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domingo, 8 de mayo de 2011

Ni justicia ni venganza sino crimen

Pep Castelló


El Imperio asesina a quien le conviene sin más fin que el de alcanzar sus objetivos.

A partir de la lectura del artículo “No se ha hecho justicia, sino venganza” que Leonardo Boff nos ofrece en su columna esta semana y al amparo de cuantos comentarios y observaciones he tenido a mi alcance, se me ocurre que más allá de la “venganza” argüida por Bush y la pretendida “justicia” de Obama, lo que hay ahí es una tremenda degradación de los más elementales principios en la sociedad norteamericana. Porque por más que ambos dispongan de una cobertura mediática difícil de neutralizar, el pueblo tiene motivos más que sobrados para saber que ambos son un par de redomados embusteros.

Hay signos más que evidentes para pensar que el crimen perpetrado en esta ocasión por el Imperio no tiene otro fin sino el de despertar el terror y los peores sentimientos de la ciudadanía, para crear con ellos una corriente de opinión favorable a los voraces intereses de quienes rigen la sociedad norteamericana. Crimen y mentira urdidos desde las más altas instancias de la nación. Una muestra más de la falta de ética de quienes rigen ese gran país y de quienes les dan soporte.

El país más poderoso militarmente del mundo está gobernado, tanto en el orden político como en el económico, por criminales de la peor calaña. Descendientes de una estirpe de genocidas que tras masacrar a los pueblos originarios se apropiaron de las tierras que habitaban, no han hecho todavía a lo largo de los años un proceso de reflexión colectiva que les lleve a plantearse unos principios mínimos de convivencia. Y así, con un desprecio absoluto de cuanto no sea favorable a su triunfo, cual jauría de depredadores siguen devastando la tierra y sometiendo a sus moradores.

Nada cabe esperar de semejante gentuza ni de quienes a su lado se colocan, como no sean los principios morales más aberrantes que puede concebir la mente humana. Defensores a ultranza de la propiedad privada, sin parar mientes en los orígenes y procedencia de sus bienes, han hecho leyes que aseguren la posesión de los mismos y han organizado la sociedad y el estado de forma que les permita usar toda la fuerza represiva que les convenga contra quienes se atrevan a cuestionarlas.

Lo deplorable, lo verdaderamente nefasto es que hayan sido capaces de introducir los principios de su abominable doctrina en la mente de la ciudadanía, de la propia y de la de aquellos países que han ido cayendo bajo su influencia. Con la capacidad de difundir mentiras y secuestrar las mentes que los modernos medios de comunicación de masas les han brindado durante el pasado siglo XX y les ofrecen aún en el presente, están imponiendo su ideología a lo largo y ancho de nuestro planeta. Su permanente apología del triunfo, comparable por sus nefastos resultados con la del terrorismo, embarga el pensamiento de las gentes en todos los ámbitos de dominio de sus poderosos voceros, los “mass media” que invaden el mundo entero.

Sin el menor rasgo de moral y ni un ápice de escrúpulos y con el sostén de una poderosa fuerza militar y represiva, no paran de ejercer acciones que aumentan día a día el copioso número de seres humanos que viven en las condiciones más adversas. Gentes diversas, pertenecientes a culturas y sociedades bien lejanas de la nuestra, ven hoy sus principios confrontados de continuo con los de las sociedades supuestamente triunfadoras. Y así, invadidos sus territorios, despojados de sus tradicionales medios de vida por la fuerza bruta de las clases poderosas, van a estrellarse contra los escollos de esta deplorable civilización occidental cristiana, atraídos por falaces cantos de sirena, formando capas cada día mayores de población excluida.

Malditos sean mil veces quienes tanto daño están haciendo a la humanidad y malditos sean también quienes para medrar les dan soporte. Y a quienes se lo dan por simple estulticia, llégueles cuanto antes la más humana de las compasiones y, con ella, la Luz necesaria para iluminar sus mentes.


http://www.kaosenlared.net/noticia/ni-justicia-ni-venganza-sino-crimen



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Carta abierta a Barack Obama: de Nóbel a Nóbel

Adolfo Pérez Esquivel


Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica

Estimado Barack

Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver como la destrucción y muerte sembrada en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, termina justificando el asesinato y es festejada como si se tratase de un acontecimiento deportivo.

Indignación por la actitud de sectores de la población de los EEUU, de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Ben Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia

No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda, el objetivo fue asesinarlo.

Los muertos no hablan y el miedo al ajusticiado que, podría decir cosas no convenientes para los EEUU; fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla

Cuando te otorgaron el Premio Nóbel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía:” Barack me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nóbel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la Paz entre los pueblos, tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo.

Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak , nada de eso haz logrado hacer, por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la NATO y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y esta sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.

La base fundacional de la o­nU es la defensa y promoción de la Paz y dignidad de entre los pueblos. Su preámbulo dice “Nosotros los pueblos del mundo…”hoy ausentes de ese alto organismo.

Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton que dice” La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”-

Eras muy joven Barack durante la guerra de Vietnam, tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra

Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.

Tomás Merton decía, frente a un matasellos del correo que acababa de llegar “The U.S. Army, key to peace”, “El ejercito U.S., clave de la paz”. Ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombre el poder militar, más violan la paz y la destruyen”

He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.

La vida tiene ese no se que, de lo imprevisto y sorprendente de fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna, restablecer el equilibrio con la Madre Tierra

Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida a que están arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz; la humanidad merece un destino mejor.

Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza.

Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino decía que: “del laberinto se sale por arriba”.

Y creo Barack que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los píes de los EEUU porque impone la fuerza de las armas e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.

Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que ha llevado a EEUU al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.

A Ben Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las torres gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso les ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar su productos de muerte.

Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre, señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, como el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos en la ciudad y el hospital pediátrico y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”

La palabra vaciada de valores y contenido, donde al asesinato, lo llamas muerte y que por fin EEUU ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervención armada, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”?. ¿cómo lo llamarías?

Será por ese motivo que el pueblo de los EEUU vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.

La Paz, es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad, su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La Paz no se regala, se construye y eso es lo que te falta muchacho, coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.

No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EEUU, desconociendo los Tratados Internacionales, los Pactos y Protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifica nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.

¿Cómo puedes hablar de la Paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?

¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes en Guantánamo, en los EEUU, en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib y en Afganistán?

¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?

¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?

¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Oriente Medio y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangra a los palestinos e israelitas?

Barack mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano

Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.

El Nóbel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.

Te deseo mucha fuerza y esperanza y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la Paz.

Adolfo Pérez Esquivel
Nobel de la Paz 1980

Buenos Aires, 5 de mayo del 2011

Un día como hoy, hace 34 años volví a la vida, tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EEUU, gracias a Dios sobreviví y tuve que salir del laberinto por arriba de la desesperación y descubrir en las estrellas el camino para poder decir como el profeta:”la hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.

http://montserratponsa.wordpress.com

http://www.kaosenlared.net/noticia/carta-abierta-barack-obama-nobel-nobel


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Las mentiras y las incógnitas en la muerte de Bin Laden

Fidel Castro Ruz


Los hombres que ejecutaron a Bin Laden no actuaron por su cuenta: cumplían órdenes del Gobierno de Estados Unidos. Habían sido rigurosamente seleccionados y entrenados para misiones especiales. Se conoce que el Presidente de Estados Unidos puede, incluso, comunicarse con un soldado en combate.

Horas después de realizar la acción en la ciudad paquistaní de Abbottabad, sede de la más prestigiosa academia militar de ese país e importantes unidades de combate, la Casa Blanca ofreció a la opinión mundial una versión cuidadosamente elaborada sobre la muerte del jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

Como es lógico, la atención del mundo y la prensa internacional se centraron en el tema, desplazando las demás noticias de la esfera pública.

Las cadenas de televisión norteamericanas divulgaron el discurso esmeradamente elaborado del Presidente, y mostraron imágenes de la reacción pública.

Era obvio que el mundo se percataba de la delicadeza del asunto, ya que Pakistán es un país de 171 millones 841 mil habitantes -[donde Estados Unidos y la OTAN llevan a cabo una devastadora guerra que dura ya diez años]- poseedor de armamento nuclear y tradicional aliado de Estados Unidos.

