo rápidamente. Los investigadores avisan que un incremento de un 1º C podría terminar con la meta de la Unión Europea (UE) de disminuir las emisiones del dióxido de carbón por 92 millones de toneladas por año.” Están apareciendo desiertos de vida marina, se ha anunciado que la disminución de oxigeno en el agua ha provocado la aparición de manchas en el mar donde no vive zooplancton, ni como consecuencia peces u otras criaturas conectadas en la cadena alimenticia basada en el zooplancton.
Ahora que hemos celebrado el Día Mundial de la la Tierra es bueno tomar conciencia, que la sola carrera por volver a altas tasas de crecimiento no solucionará los problemas de fondo, el relajo de controles y restricciones medioambientales motivado por la recesión, más bien los puede agravar. Y estos son solo algunos problemas medioambientales con impacto económico directo, y los más afectados son los países pobres, y las poblaciones más vulnerables en el planeta.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
http://www.rebelion.org/noticias/chile/2010/4/un-modelo-de-acumulacion-y-consumo-insostenible-104873
Pablo Richard
INTRODUCCIÓN
“Al que escandalice y haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de molino y que lo hundieran en lo más profundo del mar” (Palabra de Jesús en Mat 18, 6 y textos paralelos: Mrc 9, 42 // Lc 17, 2)
Mi intención con este artículo no es solo profundizar en los testimonios sobre la pedofilia en la Iglesia, sino ir a las causas, raíz y consecuencias de esta perversidad. La pedofilia, y otras iniquidades similares, ha desencadenado una crisis en la Iglesia, que no es una crisis temporal, que pueda ocultarse y olvidar, sino una crisis profunda de credibilidad, que puede durar muchas décadas para ser resuelta.
1: La Iglesia entre la iniquidad y la liberación
Un hecho revelador es confrontar la actitud de la Iglesia frente a la pedofilia y la actitud radicalmente diferente de la misma Iglesia frente a la Teología de la Liberación.
Por un lado, la Jerarquía fue permisiva, tolerante, legitimadora y encubridora de la pedofilia. Por otro lado, casi en el mismo tiempo, la Jerarquía de la Iglesia tuvo una vigilancia extrema de la Teología de la Liberación, que llevó a muchas condenas y medidas altamente represivas y bien publicitadas. Tuvimos un modelo de Iglesia donde se abusó de los niños y se los dañó profundamente en su naturaleza humana. Casi en la misma época tuvimos otro modelo de Iglesia que optó por los pobres y buscó su liberación. A la Teología de la Liberación se le exigió fidelidad irrestricta al dogma católico y obediencia al Sumo Pontífice. A la Iglesia que sufría el problema de los clérigos pedófilos se les impuso guardar silencio, ocultar los hechos, incluso en casos graves, guardar la información como “secreto pontificio” (véase carta de Hans Küng a los obispos del 15 abril 2010).
2: Crisis de una Iglesia cuyo poder es la institución, la ley y el dogma.
Nos dice Pablo de Tarso: “Han roto con Cristo todos cuantos buscan la justicia en el cumplimiento de la ley. Han caído en desgracia. Nosotros, en cambio, esperamos la justicia anhelada por medio del Espíritu y de la Fe” (Gal 5, 4-5).
Existe un modelo de Iglesia que busca la justicia en el cumplimiento fiel de la ley, de la norma, del canon, del dogma, de la doctrina, de la rúbrica y de la estructura jerárquica de la Iglesia. Hay otro modelo de Iglesia que busca la justicia en una actitud crítica frente la ley, el dogma y la estructura jerárquica de la Iglesia. Esta búsqueda se hizo efectiva en una nueva manera de hacer teología (la Teología de la Liberación), una nueva manera de ser Iglesia (las Comunidades de Base), una nueva manera de interpretar la Biblia (la Lectura comunitaria de la Biblia) y una manera nueva de organizar los ministerios y de celebrar la liturgia, al margen de la rúbrica y de la ley.
La Iglesia que buscó la justicia en la defensa absoluta de la ley “rompió con Cristo y cayó en desgracia”. La pedofilia es un signo de esta ruptura y de esta desgracia. La Iglesia de la ley ya no es una Iglesia que busca la justicia por medio del Espíritu y de la práctica de la Fe.
"La ira de Dios se revela desde el cielo sobre toda impiedad e iniquidad de los que pervierten la verdad con la iniquidad. Habiendo conocido a Dios se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció. Ya que juzgaron inútil conocer a Dios, Dios los abandonó a los errores de su propio juicio, de tal modo que hacen absolutamente todo lo que es malo: injusticia, perversidad, codicia, maldad, desafían a Dios, son altaneros, orgullosos, farsantes, insensatos, desleales, sin amor y despiadados” (carta de Pablo a la Iglesia de Roma: 1, 18-30).
“Ninguna condenación existe para los que viven en Cristo Jesús, porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte. (8, 1-2).
3: Leyes, estructuras y dogmas que dieron vida a la perversión.
a) La ley del celibato obligatorio
El celibato obligatorio puede dañar profundamente la naturaleza humana. Una excepción, a la luz de los Evangelios, sería el celibato asumido libremente por causa del Reino de Dios, sean éstos clérigos o laicos. De hecho hay médicos, enfermeras, educadores y muchas otras personas que entregan su vida entera al servicio de los pobres, dentro o fuera de la Iglesia
En los seminarios y en los retiros espirituales a los sacerdotes, se habla mucho de “crucificar la sexualidad”. Otras veces se dice que las desviaciones de tipo sexual son subjetivas y pueden ser superadas con la oración, con una buena disciplina y orientación psicológica, que no es dada normalmente por psicólogos, sino por “directores espirituales”, dañados ellos mismos por el celibato obligatorio.
b) La misma ley que justifica el celibato y condena la homosexualidad
La homosexualidad es una opción legítima, cuando está guiada por una ética de amor y fidelidad. Un problema frecuente surge cuando se utiliza la condición clerical para encubrir la homosexualidad. La perversión no es la homosexualidad, sino la utilización de la institución eclesial para encubrirla. La homosexualidad manipulada, reprimida y ocultada puede ser causa de serias perversiones sexuales. El Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, en su visita a Chile, sentenció que no existe una relación entre celibato y pedofilia, sino entre homosexualidad y pedofilia, y que esta constatación estaría fundada en serias investigaciones científicas de psicólogos y psiquiatras. El cardenal en una sola declaración buscó justificar el celibato y condenar la homosexualidad, con lo cual negó toda culpabilidad de la Iglesia en los delitos de pedofilia y culpabilizó de estos delitos a los homosexuales.
c) La ley absoluta en Iglesia de incluir solo hombres en su jerarquía
La Iglesia católica es la institución religiosa más antigua y poderosa, donde toda su estructura jerárquica son exclusivamente hombres. Una revista (Newsweek) habló del “club masculino más exitoso e indestructible en toda la historia”. El Papa en Roma, el Obispo en su diócesis y el Párroco en su Parroquia es el poder sagrado masculino más antiguo en la Iglesia.
