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lunes, 11 de enero de 2016

“Van a matar a alguien, no sean brutos”


Martín Granovsky

El jueves pasado festejó sus 76. Lleva un año fuera de la Corte Suprema tras haber cumplido la promesa de que a los 75 se jubilaría. Este año asumirá como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cargo para el que fue elegido en 2015. Mientras tanto, Raúl Zaffaroni no se priva de analizar al gobierno e incluso a la oposición.

–Después de la represión a los trabajadores de Cresta Roja también fueron reprimidos con balas de goma a corta distancia los estatales de La Plata. ¿Es un plan?
–Ante todo, los Estados modernos debemos cuidar a las burocracias. Si uno presume que hay “ñoquis” hay que poner a todo el mundo a trabajar y al que no trabaja se lo echa. No se echa a todos indiscriminadamente porque de esa manera se destruyen burocracias que ha costado mucho dinero construir: no se “fabrican” funcionarios de un día para el otro. Provocar cesantías masivas para meter luego a los propios es cosa de hace un siglo, no de un Estado contemporáneo, que necesita burocracias fuertes y consolidadas. En cuanto a la represión, es una torpeza política peligrosísima. Van a matar a alguien, no sean brutos. Están generando una masa de gente con bronca. ¿O acaso es una provocación? ¿Quieren que alguien se descontrole para justificar un homicidio? Eso, además de ser un crimen, tendría un alto costo político. El campo popular debe hacerse cargo urgentemente de conducir a esa gente, de contenerla. Hay que evitar que respondan a esas provocaciones. Nadie debe caer en esa trampa mortal.
–¿De qué modo?
–Ni la más mínima violencia como respuesta. Esa debe ser la consigna. Seguir protestando cuando corresponde, pero aguantar de pie. No cortar calles ni rutas, dejar pasar los vehículos, ocupar una parte nada más. No dar pretexto a la criminalización. Pero estar, protestar con la presencia, con lo que sea, de pie y firmes. Sin violencia. Sin dar excusas a la represión. Si alguno lo intenta, o es un infiltrado o es alguien a quien se debe contener de inmediato. Cuidado que en eso va la vida.
–Resistencia pacífica.
–Que, como toda resistencia pacífica, tiene su precio: consiste en aguantar las provocaciones que buscan lograr que quienes protestan ejerzan la violencia. A veces es difícil, pero siempre es posible. Al final se gana. Gandhi independizó a la India. Puede haber incluso una dictadura terrorífica, pero si un día la población decide simplemente no salir más de sus casas, la dictadura se cae. No necesitamos mártires. Tenemos demasiados. Necesitamos personas racionales y luchadoras, pero vivas, bien vivas.
–Los decretos de necesidad y urgencia transformaron a los ciudadanos en constitucionalistas. ¿Cómo hay que leer e interpretar la Constitución?
–Con sentido común, que es la famosa “racionalidad”. Las autoridades democráticas pueden hacer muchas cosas. Pueden elegir hacer unas cosas y no hacer otras. Esto se llama política. Pero lo que no pueden hacer es justamente “hacer cualquier cosa” y menos invocar necesidades que no existen. ¿Qué urgencia más que la de Clarín hay en desarticular la ley de medios y los organismos creados por ella?
–¿Qué urgencia hay?
–Yo no lo sé. ¿Qué necesidad y urgencia pública hay en hacer eso? ¿Me puede alguien decir qué urgencia pública hay en pasar la interceptación de comunicaciones telefónicas de la Procuración a la Corte Suprema? ¿Acaso no se están realizando correctamente como lo solicitan los jueces? ¿Ha habido denuncias de jueces porque la Procuración no intervino los teléfonos solicitados? ¿Se escapan los delincuentes porque el servicio no funciona? Es claro que no hay urgencia, al punto que la propia Corte resolvió postergar todo hasta febrero. Entonces, ¿no podía discutirlo el Congreso en marzo si la Corte no lo hace efectivo hasta febrero? El sentido común es el que señala cuándo algo es racional aunque no me guste. Y cuándo no lo es, aunque me guste. La necesidad y la urgencia no se inventan: deben responder a realidades. No se pueden invocar cuando alguien tiene ganas de hacer lo que le gusta. Si con el mismo criterio se manejarán en el futuro, me temo que puedan invocar la urgencia a los efectos de aplicar el artículo 23 de la Constitución.
–La potestad del Presidente de establecer el estado de sitio y suspender garantías constitucionales.
–Claro, es un artículo de la Constitución. Pero eso no quiere decir que se puede inventar una realidad para que en cualquier momento nos metan en estado de sitio en cualquier momento. Ahí sí que estaríamos todos en libertad condicional. El tono usado para la reforma por DNU de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual me recordó al decreto 4161 dictado por Pedro Eugenio Aramburu en marzo de 1956. Lo que están haciendo me hace pensar que desde el gobierno creen que son la “fusiladora” y que derrocaron a la “dictadura cristinista”. Sólo les falta ese decreto que penaba a todo el que nombrase al peronismo o cantase la marcha. Cuando un decreto de necesidad y urgencia no responde a ninguna necesidad ni urgencia no es constitucional, porque es una simple ley dictada por el Poder Ejecutivo, al que le está prohibido legislar. Hemos visto una maniobra muy peligrosa: por un lado la multiplicación de decretos sin necesidad ni urgencia, o sea, de decretos-leyes al estilo de los regímenes “de facto” y, por otro, la tentativa de introducir por vía de decreto a dos jueces en la Corte Suprema, con el obvio objetivo de que se los declaren constitucionales o, por lo menos, que demoren cualquier decisión que les haga perder vigencia. Creo que no les resultó del todo bien, pero la intención se mantiene.
–Ante la pregunta de por qué invocar la urgencia y la necesidad, la respuesta podría ser sencilla: porque a primera vista el Gobierno tiene el Congreso en contra.
–Claro, pero la necesidad constitucional no puede ser entendida como la necesidad política de “obviar” al Congreso. Eso es una enormidad. Si el Ejecutivo legisla por decreto-ley porque el Congreso no le sancionaría la ley que quiere, ¿por qué no lo clausura y asume la suma del poder? La necesidad constitucional debe ser una necesidad republicana y no otra: hay necesidad cuando hay peligro de algo para la República, para el país. Debo ascender a un oficial porque puede haber un problema de defensa nacional. Debo nombrar a un embajador porque está en riesgo una negociación clave. Debo nombrar un juez porque la justicia no se mueve y no pone un subrogante y hay delincuentes que pueden quedar sueltos. Pero no hay ninguna necesidad republicana si asciendo a general a mi primo subteniente, o si quiero nombrar embajador en Siria a mi cuñado para mandarlo lejos. O si quiero nombrar ministros de la Corte a mis compadres y sé que el Senado no daría el acuerdo. Eso no es ninguna necesidad republicana, es esquivar lisa y llanamente el sistema de pesos y contrapesos de la Constitución. No se necesita ser un jurista para entenderlo. El sentido común lo indica.
–¿A qué objetivo apunta la presencia masiva en el Estado de cuadros que fueron gerentes generales o vicepresidentes ejecutivos de transnacionales?
–Sinceramente creo que no es un plan. Es más simple: se trata de una forma que adquiere la etapa superior del colonialismo que vivimos. Hoy se acabó el neocolonialismo. En el mundo mandan y compiten las corporaciones en el mundo. Ni Mr. Obama ni Frau Merkel están haciendo lo que quieren, sino que el poder político en todo el planeta está sitiado por corporaciones transnacionales a cargo de burócratas que son los CEOs. No son los dueños del capital. No son Henry Ford ni el gordo con cadena de oro y habano de las caricaturas de La Vanguardia de hace cien años. Son gerentes, burócratas que tienen por misión obtener la mejor renta en el menor tiempo para su corporación. Si no lo hacen serán desplazados y sustituidos por otros que esperan su turno. Por eso digo que no es un plan sino una nueva forma de virreinato. Simple y sencillamente. Mandan ellos, es decir las corporaciones transnacionales con sus agentes en funciones políticas. No hay un partido político en combinación con el “establishment” y que funciona como fusible. No. Directamente han tomado el poder, sin mediación política. Ya no nos ocupan por medio de oligarquías ni por nuestras propias Fuerzas Armadas alienadas en Panamá o en cursos dictados por fascistas franceses. Lo que sucede es que las corporaciones toman el comando de la economía y de la política a través de sus CEOs. Es un fenómeno nuevo dentro del marco del colonialismo, que debe leerse en clave mundial. Mientras analizamos este fenómeno pienso que debemos ser profundamente autocríticos con algo que falla. No nos hemos ocupado de las instituciones. No les dimos pelota. El campo popular no pensó en eso y el campo jurídico tampoco, y no sé cuál es más responsable de los dos. Los políticos tienen la disculpa de que su actividad es sumamente competitiva, propia del día a día, pero los juristas tenemos el deber de pensar porque estamos más lejos de la competencia cotidiana. No podemos confundir una democracia republicana con una democracia plebiscitaria. Si las confundimos llegaríamos a la conclusión de que Hitler y Mussolini eran demócratas. No es así: el que gana debe respetar a la minoría, porque debe dejar intangible el derecho de la mayoría a cambiar de opinión. Y esto debe estar establecido claramente en una ingeniería institucional que impida que la mayoría coyuntural haga cualquier cosa. Esto que está pasando nos pone sobre el tapete la realidad de que no tenemos la mejor Constitución del mundo, sino un texto de 160 años remendado a los ponchazos, en forma inconstitucional en 1957 y en forma constitucional en 1994, pero con urgencia para garantizar una reelección, sin mayor reflexión institucional ni valorización del parlamentarismo, por ejemplo. Hoy pagamos las consecuencias. Por eso digo que el campo político popular debe hacer su autocrítica. Es indispensable.