Sin duda que el país musulmán no puede estar de acuerdo con la sangrienta guerra que Estados Unidos y sus aliados llevan a cabo contra Afganistán, otro país musulmán con el que comparte la complicada y montañosa frontera trazada por el imperio colonial inglés, donde tribus comunes viven a ambos lados de la línea divisoria.

La propia prensa de Estados Unidos comprendió que el Presidente ocultaba casi todo.

Las agencias de noticias occidentales: ANSA, AFP, AP, Reuters y EFE, la prensa escrita e importantes sitios Web expresan interesantes informaciones sobre el hecho.

The New York Times asegura “que los hechos difieren significativamente de la versión oficial presentada el martes por la Casa Blanca y altos funcionarios de inteligencia, según los cuales la muerte de Bin Laden -que finalmente reconocieron no iba armado aunque aseguraron que se ‘resistió’- se había producido en medio de un intenso tiroteo.

“Más según el rotativo neoyorquino, la operación, ‘aunque caótica y sangrienta, fue extremadamente unilateral con una fuerza de más de 20 miembros de los SEAL rápidamente despachando el puñado de hombres que protegía a Bin Laden’.”

“…el ‘Times’ asegura ahora que ‘los únicos disparos efectuados por los que se encontraban en el complejo residencial se produjeron al principio de la operación’.

“Exactamente, tuvieron lugar ‘cuando el mensajero de confianza de Bin Laden, Abu Ahmed al Kuwaiti, abrió fuego desde detrás de la puerta de la casa de huéspedes adyacente a la casa donde Bin Laden se escondía’.

“‘Después de que los SEALs mataron a Kuwaiti y a una mujer en la casa de huéspedes, los estadounidenses no fueron atacados con disparos ni una sola vez más’, sostiene el rotativo en base a dichas fuentes, cuya identidad no revela…”

“El martes, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, había asegurado en una ‘narrativa’ de los acontecimientos de la madrugada del domingo al lunes que el comando estadounidense sufrió un tiroteo ‘a lo largo de la operación’.

“También el director de la CIA, Leon Panetta, había hablado de ‘algunos tiroteos’ mientras los militares de élite estadounidenses iban despejando las plantas de la residencia donde se escondía Bin Laden.”

“De otro lado sin embargo, el diario asegura que aunque Bin Laden no había alzado un arma cuando fue abatido, los comandos que lo localizaron en una de las habitaciones vieron que el líder de Al Qaida tenía una ‘AK-47 y una pistola Makarov al alcance de la mano’.”

Hoy 6 de mayo continúan las noticias.

Desde Washington una de las agencias informa que solo un hombre disparó contra las fuerzas estadounidenses. A continuación narra que “En plena noche del domingo, varios helicópteros con 79 miembros de un comando estadounidense a bordo se acercan a la residencia de Osama Bin Laden en  Abbottabad, al norte de Islamabad. Habían partido desde un lugar no especificado y volaban bajo para evitar ser detectados por radar, ya que Pakistán no había sido informado de la redada.

“- Dos helicópteros liberan a más de 20 efectivos Seals de la Marina en el recinto de la residencia, que tiene paredes de cuatro a seis metros de alto cubiertas con alambres de púa. Uno de los helicópteros, un MH-60 Blackhawk, aparentemente modificado para evitar radares, aterriza bruscamente a causa de  una "falla mecánica" y queda fuera de uso, según un primer informe de funcionarios estadounidenses.

“- Un grupo de efectivos se dirige hacia un edificio anexo a la residencia principal. El mensajero de Bin Laden lo ve, abre fuego contra los miembros del  comando y es abatido junto a su mujer. Este hombre es el único ocupante de la  residencia que dispara contra los estadounidenses. Esta afirmación contrasta  con un primer informe de Washington en el que se describía una intercambio de  disparos en los 40 minutos que duró la operación.”

“…otro equipo entra a la casa principal de tres plantas.”

“…se topa con el hermano del mensajero, quien también es abatido, según  un funcionario estadounidense que no dio más precisiones. Según la cadena de  televisión NBC, el hombre tenía una mano en su espalda cuando el comando entró  a la habitación donde se encontraba. Por eso los efectivos creyeron que tenía un arma, aunque no era el caso.

“- Las fuerzas estadounidenses suben las escaleras, y en una de las habitaciones encuentran a un hijo adulto de Bin Laden, Khalid, quien también es abatido…”

“- En el último piso, los efectivos encuentran a Osama Bin Laden y a su esposa en el dormitorio. Su esposa intenta interponerse y es herida en una pierna. Bin Laden no da señales de rendirse y recibe un disparo en la cabeza y,  según algunos medios estadounidenses, también en el pecho. Las primeras versiones de la redada indicaron que Bin Laden ‘se resistió’ y que había usado  a su mujer como escudo humano, pero esta información fue desmentida más tarde  por la Casa Blanca.

“- El presidente Barack Obama, que sigue los acontecimientos desde la Casa Blanca, es informado de que el comando identificó a Bin Laden. Un reporte de la  revista Time, basado en una entrevista con el director de la CIA, Leon Panetta,  sugiere que Bin Laden fue asesinado menos de 25 minutos después de iniciada la  operación.

“- En la habitación de Bin Laden, los Navy Seals encuentran un fusil de asalto soviético AK-47 y una pistola rusa de 9 mm. También hallan otras armas  en la residencia, pero no trascienden detalles.

“- Las fuerzas especiales también encuentran dinero y números de teléfono cosidos en la ropa del jefe de Al Qaida…”

“- El comando recoge todo lo que puede servir como fuente de información: bloc de notas, cinco ordenadores, 10 discos duros y un centenar de dispositivos  de almacenamiento (CD's, DVD's, USB).”

“…trasladan a un lugar seguro a una veintena de mujeres y niños presentes en la residencia y destruyen luego el helicóptero accidentado.

“…38 minutos después del inicio de la operación, los helicópteros parten con el cadáver de Bin Laden.

La AP publica datos de interés político y también humanos:

“Una de las tres esposas que vivían con Osama Bin Laden dijo a sus interrogadores paquistaníes que permaneció durante cinco años en la vivienda donde se escondía el prófugo, y podría ser una importante fuente de
información sobre cómo evitó la captura durante tanto tiempo, dijo el viernes un funcionario del espionaje paquistaní.”

“La esposa de Bin Laden, Amal Ahmed Abdullfattah, nacida en Yemen, dijo que nunca abandonó los pisos altos de la casa en los 5 años que residió en ella.

“Ella y las otras dos esposas de Bin Laden están siendo interrogadas en Pakistán tras ser detenidas en el asalto del lunes perpetrado por comandos navales estadounidenses contra la residencia de Bin Laden en la aldea de Abotabad. Las autoridades paquistaníes tienen detenidos además a ocho o nueve niños encontrados en la vivienda cuando se retiraron los comandos.

“Debido a los relatos cambiantes e incompletos de los funcionarios estadounidenses sobre lo sucedido en el asalto, las declaraciones de las esposas de Bin Laden quizá aporten detalles de la operación.

“Además, sus relatos podrían ayudar a ilustrar cómo pasaba el tiempo Bin Laden y lograba permanecer oculto en una vivienda grande cercana a una academia militar en una ciudad acuartelada, a dos horas y media de coche de la capital, Islamabad.

“El funcionario paquistaní dijo que agentes de la CIA no tuvieron acceso a las mujeres detenidas.”

“La proximidad del escondite de Bin Laden a la guarnición militar y la capital paquistaní levantó sospechas en Washington que el fugitivo fue protegido quizá por las fuerzas de seguridad de Pakistán.”

La agencia EFE indaga sobre lo que piensan los habitantes de Pakistán:

“Un 66 por ciento de los paquistaníes no creen que las fuerzas especiales de EEUU mataran al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, sino a otra persona, según un sondeo conjunto del instituto demoscópico británico YouGov y de Polis, de la Universidad de Cambridge.