La exclusión de la mujer de la estructura jerárquica de la Iglesia católica es la otra cara de la masculinización absoluta del ministerio clerical. Esta situación transforma a la Jerarquía eclesial en un espacio donde todo es discutido y decidido entre hombres. ¿Cual sería la posición de la Jerarquía si la pedofilia fuese discutida entre hombres y mujeres? ¿Cómo sería la Iglesia católica si el cargo actual de Secretario de Estado lo ejerciera una mujer ordenada cardenal o si una mujer estuviera a cargo de un dicasterio en el Vaticano?
d) Confrontación de la Iglesia Católica con la modernidad
La Iglesia, desde el siglo 19 se ha visto amenazada por la modernidad. Por eso redactó el “Sílabo de los errores modernos”. El Concilio Vaticano Primero (1869-1870) enfrentó la “civilización moderna” cuando afirma la autonomía de la razón, del individuo, del Estado y de las ciencias frente a la Iglesia católica.
Algunas conclusiones del Concilio Vaticano Primero:
Que la Iglesia es una “sociedad verdadera, perfecta, espiritual y sobrenatural”,
Que la Iglesia es “indefectible” e “infalible”.
Se define el primado del Romano Pontífice, la soberanía temporal de la Santa Sede y la función del Papa como juez supremo de cualquier controversia eclesiástica, mientras que él no puede ser juzgado por nadie, ni siquiera por el concilio. Finalmente se proclama “como dogma divinamente revelado que el romano pontífice, cuando habla ex cáthedra, goza de infalibilidad”.
Mientras tengamos un modelo de Iglesia marcado por esta tradición conservadora, la jerarquía católica será incapaz de aceptar los mejores logros de la modernidad, especialmente en materia de sexualidad humana.
e) La ley que une perversión sexual y poder sagrado
El arzobispo de Poitiers, mons. Albert Rouet, en un libro suyo titulado: J'aimerais vous dire” (Bayard, 2009) escribe: “La Iglesia católica ha estado sacudida durante varios meses por la revelación de escándalos de pedofilia. ¿Es todo ésto una sorpresa? Quisiera antes que nada precisar una cosa: para que exista pedofilia son necesarias dos condiciones: una perversión profunda y un poder. Esto quiere decir que todo sistema cerrado, idealizado y sacralizado es un peligro. Cuando una institución, incluida la Iglesia, se fundamenta en una posición de derecho privado, y se afirma en una posición de fuerza, las desviaciones financieras y sexuales llegan a ser posibles”.
4: Las víctimas de la pedofilia y la credibilidad de la Iglesia
Es importante ver toda la realidad de la pedofilia desde sus víctimas. La Iglesia consideró hasta hace poco la pedofilia como un pecado y no como un delito. El pecado puede quedar oculto en el secreto del sacramento de la confesión, pero el delito es un crimen que debe ser llevado públicamente a los tribunales. La Iglesia jerárquica rechazó la culpabilización de la pedofilia y ocultó al pedófilo para salvar como Iglesia su credibilidad y prestigio. La Iglesia también ocultó la criminalización de la pedofilia para evitar ser condenada y obligada a pagar una indemnización económica. Ocultar al delito y al delincuente, para salvar el prestigio de la Iglesia, es una iniquidad y una agresión contra las víctimas. Expresa también hipocresía, fariseísmo y falta de solidaridad.
La Iglesia Jerárquica ocultó a los curas pedófilos, con el pretexto de hacer posible un seguimiento psicológico. Los traslada de una parroquia a otra o los envió a una diócesis fuera del país, con el pretexto de una rehabilitación de los pedófilos que no dañe la credibilidad y prestigio de la Iglesia. Se argumentó que la pedofilia era una “enfermedad”, que para ser “sanada” debía evitarse todo escándalo público (entrevista al Cardenal Darío Castrillón Hoyos realizada por Patricia Janiot en la CNN).
Un argumento utilizado para ocultar la pedofilia del clero era la prioridad que se debía dar a la Institución Eclesial por encima sus víctimas. La rehabilitación del clero pedófilo se veía así como necesaria en función de los intereses de la misma Iglesia. Esta además no debía “perder” un sacerdote por causa de un problema “” y “personal”, como era considerada la pedofilia. También se argumentó que el número de los sacerdotes pedófilos era insignificante en comparación con la mayoría de los sacerdotes que no lo eran. También se discutió que el porcentaje de la pedofilia en el clero era mínima, si se la comparaba con el porcentaje de la pedofilia a nivel social y mundial.
También la Iglesia se enfrentó a los medios de comunicación que denunciaban la pedofilia en la Iglesia. Interpretó esto como una campaña mediática perversa contra la Iglesia católica misma. La Iglesia ahora se presentaba así como víctima, y ocultaba las verdaderas victimas de la pedofilia.
Todos estos argumentos confirman que la Iglesia no veía la pedofilia desde sus víctimas, sino desde sus intereses, especialmente desde la defensa de su credibilidad y autoridad.
5: Los gritos de las víctimas y los llantos de la Jerarquía católica.
No basta que la Iglesia pida perdón por los delitos de pedofilia cometidos por su jerarquía, episcopal y presbiteral. Tampoco basta la condena de los sacerdotes pedófilos y la así llamada “tolerancia cero”. Tampoco basta que la Iglesia tome medidas disciplinares para que la práctica de la pedofilia desaparezca para siempre. No basta reconocer que la Iglesia se siente herida y arrepentida. No basta que los Legionarios de Cristo declaren que su fundador el Padre Marcial Maciel y algunos de sus discípulos no son ejemplos de vida cristiana y sacerdotal.
Todo esto es justo y necesario, pero falta lo más importante: escuchar el grito de las víctimas. Toda la problemática de la pedofilia debe ser analizada y juzgada por ellos mismos y desde su propia realidad. Los que han sido víctimas tienen derecho a ser sujetos de su propia vida, sujetos de la reconstrucción de sus vidas y sujetos de la reconstrucción de los hechos de los cuales ellos han sido víctimas. No desean que sean otros, incluso sus victimarios, los que hablen por ellos. Exigen ellos mismos una explicación sobre el porqué la Iglesia ocultó a los clérigos y obispos pedófilos. Piden personalmente una condena de sus agresores y una indemnización por los daños infligidos. Ellos como sujetos quieren ser solidarios con otras víctimas de pedofilia, en la Iglesia y en la sociedad, que todavía no han podido hacer su denuncia y llevarla a juicio. El grito de las víctimas ya resuena en el mundo entero. La solidaridad sin embargo ya se extiende a otros millones de niños y niñas que sufren otras realidades de muerte, como los 16 mil niños que mueren de hambre cada día.
