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domingo, 27 de marzo de 2011

La banca, Fedea y la cultura económica dominante

Vicenç Navarro


Uno de los mayores escándalos en la comunidad científica fue el descubrimiento de que varios científicos, que estaban asesorando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la bondad de la vacunación masiva contra la epidemia de gripe porcina, estaban, en realidad, trabajando para la compañía farmacéutica que estaba fabricando tal vacuna, hecho que tales científicos no habían declarado. Como era de esperar, hubo una protesta generalizada, no sólo en la comunidad científica, sino también en la gran mayoría de medios de información, sobre la falta de neutralidad y objetividad de aquellos científicos que, al trabajar para la compañía farmacéutica que se beneficiaría de la decisión que tomó la OMS, estaban sesgando su asesoramiento a la OMS con el fin de favorecer otros intereses económicos.

En realidad, tal conflicto de intereses ha sido una práctica constante en la cultura científico-sanitaria, lo cual ha motivado toda una serie de medidas, tales como la necesidad de que los científicos tengan que declarar públicamente sus relaciones con grupos farmacéuticos u otros intereses económicos que puedan beneficiarse del trabajo del científico. Y, en muchos casos, deben también excusarse y no participar en funciones de asesoramiento a las autoridades públicas que deban tomar decisiones que afecten a los intereses de tales grupos económicos.

Es curioso (y preocupante) que tales políticas sostenedoras de la integridad científica y de la protección del interés público no se respeten en las áreas económicas. Así, en EEUU, 13 de los 19 economistas que han estado trabajando en el equipo económico del Presidente Obama, o que le han estado asesorando, estaban también asesorando a la banca sobre la cual el gobierno federal estaba actuando. Un tanto semejante ocurre en la rama legislativa del gobierno federal. De los 96 testimonios producidos por economistas frente a los dos comités más importantes del Congreso de EEUU en temas de regulación bancaria (Senate Committee of Banking y Finantial Services Committee), un tercio de las declaraciones se realizaban por economistas próximos a la banca que no declararon tal relación en la presentación de su testimonio. Todos ellos se presentaron como economistas (la gran mayoría universitarios), científicos objetivos, comprometidos con el bienestar de la población. Como bien señaló más tarde un Senador de tal Comité, que se indignó al descubrir estas conexiones, “no puede asumirse automáticamente que el bienestar de la banca y el bienestar de la población coincidan”. De ahí la necesidad de que las conexiones y simpatías de los economistas debieran declararse.

De la misma manera que ha habido un movimiento de protesta frente a la excesiva influencia de la industria farmacéutica en la práctica médica, debiera haber un movimiento de protesta frente a la excesiva influencia de la banca en el desarrollo de las políticas económicas. Al igual que los estados de la mayoría de países desarrollados han llevado a cabo políticas encaminadas a proteger a la ciudadanía y a los profesionales sanitarios de esta excesiva influencia de la industria farmacéutica en el desarrollo de la cultura sanitaria (protección todavía muy limitada en España), hace falta que se desarrollen medidas semejantes orientadas a proteger a la ciudadanía de la excesiva influencia de la banca y otros grupos de presión. Sin embargo, no se han tomado medidas preventivas que protejan a la ciudadanía y a los profesionales de la excesiva influencia de la banca en configurar la cultura económica.

En EEUU, varios catedráticos de economía han protestado a la Asociación Americana de Economistas (The American Economic Association) sobre esta excesiva influencia de la banca en los mayores centros universitarios de estudios económicos, y que explica, en parte, su incapacidad de predecir la enorme crisis económica y financiera que estamos viviendo. Una situación semejante debiera ocurrir en España, donde la influencia de la industria farmacéutica y de la banca en configurar la sabiduría convencional en su área de conocimiento (sanidad y economía) es, a todas luces, excesiva. En el caso de la banca, los mayores centros y grupos de investigación social y económica en España están financiados por la Banca y por las Cajas, que determinan la “ortodoxia” económica, ortodoxia que ha fracasado rotundamente en esta situación de crisis. Hoy existe una enorme necesidad de cambios profundos en las ciencias sociales, incluyendo las ciencias económicas, que no sólo ignoraron las causas de las crisis, sino que contribuyeron a ella. Esta reforma requiere, sin embargo, un cambio muy sustancial de los sistemas de financiación e incentivos de la investigación social y económica. Ni que decir tiene, que la universidad debe estar abierta a la sociedad y servirla. Como tal, debe contribuir al desarrollo político, social y económico del país, investigando y asesorando a sus distintos componentes, incluyendo, como no, el mundo empresarial y financiero. Pero ello no debe ocurrir mediante la instrumentalización del mundo universitario por parte de estos intereses económicos y financieros. El mejor ejemplo de cómo no debería hacerse son las Cátedras Fedea, que son financiadas por la banca y por las empresas que están a su servicio. El establecimiento de estas Cátedras es la violación de la integridad del proyecto académico y de su objetividad y neutralidad. Todos los estudios de Fedea muestran la coincidencia entre los análisis y propuestas de tales Cátedras y los de la Banca. No es pues su objetivo el aumentar el conocimiento científico sino el de promover y propagar el ideario de tal grupo de presión.