“El sondeo se llevó a cabo entre usuarios de internet, que suelen tener mayor cultura, de tres grandes ciudades, Karachi, Islamabad y Lahore, con exclusión de grupos demográficos rurales, lo que hace que los resultados sean más sorprendentes, según los investigadores.

“Un 75 por ciento dice desaprobar además la violación de la soberanía paquistaní por EEUU en la operación para capturar y dar muerte a Bin Laden.

“Menos de tres cuartas partes de los encuestados no cree que Bin Laden autorizase los ataques del 9 11 contra Estados Unidos, que justificaron la invasión norteamericana de Afganistán y la lucha contra el terrorismo islamista.

“El 74 por ciento opina que el Gobierno de Washington no respeta el Islam y se considera en guerra con el mundo islámico y un 70 por ciento desaprueba la política paquistaní de aceptar ayuda económica de EEUU.

“El 86 por ciento se opone además a que el Gobierno paquistaní permita en el futuro o critica que haya autorizado antes ataques con aviones no pilotados contra grupos militantes.

“Un 61 por ciento de los paquistaníes interrogados dice simpatizar con los talibanes o creer que éstos representan puntos de vista respetables frente a sólo un 21 por ciento que se muestra radicalmente en contra.”

La agencia Reuters aporta igualmente interesantes datos:

“Una de las esposas de Osama Bin Laden dijo a sus interrogadores pakistaníes que el líder de Al Qaeda y su familia vivieron durante cinco años en la villa donde fue abatido por comandos estadounidenses esta semana, dijo el viernes un funcionario de seguridad.

“La fuente, que identificó a la mujer como Amal Ahmed Abdulfattah, dijo a Reuters que la más joven de las tres esposas de Bin Laden resultó herida en el operativo.

“Según el funcionario, Abdulfattah dijo a los investigadores pakistaníes que ‘Vivíamos allí desde hacía cinco años’.”

“Las fuerzas de seguridad pakistaníes detuvieron a entre 15 y 16 personas que vivían en el complejo, después que los comandos estadounidenses se llevaron el cuerpo de Bin Laden, dijo el funcionario. Entre los detenidos se encuentran las tres esposas de Bin Laden y varios niños.”

Un avión yanki sin piloto mató hoy no menos de 15 personas en Waziristán, al norte de Pakistán, según la agencia ANSA. Otras sufrieron heridas graves. Pero, ¿quién se va a ocupar de esos asesinatos diarios en aquel país?

Me hago sin embargo una pregunta. ¿Por qué tanta coincidencia entre el asesinato realizado en Abbottabad y el intento de asesinar simultáneamente a Gaddafi?

Uno de sus hijos más jóvenes, que no se mezclaba en los asuntos políticos, Saif al Arab, estaba reunido en la casa donde residía con un hijo pequeño y dos primos menores; Gaddafi y su esposa lo habían visitado hasta poco antes del ataque de los bombarderos de la OTAN. La casa fue destruida; murieron Saif al Arab y los tres niños; Gaddafi y la esposa se habían retirado poco antes. Era un hecho sin precedentes.  Pero el mundo apenas se ha enterado.

¿Fue acaso una simple casualidad la coincidencia de ese hecho y el ataque contra el refugio de Osama Bin Laden, que el Gobierno de Estados Unidos conocía perfectamente y lo vigilaba con todos los detalles?

Un despacho de hoy, procedente de Ciudad del Vaticano informaba:

“Mayo 6 (ANSA)- Giovanni Innocenzo Martinelli,  el vicario apostólico de Tripoli, dijo hoy a la agencia vaticana Fides que no tiene intención de ‘interferir con la actividad  política de nadie’, pero afronta el deber de advertir que los  bombardeos a Libia ‘son inmorales’.

“‘Me sorprende que se hayan hecho declaraciones sobre el hecho  de que debería ocuparme solo de cuestiones espirituales, y que los bombardeos fueron autorizados por la o­nU. Pero esto no significa que la o­nU, la OTAN o la Unión Europea tengan la  autoridad moral para decidir bombardeos’, agregó.

“‘Quisiera subrayar -agregó- que bombardear no es un acto  dictado por la conciencia civil y moral de Occidente, o más en  general de la humanidad. Bombardear es siempre un acto inmoral’.”

Otro cable de la agencia ANSA informa sobre la posición de China y Rusia.

“Moscú, Mayo 6 -Los gobiernos de China y Rusia se declararon  hoy ‘extremadamente preocupados’ por la guerra en Libia y  dijeron que actuarán en conjunto para reclamar un cese del  fuego.”

“‘Nuestra convicción es que el objetivo más importante es obtener el cese del fuego inmediato’, declaró Jechi Yang, canciller chino”.

Están ocurriendo hechos verdaderamente preocupantes.

http://www.kaosenlared.net/noticia/mentiras-incognitas-muerte-bin-laden


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No se ha hecho justicia, sino venganza

Leonardo Boff


Se necesitaría ser enemigo de sí mismo y contrario a los valores humanitarios mínimos para aprobar el nefasto crimen del terrorismo de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Pero resulta de todo punto inaceptable que un Estado, el más poderoso del mundo en el terreno militar, para responder al terrorismo se haya transformado él mismo en un Estado terrorista. Fue lo que hizo Bush, limitando la democracia y suspendiendo la vigencia incondicional de algunos derechos, que eran orgullo del país. Hizo más: dirigió dos guerras, contra Afganistán y contra Irak -donde devastó una de las culturas más antiguas de la humanidad-, en las que han muerto más de cien mil personas y ha habido más de un millón de desplazados.

Cabe repetir la pregunta que a casi nadie interesa plantear: ¿por qué se produjeron tales actos terroristas? El obispo Robret Bowman de Melbourne Beach de Florida, que fue anteriormente piloto de cazas militares durante la guerra de Vietnam, respondió, claramente, en el National Catholic Reporter, en una carta abierta al Presidente: «Somos el punto de mira de los terroristas porque, en buena parte del mundo nuestro Gobierno defiende la dictadura, la esclavitud y la explotación humana. Somos el blanco de los terroristas porque nos odian. Y nos odian porque nuestro Gobierno hace cosas odiosas».

No otra cosa dijo Richard Clarke, responsable contra el terrorismo de la Casa Blanca en una entrevista a Jorge Pontual emitida por la cadena Globonews el 28/02/2010 y repetida el 03/05/2011. Había advertido a la CIA y al Presidente Bush que un ataque de Al Qaeda era inminente en Nueva York. No le dieron oídos. Enseguida ocurrió, lo que le llenó de rabia. Esa rabia aumentó contra el Gobierno cuando vio que con mentiras y falsedades, Bush, por pura voluntad imperial de mantener la hegemonía mundial, decretó una guerra contra Irak que no tenía conexión ninguna con el 11 de septiembre. La rabia llegó a un punto tal que, por salud y decencia, dimitió de su cargo.

Más contundente fue Chalmers Johnson, uno de los principales analistas de la CIA, también en una entrevista al mismo periodista, el día 2 de mayo del corriente año. Conoció por dentro los maleficios que las más de 800 bases militares norteamericanas producen, distribuidas por todo el mundo, pues suscitan la rabia y la revuelta en las poblaciones, caldo de cultivo para el terrorismo. Cita el libro de Eduardo Galeano «Las venas abiertas de América Latina» para ilustrar las barbaridades que los órganos de inteligencia norteamericanos cometieron por aquí. Denuncia el carácter imperial de los Gobiernos, fundado en el uso de la inteligencia que recomienda golpes de Estado, organiza el asesinato de líderes y enseña a torturar. En protesta, dimitió y se hizo profesor de historia en la Universidad de California. Escribió tres tomos, «Blowback» (venganza), en los que preveía, con pocos meses de anticipación, los actos de venganza contra la prepotencia estadounidense en el mundo. Ha sido tenido como el profeta del 11 de septiembre.

Éste es el telón de fondo sobre el que entender la actual situación que culminó con la ejecución criminal de Osama Bin Laden.

Los órganos de inteligencia estadounidense son unos fracasados. Por diez años consecutivos han barrido el mundo para cazar a Bin Laden. Nada consiguieron. Sólo usando un método inmoral, la tortura de un mensajero de Bin Laden, han conseguido llegar a su escondite. Por tanto, no han tenido mérito propio alguno.