Sentimos hoy la actualidad de las palabras que Dios dijo a Moisés: “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado su clamor contra sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarlos y conducirlos a una tierra que mana leche y miel (Exodo 3, 7-8).+ (PE/MTL)
Pablo Richard
Costa Rica
Nota. El texto fue distribuido por Movimiento Teologías de la Liberación – Chile.
Mediante el despacho PreNot 8338 del 100427 PE publico el capítulo Leyes y Estructuras y ofreció la posibilidad de solicitar el texto completo. Hubo 36 pedidos por lo que se consideró que era más que oportuno publicarlo integro en esta ocasión.
PreNot 8840-100428
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4422
Eliades Acosta Matos
Contra Darwin
En el 2009 la humanidad conmemoró el bicentenario del natalicio de Charles Darwin, uno de los sabios imprescindibles de la edad moderna. También el 150 aniversario de la publicación de su obra cumbre, El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas preferidas en su lucha por la vida, uno de los textos más revolucionarios en la historia, y en consecuencia, como ocurre, por ejemplo con El Capital, de Carlos Marx, uno de los más ardientemente combatidos o defendidos.
Las celebraciones habían comenzado desde mucho antes. Por ejemplo, en el 2006 se había inaugurado en el Museo Estadounidense de Historia Natural una excelente exposición que sería luego llevada a Boston, Chicago y Toronto, Canadá, para terminar en el Museo de Historia Natural de Londres, desde fines del 2008 hasta principios del 2009. Pero ni ella escapó a las pasiones encontradas que sigue persiguiendo, en pleno Siglo XXI, a la Teoría Evolutiva. El encono es explicable: ella demuestra el origen natural, no divino, del hombres, y también la pertenencia de todos los seres humanos a una misma especie animal, más allá de sus diferencias raciales o culturales. Y esto, como ha de comprenderse, es demasiado para mentes conservadoras o estrechamente dogmáticas en materia religiosa.
En un artículo de Martin Kettle publicado en “The Guardian”, con motivo de la controversia desatada en los Estados Unidos alrededor de esa misma exposición, y sugestivamente titulado “America is caught in conflict between science and God” , se intentaba explicar algo inexplicable para el resto de las persona del planeta: puede que esta nación sea la única donde el Darwinismo no sea tomado por muchos como ciencia constituida, sino como una opinión errónea, refutada ya por los avances de la propia ciencia. “Solo un cuarto de los ciudadanos norteamericanos cree en la evolución basada en la selección natural-apuntaba, mientras que más de la mitad comparte la idea de que Dios creó el mundo en seis días, tal y como se expresa en el Génesis…”. Pero lo que no pasaría de ser una polémica justificada entre partidarios y detractores del Darwinismo y de las ciencias, de un lado, o de la religión y el librepensamiento, del otro, tiene aristas, ya no tan justificadas, que el propio Kettle apunta:
“Vivimos en un mundo dominado por Estados Unidos, quienes proclaman su primacía militar, económica y hasta moral sobre los demás pueblos del planeta. Mucha gente cree que este país es diferente al resto del mundo, y que es excepcionalidad denota un propósito divino. De ahí basta dar un solo paso para proclamar que lo divino tiene preeminencia sobre la ciencia y que retórica la tiene también sobre la razón”.
En efecto, quien entienda que aquí se está solo discutiendo de ciencia o religión, no ha entendido nada. Darwin, su obra y específicamente su Teoría Evolutiva sigue estando desde hace siglo y medio bajo fuego, no solo por derrumbar dogmas y afectar intereses divinos, sino más bien, y sobre todo, por afectar intereses terrenales muy concretos.
Es increíble la larga lista de obras que se han publicado en los Estados Unidos, escritas por importantes científicos y pensadores conservadores, y sobre todo, neoconservadores, para “refutar” al Darwinismo. Entre los más destacados se encuentran Robert Bork (“Slouching Towards Gomorrah: Modern Liberalism and American Decline”), Michael Behe (“Darwin´s Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution”), Michael Denton(“ Evolution: A Theory in Crisis”), Leon Kass(“ Toward a More Natural Science”), y muy especialmente la obra de Gertrude Himmelfarb, publicada en 1959, bajo el título de “Darwin and the Darwinian Revolution”. Y esto último nos permite seguir otra pista.
Después de dedicar17 capítulos de su libro a estudiar exhaustivamente la biografía y las obras de Darwin, esta historiadora que pertenece al Consejo de asesores académicos del American Entreprise Institute, uno de los más poderosos tanques pensantes neoconservadores, culmina analizando la relación entre Darwinismo, religión, moral, política y sociedad. Las conclusiones, no precisamente académicas, se recogen en su capítulo final, elocuentemente titulado “The Conservative Revolution”. Y he aquí que esta interesante evolución del pensamiento de la Himmelfarb, hace ya medio siglo, nos permite entender mejor por dónde va y a dónde conduce este extraordinario y conmovedor interés neoconservador por Darwin y su teoría. Porque hemos pasado del reino de las ciencias objetivas al de la política partidista. Y un interesante dato adicional: Gertrude Himmelfarb es la viuda de Irving Kristol, conocido como “El Padrino” del movimiento neoconservador norteamericano, y madre de William Kristol, uno de los firmantes iniciales, en 1997, del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, impulsor de la recién creada Foreign Policy Initiative, que es su heredera, y director del “The Weekly Standart”, su vocero.
Recordemos que en los ya lejanos tiempos de la Guerra Fría aquel puñado de visionarios de derecha que fundaron el movimiento neoconservador, desertores de la izquierda, habían sido detectados por el establishment y las agencias de inteligencia encargadas de la guerra cultural e ideológica contra el socialismo y la URSS. De manera planificada se dividieron los roles y los sectores del frente a atender, tocando a unos la filosofía, la política y la ideología, especialmente la lucha contra el Marxismo, como fue el caso de Kristol y de Norman Podhoretz, a otros la Sociología, como fue el caso de Daniel Bell, a otros las ciencias puras, como fue el caso de Leon Kaas, y la Historia, los valores, la moral y la educación, fue el frente ocupado por Gertrude Himmelfarb o Lynne Cheney, esposa de Dick Cheney. Del pensamiento geoestratégico y los problemas del desarme nuclear se ocupó Albert Wohlstetter, y de los temas literarios y culturales más generales, Lionel Trilling. Esto explica de alguna manera, el libro contra Darwin de Gertrude Himmelfarb, en fecha tan temprana como 1959, y los posteriores comentarios de su esposa, quien una y otra vez volvió sobre el asunto. Pero más importante que eso es desentrañar por qué y para qué estos denodados ataques contra Darwin por parte de los neoconservadores.