domingo, 10 de enero de 2016

Sopa


Adrián Paenza
Andrejs Dunkels fue un matemático sueco que murió muy joven: falleció justo 45 días después de cumplir 59 años, en 1998. Además de muy bueno en su profesión, se destacó como escritor. Tiene varias frases que perduraron pero en una de ellas logró condensar una idea muy pertinente para este siglo XXI.
“Es fácil mentir usando estadísticas. Es difícil decir la verdad sin ellas.”
Después de lo que sucedió en la Argentina en las últimas elecciones presidenciales (ambas rondas), muchos (pero no todos) de los encuestadores deben haberse sentido mal por los resultados que habían ido ofreciendo previamente y que después la realidad golpeó de frente. Creo que tiene sentido reformularse algunas preguntas. ¿Qué pasó? Hubo tanta diferencia porque:
a) ¿Algunos encuestadores dibujaron los resultados de acuerdo con quien era el que ponía el dinero para solventarlas?
b) ¿Tomaron bien las muestras?
c) ¿Tenían restricciones presupuestarias que los condicionaron para operar y conseguir los datos sin hacer concesiones respecto a la aleatoriedad de la muestra?
D) ¿Todos los errores fueron “honestos”?
e) ¿La matemática que usaron era la adecuada?
Es muy posible que usted, sí, usted, tenga otras dudas que yo no he sabido condensar entre las cinco preguntas que escribí acá arriba. Ciertamente, tengo un gran respeto por los profesionales que se dedican a esta rama de la matemática de la que yo, sin ninguna duda no soy un especialista, ni mucho menos. A muchos de ellos los conozco personalmente y sé de su probidad profesional.
Por otro lado, alguna vez fui el profesor que estuvo a cargo de la materia Probabilidades y Estadística, en Exactas (UBA), por lo que tengo un conocimiento muy superficial sobre el tema. Con todo, terminé confundido con algunos resultados. Me explico.
Hay gente que tiene interés en encuestar a la población, o al menos a un cierto grupo de la población, y pretende obtener cierto tipo de resultados. Es decir, no se trata de “medir lo que pasa”, sino de “aspirar a que algo suceda” y torcer los resultados como si fuera el “diario de Yrigoyen”.
Hay muchas formas de lograrlo: bastaría con elegir dónde hacer las preguntas y alcanza con una selección tendenciosa para obtener resultados “a medida”. Está claro que compulsar ciertas zonas de la Capital (Recoleta, por poner un caso) no es lo mismo que obtener el mismo tipo de respuestas en ciertos conglomerados de La Matanza, aunque deploro las “etiquetas”, pero por ahora, le pido que me las conceda y, después de los resultados obtenidos, tampoco estoy muy seguro de lo que escribí en este mismo párrafo.
Hacer una encuesta seria no es barato. Más aún: diría que resulta muy caro. Pero me refiero a hacer una encuesta seria, una encuesta bien hecha. La próxima pregunta entonces debería ser: ¿qué quiere decir “bien hecha”?
No necesito dar una definición académica, pero hay dos componentes específicos que deben ser muy cuidados. Por un lado, importa mucho la formulación de las preguntas, aunque en el caso de la votación a presidente esta parte quedó totalmente soslayada. Pero por otro lado, hay un factor no negociable, y es la selección de la muestra. Es imprescindible que sea al azar, y elegir 1100 (1) personas al azar en un universo de 40 millones, es un tema altamente no trivial.
Curiosamente, la elección de la muestra es la “clave” esencial para que los resultados obtenidos sean extrapolables y válidos como representativos de la voluntad de esos 40 millones.
Pero más allá de la matemática involucrada, el otro día leí un ejemplo que me pareció extraordinario y que me sirvió a mí para encontrar una forma de comunicar por qué la opinión de un grupo tan pequeño de personas puede servir para inferir el resultado final. Acompáñeme por acá.
Suponga que a usted le tocó cocinar una noche para mucha gente. Es una cena de año nuevo o un aniversario importante. Usted es el encargado de preparar una sopa para 30 personas. Yo estoy cerca suyo y le pregunto si la sopa ya está lista, y usted me dice: “Probá”.
Yo podría probar, pero veo que usted todavía tiene el salero en la mano y está empezando a esparcir sal en la parte superior. Si yo probara la sopa en ese momento, antes de revolver, no tendría una verdadera idea del gusto final. Más aún: podría ser que usted pusiera –en la cuchara que me va a entregar– parte de la sopa que está en la superficie, justo a la que usted recién le estuvo agregando la sal pero todavía no revolvió. O podría seleccionar sopa de una parte más profunda a la que la sal aún no llegó, simplemente porque no tuvo tiempo de revolver.
Podría suceder también que usted eligiera sopa que está en la parte inferior de la olla, muy cerca del fuego; en ese caso, la temperatura de la porción que yo voy a probar no reflejará cuán caliente está toda la sopa. O si usted eligiera una parte que está en la superficie, muy pegada al borde, es muy posible que no esté tan caliente (algo así como lo que hacen las “madres con los bebés” que ponen en la cuchara líquido que saben que no está hirviendo).
¿Por qué me extiendo tanto en esta parte y lo hago con tanto detalle? Es que usted advierte que no sería prudente sacar una conclusión sobre la sopa, si la selección que usted hace de ella es tendenciosa. En cambio, si usted la sazonara bien, la revolviera bien y en la cuchara que usted me ofrece no hay ningún patrón especial, entonces sí, esa muestra sería claramente representativa de toda la sopa.
Más aún, y esto es la conclusión más importante que quiero sacar: resulta obvio que no hace falta que yo le haga probar toda la sopa para que usted me diga cómo está la sopa en cuanto al sabor y temperatura. Alcanza con cualquier cucharada que usted elija.
Lo mismo ocurre con las encuestas si uno toma la precaución de que la muestra sobre la que pretende extrapolar y sacar conclusiones generales ¡sea verdaderamente al azar!
En el caso de la sopa se entiende perfectamente pero en el caso de las encuestas nos cuesta más, resulta totalmente anti-intuitivo. Ahora quiero agregar algo que es “no menor”, pero le dejo a usted determinar la relevancia que tiene.
Tanto en el caso de la sopa como en el de las encuestas, hay ciertas situaciones que están más cerca de la excepción que de la norma. Ahora verá a qué me refiero. Voy a empezar con el ejemplo de la sopa porque me parece que es más “evidente”. A usted no se le escapa que mientras está cocinando y llega el momento de sazonar la sopa, bien podría pasar que usted abrió el salero y decidió esparcir con la mano parte del contenido con la mano. Al hacerlo, se podría haber deslizado un gránulo de sal más grande que el resto y que a pesar que usted la revolvió en forma normal, no tuvo oportunidad de disolverse.
Podría pasar también, que en la porción que usted puso en la cuchara “justo cayera ese granito de sal”. En ese caso, yo probaría la sopa y sacaría una conclusión –equivocada– pero honesta. Le diría: “Mirá, la sopa está muy salada”.
Está claro que nadie podría disputar mi conclusión, al menos no en ese momento y habiendo probado de esa cucharada de sopa que usted me dio.
Ahora, traslademos el problema a las encuestas. Cuando el resultado dice que el candidato A ganará la elección con un 72% de los votos y que el error de la encuesta es de más o menos un 3 por ciento, esto significa que en la votación final, el candidato A debería obtener un número de votos entre un 69 y un 75 por ciento del total. Hasta acá, todo bien. ¿Y el gránulo de sal que era más grande? ¿Cuándo aparece?
Bien, la matemática dice que si usted tomara 100 muestras al azar de 1.100 personas y les preguntara por quién van a votar, entonces, ¡en 95 de ellas el resultado estará en la franja entre 69 y 75 por ciento! Pero, y esto es muy importante, habrá cinco, en donde el resultado no caerá allí. Y punto. Este sería el caso equivalente a que el grano de sal que no se disolvió hubiera caído justamente en la parte de sopa que usted puso en la cuchara. Para ponerlo en otros términos, es la forma en que la matemática estima (y previene) que el resultado no es (ni puede ser) exacto. La exactitud se podría conseguir encuestando a todo el electorado, que sería el equivalente a probar toda la sopa.
Para terminar, yo tengo mi conjunto de potenciales respuestas a las preguntas que formulé más arriba, pero no estoy en condiciones rigurosas de ofrecerlas públicamente porque sencillamente no tengo los datos. En todo caso, son solamente conjeturas. ¿Quién, en su sano juicio, dibujaría resultados sabiendo que la realidad los confrontaría a los pocos días? Por otro lado, estoy seguro de que en todos los casos, los encuestadores conocen perfectamente la matemática necesaria (y mucho más). Pero algo raro sucedió camino al foro... no sé qué fue, pero que algo pasó... pasó.
(1) ¿Por qué 1100? Le sugiero que revise http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/325942720141109.html Allí hay una “idea” de respuesta.

PIGS, ¿rebelión en la granja?



Francisco Morote Costa – ATTAC Canarias
PIGS
En la década de los noventa del siglo pasado, primero, y a raíz de la crisis capitalista de 2007 – 2008 sobre todo, la prensa financiera británica (Financial Times, The Economist) ha venido usando la expresión peyorativa PIGS (CERDOS), para referirse a Portugal, Italia, Grecia y España (Spain), culpabilizándolos por ser una rémora , un lastre, debido a su déficit público y/o desempleo, para el crecimiento económico de la Unión Europea.

Sin duda, ese término despectivo, ofensivo, que hace de los países del sur de Europa los responsables del estancamiento económico europeo, ha servido bien al propósito de la Comisión Europea, gobernada fundamentalmente por el establishment alemán, con la canciller Merkel a la cabeza, del Banco Central Europeo ( otro tanto de lo mismo ) y del siempre atento a la aplicación de políticas neoliberales Fondo Monetario Internacional (FMI), que juntos han formado la tristemente famosa Troika, para disciplinar severamente a los puercos moradores de esa pocilga.
La fórmula ya es conocida, con el pretexto, más que la razón, de reducir el déficit público y de pagar religiosamente las deudas a los acreedores, sea cual sea la naturaleza de la deuda -legítima pero, también, ilegítima y hasta odiosa-, los Estados, antes en Asia, África y América Latina y ahora ¡ quien lo iba a decir ! en Europa, deben acoger y llevar a la práctica los programas de ajuste estructural (PAE) fondomonetaristas, llamados engañosamente de austeridad que, imbuidos de una filosofía ultraliberal, ponen el acento en la flexibilización del mercado laboral, léase reducción de salarios, abaratamiento del despido y desaparición de la negociación colectiva; en la reducción del gasto social que, traducido al lenguaje común, significa recortar los servicios públicos de sanidad, educación, pensiones, el estado de bienestar en una palabra, decisivo para la cohesión social e indispensable para las clases más vulnerables del sistema, y en la privatización de las empresas y servicios públicos.
Aplicado este programa con mano de hierro en Grecia, Italia, España y Portugal, por los gobiernos neoliberales y socioliberales sometidos a Bruselas, Berlín y Francfort desde 2008 – 2009 hasta la fecha, los resultados no han podido ser más lesivos y catastróficos para las clases populares y trabajadoras: desempleo crónico, reducción de salarios, precarización del empleo, sobreexplotación, recortes de servicios públicos en sanidad, educación y servicios sociales, pobreza laboral y energética, en suma, empobrecimiento de la gente común y hasta aumento escandaloso del número de suicidios motivados por el paro, los desahucios (en España), etcétera.
¿Podía, acaso, suceder todo esto sin que las clases trabajadoras y populares respondieran a la ofensiva neoliberal con protestas y movilizaciones en todos los países del sur de Europa?
Manifestaciones, huelgas generales, ocupación de plazas públicas y asambleas en la calle, muestras aquí y allá de indignación popular y otras formas de lucha se sucedieron en Grecia, en Italia, en España y en Portugal. Se rechazó la injerencia de la Troika y la pérdida de soberanía cuando a los pueblos (Grecia e Italia) se les impuso gobiernos elegidos al margen de la voluntad popular, se reprobó la debilidad de los gobiernos neoliberales y socioliberales cuando, complacientemente, se doblegaron a las imposiciones de Bruselas, de Francfort y en última instancia de Berlín y, finalmente surgieron, ¿ rebelión en la granja ?, nuevas fuerzas políticas en Grecia, Italia, España y Portugal.
Grecia dio el primer paso, Syriza una coalición de partidos convertida en partido único pasó de quinta fuerza política en 2009 a segunda en 2012 y a primera en 2015. De todos es conocido el desafío de este partido de izquierdas contra las políticas de ” austeridad ” impuestas por la Troika y la implacable respuesta de ésta tras el referéndum de julio de 2015, en el que el pueblo griego rechazó las condiciones del rescate de su, en gran parte, ilegitima y odiosa deuda pública. Humillar a Grecia para escarmentar en cabeza ajena y disuadir al resto de los PIGS fue la respuesta de la Troika, pero a pesar de todo, Syriza fue de nuevo elegida, elecciones de septiembre de 2015, como la mejor opción por el pueblo griego, cuando se hizo inevitable gestionar el duro dictado de las instituciones europeas y del Fondo Monetario Internacional contra el país heleno.
¿Ha dado Portugal el segundo paso?
Como Grecia, Portugal había sido “rescatado” por la Troika, al precio de reducciones salariales, pérdida de derechos laborales y sociales, privatizaciones, etcétera, casi tan duras como las impuestas a los griegos. Y ,sin duda, por ello el país ha reaccionado privando a la coalición de partidos neoliberales de centro derecha de su mayoría absoluta y dando la oportunidad al Partido Socialista de rehabilitarse y formar junto con partidos de izquierdas (Bloco de Esquerda y Partido Comunista) un gobierno anti-austeridad que inquieta a la Comisión Europea y a las instituciones financieras neoliberales.
España, tras las elecciones de diciembre de 2015, es el tercer PIGS que parece querer amargarle las uvas de 2016 a la Troika. También aquí la derecha, el Partido Popular, pierde la mayoría absoluta y, si el Partido Socialista Obrero Español no lo remedia, todas sus opciones de gobierno. En cuanto al PSOE tiene la posibilidad de reivindicarse de su pasado de medidas neoliberales, llegando a acuerdos con el nuevo partido de izquierdas Podemos, con Izquierda Unida y otras fuerzas políticas nacionalistas de izquierdas. Podemos es, además, una de las bestias negras de la Troika que ve en él otra Syriza dispuesta a desafiar los edictos austericidas proclamados desde Bruselas, Francfort y Berlín.
Para terminar, faltaba Italia, ¿es la última de la rebelión en la granja?
Podría ser la guinda del pastel. Hasta hace bien poco el Partido Democrático (heredero remoto del Olivo y del Partido Comunista Italiano) , se había mostrado transigente, contemporizador, con las políticas de “austeridad” dictadas por la Troika. Sin embargo, el idilio con Bruselas y, más allá, con Berlín parece estar llegando a su fin.
Como recogía una noticia de prensa de la agencia Efe fechada en Roma el 24 de diciembre de 2015: “Todo indica que Renzi (el primer ministro italiano) se ha plantado y ha comenzado a luchar contra las medidas de austeridad impuestas por Europa como queda patente en los últimos Presupuestos, en los que Italia se salta totalmente el compromiso de alcanzar el 1,8 % de déficit público.
Para Renzi ha llegado la hora de apostar por el crecimiento y los Presupuestos prevén medidas encaminadas a incentivar el consumo y a combatir la pobreza por un valor de 35.000 millones de euros, aunque esto repercuta en el déficit público que llegará al 2,4 % del PIB.”