En esa caza todo está bajo el signo de la inmoralidad, la vergüenza y el crimen. En primer lugar, el Presidente Barak Obama, como si fuese un «dios» ha determinado la ejecución/matanza de Bin Laden. Eso va contra el principio ético universal de «no matar» y de los acuerdos internacionales que prescriben la prisión, el juicio y el castigo del acusado. Así se hizo con Hussein de Irak, con los criminales nazis de Nürenberg, con Eichman en Israel y con otros acusados. Con Bin Laden se ha preferido la ejecución intencionada, un crimen por el cual Barak Obama deberá responder algún día. Por otra parte, se ha invadido el territorio de Pakistán, sin ningún aviso previo de la operación. A continuación se secuestrado el cadáver y lo han lanzado al mar, crimen contra la piedad familiar, derecho que cada familia tiene de enterrar a sus muertos, criminales o no, pues por malos que fueren, nunca dejan de ser humanos.

No se ha hecho justicia. Se ha practicado la venganza, siempre condenable. «Mía es la venganza» dice el Dios de las Escrituras de las tres religiones abrahámicas. Ahora estaremos bajo el poder de un Emperador sobre quien pesa la acusación de asesinato. Y la necrofilia de las multitudes nos disminuye y nos avergüenza a todos.

http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=434


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domingo, 6 de marzo de 2011

La democracia es un crimen

Alfredo Grande   

 “si las palabras pudieran comerse, yo habría hecho algo para terminar con el hambre”
(aforismo implicado)



EL HAMBRE ES UN CRIMEN. Las políticas gubernamentales no nutren, ni abrigan, ni abrazan a nuestros niños más pobres, que son los modos de ejercer el amor y la esperanza. La vida no es un sueño azul, es una infancia de penas. Nuestros pibes mueren en racimos en Misiones, en Formosa, en Salta, mientras les diluyen sus vidas entre los dedos, como arenilla de ternura. Con el corazón intacto de urgencias nuestros pibes caen impactados por balas policiales o por el filo devastador del paco. No hay porvenir posible si los trabajadores no cargamos sobre nuestros hombros a los niños en una ronda de domingo. No hay futuro en un país que los condena. No hay utopía en un país que los desaparece. Con ternura Venceremos.

Alberto Morlachetti. Coordinador del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo. Pablo Micheli Secretario General de la CTA.



Quizá haya vida después de la muerte. Pero lo que en verdad me preocupa es que no haya vida antes de la muerte. No podemos llamar vida a cualquier cosa. La vida no es bella, por cierto. Pero lo hermoso es ese esfuerzo cotidiano por embellecerla. Trabajo de alfarero que de la tierra, el agua, el barro, modela lo bello y lo útil. Para embellecer la vida, hay que tener ganas, hay que tener flores, hay que tener amor, hay que tener alegría. Nada de eso sobra, todo de eso falta para cientos de miles, para millones. Yo solo veo a uno, dos, quizá veinte por día. Los veo, casi nunca los miro. A veces, el billete arrugado, y entregado con urgencia, sirve para pagar el peaje y continuar transitando por la autopista de la indiferencia. Quizá no haya vida antes de la muerte. Después de todo, morir es dormir un poco, como me explicaba un paciente terminal en la guardia del Clínicas. ¿Cuántas personas hay, en este momento, tan cerca de dormir un poco, aunque en ningún registro figuren como pacientes terminales? Si el hambre es un crimen, ¿dónde estás los asesinos? Y los copartícipes necesarios, y los cómplices, y los indiferentes, y los que se benefician aumentando precios, manteniendo el iva a los alimentos básicos, escamoteando las ofertas y ocultando las marcas mas baratas? El hambre llego para quedarse. Nosotros, clase media, media clase, no sentimos el hambre. Hablamos de él. Lo invocamos, lo convocamos, pero no lo encarnamos. Yo nunca tuve hambre. Un apetito atroz, versión light del latigazo que arranca las tripas. “Me muero de hambre” es una expresión tan mentirosa como aquella amenaza de suicidarse con un grisín. Pero hablamos como somos. Exagerando cuando hay que ser prudente; siendo precavidos cuando es necesario ser audaz; inflexibles con los débiles; piadosos con los crueles. En algún momento de nuestras historias, y de las historias que precedieron a las nuestras, algo salió mal. Se perdieron piezas fundamentales, partes vitales que nunca más se encontraron. En algún momento, había vida antes de la muerte. O al menos, había lucha para que así fuera. O al menos, existía la íntima convicción, que mas temprano que tarde, los pobres comerían pan, y los ricos, mierda, mierda. Se intentó luchar contra la pobreza. Nadie intentó luchar contra la riqueza. Se prometieron derrames de champán, y apenas hubo inundaciones de aguas servidas. Colectas anuales, asignaciones mensuales, rifas semanales, monedas diarias, pero el hambre siguió, aumentó, se escondió, se disfrazó, se disolvió en el anonimato cobarde de un registro único. Confesión de parte de que lo único que se tiene es el registro. Pero las estadísticas sirven para mentir, pero no para comer. Registrado o no registrado, el hambre sigue matando, deteriorando, preparando al cuerpo para que acepte variados venenos, incluyendo discursos de campaña. Pero si el hambre no fuera suficiente, la cultura represora, buna para nada, mala para todo, reserva como postre, café y jerez, el gatillo fácil, las torturas en comisarias y cárceles, la trata de niñas y niños para varidas formas de esclavitud. Pero el hambre está siempre. Donde hay miseria, tristeza, terror, enfermedad, mugre, violencia, abuso, además, siempre, siempre, siempre, hay hambre. Y no se trata de una catástrofe natural. Ojala lo fuera. Es una despiadada catástrofe cultural, un tsunami político, económico y cultural. Hambre y aumento de la obesidad. Toneladas de alimentos que, para aumentar sus precios, y también aumentar las ganancias de los productores, y aumentar los impuestos que reciben los estados, deben necesariamente eliminar excedentes. La tierra es depredada desde hace mas de un siglo, y sus hijos son macerados con todas las necesidades no satisfechas. En nuestro país, el granero del mundo, el hambre es un crimen agravado. Por es un crimen que tiene premeditación, alevosía, que se repite en forma continua, cuyos efectos no desaparecen sino que por el contrario, se agravan. Es una forma de eutanasia social, tan miserable, tan mezquina, tan cobarde, que tan solo conectarnos en la plenitud de esta masacre, nos indigna, nos conmueve, nos aplasta, nos agobia. Y nos hace sentir que ni siquiera tenemos derecho a preguntar que hay para comer, que deberíamos antes de comer no rezar para agradecer sino maldecir por todos aquellos que en ese mismo momento, no tienen ni tendrán. Es posible que todo esté perdido. De todos modos, si podemos ofrecer el corazón de la rebeldía total, de una insurrección de los sentimientos, de armar la lucha con todos los medios, incluso los legales, como decía Lenin, entonces, quizá, no es seguro, probablemente no, tendremos derecho a masticar algo. El hambre es un crimen. Con este hambre, con este hambre de todos los días, no hay dios, ni diablo, ni santo, ni pecador, que me convenza que esta democracia no es crimen.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=5173:-la-democracia-es-un-crimen&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106

domingo, 20 de febrero de 2011

La culpa la tienen los pibes

Oscar Taffetani   


Una de las rutas más importantes del narcotráfico, en la actualidad, copia el itinerario que hace cuatro siglos seguía el oro de América: se inicia en Perú, Bolivia, Brasil y el Paraguay, baja acompañando los ríos hacia la Argentina y el Uruguay, luego cruza el Atlántico hasta la costa meridional de África y desde ahí llega a los puertos y aeropuertos de Europa, donde la droga es fraccionada y vendida a un público exigente y con alto poder adquisitivo.

Por eso, a muchos nos resultó disparatada la hipótesis del ministro Randazzo de que los 944 kilos de cocaína hallados en Barcelona el Día de Reyes, en un avión sanitario procedente de Buenos Aires, habían sido cargados durante una escala de la nave en Cabo Verde. Y sí resultó razonable la hipótesis de la ministra Garré de que la droga fue cargada en una base aérea argentina (con las responsabilidades que implica, a nivel de gobierno y de fuerzas armadas).