“La Teoría Evolutiva, para Kristol, - en opinión de Ronald Bailey, autor de una excelente ensayo desmitificador de las obsesiones neoconservadoras en este campo titulado “ Origin of Specious: Why Neoconservatives doubt Darwin?- no explica la complejidad de los orígenes de la vida. Allí tuvo que existir un creador inteligente. Por la misma puerta que sacan a Darwin, entran a Dios…”
Bailey también nos recuerda, citando a Paul Gross, un biólogo conservador, que… “las opiniones neoconservadoras contra Darwin son más un caso de táctica política que de ciencia. Algunos pensadores conservadores piensan que el fundamentalismo religioso es esencial para el programa político de la derecha. No en vano se afirma por ellos que derribadas ya las teorías de Marx y Freud, dos importantes bastiones materialistas del siglo XIX, solo queda en pie el Darwinismo, y por eso la orden de estricta e inmisericorde demolición”.
“Para que los neoconservadores mantengan su poder- opinaba Mike Elguinza en un blog donde se analizaba esta polémica, en septiembre del 2009, y se recordaba el papel jugado en ella por Kristol-es esencial la cínica explotación del miedo y la ignorancia de la gente.”
El propio Darwin parecía estarle respondiendo a sus acerbos críticos neoconservadores cuando en una de sus obras escribió: “A pesar de todos sus elevados poderes, el hombre sigue cargando en su cuerpo el sello de su modesto origen”.
Así es: en estas feroces invectivas contra la ciencia y uno de sus pilares es fácilmente detectable el origen de la campaña. También sus objetivos. Solo en algo se equivocaba este sabio, enterrado hoy en la Abadía de Westminster, al lado de Isaac Newton: no tuvieron, ni mantienen, un origen humilde. Los neoconservadores no lo son.
Fuente: http://www.cubarte.cult.cu/paginas/actualidad/conFilo.php?id=14762
http://www.rebelion.org/noticias/opinion/2010/4/contra-darwin:-la-mano-que-mece-la-cuna-104905
Vicenç Navarro
Las instituciones que llevaron a cabo la enorme represión durante la dictadura, que el golpe militar de 1936 impuso a las distintas naciones y pueblos de España, fueron el Ejército, la Falange (el partido fascista), la Policía Nacional, la Iglesia y muchos sectores de la judicatura y, muy en especial, el Tribunal del Orden Público (TOP). Mientras que se ha criticado mucho el papel represivo que el Ejército, la Iglesia, la Falange y la Policía Nacional tuvieron durante la dictadura, poco se han examinado estos aspectos del sistema judicial, lo cual es sorprendente, puesto que estos sectores –y muy en particular el TOP– eran los que sostenían la dimensión represiva de aquel régimen dictatorial. El sistema judicial de la dictadura se basó, en gran parte, en la eliminación y expulsión de los jueces que habían permanecido fieles a la República, siendo condición para su permanencia mostrar apoyo al régimen, de la gestión de cuyas leyes se encargaban los jueces. Tal como señalaba la Escuela Judicial (donde se formaban los jueces), estos “eran la milicia del Derecho siempre dispuesta e identificada con los firmes ideales del Estado Nacional, que el Caudillo está construyendo”.
La represión durante aquel régimen tuvo dos periodos. El primero, inmediatamente después de la victoria del golpe militar, fue protagonizado primordialmente por el Ejército y por la Falange, hecho bien documentado en la historiografía crítica que se ha publicado durante la democracia. En la segunda etapa, una vez ya consolidada la dictadura, el sistema judicial, junto con la Policía, fue el responsable de mantener el orden dictatorial. Fue durante 1962, año en el que el régimen fascista declaró dos veces el Estado de excepción para reprimir las movilizaciones obreras que se iban extendiendo por España, cuando se pensó en establecer el TOP, continuador de los Tribunales de Responsabilidades Políticas, de la Masonería y del Comunismo. Se estableció así, en 1963, el Tribunal de Orden Público, cuyas actividades y recursos aumentaron a medida que la resistencia contra la dictadura se fue incrementando.
Un instrumento al servicio del TOP era la policía política, conocida como la Brigada Político Social (BPS), que era temida y odiada por las fuerzas opositoras al régimen por su función represora y por la brutalidad de sus métodos. La etapa más activa del TOP tuvo lugar en el periodo 1974-1976, en que se tramitaron 13.010 procedimientos, incrementándose su número a medida que aumentaba la oposición a aquel régimen –ver El TOP. La represión de la libertad (1963-1977), de Juan José del Águila–. Estos procedimientos iban frecuentemente precedidos por detenciones de la BPS, en las que la tortura era sistemáticamente aplicada en las sedes policiales, realidad que era ampliamente conocida por el Tribunal de Orden Público. Tal tribunal era plenamente consciente de las torturas, y demostraba, con su silencio y aquiescencia, su complicidad con tales prácticas. No hubo investigaciones ni denuncias de tales prácticas por parte de ningún juez durante la dictadura.
El TOP se transformó en la Audiencia Nacional el 5 de enero de 1977, coincidiendo con la publicación de la Ley de Reforma Política. La Audiencia Nacional, continuadora del TOP, pasaba a ser el tribunal para la defensa del Estado, una función que en la mayoría de sistemas democráticos carece de homologación. La Audiencia Nacional nunca criticó la labor nefasta del TOP, y nunca se ha distinguido por asistir a las víctimas de la represión de aquel régimen dictatorial. De ahí que el ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo cuestionara, con razón, el auto del juez Varela en el que se hacía la asombrosa declaración de que la labor de los jueces a favor de las víctimas de la dictadura había sido encomiable. Todo lo contrario: la mayoría de la judicatura mostró siempre una enorme pasividad ante los conocidos atropellos realizados por la Policía Nacional y por la Brigada Político Social. Tales jueces nunca investigaron o denunciaron las detenciones, torturas y asesinatos de la Brigada Político Social; nunca honraron u homenajearon a los jueces que fueron asesinados o expulsados por su lealtad a la República; nunca juzgaron a los jueces del TOP; y la gran mayoría no ha hecho nada para ayudar a las familias de los asesinados desaparecidos a encontrar sus cuerpos y darles la sepultura y el homenaje debidos.
En realidad, un objetivo del enjuiciamiento de Garzón es parar las investigaciones sobre el paradero de los desaparecidos, y la muestra de esto está en que la gran mayoría de jueces asignados para encontrar a los desaparecidos ha dejado de hacerlo. Y ello a pesar de la demanda explícita, en las leyes que el Estado español ha firmado en tratados internacionales, que instruyen al Estado a buscar los desaparecidos y a encontrar a los responsables de sus asesinatos. Y ahora, tal “labor encomiable” de los jueces incluye el proceso al único juez, el juez Garzón, que ha intentado ayudar a las víctimas a enjuiciar los asesinatos ocurridos durante la dictadura, a propuesta del partido fascista, la Falange, heredero de los responsables de aquella enorme represión. Y que tienen ahora la osadía (por llamarlo de una manera amable) de pedir respeto para las instituciones que representan y piden que no se les critique.