Y lo que es aún más significativo, el propio Renzi, en una entrevista con el Financial Times apuntó directamente al gobierno alemán como responsable principal de las políticas austericidas al señalar: “Tengo una gran estima por Angela (Merkel). Tenemos una excelente relación personal. Pero tengo que ser franco. Europa tiene que servir a los 28 países y no sólo a uno”.
En fin, a la vista de lo ocurrido en Grecia, Portugal, España e Italia cabe preguntarse, ¿ha sido 2015 el año de la rebelión en la granja, léase la neoliberal Unión Europea, de los menospreciados PIGS?
ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

domingo, 10 de abril de 2011

Monseñor Romero: Una presencia sin olvidos

Raimundo López


El 31 aniversario del asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero (1917-1980) confirmó una vez más su creciente vigencia en las luchas sociales de los salvadoreños y sus esperanzas de una sociedad más justa.

El propio obispo mártir, mirando al futuro, vaticinó ante las frecuentes amenazas de muerte en su contra: "Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño".

El tiempo le ha dado la razón.

Su retrato, junto a muchas de sus ideas dispersas en centenares de homilías, se encuentran por muchas partes del país, desde una humilde vivienda de una comunidad cristiana de base hasta grandes murales de universidades.

Es considerado el guía espiritual de la nación por el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, durante cuyo mandato monseñor Romero ha recibido los primeros homenajes oficiales.

El religioso fue asesinado de un disparo al corazón el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba misa en la capilla del hospital para cancerosos Divina Providencia, de la colonia Miramontes.

Una Comisión de la Verdad creada por Naciones Unidas después de los Acuerdos de Paz de 1992, determinó en 1993 que monseñor Romero fue víctima de los escuadrones de la muerte dirigidos por el mayor Roberto D’Aubuisson, fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

Aunque es difícil encontrar textos que concentren sus ideas, e incluso fue considerado conservador por algunos antes de ser nombrado arzobispo de San Salvador el 3 de febrero de 1977, en escritos de varios de sus biógrafos, se encuentran razones de los represores para el crimen.

Un día antes de su asesinato dirigió una vigorosa apelación a la dictadura militar de la época para que pusiera fin a la represión.

"La Iglesia -expresó-, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación.

"Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre.

"En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión." El 17 de febrero de 1980, 35 días antes de ser asesinado, escribió al entonces presidente de Estados Unidos, James Carter, quien se proclamaba como defensor de los derechos humanos, una exhortación a cesar los entrenamientos y ayuda a las fuerzas militares y policiales salvadoreñas.

"La contribución de su Gobierno en lugar de favorecer una mayor justicia y paz en El Salvador agudizará sin duda la injusticia y la represión en contra del pueblo organizado que muchas veces ha estado luchando porque se respeten sus derechos humanos más fundamentales.

"Por tanto, dado que como salvadoreño y Arzobispo de la Archidiócesis de San Salvador, tengo la obligación de velar porque reine la fe y la justicia en mi País, le pido que si en verdad quiere defender los derechos humanos,

"- Prohíba se dé esta ayuda militar al Gobierno salvadoreño.

"- Garantice que su gobierno no intervenga directa o indirectamente con presiones militares, económicas, diplomáticas, etc., en determinar el destino del pueblo salvadoreño.

"Sería injusto y deplorable que por la intromisión de potencias extranjeras se frustrara al pueblo salvadoreño, se le reprimiera e impidiera decidir con autonomía sobre la trayectoria económica y política que debe seguir nuestra Patria".

Sus palabras también están grabadas en paredes de muchas partes del país.

En un mural de la filial de la Universidad de El Salvador, en la ciudad occidental de Santa Ana, junto a una gran foto de Romero, se lee:

"Es necesario acompañar al pueblo que lucha por su liberación".

http://www.argenpress.info/2011/04/monsenor-romero-una-presencia-sin.html


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Miren Etxezarreta: «La banca pide elevar la jubilación a los 70 cuando ellos jubilan a los 52»

M. Castro entrevista a Miren Etxezarreta


CASTRO  -¿Cree inevitable el recorte de pensiones?

ETXEZARRETA  -El sistema de pensiones está cuajado de mentiras, medias verdades y argumentos falaces. ¿Por qué el presupuesto de la Seguridad Social tiene que estar en equilibrio? Yo puedo aceptar que el presupuesto de la Seguridad Social tenga que estar en equilibrio cuando el del Ejército o el de la Casa Real o el de la Justicia o el de la Educación estén en equilibrio. Es una trampa metodológica decir que tiene que estar en equilibrio. En las sociedades hay dos formas de cubrir las necesidades; la privada y la pública y no son alternativas, son conjuntas. Y en la pública está el mantenimiento de los pasivos. Hasta 1995 la Seguridad Social no era una institución independiente. Países como Dinamarca o Canadá tienen hoy modelos distintos. La discusión es a dónde van los gastos colectivos en una sociedad. Si quieren que hagan un referéndum sobre qué es mejor, completar las pensiones o tener un ejército, a ver qué pasa.

C  -Dicen que van a faltar cotizantes para sostener el sistema.

E  -¿Por qué las pensiones se tienen que pagar sólo mediante las cotizaciones de los asalariados? No hay ninguna razón. Otra vez son razones históricas y de conveniencia política. Si en este país se paga todo gasto colectivo con los impuestos, ¿por qué no las pensiones?

C  -¿Y el envejecimiento?

E  -El crecimiento de la esperanza de vida en los próximos 50 años es menor que el incremento que en los últimos 50. El problema de las pensiones no es de mano de obra, es de riqueza del país y de distribución de la renta. Y España es cada vez más rico, así que no nos vengan con historias. En este momento, España es el doble de rica, con crisis y todo, que en el año 1977. ¿Dónde está el dinero? Las rentas del trabajo ya pagan muchos más impuestos que el capital. Lo grave es que en este momento lo que va al trabajo es el 46% y lo que va al capital el 54%. ¿Dónde está este 54%? ¿Es que el capital no tiene ninguna obligación social?

C  -¿Y las prejubilaciones?

E  -Los que se aprovechan de las prejubilaciones son las empresas. Hay un dato muy curioso: Las cajas de ahorros y los bancos en todo el debate que ha habido de las pensiones están diciendo que la gente se tiene que jubilar a los 70. ¿A qué edad están jubilando los bancos y las cajas a su gente? A los 52. Las empresas se aprovechan de las prejubilaciones para facilitar los ERE y los cierres. Muy poca gente se prejubila voluntariamente; se prejubilan porque les dan incentivos, porque las empresas no quieren a gente mayor. ¿Cuánta gente de más de 50 años está trabajando? Más de la mitad de los jubilados en los últimos años eran parados. Eso quiere decir que la Seguridad Social está pagando con su presupuesto a un montón de gente para facilitar el cierre de empresas o la expulsión del mercado de trabajo. Eso es injusto. Si la edad de jubilación va a llegar a los 67 años, los sindicatos tendrían que haber exigido que por lo menos las empresas se comprometan a tener a los trabajadores hasta esa edad. Pero como no los quieren, lo que habría que hacer es rebajar la edad de jubilación para repartir el trabajo. El aumento de la edad de jubilación no es para que la gente trabaje hasta los 67, sino para hacerle un descuento mayor en sus pensiones a los trabajadores que se jubilan antes, obligándoles a hacer planes de pensiones privados, que es un gran negocio. Los fondos de pensiones son el mayor inversor del mundo; eso explica todo.

C  -Ningún partido con posibilidades de gobierno parece que vaya a asumir su planteamiento.

E  -Los gobiernos pueden ser incitados a actuar en una dirección o en otra. En la transición el IRPF para las rentas más altas llegó a ser del 65%, se bajó al 56% y ahora está en el 43%. ¿Por qué? Tenemos seis puntos por debajo de la presión fiscal de la media europea y nos quedan más para llegar a la presión de Suecia, Noruega y Dinamarca.

C  -¿Prevé más recortes?

E  -La gente está equivocada si cree que como ya nos han deteriorado las pensiones públicas, el presupuesto y la reforma laboral, estarán contentos y ya bastan: El siguiente embate es la negociación laboral colectiva y a continuación otro, que ya está en marcha, que es la sanidad.

C  -¿Cree que el productividad es la solución para salir de la crisis?

E  -El aumento de productividad implica menos gente trabajando. De 2007 a 2009 España ha aumentado su productividad más que los países europeos porque hemos eliminado 5 millones de puestos de trabajo.

Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía de la Universidad de Barcelona, pertenece a un grupo europeo de economistas críticos. Recientemente ha visitado Gijón para impartir una charla sobre el futuro de las pensiones, organizada por la Plataforma Contra la Crisis, la Cultural Gijonesa y CSI.

http://www.kaosenlared.net/noticia/miren-etxezarreta-banca-pide-elevar-jubilacion-70-cuando-ellos-jubilan


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miércoles, 19 de enero de 2011

La GAIA dijo: ¡BASTA!

Beatriz Paganini


“Mi tesis de que la Naturaleza constituye una entidad perfectamente dotada para ser reconocida como un sujeto de derecho capaz  de actuar en su propio nombre, por medio de representantes, en todos los casos en que, sus intereses que son los de todos los integrantes del mundo natural, son violados por el hombre” LAWRENCE E. JOSEPH. ”GAIA, la tierra viviente”

Han pasado décadas, desde que Mosanto con su mandato sangriento, nefasto, sustentado en un andamiaje de patentes, contratos leoninos y genocidios encubiertos, asola las tierras del mundo.

Desde suicidios provocados, como en los campos de la India cuando no se pudieron afronta los vencimientos de los contratos que hipotecaban de por vida, hasta los nacimientos de niños con malformaciones espantosas provocadas por los pesticidas de Mosanto. Todo estaba regido, ordenado y dispuesto por Mosanto quien a su paso sembraba devastación y muerte. Sólo aumentaban sus cuantiosos ingresos, lo demás, era desolación y muerte.