El del avión sanitario no fue el único contrabando de drogas descubierto este mes. En Estanislao del Campo, Formosa (el mismo pueblito donde el doctor Esteban Maradona decidió consagrar su vida a los Qom) se encontraron 700 kilos de cocaína junto a una pista de aterrizaje clandestina. El titular del predio y de la pista, apodado Palmita, revistaba como edil del partido de gobierno en la capital formoseña (desconocemos si gozaba de inmunidad parlamentaria).

Siempre en enero y tan sólo cambiando de estupefaciente, mencionemos los 712 kilos de marihuana decomisados a la altura de Las Palmitas, también en la provincia de Formosa. La droga viajaba oculta en los techos de dos transportes de pasajeros procedentes del Paraguay.

La intercepción de grandes cargamentos de droga que se desplazan por rutas aéreas, fluviales y terrestres de nuestro país, habla de una gigantesca red de tráfico que involucra a funcionarios del Estado, organismos policiales y de seguridad, instituciones empresarias, bancos que lavan el dinero y distinta clase de organizaciones civiles. Dicho de otro modo: lo más cínico y perverso de este negocio es su legalidad, todo lo que hace a la luz del día, y no su ilegalidad y lo que hace en las sombras.


GALILEO Y EL CAPITALISMO

“Alrededor del papa -dice Brecht en un poema- giran los cardenales. / Alrededor de los cardenales giran los obispos. / Alrededor de los obispos giran los secretarios. / Alrededor de los secretarios giran los regidores. / Alrededor de los regidores giran los artesanos. / Alrededor de los artesanos giran los sirvientes. / Alrededor de los sirvientes giran los perros, las gallinas y los mendigos…”

La tesis de Galileo Galilei sobre el sistema solar (que la Iglesia se demoró algunos siglos en aprobar) podría aplicarse analógicamente a otro tipo de sistemas que nos rigen. Si ponemos en el centro, a la manera marxista, el Capital, tendremos en la órbita inmediata las grandes empresas trasnacionales; luego, los Estados nacionales que las sirven; después, los gerentes, abogados y administradores; a continuación, los funcionarios de seguridad y el aparato represivo; y finalmente, los trabajadores. Después de los trabajadores habría una masa incalculable de seres humanos sin trabajo ni medios de vida, que no alcanza a orbitar alrededor del Capital, aunque mantenga intacta su capacidad de soñar.

Y si llevamos la doctrina de Galileo al mundo del narcotráfico, colocando la cocaína (como alguna vez fue el opio) en el centro de la escena, tendremos a los distintos actores, consumidores y víctimas del negocio en círculos concéntricos, con diferentes grados de poder, riqueza y degradación moral y material. En una de las últimas órbitas del sistema está la pasta base de cocaína -el paco- que es estirado y aumentado de mil maneras para hacerlo accesible a los consumidores más pobres y desesperados. Así, la droga -uno de los jinetes capitalistas del apocalipsis- cuenta sus doblones de oro, sus euros, sus dólares, sus pesos y sus centavos, hasta la última vida y el último suspiro, cada día.


UN PLAN PARA LOS BABY-SICARIOS

En Colombia, ese hermoso país de selvas y montañas habitadas por gente maravillosa, el narcotráfico y el poder económico trasnacional han hecho estragos, minando la salud del pueblo y comprometiendo el futuro de sus hijos. Hay pibes colombianos que comienzan a trabajar a los 9, haciendo de campaneros, de mensajeros y repositores de armas y munición de los narcos. A los 13, en lugar del tiple de antaño, les ponen una pistola en la mano y los convierten en sicarios (“baby-sicarios”, tituló cierta prensa), que matarán por encargo. A los 16, si llegan a esa avanzada edad, podrán acceder a otro círculo del negocio, con más responsabilidad y algunos pocos privilegios.

El caso colombiano -cuyas secuelas aún no terminan- viene a cuento del caso argentino, de nuestro caso, donde sin importar las estadísticas y los datos fieles de la realidad los medios masivos compiten por hallar el monstruo de la semana o el crimen más horrendo, para arrojarlos al rostro de funcionarios, de candidatos y de funcionarios-candidatos, señalando o insinuando algún chivo expiatorio para que los dioses, esos dioses perversos que gobiernan nuestro destino, dejen de castigar a la Argentina, a esta pobre Argentina con tanto para dar, con todos los climas, con sus talentos y sus cosechas récord, esta querida Argentina que asesina a miles de niños por hambre, por enfermedad o desprecio, cada año, cada campaña sojera, cada temporada turística, cada ejercicio fiscal.

Y así, mientras las llamas (y las balas y las leyes) consumen en la pira mediática a la víctima del día, el verdadero Ogro, el verdadero malo de la película, permanece oculto a los ojos de la sociedad y neutraliza cualquier intento de cambio.

Pedir un plan especial para los niños sicarios de Colombia, sería una manera hipócrita de pedir que todo siga igual. Bajar la edad de imputabilidad de los menores en la Argentina, como receta para combatir el crimen organizado, tendría ese mismo nivel de hipocresía.

Aunque todo puede ocurrir, en este horroroso mundo tan crecido y tan adulto que cada vez que se siente amenazado, de un modo infantil, le echa la culpa a los pibes.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=5016:la-culpa-la-tienen-los-pibes&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106


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jueves, 16 de diciembre de 2010

Villa Soldati

APe 


Balas de plomo, itakas, disparos desde el puente hacia la villa 20 de Lugano y en Soldati. Violencia asesina de sueños y de ternuras que intenta talar toda semilla, aún antes de que asome y tome vuelo colectivo.

En el Parque Indoamericano los punteros vendían lotes por 900 a 3000 pesos. Decenas de desesperados sin casa, sin tierra, sin espacio para vivir pero vivos pagaron o firmaron pagar. El 90 por ciento no llega a la canasta familiar en el sur de la ciudad. Ni cerca.

Al parque con nombre de América india, de América fuego y río, no va nadie: está descuidado, los pastizales tienen la libertad del crecimiento infinito y al costado la Federal expone su cementerio de autos secuestrados. Allí les prometieron casas desde hace años.

En poquitas horas el Parque lleno de ratas, charcos podridos y desidia se llenó de gente. Traían los techos bajo el brazo y la Justicia demoró apenas minutos en ordenar el desalojo. En segundos la Policía Federal, la Metropolitana y la Guardia de Infantería entraron con armas, carros hidrantes, patrulleros y bota fuerte. Murieron “El Gallo” Bernardo Salgueiro y Rosamery Puña, una vecina boliviana de 28 años. Hay decenas de heridos. Una nenita de dos años tiene un balazo en el cuerpo. Wilson Fernández Prieto, cuñado de “El Gallo”, pelea por su vida en el Piñeyro.

El joven paraguayo vivía en la villa 20 con sus 18 hermanos. Era albañil. La mujer boliviana salió a ver qué pasaba. La bala la atravesó en el costado.

Las policías entraron al parque equipados como para repeler la invasión de un ejército enemigo. Mataron y llevaron detenidos a decenas de hombres y mujeres a la Comisaría 36.

Aunque el ministro de Espacio Público del gobierno porteño, Diego Santilli, había asegurado que el “operativo de desalojo había terminado bien”, que “no se habían producido incidentes graves”.

La tierra es ancha, se dobla con el horizonte. Y generalmente es ajena. Miles. Decenas de miles no tienen ni tendrán espacio en la tierra. La tierra es sueño. La tierra es futuro. Es pie seguro y es techo. Construir futuro es edificar un lugar en el mundo. Lo saben los qom formoseños. Lo sabe Mariano Ferreyra. Lo saben los excluidos de Soldati.

Cuatro muertos en un mes y medio. Cuatro balazos contra los que asoman de vez en cuando de los confines de la noche a la que fueron expulsados.