http://www.vnavarro.org/?p=5466



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domingo, 20 de marzo de 2011

¿Porqué somos pobres si somos ricos?

Susana Merino

Por segunda vez, bicentenario mediante, nuestro país ha vuelto a convertirse en “el granero del mundo”, pero esta vez en un granero que no  solo acopia  los cultivos de pan llevar sino que incluye también algunas otras materias primas, siempre con escaso o nulo valor agregado, tales como la soja (porotos, harinas, pellets, aceites y en aumento el biodiesel) los clásicos cereales (maíz, trigo), petróleo y gas, carnes (congeladas y enfriadas, sin procesar) siguiendo las huellas  de una  actividad exportadora casi exclusivamente agropecuaria.

Nuestra estructura agraria fue conformándose a principios del siglo pasado, sobre las extensas praderas pampeanas,   que han hecho de la Argentina uno de los países del planeta con mayor superficie apta para el desarrollo de la agricultura, sobre la base de dos tendencias, el latifundio representado por la estancia, cuyos dueños  con ingresos mayormente rentísticos vivían en las grandes ciudades y las chacras  o establecimientos más pequeños  cuyos propietarios  trabajaban directamente y habitaban la tierra junto a su familia configurando una clase media rural (en gran parte de origen migratorio) a partir de la cual se fueron desarrollando los pueblos del interior y adquiriendo su carácter de centros de servicios aglutinantes de funciones sociales, comerciales, bancarias, culturales, etc.

Sin embargo esta estructura, ha sufrido a partir de las últimas décadas del siglo pasado una enorme transformación.  La concentración de la tierra en manos de organizaciones empresarias, la instalación de una agricultura de monocultivos extensivos,  la proliferación del agronegocio, los “pool” de siembra, donde la tierra ha perdido su condición de sostén del trabajador rural para transformarse en un simple insumo industrial, en un factor económico destinado a incrementar los ingresos de una clase privilegiada y casi anónima, absolutamente divorciada  de ese sustrato vital que solo le pertenece legalmente pero al que no la une ninguna vivencia directa y cuyo agotamiento o deterioro la dejan indiferente en la medida en que pueda seguir adquiriendo o apropiándose de  otros territorios (como en los reiterados y ya casi habituales casos de expoliación de tierras  habitadas por  comunidades indígenas en todo el país).

Este nuevo y expropiatorio concepto de uso del suelo y en especial el dedicado al extendido monocultivo de la soja produce desequilibrios ecológicos y económicos que  no solo atentan contra la natural fertilidad del suelo sino que está destruyendo progresivamente la estructura socio - demográfica de nuestra ya de por sí débil y desequilibrada distribución poblacional. Es decir engrosando los cinturones periurbanos de miseria en permanente sangría de las comunidades rurales. Pero lo que me interesa destacar es que poseemos una tierra, diría algún clásico, ubérrima y sin embargo somos incapaces de mantener con adecuados niveles de vida a  una población escasamente densa  y eso sí absurdamente  concentrada. Es decir no somos pobres, somos mucho más ricos que muchos pueblos de la tierra, pero vivimos como si no lo fuéramos.