Los campos seguían y siguen quedando yermos porque la soja transgénica patentada bajo su exclusividad pero eludiendo toda responsabilidad, arruina la tierra dejándola estéril. Y así, años tras años, con juicios que paralizaban la producción y el progreso.
Pero la GAIA dijo: ¡Basta! Y abrazó unas semillas nacidas de unas hermosas flores del Amaranto, las sopló con sus  potentes pulmones de vientos andinos y las semillitas llegaron hasta donde estaban las desnaturalizadas transgénicas creciendo y a la vez matando.

Y la vida eludió a la muerte provocada.

Y sucedió que, los productores  del imperio en  Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri empezaron a darse cuenta que otra semilla arruinaba sus sembrados no obstante de ser transgénicos y rociados con los potentes pesticidas que Mosanto producía.(1)

Se llegó al extremo de tener que abandonar los sembrados porque esa semilla invasora crecía sana, hermosa, con sus flores tapizando los campos. Con su Amaranto venciendo a la sofisticada y artificial semilla del lucro.

Ya en tiempos de la colonización española que fue brutal, despótica y carente de espíritu cristiano, no obstante la cruz y el evangelio, desde su web: ohlistica 2000.com.ar, nos cuenta refiriéndose al Amaranto:

 ”Sus plantaciones fueron quemadas y su consumo fue prohibido, dándosele el rotulo despectivo de “alimentos para salvajes”. Es más, pocos saben que la aún utilizada expresión “me importa un bledo” refleja el sentimiento de desprecio de los españoles respecto al grano de amaranto. Si buscamos la palabra bledo en un moderno diccionario de la RAE, encontramos “planta anual comestible de la familia de las quenopodiáceas; cosa insignificante….”

¡ Pero   no contaban con la GAIA ¡

Que es más fuerte, más sabia, más antigua, madre universal contenedora y generosa, heredera y heredada de los mayas y aztecas.

Y comparando :

¿ Qué sembró la colonización española?

Exterminio, atraso, muerte y persecución.

¿Que es Mosanto?

Un bicho malo que muere por su propio veneno exterminador.

¡Gracias Gaia!

¡Gracias Pacha Mama! Te necesitamos más que nunca sin armas, sin guerras, sin hambre, sin hipotecas. Sólo vida, amor y  con flores de Amaranto.

Beatriz Paganini


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Jon Sobrino, teólogo: 'En conjunto, la Iglesia suele distanciarse de Jesús para que no moleste'...

Asteko Elkarrizketa


P- Me cuentan -en broma- que está enfadado con el mundo y también le he escuchado más de una vez que quiere poder vivir sin sentir vergüenza del ser humano... ¿Cuál es la razón?

R: A veces siento vergüenza. Por ejemplo, ¿nos interesamos de veras por Haití? Obviamente levantó interés al principio, y ha habido algunas respuestas serias. Pero pasa un tiempo y ya no importa...

Otro ejemplo que he contado otras veces: en un partido de fútbol de equipos de elite jugando la Champions, calculé que sobre el terreno de juego, entre 22 jugadores, había dos veces el presupuesto del Chad... Eso a mí me enoja y me avergüenza. Algo muy hondo tiene que cambiar en este mundo...

P- ¿A dónde nos llevan el neoliberalismo y la globalización?

R: Es tal el desastre que, en buena parte, ha provocado que algunos respondan humanamente: voluntarios, ONG, bastantes iglesias -católicas o protestantes-, otras religiones... Pero creo que el llamado Primer Mundo -una cuarta parte de la humanidad- sigue poniendo el sentido de la historia en la acumulación y en el disfrute que la acumulación permite. La diversión, por ejemplo, es una megaindustria multinacional: el deporte de élite, el turismo...

Ignacio Ellacuría llamó a eso la «civilización del capital», que produce una sociedad gravemente enferma, en trance fatídico y fatal. Y solía decir que la solución es darle la vuelta; por eso fraguó la expresión de que necesitamos una «civilización de la pobreza». Ellacuría era terco en eso: hay que darle la vuelta; el motor de la historia no puede ser acumular sino solucionar las necesidades básicas de 6.500 millones de seres humanos, y el sentido de la historia es la solidaridad con espíritu.

P- En nuestra sociedad es habitual que grandes compañías realicen «campañas de solidaridad» muy mediáticas con galas benéficas, apadrinamientos, envío de ayuda, etc... ¿Se está desvirtuando el concepto de la solidaridad?

R: Entiendo la pregunta, pero creo que ocurren las dos cosas. Por un lado, cierto bienestar y cierta afluencia de recursos hace que dar ayuda sea más fácil, y que si uno no tiene el corazón de piedra -como decía el profeta Ezequiel-, se le convierta un poco en corazón de carne y ayude. Creo que parte de esas solidaridades son auténticas.

Ahora bien, esas solidaridades también suelen ser usadas para ocultar la ignominia de la falta de una solidaridad mayor y más fundamental, y no sólo de eso, sino también de la opresión de las grandes potencias a los pequeños países.

P- ¿Tal vez sirven para enmascarar las raíces de los problemas?

R: Puede ser usado así, aunque, irónicamente, buena parte de las ONGs son precisamente para decir la verdad -aunque no les hacen mucho caso-, no sólo para ayudar económicamente, sino también para defender los derechos humanos. Lo veo complejo y hay que analizar cada situación. Es claro que el poder somete a todo el mundo, pero cada uno debe empujar el carro de la historia como pueda. Ciertamente, lo que nos ofrecen como soluciones a mí me produce indignación y me da tristeza.

P- ¿Al ciudadano medio del mundo desarrollado le corresponde alguna responsabilidad en la pobreza, la opresión o las guerras que asolan el planeta?

R: Objetivamente, sí. ¿Quién declara las grandes guerras? Los gobiernos, movidos por oligarquías, pero elegidos por los ciudadanos. Cuando los gobiernos ofrecen guerra directamente, algunos los eligen y otros no, pero yo no escucho que un gobernante ofrezca vivir peor, bajar, para que otros muchos puedan subir un poco. En ese sentido, objetivamente somos corresponsables. El mundo se divide entre oprimidos y opresores; no hay que darle vueltas...

P- La Congregación para la Doctrina de la Fe emitió en 2006 una «Notificatio» en la que estima que usted falsea la figura del Jesús histórico al destacar demasiado su humanidad en detrimento de su divinidad. Es el argumento de la vieja herejía...

R: Lo que yo digo es que en la realidad humana de Jesús de Nazaret se ha hecho presente Dios. Pero me dicen que no acabo de decir de verdad que es Dios, y que hablo de Jesús de Nazaret demasiado en concreto, e incluso que lo convierto en político, y eso, en general, no suele gustar a las autoridades de las curias romanas y, también, diocesanas. Ha ocurrido con varios teólogos; en mi caso empezó en 1976.

En la Notificatio dijeron que dos libros míos contenían afirmaciones erróneas y peligrosas. Antes se los había dado a leer a siete teólogos serios y ninguno me dijo que hubiera problema alguno de posibilidad de herejía... Pienso que Jesús de Nazaret siempre estorba. Dios estorba menos porque es tan intocable, tan impalpable... Pienso que en la Iglesia tenemos una tendencia a distanciarnos de Jesús de Nazaret. No quiere decir que no hablemos de Cristo, pero Cristo es «el ungido», un adjetivo.

Creo que lo más peligroso es ignorar que Jesús no simplemente murió, sino que lo ejecutaron; y lo mataron porque se enfrentó al poder de los sumos sacerdotes e, indirectamente, al poder romano. Evidentemente, Jesús no hizo sólo eso; predicó cosas bellísimas y dificilísimas: las bienaventuranzas, la misericordia con la gente, la oración al Padre... Da gusto ver a Jesús, pero también es cosa seria, y si alguien quiere seguir la vía de Jesús le va a costar... Por eso pienso que, en conjunto, también la Iglesia suele distanciarse de él para que no moleste. Pero, gracias a Dios, hay personas y grupos a quienes Jesús les atrae. Lo he visto en El Salvador, sobre todo entre los pobres y quienes los defienden.

P- Tras la «Notificatio», usted remitió una carta al general jesuita, Peter Hans Kolvenbach, en la que precisaba que diferentes teólogos no encontraban incompatibilidad con la doctrina de la Iglesia, que la campaña contra usted y la Teología de la Liberación venía de 30 años atrás y que Ratzinger, en su época de cardenal, ya había sacado de contexto reflexiones y expresiones suyas. Deduzco que hay un acoso premeditado contra usted...

R: No lo llamaría acoso, pero sí predisposición contra mí y varios más. El entonces cardenal Ratzinger [hoy Papa Benedicto XVI], en un artículo en el año 1984-85, me criticaba cinco puntos, pero también criticaba a Gustavo Gutiérrez, Ignacio Ellacuría y Hugo Assmann; los cuatro estábamos en esa corriente que se llamaba Teología de la Liberación. Ratzinger ya estaba en contra de esa corriente. Si algún día me encuentro con él espero que hablemos como amigos...

P- Por cierto, ya no se oye tanto hablar de la Teología de la Liberación. ¿Acaso ha cambiado algo?

R: La Teología de la Liberación nace hace unos cincuenta años, en América Latina, un continente de gran pobreza y de fe cristiana. Algo irrumpió allí. Algo hizo explosión. ¿Qué irrumpió? La verdad de los pobres, que era realidad durante siglos. La Iglesia los había visto y les había ayudado de varias formas, pero... cuando algo es tan real y explota, te afecta, te sacude y te anima a hacer algo.

Así comenzó la llamada Teología de la Liberación, que pretendía que los pobres tuviesen vida, justicia y dignidad. Para las Iglesias cristianas, eso era la voluntad central de Dios. Y en ese sentido también «explotó» Dios. Y enseguida hubo dos reacciones. Una, fuera de las iglesias. El vicepresidente de EEUU, [Nelson] Rockefeller, estaba viajando por América Latina en los años setenta y dijo, entre otras cosas: «Si lo que están diciendo los obispos en Medellín [en la Conferencia Episcopal de 1968, donde toma cuerpo eclesial la Teología de la Liberación] se hace realidad, nuestros intereses peligran».

Dentro de la Iglesia institucional también hubo una reacción en contra por parte de algunos obispos y cardenales. O sea que nació la Teología de la Liberación y enseguida llegaron enfrentamientos. Todo eso llevó a algo único en la historia de América Latina. Quisieron frenarlo de diversas maneras; una fue matar. Asesinaron a decenas de sacerdotes, religiosos y religiosas, y cuatro obispos. Otros dos se salvaron por error. Y lo que es menos conocido: a miles de laicos, la mayoría pobres.

La Teología de la Liberación desencadenó un modo de vivir basado en la compasión, concretado luego en formas de justicia, basada en el amor a los más pobres. Esto hoy ha bajado en el nivel eclesial y de obispos que defienden esa línea.

P- Decía monseñor Romero [arzobispo de San Salvador] semanas antes de que lo mataran en 1980 que «un cristiano que se solidariza con la parte opresora no es verdadero cristiano»...

R: Evidentemente. Identificarse con la parte opresora quiere decir formar parte de ese grupo de seres humanos que está oprimiendo y quitando la vida a otros, lentamente, a través de la pobreza o de la represión. Esa persona no es cristiana. ¿En qué se parece a Jesús si es todo lo contrario? Y además no es humana. Tenía razón monseñor Romero.

P- Recientemente, en un congreso de pensadores cristianos, dijo usted -parafraseando al teólogo José María Díez Alegría- que «la Iglesia ha traicionado a Jesús»; «esta Iglesia no es la que Jesús quiso». ¿Hacia dónde está conduciendo a la Iglesia católica su jerarquía?