En realidad, tal como muestra el rechazo unánime de la prensa internacional a su comportamiento, son ellos los que están desacreditando todavía más la institución a la que sirven. Tales jueces debieran saber que en Alemania, que sufrió un régimen parecido, la Falange estaría prohibida y los jueces del TOP habrían terminado en la cárcel. Y que algunos de los jueces del Tribunal Supremo, que han declarado su simpatía y comprensión hacia el golpe militar, promoviendo los trabajos del mayor apologista de aquel golpe, serían expulsados del cuerpo judicial.
Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 22 de abril de 2010
http://www.vnavarro.org/?p=4179
Emma Martínez Ocaña
Si algo caracteriza a nuestro tiempo es la nueva conciencia de ser red-comunión-interconexión-unidad.
La ciencia nos va diciendo cada vez con mas claridad que la capacidad para relacionarse parece ser la esencia primordial del cosmos y lo que hizo posible el proceso evolutivo. Nos va descubriendo que lo que caracteriza la realidad son estructuras de relación y relatividad, procesos de transformación y cambios abiertos.
En este nuevo modelo un ser no entra en relación con otro sino que se encuentra de por sí en relación. Nos urge experimentar y saber vivir la pan-relacionalidad y religación con todo.
Ya todos sabemos que todo está interconectado: la globalidad es interacción. Quizá como nunca se va tomando, lenta pero imparablemente, conciencia de que formamos parte de un todo. La realidad se va revelando como un manto inconsútil, sin fracturas.
También es verdad que mayoritariamente aún seguimos fascinados por el individualismo ciego, pero esta conciencia atomizada va caminando hacia su desaparición y de ello tenemos que alegrarnos.
Este tiempo pide de nosotros una espiritualidad de la conexión, de la búsqueda de la experiencia de la Unicidad; de tender puentes entre culturas, razas, sexos, creencias religiosas, ideologías; de romper fronteras desde la no-violencia; de crear nexos que inter-actúan. Necesitamos salir de nuestros pequeños círculos para crear vínculos con tantos grupos y organizaciones sociales, movimientos que buscan otra globalización, la globalización de la solidaridad, de la interconexión responsable.
Una nueva espiritualidad relacional se va abriendo paso, que toma conciencia de la interdependencia y responsabilidad de todos con todo. Eso va a exigir de nosotros –los que estamos en el primer mundo– una espiritualidad del saber decrecer, renunciar, soltar, bajar… Y esto no nos resulta fácil ni a las personas ni a las instituciones.
El nuevo mundo que emerge pide también de nosotros una nueva espiritualidad de las relaciones: ha llegado la hora de renunciar a las relaciones dualistas y jerarquizadas patriarcalmente; renunciar a las relaciones de dominación-sumisión, para vivir relaciones caracterizadas por una radical igualdad e inclusividad, como reflejo del Dios Relación (Trinidad) en el que creemos o, como dice bellamente O’Murchu, el “Dios capacidad para la relación”. Eso hará posible que las comunidades cristianas irradien a la sociedad relaciones “correctas de justicia, amor, paz y liberación”. Relaciones capaces de dar vida.
Nos urge también practicar la meditación, el silencio cultivar la experiencia mística que nos llevará a sentir y gustar la Unidad profunda que somos.
Entonces, igual que le pasó a Jesús de Nazaret, experimentaremos que el Dios Madre-Padre y cada uno de nosotros somos una misma cosa, que somos aliento suyo, imagen y semejanza, y por ello somos también uno con toda la humanidad; que todo otro es carne de nuestra carne y hueso de nuestros huesos y que cuando nos cerramos al hermano nos cerramos a nuestra propia carne.
Entonces seremos nexos de unión que construye auténtica fraternidad, sororidad con todo lo existente.
Sintiéndonos uno con la realidad veremos nuestro planeta de una manera nueva: no como materia prima para explotar o de la que aprovecharnos, sino como realidad de la que formamos parte, como vida para cuidar, realidad viviente a respetar.
Una espiritualidad ecológica brotará espontáneamente fruto de la iluminación de nuestra conciencia. Descubriremos experiencialmente –como dice bellamente Leonardo Boff– que “el Plantea Tierra es nuestra casa común, la única que tenemos para vivir por eso es importante cuidarla, hacerla habitable para todos, conservarla en su generosidad y preservarla en su totalidad y esplendor.
De ahí nacerá un ethos mundial compartido por todos, capaz de unir a los seres humanos más allá de sus diferencia culturas, sintiéndonos de hecho como hijos e hijas de la Tierra que aman y respetan como a su propia Madre Entonces descubriremos, como Juan de la Cruz y Francisco de Asís, que todas las formas de vida son manifestación de la Vida única, subyacente en todo: contemplaremos a Dios en todo y todo en Dios.
http://www.feadulta.com/TEOLOGIA_es-tiempo-de-nexos.htm
Cuento de Eduardo PérsicoDos hombres repitieron durante años sus viajes en el mismo tren, con salidas seis en punto y llegadas seis y quince a Constitución. Quien ya venía sentado leyendo era un empleado de Tribunales conocido por jueces y secretarios, que sonreía para sí al ver en el diario algo que trabajara en su escritorio. El otro, que suponía ‘este viene desde Temperley, tan cómodo’, viajaba de pie sobre el pasillo y era el padre de Jorgito; un pelo corto que por la tarde tecleaba escalas en el piano, aún lejos de Bach y de Clementi. El de viajar sentado pensaría que el mismo horario los igualaba ante las arengas del ministro de economía, ocultas amenazas oficiales y paros sorpresivos que engrosaban la charla de cada cual en su trabajo. Palabrerío donde después de ‘todos los días una huelga, qué barbaridad’ llegaba el irrisorio ‘este país necesita alguien que mande’; aquel aliento a comunicados militares, recomendaciones de uniforme con fuerza de ley y la bendición de dios para proteger la patria. Y cuando el calor renacía el yuyal entre las vías, ellos dos no se cruzaban en tanto sus vacaciones no coincidían. Por los años setenta Jorgito, que ya era Jorge, consiguió trabajo como pianista y aquel verano sus padres se lucieron diciendo ‘sí, anda por la costa haciendo baladas, rock y esas cosas. Le va muy bien’. Y al retornar en otoño usando barba y un lenguaje enrevesado, ‘este Jorgito’ los preocupó. De pronto entre armonías de Bela Bartok y desenfados del Jazz Quartet, se trenzaría con sus nuevos amigos en descifrar el compromiso social del canto y si la música era el arte de apasionar la política. O cosas así. Los dos pasajeros imaginarían al otro; trabajos, mujer, hijos; y también los acompasaba la idea sigilosa de la jubilación. Cierta vez hasta compartieron un asiento sin hablarse, pero de tanto Lanús a las seis y en quince minutos terminal Constitución, irían opacando trajes y corbatas y sospecharan los arpegios de lluvia tras el vidrio. Eso sí, sin dejar de apreciar a las muchachas volviendo del verano piel caoba, aquel tren a tren tiempo a tiempo les cambiaría el paisaje sin notarlo. Jorge sin más noticias se fue convirtiendo en un sollozo perpetuo de su madre, ‘dios quiera que por la música haya viajado lejos’, al tiempo que el empleado de Tribunales iría sabiendo de invisibles tratantes en negociar hijos de personas asesinadas. Desaparecidas. Y tantos ‘vaya uno a saber’ farfullados en pasillos y mingitorios del Palacio de la Justicia. Igual, por los noticiosos litigarían generales contra brigadieres por más incienso en la iglesia, sin confesar el sitio de ningún oculto cementerio. Y pasados ya más de veinte años, cierta vez entrando a la terminal algún muchacho revoleó unos volantes y saltó a correr por el andén. Mirándose a ráfagas ambos leyeron algo del hambre y el gobierno usurpador y al bajar del tren, quizá elevaran las cejas conviniendo.- ¿Qué le parece si tomamos un café? – dijo uno sintiendo continuar un diálogo anterior. - Por supuesto. Después de tanto, ¿quién nos puede reclamar por llegar tarde? (abril 2010)Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.