Y si analizamos  otros parámetros como por ejemplo el de la “huella ecológica” (1) un concepto que mide habitualmente en hectáreas globales “cuánta tierra y agua biológicamente productivas, necesita un individuo, una población o una actividad para producir todos los recursos que consume y absorber todos los desechos que genera, usando las tecnologías y la administración de recursos vigentes” y que constituye un instrumento que ha introducido la bioeconomía con el propósito de poder predecir cuales son los límites que la naturaleza le impone al sistema económico, podemos descubrir algunas relaciones interesantes.

El cálculo directo se hace sobre la base del gasto energético (agua, electricidad, combustibles fósiles) de cada habitante y depende fundamentalmente del estilo de vida de cada comunidad. El indirecto se relaciona con “el transporte de productos que deben ser traidos al mercado local: los productos importados, las frutas, verduras, carnes, ropas y productos manufacturados que vienen de otras zonas del país o del mundo. También mide el tipo de vivienda que habitamos (si es o no eficiente energéticamente) y los bienes y servicios que utilizamos”.

Según datos de  un reciente informe de Mario Cafiero (2) “El balance bioeconómico surge del siguiente razonamiento. Cada país tiene una población que consume recursos naturales biológicos y a su vez posee un territorio con una determinada capacidad biológica. El consumo del hombre deja una “huella ecológica” por el uso de tierras para cultivo, tierras  de pastoreo, bosques, territorios marítimos, tierras que absorben carbono y tierras urbanas. Los países tienen una determinada dotación de estos recursos. La diferencia entre lo que consume la población de un país o su huella ecológica; y la dotación que posee de recursos naturales es lo que se denomina Balance Bioeconómico.”

Y en tal sentido se ha calculado que según el balance bioeconómico de los principales países del planeta  la Argentina estaría en tercer lugar, con un consumo de 2,6 Has por habitante, una capacidad bioproductiva de 7,5 Has/hab, y un balance bioeconómico de 194 millones de Has., solo precedida por Brasil y Canadá.
         
Esto significa que si comparamos  nuestro balance bioeconómico  de 194 millones de Has con el de China, por ejemplo que es de -1604 millones de Has o el de Europa de -1388 millones de Has o finalmente con el de los EEUU de -1266 millones de Has, comprenderemos que sus déficit terminarán incidiendo necesariamente en la biocapacidad de nuestros ecosistemas.

Resulta por lo tanto demasiado evidente que nuestra respuesta a la presión que seguramente ejercerán los 1500 millones de habitantes chinos (y otros) sobre nuestro país será de difícil manejo y de serias y peligrosas consecuencias si no logramos resolver ante todo  nuestros propios desequilibrios internos.

Pero estos problemas no solo se plantean en el terreno agrícola o energético. No debemos ignorar que nuestro país cuenta también con una extensa plataforma submarina de un ancho de 550 km y una longitud de 1.890.000km2  rica como pocas  en recursos pesqueros que hace tiempo viene siendo depredada  por barcos factoría de distinto origen sin que ni nuestra sociedad ni nuestros gobiernos tomen conciencia  del enorme despojo  que nos ocasiona  la pesca selectiva que realizan,  dejando enormes cantidades de peces muertos y desechados, otra riqueza  que no somos capaces de controlar.

Y para terminar no puedo dejar de mencionar el enorme venero de riquezas minerales existentes a lo largo de los 4500 km de nuestros ecosistemas cordilleranos vilmente entregadas, al saqueo contaminante, masivo y destructivo  de empresas transnacionales  que se apoderan de cantidades ignoradas, de minerales metalíferos: oro, plata, zinc, manganeso, uranio, cobre, azufre y otros puesto que extraen y exportan sobre la base de una simple declaración jurada en la que tienen, en virtud de la resolución 281/98,  la opción de modificar el valor de las transacciones declaradas “dentro de los 6 meses de la fecha de embarque, en virtud de variaciones en la cantidad y en la ley del mineral constatadas a su arribo a destino”.  Sin palabras!

En síntesis no somos pobres por haber nacido en una tierra estéril, desértica, árida, yerma, infecunda y sin recursos naturales tanto renovables como no renovables,  somos pobres porque nos obstinamos en ser pobres o lo que es peor porque quienes han venido asumiendo sucesivamente la responsabilidad de conducir los destinos de esta patria han optado, desde hace muchos años,  por  privilegiar sus propios mezquinos intereses y el de los extranjeros que han hallado aquí, ellos sí, tierra fértil y desprotegida  de la que  lograr la satisfacción de  sus propias necesidades (y ambiciones) en  menoscabo no solo de nuestro presente sino también de nuestro incierto futuro.