R: No parafraseé sino que cité literalmente a Díez Alegría. Él dijo que, «en conjunto, la Iglesia católica ha traicionado a Jesús», y me parece una reflexión importante. Obviamente, no toda la Iglesia. Yo creo que está diciendo que Jesús de Nazaret molesta, y por eso la Iglesia le traiciona. José Antonio Pagola dice: lo más necesario hoy es «movilizarnos y aunar fuerzas urgentemente para centrar a la Iglesia con más verdad y celeridad en la persona de Jesús y en su proyecto del reino de Dios». Según la fe cristiana, el reino de Dios es la voluntad de Dios sobre este mundo para que haya vida para todos, empezando por los pobres. Y Pagola terminó con estas palabras: «Muchas cosas habrá que hacer en la Iglesia católica, pero ninguna más decisiva que esta conversión».

A mí me encanta que use la palabra conversión: es un cambio radical. No veo nada más importante que volver a ese Jesús porque tendemos a separarnos de él; no siempre, no todos, no de todas maneras, pero...

Dicho con toda sencillez: cuando uno oye hablar a cristianos, cristianas, sacerdotes, obispos y no obispos, qué rara vez se escucha que hablen de Jesús de Nazaret, que cuenten lo que dijo y lo que hizo... Se está perdiendo lo de Jesús; eso es lo que yo quería decir en el congreso. En América Latina se hizo muy presente en don Helder Camara, en don Pedro Casaldáliga, en muchos otros... Pero también hay la tentación de decirle, como el gran inquisidor de la novela «Los hermanos Karamázov»: «Vete y no vuelvas...».

P- Incluso de forma drástica... Recuerdo el eslogan de la extrema derecha y del Ejército en la época de la represión y de la guerra en El Salvador: «Haga patria, mate un cura». ¿Por qué les perseguían de manera tan cruel?

R: Nos perseguían no sólo a nosotros, sacerdotes o grupos cristianos, sino sobre todo a los campesinos... Con la Conferencia de Obispos de Medellín de 1968 hubo un gran cambio, una irrupción, y Jesús de Nazaret se hizo presente. Ser cristiano era seguir la vida de ese Jesús, estar con las víctimas, con los pobres; y, para defenderlos, enfrentarse a los poderosos. La oligarquía no toleraba eso, y mucho menos que viniera de gente reconocida de la Iglesia. Los sacerdotes seríamos mejores o peores, pero éramos un símbolo importante en el país.

Esa Iglesia que querían tener de su lado se les fue; entonces asesinaron al primer sacerdote, Rutilio Grande, jesuita, gran amigo, el 12 de marzo de 1977. Se armó un gran revuelo y monseñor Romero tomó una decisión muy importante: lo denunció, dijo que no volvería a estar presente en actos civiles públicos hasta que no se esclareciera el crimen. Y el domingo del entierro ordenó que sólo hubiese una misa única. La gente de dinero, la oligarquía, se fue encorajinando: «Les hemos matado un cura y siguen...». Continuaron matando sacerdotes y repartían panfletos con aquella frase: «Haga patria, mate un cura». En junio, a los jesuitas nos dieron un mes para salir del país o nos mataban a todos... No nos marchamos. Siguieron matando sacerdotes y monjas, y sobre todo campesinos...

P- En ese contexto llegó la matanza de los seis sacerdotes jesuitas y de las dos mujeres [16-XI-1989] en la Universidad Centro- americana (UCA). Usted era también uno de los objetivos de los militares, pero le salvó encontrarse en Tailandia asistiendo a un congreso. ¿Cómo recuerda aquellos hechos?

R: De Londres me llamó un amigo, me preguntó si estaba sentado y si tenía un lápiz para escribir. Y comenzó: «Han matado a Ellacuría y a...». Sentía como si me arrancaran la piel a jirones, pero cuando más me enojé es cuando me dijo que habían matado a la cocinera y a su niña. Que maten a Ellacuría, «merecido» lo tenía -como Jesús de Nazaret-. ¡Pero matar a una cocinera y a su hija de quince años...!

Recuerdo también que un tailandés convertido a la religión católica me preguntó si en El Salvador había católicos que mataban a sacerdotes. Entendió bien el horror que entrañaba aquello. En El Salvador matar a sacerdotes suponía romper no ya las reglas del bien, sino del mal. Todo podía ocurrir. Y ocurrió...

P- ¿Ha temido muchas veces por su vida?

Sí y no... Varias veces explotaron bombas en la UCA y en nuestra casa. Estábamos en las listas, Ellacuría el primero, y también los demás. A veces en los periódicos a mí también me destacaban. Pero pensar que nos podía pasar lo que le pasó a Rutilio Grande, al padre Alfonso Navarro, a monseñor Romero... no nos provocaba temor. Nos solían preguntar por qué no nos marchábamos del país y respondíamos que nos daría vergüenza irnos, nos daría vergüenza decir que hay que estar con la gente y luego marcharnos. Yo, además, daba clases de cristología y tenía que contar la vida de Jesús. ¿Con qué cara iba yo a hablar de Jesús si me marchaba? Y no nos íbamos, sobre todo, porque nos sentíamos parte de algo mayor, todo un pueblo al que queríamos y que nos quería... Para mí fue un don haber ido a El Salvador. Estoy agradecido de por vida.

P- Vive allá desde hace más de medio siglo. Han cambiado mucho algunas cosas en El Salvador, pero la pobreza continúa, la situación incluso se ha agravado con la delincuencia y la violencia de las bandas juveniles...

R: El Salvador, como está pasando con Haití, desapareció de las noticias. Se firmaron los tratados de paz y algo importante ocurrió: dos ejércitos convinieron no seguir luchando militarmente. Y es muy bueno. Además, en los acuerdos de paz se decidió investigar las violaciones de derechos humanos graves de ambas partes. Naciones Unidas hizo un estudio bastante serio sobre ello. ¿Pero qué pasó? Antes de que saliese el informe de Naciones Unidas, el presidente Cristiani concedió amnistía a los que aparecían en él. Una amnistía así no es un acto de reconciliación, de humanización; sirvió sobre todo para que no tocara a la parte gubernamental. Todavía nadie ha sido juzgado por el asesinato de monseñor Romero -tampoco lo ha canonizado el Vaticano-...

Por la premura de tiempo, los acuerdos tampoco trataron suficientemente la economía, y eso se sigue notando. No digo que con buenos acuerdos sobre los modos de producción, la legislación laboral, etc... hubiese cambiado mucho. No soy muy optimista pero, al no hacer nada, la injusta situación económica sigue sin visos de solución.

Y han ocurrido otras dos cosas negativas importantes: muchos salvadoreños -de dos a tres millones- van a Estados Unidos a buscar trabajo, lo que trae infinidad de problemas humanos, divisiones de familias, etc... El otro problema es la violencia de las pandillas, que han generado un tipo de vida en el que los jóvenes encuentran un sentido de identidad, estando dispuestos a matar y ser matados. Y hay que añadir las mafias, el narcotráfico, los secuestros... A veces me pregunto, trágicamente, por qué en El Salvador, y en países semejantes, no se han decidido a un suicidio colectivo. Para muchísima gente aquello no es vivir. Pero en el pueblo existe una fuerza mayor para seguir adelante y enfrentar los problemas más difíciles. Esa fuerza se expresa en el empeño por sobrevivir, por los intentos de organización. Y es alimentada por mucha gente buena, los mártires con monseñor Romero a la cabeza. Aquí creo que esto es difícil de comprender.

P- Me sorprende el poco acento salvadoreño que tiene... ¿En El Salvador le siguen conociendo como vasco?

R: Es cierto, no he cambiado el acento. En cuanto a lo de vasco, creo que no he perdido mis orígenes... Pero tampoco es un absoluto... Tampoco es que me sienta salvadoreño, aunque es lo que más me siento. Creo que lo que me ha ocurrido en El Salvador es una mayor apertura a todo lo que sea humano, más allá de lugares...

P- Descarta volver a Euskal Herria para quedarse...

R: Lo normal es que no vuelva para quedarme; si vengo tendré que pensar qué hacer para poder ayudar aquí. Me encantaría cooperar, hacer el bien, pero no tengo ninguna receta. El cambio sería muy grande. En El Salvador están los pobres que no dan la vida por supuesta y tienen a casi todos los poderes del mundo en contra. Aquí, en Europa, la vida se da por supuesta, y con mucho poder a su favor. Si se me permite decirlo metafísicamente: los pobres son «los que no son reales». Aquí pensamos que lo real somos nosotros. Estar en El Salvador significa cooperar a que todos vivamos, y la utopía de hacerlo como hermanos y hermanas. Aquí lo tendría que repensar, aunque veo personas y cosas buenas a las que me podría apuntar.

Asteko Elkarrizketa, Gara
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=53354


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El desafío de una alternativa global, fuera del sistema

Sergio  Ferrari entrevista a Eric Toussaint


Hacia el Foro Social Mundial de Dakar, febrero 2011

El Foro Social Mundial (FSM)  es casi el único marco de convergencia de los movimientos sociales a nivel planetario y por lo tanto es fundamental continuar fortaleciéndolo. Hipótesis esencial de Eric Toussaint, historiador y politicólogo belga que preside el Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM). Agudo analista del altermundialismo, conocedor desde adentro del Foro Social Mundial, Toussaint participa desde su creación en  Consejo Internacional, órgano facilitador del mismo. El CADTM, con activa presencia en numerosos países, particularmente en varios africanos, es uno de los actores que dinamizan la preparación de la próxima edición de Dakar 2011.


P: ¿Cuál es su caracterización sobre el presente del Foro Social Mundial?

R: Pienso que hay que reforzar el proceso del FSM ya que es casi el único marco planetario en el cual convergen los movimientos sociales, ONG, organizaciones políticas de izquierda y hasta Gobiernos progresistas. No hay otro lugar orgánico de convergencia. No podemos vaciar el FSM a pesar de las críticas que podamos tener hacia él. Tampoco sería correcto de pensar en crear algo alternativo. Porque sería impulsar una propuesta en competencia y muy limitada. Hoy el FSM es lo que hay. No implica que no existan elementos preocupantes en la evolución del FSM.

P: ¿En qué sentido preocupantes?

R: Hay varios aspectos. La decisión de una mayoría de dirigentes o animadores del FSM de no querer avanzar más allá de un Foro, es decir de no querer modificar la Carta de Principios a fin de permitir al Foro discutir planes de acción, plataformas, estrategias de acción. Y de situarse en el estricto marco de la Carta de Principios, que no permite, en tanto Foro, adoptar declaraciones finales y planes de acción. Un segundo aspecto: el éxito del FSM, hace que haya poderes públicos y fundaciones privadas que están muy decididas a apoyarlo significativamente. Se da la tendencia de hacer eventos muy costosos, con presupuestos muy elevados y eso me preocupa. Con el agravante de dos riesgos bien presentes. Crear una “industria del FSM”, ya que hay Organizaciones No Gubernamentales muy poderosas que estructuran grandes proyectos en torno al FSM. Viven de esto. Y el otro riesgo, el del nacimiento de una suerte de *burocracia altermundialista*. Es una capa de dirigentes que a partir de sus funciones obtienen cierto poder y privilegios y se perpetúan desde hace años.

P: ¿Cuáles serían los medios o los *antídotos* políticos que permitirían desbloquear estas tendencias o señales preocupantes?

R: Felizmente hay elementos positivos. El Consejo Internacional  propone tomar medidas para que no se repitan en Dakar los mismos errores que se cometieron en 2007 en Nairobi, Kenya, que fue tal vez la edición más fracasada del FSM. Tengo un cierto nivel de confianza que en Dakar no se van a reproducir esos errores, como el de otorgar el monopolio de las comunicaciones en el espacio del FSM a una trasnacional del sector; o de imponer precios de las entradas muy elevados, casi imposibles a ser pagados por los participantes locales.