Ana María DíazFrecuentemente tenemos la experiencia de cerrar capítulos de nuestra vida, viviendo finales: se terminan proyectos en los que estuvimos involucrados con entusiasmo, nos cambiamos de trabajo, amigos en los que confiábamos nos traicionan, perdemos seres queridos —incluso antes que mueran— militancias de toda una vida se vuelven ilusorias, gobernantes a los que dimos nuestro apoyo se muestran incapaces, etc.Tal vez, todo esto podría ser mucho menos doloroso de lo que nos resulta, si nos hubieran enseñado tempranamente que los finales forman parte de la lógica inexorable de los acontecimientos; si hubiéramos aprendido que, “el que las cosas terminen”, es parte de la naturaleza intrínseca de todo, que está en sus leyes y en sus prerrequisitos. Pero, al parecer, esta es una lección que solo se aprende viviendo.Nos resulta natural lo que comienza: hacernos de amigos, enamorarnos, hacer promesas absolutas, inaugurar empeños, descubrir sueños, embarcarse en proyectos, en fin. Y es comprensible que nos duela, y no nos parezca natural, comprobar que ese incremento de energía y esa explosión de vitalidad, inherente a todo comienzo, se desinfla lastimosamente al llegar al final.Sabemos que se necesita valentía para iniciar cualquier experiencia nueva. Pero luego descubrimos que es necesario igual valor para reconocer las señales que nos empujan a aceptar las amargas verdades que van revelando, dolorosamente, el final de una experiencia. Es explicable que vacilemos en al umbral de vivir sentimientos que nos recuerdan la muerte de tantos modos. Es difícil aprender que la potencia y fecundidad de la vida está tan presente en la oscuridad de los finales como en la euforia de los comienzos.Estamos hechos parar creer que la vida es eterna y por eso nos cuesta aceptar que nada es para siempre. Sin embargo, a todos nos llega el momento de tener que armonizar el anhelo de vida eterna que nos habita, con la caducidad de nuestras experiencias. Es una lección cruda, pero que vale la pena aprender. Y es que aprendiendo la lección, averiguamos que la eternidad de la vida se encuentra mucho más allá de donde creemos - sus pilares están menos a la vista de lo que pensamos - y que nos aferremos innecesariamente a muchas cosas provisorias, creyendo que honramos la eternidad de la vida. La vida difícilmente se deja atrapar en formulas fijas.Cuando Nicodemo, en medio de la noche de su vida, acudió a consultar a Jesús para saber cómo cruzar sus finales, éste no le dijo que tuviera paciencia, ni que rezara para pedir señales. Tampoco le dijo que perseverara o tuviera resignación, ni siquiera prudencia. Le dijo que naciera de nuevo, que se dejara llevar por el viento que sopla donde quiere. Nada podría ser más radicalmente provocativo como inspiración para vivir finales. Es una invitación a tener el coraje de imaginar otro modo de vivir y encaminarse a él armado con nada, con nada más que la confianza en la eternidad de la vida y la fecundidad del soplo que la alienta.http://saber-eres.blogspot.com/2008/06/al-final-como-al-principio.html
Jaime Richart
¿En dónde y cuándo se ha sabido que los vencedores de un alzamiento armado nieguen, 70 años después, a los hijos, nietos o hermanos de los vencidos el derecho a dar sepultura a sus muertos, padres o abuelos asesinados por aquellos? La Falange fue brazo armado del franquismo antes, durante y después de la guerra civil; cómplice y ejecutor de los crímenes una vez terminada la guerra. Los más de cien mil “paseados” y asesinados después del año 1939 en que la contienda civil oficialmente terminó, están esperando aún digna fosa...
Y ahora resulta que la Falange se querella contra quien se aprestaba a cumplir la Ley (en cuya virtud el tribunal que lo juzga se hace a su vez cómplice de los querellantes) y se erige de esa manera en un “reivindicador” del derecho a sus crímenes, negando a un tiempo a esta generación el suyo a rescatar el cuerpo de los matados por sus ascendientes. Es como si Franco resucitado volviese con el alegato de su “Movimiento”. España es un país donde todo puede ocurrir. Cualquier cosa, y si es disparatada, aberrante e inconcebible, con mayor motivo.
Todo esto es herencia del nacionalcatolicismo: una mixtura de golpes de pecho, de burla a las enseñanzas evangélicas impartidas para otros pero irrelevantes para quienes las predican; de conquistas imperiales con la cruz en una mano y el arcabuz en la otra; de sumisión ciega ante quien se le supone “superior” para descargar a continuación todo el horror sobre otros (el rasgo del fascista), etc.
El nacionalcatolicismo está enquistado en la sociedad española de tal manera que sin revolución, cruenta o incruenta, no habrá nada que hacer hasta quién sabe cuándo. Generación tras generación seguirá portando en sus genes las ínfulas y la bestialidad ladina de sus mayores. En este país no hay nada qué hacer en materia de sensatez colectiva. De ahí que muchos nos radicalicemos: los bárbaros ilustrados españoles no entendieron nunca de sutilezas...