NOTAS:
(1) Para ampliar  el concepto de Huella ecológica: http://es.wikipedia.org/wiki/Huella_ecol%C3%B3gica
(2) Cafiero, Mario. “Deuda, presupuesto y derechos humanos” Cámara de Diputados de la Nación, (23.12 10)
http://desdemimisma.blogspot.com/2010/12/porque-somos-pobres-si-somos-ricos_03.html


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domingo, 6 de marzo de 2011

Mesas de convergencia para una salida social a la crisis

Estimado amiga y estimada amigo;

Un grupo de personas preocupadas por la situación política y por las amenazas que se ciernen sobre sectores cada vez más amplios de la población sentimos la necesidad de tomar la iniciativa. Pensamos que ha llegado el momento de impulsar un proceso de acercamiento y convergencia de todos los sectores y sensibilidades de la izquierda para ir conformando una respuesta unitaria y eficaz a la situación que vive nuestro país de países.

Nuestra pretensión es muy abierta pero muy clara. Estamos convencidos de que es imprescindible promover la más amplia confluencia de fuerzas de la izquierda social y política frente a la ofensiva neoliberal que estamos sufriendo. Esta ofensiva probablemente no va a remitir en los próximos tiempos sino todo lo contrario.

Creemos que es necesario ir construyendo consensos para definir valores y políticas que permitan defender el bienestar colectivo, la justicia social, el desarrollo sostenible y las libertades democráticas en estos momentos críticos que estamos viviendo. Es sólo un comienzo pero un comienzo necesario para empezar a articular una contraofensiva al neoliberalismo dentro del actual panorama de la izquierda en nuestro país.

Para darle el primer impulso a este proceso, aprobar el programa mínimo antineoliberal y lanzar el proceso de conformación de mesas para la convergencia ciudadana en todo el Estado, hemos convocado una Asamblea el próximo día 19 de febrero a las 11.00 horas en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid, Calle Lope de Vega nº 40.

Somos conscientes de que una convocatoria de este tipo no es muy frecuente. Pero existe una posibilidad real, hasta ahora tenida por imposible, de que se produzca una regresión dramática de las conquistas sociales, democráticas y culturales de los últimos treinta años. Está en juego, además, la propia existencia de la izquierda como actor político relevante. Por ello confiamos en tu responsabilidad y en tu generosidad en unos momentos tan importantes como los que estamos viviendo.

Un saludo cordial


El grupo promotor de la iniciativa

Almudena Grandes, Ariel Jeréz, Armando Fernández Steinko, Begoña San José, Carlos Berzosa, Carlos Martínez, Carlos Ruíz, Diosdado Toledano, Enrique de Santiago, Francesc Matas, Francisco Fernández Buey, Gaspar Llamazares, Ignacio Ramonet, José Luis Sanpedro, José Manuel Naredo, Juan Ramón Capella, Juan Torres López, Luis García Montero, Manolo Monereo, Marcos Roitman, Mari Angels Martínez Castells, Maria José Saura, Miguel Riera, Pablo Iglesias, Pascual Serrano, Pedro Montes, Rafael Pillado, Ramón Zallo, Ricardo García Zaldívar, Roberto Viciano, Rosa Cañadell, Rosa Regás, Salce Elvira, Teodulfo Lagunero, Vicenç Navarro, Xosé Manuel Beiras.

http://mesasdeconvergencia.wordpress.com/


ADHESIONES

http://mesasdeconvergencia.wordpress.com/firmantes/

mesasdeconvergencia@gmail.com


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miércoles, 5 de enero de 2011

Estabilidad del euro

Rafael Fernando Navarro


Se derrama continuamente de la boca de los políticos, de los banqueros, de los inversores en bolsa: es urgente garantizar la estabilidad de la moneda europea. Y alrededor de la moneda gira toda la vida económica, comercial, productiva y  humana. Esta urgencia no permite aspirar a un estado de bienestar mejor del que tenemos, sino que incluso hay que recortar el que disfrutamos y al que hemos llegado a base de sacrificios de aportación durante muchos años. El bienestar no es un regalo, es una conquista del esfuerzo común. Hay que irse acostumbrando a su desaparición en bien de la estabilidad monetaria.