Pienso que lo fundamental para el éxito de Dakar es fortalecer la presencia de los movimientos sociales africanos y del resto del mundo. En ese sentido sopla un viento positivo. En la primera semana de noviembre pasado organizamos en la misma capital de Senegal un encuentro preparatorio de movimientos sociales, a partir de un mandato que recibimos de la Asamblea de los Movimientos Populares. Se dio justo antes de una nueva reunión del Consejo Internacional que se encontró para ultimar detalles del evento de febrero próximo.

P: ¿Cuál es el balance de ese seminario preparatorio?

R: Exitoso a nivel de participación. Estuvieron presentes muchos movimientos sociales de Senegal. Más de 60, incluyendo los grandes sindicatos rurales y urbanos que son muchos. Y representantes de movimientos de pescadores, cultivadores, barriales, de mujeres. Todos estaban presentes y eso habla de una buena dinámica y se convierte en una señal realmente esperanzadora. Hay entusiasmo con respecto al apoyo que el FSM puede tener en los barrios populares de la capital senegalesa y de zonas aledañas y sobre la recepción del mensaje del FSM. Habrá actividades en los barrios durante los días previos y durante el Foro mismo. Nosotros en tanto CADTM preparamos un espectáculo político-cultural de Hip Hop, con grupos musicales reconocidos pero que se oponen a ser objetos de mercantilización. Interpretarán temas novedosos, con un enfoque fuerte sobre la deuda, la soberanía alimentaria, los acuerdos desfavorables entre Senegal y Europa etc.

A nivel regional se siente como un hecho importante el apoyo decidido de sectores de la juventud. Llegará a Dakar una caravana de buses que recorrerá centenas de kilómetros, proveniente de Nigeria- de donde salen la tercera semana de enero- y que pasará por Benín y Togo para luego ir a Burkina Faso. Y allí se encontrará con otras delegaciones provenientes de Conakry. La  caravana, finalmente, entrará a Senegal Kaolack.

Esperamos varias centenas de participantes en esta iniciativa, mujeres y hombres, jóvenes especialmente. Propuesta que impulsamos junto con el Foro Social Africano y redes tales como No Vox y ATTAC.  El CADTM juega un rol de estimulador pero no se quiere apropiar de nada ni hegemonizar ni monopolizar. Buscamos una real convergencia.

Organizaremos también un seminario sobre las luchas feministas los días 2,3,y 4 de febrero, en Senegal pero con participación de representantes de todos los continentes. Este tipo de iniciativas, incluso si el mismo FSM de Dakar tuviera resultados limitados, ya habría ratificado el valor de la convocatoria. Es esencial fortalecer las dinámicas sociales…

P: ¿Se intenta lanzar una dinámica participativa en la subregión?

R: En efecto. Nigeria está a unos 2.500 kilómetros de Dakar. Pasando por estos diferentes países nos da la posibilidad de hacer conocer el proceso del Foro. En cada parada importante se harán eventos para explicar lo que será el FSM de Dakar. A partir de todo esto diría que vivo un entusiasmo prudente.

P: ¿Una dinámica diferente a lo que usted consideraba como la edición fracasada de Nairobi?

R: Es la esperanza. Aunque debemos ser cautelosos sobre los resultados de Dakar ya que un mes antes del FSM la gente del lugar no está informada sobre el evento, que es muy diferente a lo que pasó en Belém en 2009 o en Porto Alegre en el 2005 y en las ediciones anteriores. Pero objetivamente se dan condiciones para una participación amplia del pueblo senegalés y de los movimientos sociales del país y de la región. Veremos si este espacio abierto, esta invitación amplia y facilitada para la gente del lugar, va a provocar una buena participación popular.

Mi duda es, según las evaluaciones de colegas sindicalistas, que los movimientos sociales de Senegal atraviesan hoy uno de sus peores momentos de los últimos 20 años a nivel de capacidad de movilización. No es la mejor coyuntura, pero no depende de dichos movimientos sino de condiciones políticas más globales.

Sin olvidar otro elemento muy importante: el primer día – y días previos- del FSM pondrá un acento particular sobre los 50 años de la independencia de África. Con actividades en la isla de Gorée, frente a Dakar de donde partieron más de un millón de esclavos en los siglos XVI, XVII y XVIII. Una denuncia fuerte hacia el esclavismo de ayer y hacia el sistema de hoy. A nivel simbólico y de la memoria colectiva va a ser un momento importante, trazando un puente entre pasado y futuro….Los desafíos de confrontar las crisis mundiales en las distintas vertientes y momentos históricos.

P: Si se habla de crisis mundiales, de propuestas hegemónicas dominantes, nuevamente el FSM de Dakar deberá observar también lo que haya pasado en Davos, Suiza, durante el Foro Económico Mundial que se realizará entre el 26 y el 30 de enero….

R: En efecto. Vivimos una crisis del sistema donde todo está interconectado. La crisis es financiera, económica, climática, alimentaria, migratoria. Una crisis que toca la gestión mundial, porque  no hay ninguna institución mundial que goce de real credibilidad. El G20no es más legítimo que el G8. Y las Naciones Unidas no logra jugar el rol previsto por su Carta.

Es verdad que esta crisis es el producto del avance de la desregulación, pero está también ligada al mismo sistema. El mensaje del FSM deberá ser aún más claro que cuando nació hace 10 años. Subrayar la necesidad de la globalización de la resistencia y de las alternativas para proponer un sistema alternativo al sistema capitalista patriarcal globalizado.

Los que se reúnen en Davos siguen por el momento con la capacidad de lanzar ofensivas contra los “de abajo”. Estos, están poco a poco superando su fragmentación –aunque con dificultades- para progresar en la dirección de ofrecer una alternativa global que es más que necesaria. Y pienso que la solución no pasa por reformar el actual sistema sino claramente contra éste.

Colaboración de prensa E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria
http://alainet.org/active/43550



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miércoles, 5 de enero de 2011

Estabilidad del euro

Rafael Fernando Navarro


Se derrama continuamente de la boca de los políticos, de los banqueros, de los inversores en bolsa: es urgente garantizar la estabilidad de la moneda europea. Y alrededor de la moneda gira toda la vida económica, comercial, productiva y  humana. Esta urgencia no permite aspirar a un estado de bienestar mejor del que tenemos, sino que incluso hay que recortar el que disfrutamos y al que hemos llegado a base de sacrificios de aportación durante muchos años. El bienestar no es un regalo, es una conquista del esfuerzo común. Hay que irse acostumbrando a su desaparición en bien de la estabilidad monetaria.

Hay que abaratar el despido. Se ha roto la cadena banco-empresario-trabajador. Los gobiernos han aportado grandes cantidades de dinero para sostener el entramado de la usura. Deben seguir creciendo sus beneficios de manera exponencial y eso se ha conseguido. Incluso practican prejubilaciones para que otros paguen los sueldos de quienes les ayudaron a enriquecerse.  Los bancos se han escondido en su caparazón para disfrutar de su propio bienestar y no han repercutido su confort en el empresario. Este ha visto menguar (que no desaparecer) sus ganancias y vierte su cortedad de miras sobre el trabajador. Y el trabajador con cuarenta, cuarenta y cinco, cincuenta años se encuentra de repente sentado en la acera de la vida con su mochila de angustia, su hipoteca impagada, su familia hambrienta y un INEM celulítico de burocracia. Se le ha roto el futuro a ese hombre para siempre desorientado, escritor de currículum inútiles, rompiendo nudillos en puertas herméticas de indiferencia. Todos aparentan esforzarse en promover el primer trabajo. Nadie lucha por adecentar el que  puede ser el último.

Los viejos deben acostumbrarse a ser más viejos. Cuando la sociedad vive idolatrando el becerro de la juventud, la musculatura esteroidea, la alimentación con anabolizantes y en consecuencia la vejez es un delito contra el tiempo que hay que disimular en geriátricos de olvido y abandono, exigimos que el viejo sea más viejo para disminuirle los ahorros que aportó para tener un descanso digno. Si no hay jóvenes a los que explotar, tendremos por lógica que explotar a los viejos. Para algo tienen que servir los inservibles.

Habrá que entregar a los empresarios la sanidad pública para que la conviertan en negocio. Se pueden restringir las estancias hospitalarias, la oxigenoterapia indispensable para beberse la vida a sorbos, las sillas de ruedas para médulas rotas. Ellos saben convertir el dolor en estabilidad monetaria.

Se puede delegar la investigación. “Que investiguen ellos”  A nosotros nos basta con fotocopiar los avances ajenos sin sentirnos campeadores del futuro. Los españoles ya hemos tenido bastantes conquistadores y podemos ahora quedarnos sin sueños de aventura para apoyar la estabilidad del euro.

Tuvimos la costumbre de ser pobres. Sabemos muchos de avecrén de posguerra, de sopa de algarrobas, de chocolate con tierra los domingos. ¿Por qué nos van a preocupar ochocientas mil personas mordiendo el pecho de Caritas, rebuscando como ratas en contenedores vomitados por grandes almacenes? Las viviendas engullidas por hipotecas-basura brindan la posibilidad de vivir en comunión con las estrellas. España es tierra de luz brillante y sol-calefacción.

Los estados son economía. Economía las empresas. Las catedrales del consumo son economía. Los gobernantes son súbditos de la economía, los grandes bancos, sus pastores.  Resulta entonces comprensible que la moneda sea el centro y que todos aportemos la pobreza que nos queda para su sostenibilidad.

Los derechos humanos, la dignidad, la solidaridad, la justicia distributiva, la función social de la riqueza, la deuda de los que más ganan a favor de los nada tienen se han reducido a la marginalidad. No se les puede otorgar preeminencia frente al altar del billete, ante la deidad del banco Central Europeo. Sin ricos no habría sociedad. Sin pobres tampoco. Y como son éstos los que alimentan a aquellos, nuestro deber es fabricar miseria para aportar estabilidad a la estabilidad. Los pobres son esa melancolía que embellece la elegancia de las carteras de piel.

¿Para cuándo la estabilidad del hombre como centro de la exitencia?

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La nueva revolución neoliberal

Sergio Barrios Escalante


“…ese mundo en que las frases ingeniosas asesinan las ideas más grandes, y en donde no pasa uno por fuerte más que cuando ve claro; y allí ver claro es no creer en nada, ni en los sentimientos, ni en los hombres, ni siquiera en los acontecimientos, pues hasta se crean falsos acontecimientos. Allí, para ser claro, es preciso pesar cada mañana la bolsa del amigo, saber ponerse políticamente por encima de todo lo que sucede; en principio no admirar nada, ni las obras de arte, ni las nobles acciones, y tener por único móvil el interés personal”.
(“Eugenia Grandet”: Honore de Balzac)

“Regresar a la década de los años 80 de Ronald Reagan”, fue el slogan de la líder de la nueva horneada del republicanismo duro y de derecha, Sarah Palin. Las políticas del ajuste estructural volvieron a sonar con estruendo en una voz femenina que apela al irrenunciable individualismo americano. Las “reuniones del té” (Tea Party), fue una brillante estrategia para comunicar las políticas del ajuste estructural, que apela al concepto de que el estado solo controla y gasta el dinero del contribuyente”.
(“La estrategia republicana en Estados Unidos: Regresión y opresión”: J. F. Coloane; Argenpress; 03/11/10)

Un fantasma anglo-norteamericano recorre el mundo. El fantasma de la revolución ultraliberal. Su mantra y divisa de guerra es; reducir (aún más) el Estado, congelar (aún más) el gasto social, reducir los impuestos (especialmente el de los más ricos), privatizar todos los servicios sociales, exaltar (aún más) la infinita y supuesta importancia del interés individual por encima de cualquier esfuerzo y bienestar común. El espectro de John Locke (1) ha regresado y se pasea alegre haciendo gestos obscenos a lo largo y ancho del mundo angloamericano (Europa y EEUU por el momento).