Foto: España, Fascismo, Iglesia Católica – El dictador Francisco Franco junto al Arzobispo de Sevilla Eustaquio Ilundain y Esteban.
http://www.argenpress.info/2010/04/espana-nacionalcatolicismo.html
Santiago Alba Rico
Hay experiencias tan intensas que no tienen extensión. Hay emociones tan pegadas a nuestro pecho que no ocurren en ninguna parte. Puede decirse que es a eso a lo que todos, en Australia, en España y en China, llamamos “placer” y “dolor”; es decir, al hecho de no estar ni en Australia ni en España ni en China cuando nos estremecemos. No me duele la cabeza en el mundo sino en mi propia cabeza; no me duelen las muelas en la extensión de mi cuerpo sino en una especie de intimidad sin ventanas; no me duelen los riñones un martes de marzo sino en un presente puro, en una eternidad concreta. Lo mismo ocurre con el placer, cuyas intensidades más cortas suprimen también, mientras dura, todos los lazos con la tierra y con el tiempo. En su relación con el mundo, hay pocas diferencias entre sufrir y gozar: el placer es un dolor blanco, el dolor es un placer negro. El cólico nefrítico y el orgasmo niegan por igual el sol, los árboles, la botella sobre la mesa, nuestra genealogía y nuestra historia, la mano que nos atiende, incluso el cuerpo que tenemos entre los brazos. Ahora bien, el sufrimiento es un placer que nos expulsa, en el que no queremos quedarnos, que por ello mismo requiere al mismo tiempo una explicación y una salida y que busca abrirse camino, como las uñas de un topo, de vuelta al mundo del que ha sido arrancado. Si las revoluciones se hacen a partir del sufrimiento -el aguijón de la realidad clavado en el cuerpo, como decía Simone Weil- es precisamente porque el sufrimiento nos hace huir y porque de él sólo podemos huir hacia los otros y hacia fuera. Para bloquear ese regreso a la humanidad -de la migraña al pensamiento, del cólico a la revuelta- se han inventado los antidepresivos, la religión... y los placeres. La industria capitalista del entretenimiento disuelve el mundo común con mucha más eficacia que los somníferos y los confesionarios.
El placer es un dolor que nos retiene, un dolor en el que queremos instalarnos. Sin un empujón, nos quedaríamos en él para siempre. Los placeres más elementales son -claro- el sexo y la comida, contra cuya insociabilidad visceral se han inventado refinados procedimientos de cultura. El amor y sus manos cuidadosas, ¿no son dispositivos pensados para poner al otro al alcance de la mirada, tan lejos que podamos por primera vez tocarlo en lugar de comérnoslo? Y las maneras de mesa, la gastronomía, las comidas comunes, ¿no son invenciones concebidas para retenernos fuera de nuestras tripas, para que la boca que mastica tenga también que hablar, reconociendo así la existencia de los otros comensales? Lo contrario del amor es la guerra, con sus cuerpos crudos expuestos a la inmediatez ciega de los violadores; lo contrario del banquete platónico es la hambruna y sus digestiones rápidas, solitarias, desconfiadas. Lo que tienen de malo la prostitución y el fast-food, tan parecidos entre sí, es que niegan o anulan el mundo común; no ocurren en ninguna parte, no le ocurren a nadie, no establecen ninguna relación. ¿Será una casualidad que el capitalismo gaste todos los años mucho más en destruir relaciones -por no hablar de seres humanos concretos- que en crearlas? ¿Que la prostitución genere beneficios de 18.000 millones de euros sólo en España y se coma sin parar a 400.000 personas? ¿Que la compañía McDonalds tenga 60 millones de clientes al día en todo el mundo y venda todos los años 22.000 millones de dólares en comida-basura?
He dicho otras veces que la mayor o menor bondad de una sociedad particular se revela menos en los sufrimientos de sus víctimas que en los placeres de sus beneficiarios. La esencia del capitalismo se manifiesta, claro, en sus fábricas, sus campos de refugiados, sus muros fronterizos, sus prisiones; y se manifiesta igualmente -o aún más- en sus centros comerciales, sus parques de juegos, sus aeropuertos, sus programas de televisión, sus estadios deportivos. Del paro y el trabajo precario se huye, como siempre, hacia la religión y los psicofármacos, pero también hacia los placeres industriales que, con arreglo al modelo de la prostitución y el fast food, el capitalismo proporciona, en distinta escala y por distintas vías, a pobres y ricos por igual.
¿Habrá otro modelo? En 1956, poco antes de morir, Bertolt Brecht escribió un bellísimo poema titulado Vergnügungen, que algunos traducen como “placeres” y otros como “satisfacciones”. Me gusta más este último término, derivado del latín “satis” (bastante, suficiente), porque de entrada sitúa la mirada en los límites del mundo, fuera del cuerpo y sus intimidades infinitas. En Satisfacciones el poeta alemán ofrece una lista casi oriental de pequeños placeres conectivos (mirar por la ventana, nadar, rostros entusiasmados, el viejo libro vuelto a encontrar, la nieve, zapatos cómodos, la dialéctica) completamente incomprensibles -lengua muerta, extraña, tediosísima- para un cliente de McDonalds y Wal-Mart, un espectador de la Fox o un admirador de Fernando Alonso y Cristiano Ronaldo. De todas estas “satisfacciones” diminutas de la extensión hay dos ya casi extinguidas, como los dinosaurios y los bisontes, incompatibles con el orden del mercado capitalista y que desde un coche último modelo o desde Disneylandia nos parecen extravagantes y perversas, casi escandalosas: “comprender” y “ser amable”.
¿Por qué nos parece imposible hoy encontrar placer en “comprender” y “ser amables”? Porque, al contrario que la prostitución y el fast food, al contrario que el cólico y el orgasmo, el pensamiento y la amabilidad son dos formas distintas de reconocer la existencia del mundo. Los dos se comportan ante las cosas y ante los hombres como el náufrago ante los niños, a los que se debe ceder el paso al abandonar el barco que se va a pique. “Comprender” es un ejercicio de buena educación con el objeto: darle la palabra, dejarle pasar por delante de nosotros, cederle nuestro lugar en el asiento. El zoólogo, por así decirlo, deja hablar a los animales, el físico deja hablar al átomo, el filósofo deja hablar a los entes. Pero “ser amable”, al mismo tiempo, es una forma de (re)conocer a nuestro prójimo, de comprender su existencia como igual a la nuestra, de establecer rangos y jerarquías a contrapelo de las clases (la superioridad del viejito, del enfermo, del niño). Cada vez que digo “por favor”, que cedo el paso, que me muestro cariñoso o complaciente, que me detengo y dedico un minuto, arrancado al tiempo continuo de la digestión, a interesarme por mi vecino, estoy conociendo la fragilidad de los otros y declarando en voz alta la mía propia. Bajo el capitalismo, en Madrid, en Sidney y también -mucho me temo- en Pekín, una declaración de fragilidad es ya una invitación al desprecio y la agresión. En las grandes ciudades europeas, “amables” ya sólo lo son los que tienen algo que ocultar o algo que temer: los inmigrantes, cuya misma cortesía los pone a merced de todos los palos y todos los abusos.