La muerte es la herramienta más eficiente para re-encender el silencio.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=4835:villa-soldati-&catid=36:notas-en-el-home&Itemid=107

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Luna de Soldati

Silvana Melo
 

Apenas un encendedor corta la oscuridad. Una luna flaquita, en creciente, no aporta mucho para que ella tenga alguna certeza de que las sombras que van y vienen, las corridas y los tiros no vayan a rozar a sus criaturas. Las sostiene entre los brazos, las manos como tenazas. No tiene leche para darles. Y sabe que en cualquier momento deberá correr, con la traba de sus polleras, y cargarlas como se pueda. No sabe de quiénes tiene que huir. Pero deberá correr. Con la angustia de que no habrá una casa donde entrar y cerrar con llave y resguardarse en un calorcito que es propio.

Esa noche hubo muertos. Ella vivía entre cuatro chapas alquiladas en la Villa 20 y le dijeron que loteaban el Parque Indoamericano. Si al final era un basural. Un depósito de autos viejos. Un pastizal de ratas y mosquerío. Si loteaban había que estar, elegir un lugar y sentarse a esperar. Llevarse una lona y armarse un techito, hasta que empezaran a construir. Nadie tiene casa por ahí. Había que apurarse.

No sabe qué pasó de pronto. Cuando aparecieron las hordas armadas. Cuando la policía empezó a tirar desde el puente. Y cayó el marido de su vecina. Y la mujer que vivía cerca de su casilla. Y ella corrió, corrió con sus cachorros alzados y tapadas las caritas con sus manos que parecían veinte manos pero eran dos, sólo dos para cuidarlos de las piedras y las balas.

En la Villa 20 viven unas 25 mil personas en casillas de cuatro por cuatro. Pagan 700 pesos de alquiler. Se les va el ingreso en la renta. Hacinados, enfermos, atrapados por la telaraña política y criminal, saben que jamás saldrán de allí. Viven junto al cementerio de autos de la Policía Federal. La mayoría de los chicos tienen altos niveles de plomo en la sangre. Nacieron de padres que vivían en una villa. Y sus hijos acaso mueran de viejos o de un balazo en los mismos pasillos, pateando una pelota contra un paredón. Soñando con ser Carlitos Tévez y aferrarse a un rayo de la luna esquiva y bajarse en otro mundo.

Alguien apareció en la semana y les dijo que lotearían el Parque Indoamericano. Les cobró por parcelas que son fiscales. Y ellos fueron en catarata a ocupar el lugar para que otro no se lo birlara después. Todo lo que creen propio es así: arrebatable en las primeras de cambio. Hubo un plan para construir 1.600 casas y nunca se levantó una sola. El gobierno de la Ciudad ejecutó apenas el 16,8% del presupuesto para vivienda previsto para 2010. El gobierno de la Ciudad no mira hacia las villas. No las ve. Están definitivamente excluidas, caídas de la capital esplendorosa de Puerto Madero. Pero existen. En los arrabales del oropel. Como símbolo atroz de la desigualdad.

Cuando empezaron los tiros empezó a correr. Tiene la cara redonda y oscura. Con los ojos pequeños y la palabra corta. Se llevaba los críos bajo el brazo. Corría y por su cabeza desgranaba las fotos de su historia. El hambre en Bolivia, el cruce de la frontera, la búsqueda de un lugar en el mundo, la llegada a la capital. Donde están la vida, las cámaras, dios.

Las villas y los asentamientos crecieron, según el censo de octubre, un 50% desde 2001 en la Capital Federal. En los asentamientos la mayoría son migrantes de los países vecinos. Si en diez años la marginalidad brutal y la carencia de una casita donde asentar los huesos a la hora de descansar aumentaron exponencialmente el Estado fracasó. La política fracasó. Y la lógica de dominación que necesita de excluidos fuera de toda estructura engorda victoriosamente como el rey Minos en el corazón del laberinto.

Hay catorce villas y 57 asentamientos. En total son 150 mil personas. Es el 5 por ciento de la población porteña.

Ella corría en la noche, bajo la lucecita avara de la luna en creciente, con las criaturas atenazadas contra su cuerpo. Ella es parte de la "inmigración descontrolada" a la que Mauricio Macri culpó de todos los males, incluida la delincuencia y el narcotráfico. Arrastrado por su propia ideología berlusconiana, lepeniana y bebedora del Tea Party norteamericano, no dudó en ser vocero de la xenofobia propia de la sociedad porteña, de legitimarla y encenderla hasta que muchos vecinos de Soldati se sintieran libres de emprenderla a pedradas contra los ocupadores de una tierra que no es de nadie.

Mientras ella corría en su propio desbande, esquivando los cascotes y escondiendo a sus hijos de la balacera el Estado se hacía añicos. La policía Federal tiró y se fue, mandada por nadie, con una autonomía que hiela la sangre. Y que deberán explicar sus responsables políticos nacionales, defensores a mansalva de una fuerza brutal y represora que disparó en Soldati y se hizo la distraída cuando una patota mató a Mariano Ferreyra. Entre las atrocidades más recientes.

Los punteros y barrabravas, delincuentes armados y legitimados por las dirigencias deportivas y políticas más encumbradas del país, golpearon, quemaron las carpas y las flacas pertenencias de los despojados, echaron a las ambulancias e impusieron su propia ley en un terreno que fue otro mundo, otro planeta, donde no quedó una mísera garantía en pie. Eran punteros macristas, kirchneristas, duhaldistas. Todos enviados por alguien. Buscando sembrar un caos sistemático y estratégico.

Mientras, Mauricio Macri se negaba rotundamente a dialogar con los pobres y los bolivianos. Y Cristina Fernández mantenía un silencio inexplicable. Con tres muertos o cuatro o quién sabe cuántos (¿alguien sabrá dónde fue a parar el cuerpo de chico arrancado de la ambulancia del SAME y linchado por decenas de patoteros? ¿alguien sabrá realmente si hubo tres, cuatro, cinco o seis muertos si son pobres, morochos, sin domicilio, sin documentos, sin identidad?). Con el incendio a unas decenas de cuadras CFK montó su celebración del Día de los Derechos Humanos cuando se violaban, a esa hora exacta de la historia, todos los derechos humanos posibles. Con el Estado en retirada. Con el histeriqueo político en el gran escenario de los medios y las redes sociales. Con Eduardo Duhalde pidiendo “orden” desde los Estados Unidos. Con el Gobierno desconfiando de su propia policía, a la que enalteció desde hace años y hoy descubre brutal y oscura.

Mientras tanto ella sigue huyendo de los golpes y las pedradas, en medio de la noche más noche. Corre en los arrabales de donde no podrá escapar. Ella y sus niños aferrados a sus polleras verdes y rojas, están condenados al desamparo transgeneracional, al uso y descarte, al ghetto de la miseria.

Si la luna es piadosa y le derrama un hilo de luz en la frente, le verá los dientes apretados. Cuando llegue el día, tendrá que buscar otra casa debajo del cielo.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=4854:luna-de-soldati&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106

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martes, 23 de marzo de 2010

La “última cena” de Monseñor Romero, un mártir incómodo

Braulio Hernández Martínez

En el treinta aniversario de su martirio

 “¡Y dígales a los padres de la UCA que lo que monseñor dijo ayer en la homilía es un delito!”, advirtió, amenazante, el oficial militar a la persona que había ido por la mañana a recoger el parte sobre los incidentes de la toma de la UCA por la policía nacional. Era lunes, 24 de marzo de 1980. Monseñor Romero amaneció con su sotana blanca. Cuando se vestía de blanco, las hermanas del hospitalito, donde vivía, sabían que él iba a salir hacia el mar. “A saber a dónde va…”, “A saber qué tiene por ahí…”, le decían las hermanas, tomándole el pelo. “Llévenos, monseñor…”, le suplicó otra, en son de broma. “A donde yo voy, ustedes no pueden ir…”, respondió, mientras tomaba un bocado.