Hay que abaratar el despido. Se ha roto la cadena banco-empresario-trabajador. Los gobiernos han aportado grandes cantidades de dinero para sostener el entramado de la usura. Deben seguir creciendo sus beneficios de manera exponencial y eso se ha conseguido. Incluso practican prejubilaciones para que otros paguen los sueldos de quienes les ayudaron a enriquecerse.  Los bancos se han escondido en su caparazón para disfrutar de su propio bienestar y no han repercutido su confort en el empresario. Este ha visto menguar (que no desaparecer) sus ganancias y vierte su cortedad de miras sobre el trabajador. Y el trabajador con cuarenta, cuarenta y cinco, cincuenta años se encuentra de repente sentado en la acera de la vida con su mochila de angustia, su hipoteca impagada, su familia hambrienta y un INEM celulítico de burocracia. Se le ha roto el futuro a ese hombre para siempre desorientado, escritor de currículum inútiles, rompiendo nudillos en puertas herméticas de indiferencia. Todos aparentan esforzarse en promover el primer trabajo. Nadie lucha por adecentar el que  puede ser el último.

Los viejos deben acostumbrarse a ser más viejos. Cuando la sociedad vive idolatrando el becerro de la juventud, la musculatura esteroidea, la alimentación con anabolizantes y en consecuencia la vejez es un delito contra el tiempo que hay que disimular en geriátricos de olvido y abandono, exigimos que el viejo sea más viejo para disminuirle los ahorros que aportó para tener un descanso digno. Si no hay jóvenes a los que explotar, tendremos por lógica que explotar a los viejos. Para algo tienen que servir los inservibles.

Habrá que entregar a los empresarios la sanidad pública para que la conviertan en negocio. Se pueden restringir las estancias hospitalarias, la oxigenoterapia indispensable para beberse la vida a sorbos, las sillas de ruedas para médulas rotas. Ellos saben convertir el dolor en estabilidad monetaria.

Se puede delegar la investigación. “Que investiguen ellos”  A nosotros nos basta con fotocopiar los avances ajenos sin sentirnos campeadores del futuro. Los españoles ya hemos tenido bastantes conquistadores y podemos ahora quedarnos sin sueños de aventura para apoyar la estabilidad del euro.

Tuvimos la costumbre de ser pobres. Sabemos muchos de avecrén de posguerra, de sopa de algarrobas, de chocolate con tierra los domingos. ¿Por qué nos van a preocupar ochocientas mil personas mordiendo el pecho de Caritas, rebuscando como ratas en contenedores vomitados por grandes almacenes? Las viviendas engullidas por hipotecas-basura brindan la posibilidad de vivir en comunión con las estrellas. España es tierra de luz brillante y sol-calefacción.

Los estados son economía. Economía las empresas. Las catedrales del consumo son economía. Los gobernantes son súbditos de la economía, los grandes bancos, sus pastores.  Resulta entonces comprensible que la moneda sea el centro y que todos aportemos la pobreza que nos queda para su sostenibilidad.

Los derechos humanos, la dignidad, la solidaridad, la justicia distributiva, la función social de la riqueza, la deuda de los que más ganan a favor de los nada tienen se han reducido a la marginalidad. No se les puede otorgar preeminencia frente al altar del billete, ante la deidad del banco Central Europeo. Sin ricos no habría sociedad. Sin pobres tampoco. Y como son éstos los que alimentan a aquellos, nuestro deber es fabricar miseria para aportar estabilidad a la estabilidad. Los pobres son esa melancolía que embellece la elegancia de las carteras de piel.

¿Para cuándo la estabilidad del hombre como centro de la exitencia?

http://marpalabra.blogspot.com


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lunes, 6 de diciembre de 2010

El derecho al arraigo

Susana Merino


Un mèdico hondureño de familia aborigen contaba en un relato reciente que su abuela solía decìr que el hombre es del lugar adonde entierran su cordòn umbilical y que el suyo habìa sido enterrado junto a un arbol tipico de la regiòn, lo que de alguna manera claramente significa el arraigo del ser humano a su lugar de origen.