El poema de Brecht acaba con este verso escueto: “ser amable”. Es también la condición implícita de toda sociedad justa, el primer artículo tácito de toda constitución política. El comunismo es el conjunto de procedimientos complejos -económicos, sociales, tecnológicos- que permiten estos placeres sencillos: el de abrir la ventana al levantarse y reconocer el mundo fuera; y el de abrir los ojos y reconocer con un gesto la superioridad de un niño, de un viejo, de un enfermo. Y los placeres -claro- de nadar, leer, oír música, contemplar las flores o la nieve, llevar zapatos cómodos y embelesarse en el rostro “entusiasmado” del amigo o del amado.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=104238
Iris M. LandrónTierra, vuelve la espada a su lugar; derrite su acero en el fuego sanador de las estrellas y ahoga su memoria en las aguas constantes de tu mar. Tierra, sácate de adentro las flores más hermosas, la armonía, el trigo en abundancia, las ganas de abrazos, las plazas más amplias para que tus criaturas quepan todas. Tierra, saca tu alegría al sol, sácate el Amor de las entrañas donde lo exiló el guerrero. Tierra, libera los pájaros del alba y ponte a cantar porque la Vida reclama su momento.
Iris M. Landrónhttp://cucubanos.webcindario.com/
Jaime Richart
¿Que los homosexuales se casen? ¿Qué las parejas se divorcien a esgalla? ¿Qué, dificultosamente, se aborte bajo vigilancia? ¿Qué algunos puedan morir con paliativos y mucha suerte? ¿Qué podamos vocear, siempre bajo la amenaza de las policías como en la dictadura? ¿Todo esto son los indicadores de una democracia?
Poco bagaje es ese si pensamos que buena parte de la libertad de expresión viene de Internet, teniendo en cuenta que si la Internet hubiera existido en el franquismo el franquismo también lo hubiera tenido crudo… En todo caso aquí, en aquellas libertades recortadas, se acaban las ganancias de esta democracia ridícula.
El País Vasco está peor que con Franco. Con Franco sabían que no había libertad, ahora creen los vascos que la tienen pero se les cercena. ¡Cuántos dicen que tan horrible es carecer de libertad como sentirla permanente y gravemente coartada por el propio Estado y sus sicarios y sus cómplices de Oposición!
En lo esencial el poder judicial es políticamente sectario y derechista (En la dictadura sólo los jueces del TOP lo eran). La sociedad verdaderamente dominante -política, social, mediática y dineraria- apenas nos permiten movernos en un palmo. Cualquier pretensión más allá de donde estamos es aplastada a palos o con sentencias de prevaricadores. Se represalia a quienes intentaron reparar un poco los “desperfectos” franquistas de pre y de postguerra. Se aborta todo conato del desarrollismo soberanista. Ni siquiera hay cabida para el debate federal. La Ley Electoral estrangula los iderarios avanzados que apenas repercuten en las urnas y en las leyes.
Un monarca moldeado por Franco está al frente del Estado. Puede que una monarquía veterana no influya en las desigualdades sociales, pero una monarquía reinstaurada las favorece y las potencia… Un ministro franquista, Fraga Iribarne, que se ha pasado la vida manejando hilos tanto con Franco como después de Franco hasta hoy, fue y es el ejecutor del testamento del sátrapa. La dereccha nominal -ultraderecha efectiva- hace mangas y capirotes en sus demarcaciones; amparan los líderes a “sus” ladrones institucionales, se ríen de las leyes del parlamento que fueron aprobadas sin su consentimiento. Se derriban lugares protegidos por la ley, vulnerando la ley que los protege. Se sofoca cualquier intento de ensanchar la autonomía en Euzkadi, Catalunya y Galiza
Los dos bandos mataron en cunetas. Pero los falangistas fueron los ganadores y fue su espíritu vivo lo que impulsó al franquismo durante cuatro décadas, y ahora se permiten bloquear virtualmente, por la puerta de atrás, la ley que los compromete, y ello con la cobertura de jueces falangistas aunque no muestren su carnet. Los que dieron el “paseo” y ganaron la guerra siguen ostentando un peso específico que ofende gravemente a los perdedores.
La derecha mediática copa prácticamente las mayores parcelas de poder: apabulla. Dígase cuántos medios impresos o audiovisuales oficialistas son voceros o representan a la izquierda real o incluso institucional. El fiel de la balanza entre izquierdas y derechas está escandalosamente desnivelado. El poder central es débil frente a los dueños efectivos del poder económico, financiero, clerical y mediático. ¿Quién que no tenga dinero defiende la enseñanza y la sanidad privadas? Y así sucesivamente en todas las parcelas de la realidad española en todas direcciones…
Hay tanto desnivel en fuerza y resonancia entre la derecha y la izquierda, como asimetría hubo entre los ejércitos imperiales y las milicias afgana o iraquí durante las invasiones nefandas de los estadounidenses y aliados…
En resumen, todo el mundo supone que en España hay democracia. Olvidemos las torturas, el caciquismo, los desafueros propiciados, favorecidos o encubiertos (ahí tenemos a un individuo en Castellón ejemplo viviente de la regalía con quien la justicia no actúa, a diferencia del apresuramiento con que juzga a Garzón).
Bien, España está en democracia. Pero la española sigue en la fase anal.
Jaime Richart
http://www.kaosenlared.net/noticia/cuanto-democracia-hay-espana-tras-32-anos
Walter Dennis Muñoz
Reflexiones sobre el lugar ninguno
Es bastante aburrido la propuesta de utopías. Es un modo de decirnos, te conquistaré, te seduciré con ideas imposibles, con sueños locos con esperanzas sin racionalidad, con lugares inexistentes con cuentos del tío. Los cristianos dicen,-Yavéh es mi pastor nada me faltará. Los judíos dicen, Yaveh es mi pastor, nada me falta. Una oración judía que he citado antes dice; No digas vendrá el mañana, trae el mañana que no es un sueño. Su tierra prometida no era una utopía, fue un logro duro y difícil.
Vivimos posponiendo el hoy por el mañana. En los viejos almacenes recuerdo haber visto el famoso letrero. Hoy no se fía mañana si. Hoy no se come, mañana si. Bienaventurados los que ganan buenos salarios porque ellos llegaran a fin de mes con dinero. Bienaventurados los que lucharán mañana por la justicia porque hoy mandamos nosotros, los injustos. Hoy nos dedicamos a hacernos los boludos, a tantos problemas profundamente humanos, hambre, sed, miseria, atentados por todos lados, drogas,juventud sin futuro,que hacen los sabiondos. Savater,. el profesor que va a la tele cuando edita un libro, escribe sobre caballos o crea grupúsculos y escribe como esos personajes de los que hablaba Ortega. Intelectuales que muestran sus bíceps culturales como Hércules de feria. Si tu hijo te pide un pan le darás una piedra? Se pregunta Jesús confiado en que su dios es un padre, pero un padre verdadero que hace?. Se organiza, piensa, desafía, lucha Hoy, porque no hay mañana sin Hoy.
Hoy hay que defender a Garzón, Hoy hay que sostener el Estado de Bienestar. Hoy hay que denunciar el lumpen periodismo en el deporte ( léase Marca o EL Mundo) o ciertos medios estadounidenses promotores de la mentira y el engaño en política y economía..
Hoy se juega nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos. A trabajar Hoy por un mundo posible. Lo demás paja molida.
Walter Dennis Muñoz
Periodista