Ese lunes, 24 de marzo, monseñor dijo su misa matutina. Después de desayunar se dio una vuelta por el arzobispado. Y, con un grupo de sacerdotes, partió hacia el mar. Llevaban, para reflexionar, un documento papal, sobre el sacerdocio. Comieron, haciéndose bromas, a la sombra de los cocoteros. Regresaron antes de las tres de la tarde. Monseñor tenía una misa en el hospitalito a las seis. Se duchó, atendió a una visita y después fue a visitar a su médico para que le mirara los oídos. A las cuatro y treinta, se dirigió a Santa Tecla, a la casa de los jesuitas, para ver a su confesor: “Vengo, padre, porque quiero estar limpio delante de Dios”. A las seis y veintiséis (“él cenaba habitualmente a las seis y media”), monseñor Romero caía, asesinado, en el altar, en el ofertorio de la misa. Como santo Thomas Beckett. “Monseñor Romero: un mártir del siglo XX. Asesinado por predicar el evangelio” recogía, en la portada, el ABC de Sevilla (27/03/1980).

Sin embargo, cuenta el periodista Juan Arias, en el primer viaje de Juan Pablo II a América latina, el Papa Wojtyla se irritó con él porque le mencionó el martirio de monseñor Romero. “Eso aún había que probarlo”, le cortó el pontífice. En el mundo Romano, monseñor Romero no tenía muchos forofos. Entre sus amigos, estaban el padre Arrupe, General de los jesuitas, y el cardenal argentino Eduardo Pironio (amigo, y confidente, del malogrado Juan Pablo I). Juan Pablo II condenó el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero como “un crimen execrable”. Pero se refirió al arzobispo salvadoreño como ‘celoso pastor’, nunca lo elogiaba como mártir, escribe el sacerdote Jesús López Sáez en “El día de la cuenta” (comayala.es).

Un mes antes de morir asesinado, monseñor Romero había denunciado, el 24 de febrero, una nueva amenaza de muerte. “Desde 1979, cuando se dirigía en su ‘jeep’ a los cantones, empezaron a cachear su automóvil -y también a él, con los brazos en alto, como si fuera un subversivo- por las fuerzas de seguridad”. Hasta que “acallaron su voz para no tener que oír la llamada a la conversión”, escribe el P. Jesús Delgado: “Óscar A. Romero. Biografía”, UCA Editores.

Treinta años después, “San Romero de América” no tiene sitio en el Santoral oficial. Pero su nombre figura inscrito en el Martirologio latinoamericano, el “rincón de la Memoria de los Mártires de América”, se lee en el “calendario litúrgico” de Koinonía. Son cientos, entre sacerdotes, religiosas, religiosos, diáconos, seminaristas, catequistas, campesinos,… víctimas de las dictaduras latinoamericanas (de derechas). Entre ellos Ignacio Ellacuría, asesinado en 1989 junto a cinco jesuitas (cuatro españoles) y dos mujeres. Pero “no son el modelo de santos que promueve el Vaticano”. Ellacuría y Jon Sobrino, jesuitas vascos, tuvieron mucho que ver en la conversión de Romero.

Óscar Romero, aunque “siempre samaritano”, era un sacerdote de perfil conservador, defensor de la pastoral sacramentalista, de la piedad personal, y de la pureza del magisterio. Su receta, más piedad y oración, y menos cantos de protesta social, chocaba con la praxis de los sacerdotes más jóvenes, especialmente los jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA). Ellos eran el blanco de los ataques de su pluma; primero en San Miguel. Y después, siendo obispo auxiliar, cuando el arzobispo (como mal menor) lo puso al frente de Orientación, semanario de información religiosa. Su falta de sintonía con la línea pastoral de la archidiócesis (especialmente con el otro obispo auxiliar, A. Rivera Damas, “cien por cien medellinista”), llevó a Romero a dejar de asistir a las reuniones del clero. El arzobispo, Chávez y González, sabedor de que Romero hacía piña con el nuncio, tuvo que consentir aquellas ausencias.

Cuando fue nombrado obispo titular de la diócesis de Santiago de María, monseñor Romero tuvo que hacer frente a un experimento piloto de pastoral popular, “Los Naranjos”, juzgado como peligroso por el Gobierno. Nacido del espíritu de Medellín, era “una experiencia de evangelización, adaptada al campesinado, donde se impartía la palabra de Dios en clave de concienciación política, para un pueblo oprimido, sin voz”. Monseñor Romero, lo canceló, temporalmente, comprometiéndose a estudiarlo. Tras corregir algún exceso en la interpretación del Documento de Medellín, propuso implantarlo en cada parroquia, bajo la supervisión de los párrocos y del obispo. Romero empezaba a abrirse al espíritu de Medellín (origen de la Teología de la Liberación). Años después, en una carta a Juan Pablo II, le escribirá: “Creo en conciencia que Dios pide una fuerza pastoral en contraste con las inclinaciones ‘conservadoras’ que me son tan propias, según mi temperamento”.

En junio de 1975, un mes muy sangriento, un grupo de campesinos que regresaban de una celebración litúrgica, fue ametrallado, premeditadamente, por la Guardia Nacional en el cantón Las tres Calles. El gobierno lo justificó, alegando que portaban armas subversivas. Sus únicas armas eran sus biblias. Monseñor Romero consoló a los familiares de las víctimas; pero no condenó públicamente la masacre, desoyendo el clamor popular. Se limitó a enviar una carta de queja al presidente Molina, su amigo. El funeral derivó en un acto de protesta.

Su tibia reacción en la condena, hizo creer al Gobierno (y a la oligarquía que lo sustentaba) que Romero era un obispo a su medida, que no interfería en sus cruzadas contra la subversiva pastoral medellinista (a la que acusaban de marxista). De forma unánime –cuando llegó la jubilación del arzobispo Chávez– el Gobierno, y las clases influyentes y adineradas, dieron su aprobación al nuncio cuando éste, que había apostado por Romero, les pidió su opinión para nombrarlo como arzobispo de la capital. Lo “natural” hubiera sido nombrar sucesor al otro auxiliar, A. Rivera Damas, con mucha más antigüedad, y que aseguraba la continuación de la línea pastoral de la archidiócesis. El problema del nuncio fue convencer al sector más influyente del clero para que arroparan al nuevo arzobispo (tan crítico con la pastoral archidiocesana cuando estuvo de auxiliar). Para el grueso del clero, la noticia del nombramiento de Romero, el 3 de febrero de 1977, fue una mala noticia.

Sólo 20 días después de tomar posesión, asesinaban, el 12 de marzo de 1977, al jesuita Rutilio Grande, y a dos campesinos colaboradores, que venían de celebrar un matrimonio. El asesinato de su amigo Rutilio (había sido el maestro de ceremonias en su consagración episcopal) provocó en el arzobispo Romero un milagro. Como el ciego de nacimiento, en la piscina de Siloé, monseñor Romero pudo confesar (para escándalo de algunos): “Rutilio me ha abierto los ojos”.

Para reprobar aquel vil asesinato, que afectaba a todos los católicos, los sacerdotes, religiosos y religiosas decidieron, en asamblea, no tomar parte en los actos públicos del Gobierno (hasta que éste no aclarase aquel asesinato) y convocar a una gran misa en la catedral, única para toda la archidiócesis: eximiendo de la misa dominical en las parroquias. “Dejaban, por supuesto, la decisión final en manos de su arzobispo”. Monseñor Romero decidió sumarse: era la oportunidad para sellar la unidad del clero. Pero tenía que informarle al nuncio. Y “recibió de éste una dura reprimenda”. Sus amigos católicos de la alta sociedad también intentaron disuadirlo. Ante su firme decisión, protestaron por verse privados del cumplimiento del precepto dominical. La eucaristía reunió a casi 100.000 salvadoreños, llegados de todos los rincones del país. El nuncio, para no verse comprometido, se ausentó a Guatemala. Monseñor Romero había optado, en conciencia, por estar al lado de sus curas, y del pueblo sin voz, antes que agradar al nuncio y a los poderosos.