Analizar brevemente y a groso modo en qué consiste la resurrección de esta nueva versión de un neoliberalismo que ya muchos consideraban al borde de la tumba, realizar algunas puntualizaciones sobre los actores que están moviendo los hilos detrás de este nuevo escenario mundial, poner en evidencia el reciente surgimiento de un contra-poder no-occidental y anti-recesionista, y resaltar algunos de los efectos y repercusiones de los actuales vaivenes de la economía mundial para América Latina, El Caribe, constituyen los principales aspectos que se analizan someramente en el presente texto.

¿Socialdemocracia global o globafascistización?

Hace menos de tres años, cuando empezaba a estallar la crisis de las hipotecas en los EEUU, y cuando se visualizaba su rápida transformación en crisis financiera de escala mundial, Krugman, Stiglitz, Sachs, Soros y otros destacados analistas económicos internacionales, ante la gravedad de la situación se apresuraron a resucitar a Keynes, recomendando la puesta en marcha de políticas económicas y sociales anticíclicas de claro cuño keynesiano.

Desde entonces el desarrollo de los acontecimientos ha mostrado con gran terquedad, hasta que punto los gobiernos directamente involucrados en el estallido de la actual crisis económica mundial, tienen las manos atadas ante los poderes fácticos (en particular, la oligarquía financiera internacional).

Viendo las cosas como estaban publiqué en el 2008 una tríada de artículos que abordaban la cuestión desde distintos ángulos (2), y entre otras cosas, aventuraba en tales escritos que la propuesta sobre una alternativa neokeynesiana era una visión bastante romántica y utópica, especialmente si se esperaba que su implementación viniera de parte de los mismos causantes de la crisis.

Me parecía entonces que ante los intereses de la oligarquía financiera internacional y otros poderes supranacionales, no sólo habrían de resistir y rechazar tales alternativas keynesianas, sino además, preveía que lejos de ello lo que vendría como respuesta sería la implementación de lo que entonces denominé “globafascistización” (3), un proceso que a mi juicio está en plena gestación desde hace varias décadas sin que todavía logre cuajar plenamente, como veremos más adelante.    

Hoy, a tres años del inicio de la presente crisis económica mundial, estamos iniciando un nuevo episodio (una especie de nuevo “coletazo”), el cual ha demostrado que la tan ansiada “recuperación” no ha sido nada fácil, como al principio del colapso algunos creían.

Cada región la ha enfrentado a su modo y con el auxilio de sus propios recursos y posibilidades. Para EEUU, el epicentro de la catástrofe, la recuperación no sólo no ha sido un paseo cómodo, sino además, según lo reconoce The Economist (4), esta ha fracasado.

Ya en el 2009, en ocasión de completarse dos años del inicio de la gran crisis, R. Bybee analizaba qué tanto Estados Unidos había logrado avanzar en su recuperación, y llegaba a conclusiones como estas;

“Es como si la debacle del último año –la que provocó el rescate de 16 billones de dólares de la industria financiera, doblando la tasa de desempleo en EEUU y la pérdida de 2 millones de puestos de trabajo en la industria manufacturera- nunca hubiese tenido lugar. Dos de los cinco mayores bancos de inversión, Bear Stearns and Lehman Brothers, han mordido el polvo, pero los supervivientes tienen la intención de seguir con la fiesta, dólares federales en mano” (5).

Ahora que ha transcurrido otro año más desde aquel fatídico septiembre del 2007, fecha en la que detonó la explosión, estando ahora muy cerca de finalizar el 2010 y con la popularidad de Obama seriamente disminuida una vez finalizada la luna de miel con sus gobernados (6), las medidas de reforma regulatorias del sistema financiero estadounidense han sido relevantes pero claramente insuficientes, según opinión de una amplia gama de expertos y analistas con criterio independiente a la administración gubernamental de ese país.

La misma crisis que empujó hacia arriba a un Obama que subió rápidamente como la espuma, lo empuja ahora hacia abajo. Parte de la respuesta a ello puede encontrarse fácilmente en una breve nota publicada en octubre recién pasado por Krugman, como anuncio anticipado del cambio de suerte que vendría para el presidente apenas una semana antes de su derrota electoral de medio término a inicios de noviembre.

Bastaba tan solo con leer el título que este analista le dio a su nota para entender de lleno el mensaje; “Epitafio para Obama: no ha desaprovechado ninguna oportunidad de desaprovechar una oportunidad” (7).

En ella el autor pone en evidencia la renuencia de Obama a ajustar cuentas con los banqueros y sus arbitrariedades, las cuales se hicieron escándalo mayúsculo en octubre último con los ilegales y masivos desalojos de miles de familias norteamericanas.

Refiriéndose a lo mismo, la periodista Amy Goodman denuncia la renuencia de Obama de decretar una moratoria nacional de ejecuciones hipotecarias (una promesa de campaña presidencial), y resalta cifras de desalojos realizados por los bancos en septiembre último, que apuntan al lanzamiento a la calle, al menos en el Estado de Ohio, de una familia cada treinta segundos (unas 102,134 familias aproximadamente, si asumimos que cada vivienda recuperada por los bancos estaba habitada al momento del desahucio) (8).
Al respecto, la agencia Reuters y Realty Trac calculan que para fines del año 2010 el número de familias norteamericanas desalojadas por los bancos alcanzará los tres millones de hogares. A ello se deben agregar los dos millones de familias desalojadas durante el 2009 y más de un millón y medio durante el 2008.

Stiglitz por su parte, en su reciente artículo “Justicia para algunos” (proyect syndicate, 14/11/2010), calcula en aproximadamente 4 millones el número de personas que han sido desahuciadas por los bancos entre el 2008 y el 2009.

Y lo anterior es únicamente la punta del “iceberg”. El desempeño de la economía norteamericana parece estancado y no da señales de aliento. El consumo no recupera sus niveles anteriores al inicio de la crisis y las tasas de desempleo siguen altas (rondan el 10 % al mes de noviembre), mientras la pobreza general sigue aumentando por todo el territorio estadounidense.

Apoyándose en cifras oficiales de la Oficina del Censo de EEUU, Bill Quigley destaca el hecho de que el número actual de pobres en este país es el más alto desde hace 51 años (año 1959), lo que equivale a 43.6 millones de personas pobres. Mientras que las mismas estadísticas indican que uno de cada cinco niños en los EEUU, y uno de cada diez adultos de la tercera edad es pobre (9).

Suficientes razones que explican el voto de castigo que los norteamericanos acaban de propinarle a Obama en las recientes elecciones de medio mandato, en las cuales los republicanos ganaron 239 escaños (los demócratas obtuvieron 185), ganando así mayoría en la Cámara de Representantes.

Es una pérdida de 60 escaños por parte de un partido gobernante, algo que no se miraba en Estados Unidos desde 1948.

Hace exactamente un año (noviembre del 2009), J. Sachs publicó un artículo periodístico cuyo título ya indicaba de por si el diagnóstico del principal problema que desde sus inicios viene arrastrando la gestión del actual mandatario estadounidense.

El texto en mención tenía como encabezamiento “Obama Encadenado”, y en el su autor achacaba al mandatario una virtual paralización política del actual gobierno, inmovilizado entre otras cosas por la fuerte oposición y el lobby congresil de los millonarios y los grandes intereses empresariales, empeñados en frenar las reformas al sistema de salud y las iniciativas relacionadas con el medio ambiente y la reforma migratoria, tres áreas muy sensibles que afectan intereses económicos tanto de la industria privada de la farmacéutica como de la industria del carbón, y el orgullo nacional-racista de los conservadores (10).

En tal campaña de resistencia ultraconservadora ha destacado el legislador republicano por Ohio, John Boehner (quien dicho sea de paso es ya el nuevo presidente de la Cámara de Representantes), cuya principal misión consiste en desmantelar completamente cualquier posibilidad de que se apruebe una reforma al sistema de salud que él mismo ha calificado de “monstruosa” (11).

Por supuesto que cualquier reforma que afecte a los intereses de las grandes corporaciones estadounidenses relacionadas con la industria médica y farmacéutica, siempre será considerada como algo “monstruoso”.

El repentino regreso de Sarah Palin al escenario político nacional y el surgimiento de su estridente movimiento del Tea Party, es otra cara de tales planes ultrarreaccionarios, cuyo objetivo inmediato es terminar de derrumbar la declinante popularidad de Obama y preparar su relevo en un próximo triunfo republicano.

El propio Obama reconoció públicamente horas después de conocer los resultados de las elecciones legislativas del 2 de noviembre último, que el factor económico tiene a la gente muy descontenta. Pero lo que se abstiene de reconocer es que la gente perteneciente a los sectores medios y populares, está furiosa por haber sido privilegiado el rescate de los banqueros antes de atender las demandas de la población, que por cierto, no recibe ninguna clemencia por parte de quienes han sido precisamente subsidiados y recompensados por sus fechorías financieras, con los propios fondos de los contribuyentes quienes ahora, como en el caso de las familias desalojadas de sus hogares, deben salir a vivir a las gélidas temporadas de la intemperie urbana.

Lo que ahora se observa a raíz de la forma como se ha manejado la crisis económica (privilegiando los intereses de los ricos en ese país), es que se ha desatado una abierta guerra de clases en los Estados Unidos. La atmósfera social incluso se ha envenenado en muchos lugares con el gas tóxico del neofascismo, como lo refleja la investigación que inició la Secretaria de Estado de Ohio, Jennifer Brunner, luego de recibir denuncias de que el propietario de un restaurante Mc Donald´s en Canton, Ohio, advirtiera a sus empleados que no recibirían aumento salarial si los demócratas ganaban las elecciones legislativas (12).

La misma lógica se está imponiendo ahora del otro lado del Atlántico, donde después del estallido de las burbujas financieras europeas, ahora ha empezado el estallido de las masas trabajadoras, al constatar que de igual forma, los causantes de la crisis descargan todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, los jubilados, sobre los programas de asistencia social y los presupuestos nacionales, que deben ser recortados para reducir el déficit fiscal y para pagar el endeudamiento bancario.

Analizando la actual crisis de la economía real en Europa, que desde mayo recién pasado ha estallado con especial fuerza en Grecia, Irlanda, Inglaterra, España y Francia (bajo la forma de paros generales, huelgas parciales, marchas y manifestaciones públicas), Michael Hudson ha llegado a una conclusión extremadamente dura sobre lo que allí está ocurriendo y señala; “el capitalismo europeo con rostro humano ha llegado a su fin” (13).

El mismo autor sostiene que “Europa está entrando a una era de control totalitario neoliberal” (14), dado el virtual “golpe de Estado” que la oligarquía financiera europea ha dado a todos los países de la UE en la presente crisis, en particular, a través de las nuevas disposiciones económicas claramente recesionistas que han emitido el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Banco Mundial, estableciendo la aplicación de drásticas sanciones económicas y financieras a los estados de la Unión que se nieguen a reducir sus presupuestos estatales e inversiones en el campo social, y a realizar nuevas privatizaciones, tal y como lo explica en detalle A. Rein (15).

Ante semejante panorama el analista arriba citado considera que tanto la izquierda social y política europea debe empezar desde ya a proponer alternativas de envergadura para crear una Europa distinta al modelo neoliberal que las élites del viejo continente están rediseñando actualmente (16).

Por otra parte, siempre sobre el análisis de la actual crisis económica en Europa, Stiglitz ha evidenciado en uno de sus más recientes libros (17), tres de sus más importantes conclusiones; la primera, su consideración en cuanto a que la crisis se afianza en el viejo continente; la segunda relativa a la fragilidad en la que encuentra el euro (al punto de amenazar su propia supervivencia), y la tercera relacionada con el caso específico de España, al considerar que las actuales políticas de austeridad a las que se ha visto empujada la están poniendo en un callejón sin salida parecido al experimentado por Argentina a inicios de los años noventa (18).