Quienes le habían dado su apoyo, sin reservas, el 3 de febrero de 1977, ahora se sentían defraudados. “Nos hemos equivocado”, lamentaban. El 10 de mayo de 1977 -en la misa funeral por un ministro del gobierno asesinado-, en la misma catedral empezaron a escucharse “cuchicheos de muerte”, más sonoros entre las damas católicas: “Ay, que Dios me perdone, pero ¡yo deseo la muerte de ese obispo!”…

A Roma empezaron a llegar “informes”, de algunos obispos compañeros. Y Roma enviaba a Romero “visitadores apostólicos”. Monseñor Romero decidió viajar a Roma, para aclarar malentendidos y desmontar maquinaciones. “¡Ánimo!, no todos comprenden, pero no desfallezca”, “Usted es el que manda”, le consolaba Pablo VI. Un apoyo que, en la Prefectura para los Obispos, se diluía, transmutándose en duras reprimendas. Romero palpó la incompatibilidad de la diplomacia vaticana con la verdad evangélica. “Las curias no podían entenderte: ninguna sinagoga bien montada puede entender a Cristo”, escribe el obispo Pedro Casaldáliga en su poema “San Romero de América, Pastor y Mártir nuestro”.

Su primer encuentro con Juan Pablo II, en mayo de 1979, fue desolador. “Compañeros y gentes malintencionadas le habían entregado al Papa informes muy negativos” sobre Romero. Él le llevaba un dossier con las sistemáticas violaciones de derechos humanos en su país, algunos muy calientes, como la matanza del sacerdote Octavio Ortiz y de cuatro jóvenes menores de 15 años, en el recinto “Despertar”, en un cursillo de iniciación cristiana. Tras días de espera, Juan Pablo II le concedió una breve audiencia: “No me traiga muchas hojas, que no tengo tiempo de leerlas... Y además, procure ir de acuerdo con el gobierno”. Romero, se cuenta, salió llorando: “El papa no me ha entendido, no puede entender, porque El Salvador no es Polonia”.

El 1 de diciembre de 1979 (le quedaban menos de cuatro meses de vida), monseñor Romero fue homenajeado en su antigua diócesis, Santiago de María. En uno de los actos programados para ese día, sacerdotes y amigos suyos le tenían preparado una sorpresa. El acto consistió en una escenificación teatral: el martirio de santo Tomás Moro.

En enero de 1980, monseñor Romero tuvo su segundo encuentro con Juan Pablo II, mucho más cálido. El papa lo recibió enseguida y le felicitó por su defensa de la justicia social, pero advirtiéndole de los peligros de un marxismo incrustado en el pueblo cristiano. Romero, “con su habitual espíritu de obediencia, le respondió que el anticomunismo de las derechas no defendía a la religión, sino al capitalismo”. Ya lo había denunciado, el 15 de septiembre de 1978: “Hay un ‘ateísmo’ más cercano y más peligroso para nuestra Iglesia: el ateísmo de capitalismo cuando los bienes materiales se erigen en ídolos y sustituyen a Dios”.

Las palabras que monseñor Romero pronunció el domingo 23 de marzo de 1980 en la catedral -“no matarás”, “¡les suplico, les ordeno en nombre de Dios, que cese la represión, que no obedezcan si les ordenan matar!”-, el gobierno las calificó de “subversivas”: una provocación. Ese día, durante la comida, monseñor “se quitó los anteojos, cosa que nunca hacía, y permaneció en silencio… Eugenia, mi mujer, que estaba a su lado en la mesa, se quedó sobresaltada por la mirada larga y profunda que le dirigió… Lágrimas brotaron de sus ojos. Lupita le reprendió: ‘qué eran esas cosas de estar llorando’. Fue un almuerzo triste, desconcertante. De repente, monseñor repasó, uno a uno, a todos sus buenos amigos, sacerdotes y laicos”. Doce años antes, apunta el P. Jesús Delgado, monseñor Romero, en unas meditaciones sobre la muerte, había escrito en un cuaderno estas palabras, proféticas, del Apocalipsis (3,20): “Y cenaré con él”. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


Braulio Hernández Martínez
Tres Cantos (Madrid)
http://www.eclesalia.net


viernes, 5 de febrero de 2010

Pensar al ser humano después de Auschwitz

Leonardo Boff

Recordamos en este año los 65 años del Holocausto judío perpetrado por el nazismo de Hitler y de Himmler. Es terrorífica la inhumanidad mostrada en los campos de exterminio, especialmente en el de Auschwitz (Polonia). El hecho llegó a tambalear la fe de judíos y de cristianos que se preguntaban: ¿Cómo pensar a Dios después de Auschwitz? Las respuestas dadas hasta hoy, bien del lado judío, bien por J.B.Metz y J. Moltmann del lado cristiano, son insuficientes. La pregunta todavía es más radical: ¿Cómo pensar al ser humano después de Auschwitz?

Es cierto que lo inhumano pertenece a lo humano. Pero, ¿cuánto de inhumanidad cabe dentro de la humanidad? Fue un proyecto concebido calculadamente y sin ningún tipo de escrúpulo para rediseñar la humanidad. A la cabeza debía estar la raza aria-germánica; algunas razas serían colocadas en segunda y tercera categorías; otras esclavizadas o simplemente exterminadas. En palabras de su formulador, Himmler, el 4 de octubre de 1943: «Ésta es una página de gloria de nuestra historia que no se ha escrito y que jamás se escribirá». El nacionalsocialismo de Hitler tenía clara conciencia de la inversión total de los valores. Lo que sería un crimen se transformó para él en virtud y gloria. Aquí se revelan rasgos del Apocalipsis y del Anticristo.

El libro más perturbador que he leído en mi vida y que nunca acabo de digerir se titula Comandante en Auschwitz: notas autobiográficas de Rudolf Höss (1958). Durante los 10 meses que estuvo preso y fue interrogado por las autoridades polacas en Cracovia entre 1946-1947, para ser finalmente sentenciado a muerte, Höss tuvo tiempo de describir con extremada precisión los detalles de cómo envió a cerca de dos millones de judíos a las cámaras de gas. Allí se montó una fábrica de producción diaria de miles de cadáveres que asustaba a los propios ejecutores. Era la «banalidad de la muerte» de la que hablaba Hannah Arendt.

Pero lo que más asusta es su perfil humano. No imaginemos que Hoss unía el exterminio en masa a sentimientos de perversidad, sadismo diabólico y pura brutalidad. Al contrario, era cariñoso con su mujer e hijos, concienzudo, amigo de la naturaleza, en fin, un pequeño burgués normal. Al final, antes de morir, escribió: «La opinión pública puede pensar que soy una bestia sedienta de sangre, un sádico perverso y un asesino de millones de personas. Pero nunca va a entender que este comandante tenía un corazón y que no era malo». Cuanto más inconsciente, más perverso es el mal.

Esto es lo perturbador: ¿cómo puede tanta inhumanidad convivir con la humanidad? No sé. Sospecho que aquí entra la fuerza de la ideología y la sumisión total al jefe. La persona de Höss se identificó con el comandante y el comandante con la persona. La persona era nazi en cuerpo y alma y radicalmente fiel al jefe. Recibida la orden del «Fuhrer» de exterminar a los judíos, ni siquiera se debía pensar: vamos a exterminarlos (der Führer befiehl, wir folgen). Confiesa que nunca se cuestionó la orden porque «el jefe siempre tiene razón». La más leve duda era sentida como traición a Hitler.

Pero el mal también tiene límites y Höss los sintió en su propia piel. Siempre queda algo de humanidad. Él mismo cuenta que dos niños estaban entretenidos jugando. Su madre era empujada hacia dentro de la cámara de gas. Los niños fueron obligados a ir también. «La mirada suplicante de la madre, pidiendo misericordia para aquellos inocentes —comenta Höss— nunca la olvidaré». Hizo un gesto brusco y los guardias los arrojaron a la cámara de gas. Confiesa que muchísimos de los ejecutores no aguantaban tanta inhumanidad y se suicidaban. Él se mantenía frío y cruel.

Estamos ante un fundamentalismo extremo que se expresa por medio de sistemas totalitarios y de obediencia ciega, sean políticos, religiosos o ideológicos. La consecuencia que produce es la muerte de los otros.

Este riesgo también está alrededor nuestro, pues hoy día nos hemos dado los medios para autodestruirnos, para desequilibrar el sistema Tierra y para aniquilar en gran parte la vida. Sólo potenciando al ser humano con aquello que nos hace humanos, como es el amor y la compasión, podemos limitar nuestra inhumanidad.


Leonardo Boff
http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=366


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