Sin embargo, para fortuna de nosotros los habitantes del resto del planeta (latinoamericanos y asiáticos incluidos), aparentemente esta nueva oleada neoliberal, a diferencia de la iniciada a principios de los ochentas por Tatcher y Reagan, no cuenta con las mismas condiciones políticas para imponerse con igual fuerza.

Las nuevas condiciones geopolíticas y geo-económicas de un recién estrenado mundo multipolar, a cuya cabeza se encuentran las naciones emergentes del llamado BRIC (19), constituyen un “muro de contención” para la rápida expansión de esta nueva generación de recetas de cuño ultraliberal.

Este “neoliberalismo del siglo XXI” se topa ahora con la realidad económica de Brasil, Rusia, India y China, potencias emergentes que muy claramente han manifestado su derecho a tener su propia “revolución industrial”, que implica todo un amplio y profundo proceso de expansión, modernización e industrialización que no puede llevarse a cabo con recetas monetaristas y con políticas fiscales restrictivas (20).

En cuanto a la región latinoamericana propiamente dicha, si bien es cierto que la crisis mundial ha sido aquí amortiguada por sus propias burbujas económicas (las remesas, la narcoeconomía y la reprimarización de sus exportaciones) (21), también es cierto que en la última década diversos países se han ido alejando gradualmente de las recetas neoliberales de viejo cuño, en particular, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua, y otros, más discretamente,  realzando la importancia de las políticas sociales como instrumento de combate a la pobreza, aunque sin llegar a realizar cambios estructurales de importancia histórica.

Aunque este texto no es el lugar apropiado para profundizar en ello, es evidente que estas “burbujas económicas” latinoamericanas representan algo así como “pan de hoy y hambre para mañana” (se ha advertido por ejemplo, de que la permanente oscilación e inestabilidad de los precios de las materias primas representan un considerable grado de incertidumbre para los países que dependen de ellas, amén de que las economías asiáticas todavía no están completamente “vacunadas” contra la emergencia de nuevas crisis y burbujas financieras).

El punto de interés aquí es resaltar el hecho de que todos estos factores macro de las economías latinoamericanas, adicionados a una mayor preocupación por implementar políticas sociales de “amortiguamiento” a la pobreza crónica de la subregión, representan vectores o tendencias que van en dirección contraria a cualquier nuevo impulso o pretensión a volver a los viejos años del ajuste estructural a lo FMI y BM de los “gloriosos” y “reaganeanos” años ochentas y noventas del siglo pasado.

Si a lo anterior, y siempre para el caso Latinoamericano, le agregamos las importantes implicaciones implícitas en el avance de los actuales procesos de integración regional (implicaciones en términos de obtención de mayor autonomía económica), la cosa se pone todavía un poco más difícil para cualquier retorno del neoliberalismo puro y duro.

Por supuesto, ello no implica que ciertos países de la región (en particular los tradicionalmente dóciles a los designios del otrora capitalismo hegemónico), no puedan estar expuestos al “contagio” de los arrebatos de estos “desplantes monetaristas” que ahora resurgen cual fantasmas en Europa y en Estados Unidos. Hagamos lo posible para que tal espectro no cruce nuestras fronteras latinoamericanas y caribeñas.

NOTAS:

1-John Locke: continuador de las ideas políticas de Tomás Hobbes (siglo XVII). Fue administrador de las posesiones coloniales de Inglaterra. Con sus ideas se convirtió en vehemente impulsor del pensamiento liberal. El núcleo de su filosofía política era el planteamiento de que el egoísmo es la fuerza motriz de la conducta humana. A tono con ello, preconizó por la propiedad privada y el valor del individualismo ilimitado frente a los controles y regulaciones del Estado (“Historia de las doctrinas económicas”: Eric Roll; Fondo de Cultura Económica, México, 1978, pp.92-94).

2-Aquí me refiero a los siguientes artículos: “Bear Stearns y las Farc: Economía política de la globafascistización”; “Globafascistización: un concepto nuevo para un problema viejo”; y “El Cuarto Reich”, los tres del mismo autor.

3-El término “Globafascistización” lo sintetizaba como la especulación de Wall Street más el keynesianismo militar del Pentágono, y lo describía como un motor que empuja a una porción importante de la humanidad hacia su re-feudalización, hacia una nueva edad media en pleno siglo XXI…

4- La declinación del PIB real de EEUU en el 2009 ha sido el peor rendimiento anual desde 1946, fecha en la cual Estados Unidos estaba desmantelando su economía de guerra (“A Deeper Hole” -“Un agujero más grande”-: The Economist, Washington 05/08/2010).

5- “Los saqueadores: un año después del rescate de Wall Street, la reforma real del sector financiero es todavía un sueño”: Roger Bybee (Sin Permiso, 22/11/2009).

6- Coincidiendo con la celebración del “Día del Trabajo” en los EEUU (6 de septiembre del 2010), una conocida cadena internacional de noticias reveló que según encuestas de ese momento, un 81 % de norteamericanos encuestados a nivel nacional mostraron descontento con la administración de Obama, particularmente por su incapacidad para detener los elevados índices de desempleo.

7- “Epitafio para Obama: no ha desaprovechado ninguna oportunidad de desaprovechar una oportunidad”; P. Krugman: Sin Permiso: 24/10/10).

8-“Cuando los bancos son los que roban”: A. Goodman: Democray Now: 21/10/10).

9- El artículo de Quigley aquí citado está lleno de abundantes y actualizadas cifras estadísticas socio-económicas oficiales. Es altamente recomendable para su consulta para todo aquel que desee tener una panorámica amplia del virtual y acelerado proceso de “tercermundización” por el cual está transcurriendo hoy en día la sociedad estadounidense ((“EEUU: la guerra de clases en casa”; B. Quigley: Sin Permiso; 31/10/10).

10-“Obama Encadenado”; J. Sachs, Copyright: Project Syndicate, 20/11/2009.

11- Prensa Libre, Guatemala, 05/11/2010, p, 50.

12- Democracy Now: 01 nov-2010

13- The Neoliberal Experiment and Europe's anti-Austerity Strikes: Governments must Lower Wages or Suffer Financial Blackmail (Global Research: M. Hudson, September 30, 2010).

14- Ver el artículo de Hudson citado un párrafo arriba.

15- De acuerdo con Álvaro Rein, “Desde la crisis del euro y de la deuda pública Europea de Mayo del 2010, las clases dirigentes europeas han acelerado notablemente su proyecto de rediseñar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) Europeo y el sistema entero de gobierno económico europeo. Este era el empeño principal de la reunión de los líderes de la UE del 28-29 de Octubre en Bruselas, que aprobó las propuestas del ´task force on economic governance´. Los contenidos de las propuestas se pueden dividir en dos grandes áreas: 1) endurecer notablemente la disciplina fiscal impuesta por el PEC sobre los gobiernos de la zona euro; 2) crear un mecanismo permanente de resolución de crisis que sustituya al Fondo de Estabilidad Financiera Europea (EFSF por sus siglas en inglés) y al Mecanismo de Estabilidad Financiera Europea (EFSM por sus siglas en inglés) que fueron creados en Mayo de 2010 pero que caducan a mediados de 2013. Además de esto se empieza a discutir sobre la propuesta alemana de crear un mecanismo que permita la reestructuración y el impago de la deuda pública. Rein continua diciendo; “El task force, por ejemplo, propone crear un mecanismo de coordinación ex-ante de las políticas macro y fiscales de los países de la zona euro. Este mecanismo obligará a los gobiernos de cada país a consultar con la Comisión Europea y el Consejo de ministros europeos los presupuestos nacionales antes de que se hayan siquiera discutido en el parlamento del país…”, ante lo cual, el analista citado concluye que todo ello representa “un ataque en toda regla contra la soberanía y la democracia nacionales” (“Consejo Europeo; 28-29 Octubre: las élites diseñan la Europa neoliberal del futuro”: A. Rein; Sin Permiso; 07/11/10).

16- Ver el artículo citado firmado por Álvaro Rein.

17- Se trata del libro “Free Fall: Free Markets and the Sinking of the Global Economy” (“Caída Libre: Mercados libres y el colapso de la economía global”, de J. Stiglitz, de cuyo prólogo el diario británico Sunday Telegraph publicó algunos extractos (al respecto ver; “Un balance de 2010”; J. Stiglitz; Sin Permiso, 17-10-2010).

18- En el citado balance Stiglitz reflexiona entre otras cosas lo siguiente: “Las verdaderas novedades de los últimos ocho meses (se refiere al 2010), han sido la paulatina aceptación por parte de economistas y gobernantes de la triste imagen del futuro contra la que yo previne: una “nueva normalidad” con elevadas tasas de desempleo, menor crecimiento y menos servicios públicos en los países industriales avanzados” (“Un balance de 2010: J. Stiglitz: fuente citada arriba).

19- En cuanto a las economías del BRIC estas no dejan de crecer. Tal realidad les permite desde ya en ocuparse de tareas de tal magnitud como la preparación de un Nuevo Orden Financiero Internacional, donde ya no existirá más la hegemonía del dólar, tal y como lo menciona el embajador José Botafogo Gonsalves, presidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales -CEBRI- (“Dentro de Diez años los BRIC serán mucho más significativos: Agencia Xinhua, Argenpress, 13/04/2010).

20- Como se sabe, la pugna entre “monetaristas” y “fiscalistas” es de suya histórica, y se remonta al menos a doscientos años atrás. Como dice Roll, “mientras la principal preocupación de los primeros recae en la inflación, los segundos se preocupan ante todo del desempleo” (Eric Roll, Op. cit, p. 48).

21- Tan sólo respecto a las remesas que América Latina recibió este año (2010), un reciente informe del Banco Mundial cita la cifra de 58 mil millones de dólares, alrededor de una sexta parte de los montos globales de remesas que reciben todos los países llamados “en desarrollo” (que alcanza la suma de 325 mil millones de dólares); ver Informe “Migración y Remesas”, Banco Mundial, noviembre, 2010). En cuanto a la segunda burbuja latinoamericana, la narco-economía, a pesar de que la mayor parte de las ganancias de la venta de droga a nivel mundial se queda en Estados Unidos, Canadá y Europa (sólo en el caso de la cocaina hasta un 70% de los 72 mil millones anuales, según informó recientemente la Oficina de la ONU contra las drogas y el delito; agencia Notimex; 17/06/2010), aún así, son considerables los montos que se quedan en los países latinoamericanos, los cuales se “lavan” al interior de las economías locales bajo la forma de distintos tipos de “inversión” (en áreas de las finanzas, bienes raíces, empresas comerciales, industriales, centros de diversión y un largo etcétera). Y con respecto a la tercera burbuja mencionada, la “reprimarización” de las economías latinoamericanas, consistente en el auge de las exportaciones de bienes primarios (especialmente productos agrícolas, agropecuarios y minería), es una vuelta a patrones extractivistas propios de los años ochentas, el cual desde hace unos pocos años se viene experimentando con particular fuerza en América del Sur. Según la CEPAL, Sudamérica prácticamente ha duplicado la tasa de expansión de este tipo de exportaciones, mientras que Centroamérica y el Caribe (más dependientes del turismo y las remesas), han reducido dicha tasa en más de un 50 %. Estas cifras reflejan un gran “drenaje” de recursos naturales de Sudamérica en particular hacia el Asia. En términos globales, las exportaciones de materias primas de América Latina y el Caribe componían el 26.7 % del total de exportaciones en 1999, mientras que diez años después (2009), conformaban el 38.8 % del total (“Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2009-2010”; Comisión Económica para América Latina, CEPAL, septiembre, 2010).

- Sergio Barrios Escalante es Científico social e investigador. Ensayista y escritor. Publica la revista virtual mensual Raf-Tulum.

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