La mayor parte de las migraciones son desde siempre producto de la miseria, agravada en nuestros días por el acoso del hambre, de la falta de fuentes de trabajo y de mínimas perspectivas de supervivencia que impulsan a individuos, familias y hasta comunidades enteras a buscar la subsistencia lejos de la propia tierra. Pero nadie se esfuerza por encontrar respuestas humanamente aceptables a una situación cuyas causas de ser coherente con sus principios nuestra civilización judeo-cristiana debería condenar severamente y tratar de revertir.

Por el contrario antes de buscar los medios para solucionar los problemas en su origen, antes que en remediar las causas de las que son principalmente responsables, los políticos y los gobiernos se centran en atacar las consecuencias que les son incómodas y para ello sí no escatiman esfuerzos. Tal el caso la creación en 2004 en Europa de una sofisticada fuerza policial denominada Frontex, cuyo objetivo es vigilar con sus 115 barcos, sus 27 helicópteros, 21 aviones. 400 radares y sus instrumentos de visión nocturna, vigilancia y comunicaciones toda tentativa de “inmigración ilegal” como si los seres humanos pudieran ser considerados como productos de contrabando, en lugar de dirigir esos esfuerzos económicos a resolver sus bien conocidas causas y no sus no deseados efectos.

Esa políticas junto a la Directiva retorno no hace mucho aprobada por el Parlamento europeo condena a la expulsión a los inmigrantes que sorteando los más duros escollos logran ingresar al continente europeo y que más que castigos merecerían lauros como los deportistas que con menores riesgos para sus vidas triunfan en las carreras de obstáculos.

Con un cinismo mayúsculo los paises del hemisferio norte eluden la responsabilidad que les cabe en la expoliación de las riquezas de los países que se convierten así en expulsores de población, en las políticas de ajustes estructurales, en los tratados de libre comercio cuyas condiciones es harto sabido son por lo general simplemente expropiatorias.

La experiencia europea de los años 60 y 70 puede ser un ejemplo, sin embargo, de cómo la voluntad política puede revertir esa afluencia inmigratoria. La oleada hacia la Europa industrializada fue en el caso de España de dos millones y medio de españoles que se vieron forzados a cruzar los Pirineos en busca de un bienestar que no podían encontrar en su tierra. Sin embargo este proceso pudo ser revertido cuando la CE resolvió crear un Fondo de ayuda que permitiera equilibrar las diferencias económicas entre los países miembros. Esta decisión permitió que los españoles pudieran regresar con gran beneplácito a su solar nativo.

Nunca o casi nunca el tema de las migraciones ha sido analizado desde el punto de vista del ser humano persona o de los grupos humanos impulsados a migrar, cuyo alejamiento forzoso de la tierra natal, de los afectos cotidianos, de su cultura tradicional agrega un componente dramáticamente doloroso e injusto.

En nuestro país y en América Latina las tendencias migratorias tienen fundamentalmente su origen en la falta de políticas, espontáneas o inducidas, que estimulen la permanencia de los habitantes en sus regiones de origen, ya sea mediante apoyos estatales a la producción agrícola, a su diversificación o a la generación de fuentes de empleo locales orientados a la industrialización de dicha producción y a su consiguiente inserción comercial en los circuitos de distribución internos e internacionales.

Por el contrario los actuales procesos agroindustriales tendientes a la concentración de la tierra y de la producción en pocas manos ha acrecentado la tendencia migratoria hacia los centros urbanos y es la principal causa de formación de los cordones periurbanos de indigencia extrema en los que la mayoría de sus habitantes pasan a integrar la economía sumergida olvidando su dignidad y sus derechos.

Los migrantes han sido siempre, y siguen siendo producto de duras e injustas condiciones de vida pero en las que también ocupaban un lugar, el medio natural que les vio nacer y al que estuvieron ligadas sus primeras vivencias, los lazos de amistad anudados durante la juventud, los afectos familiares, el ambiente en que se fue modelando su vida moral, intelectual, espiritual, sus raíces en definitiva, que nada ni nadie puede reemplazar.

Migrar no solo es renunciar a esas vitales bases espirituales sino imponer a los que se quedan castigo similar privando a los hijos del fecundo aliento de los mayores y a los mayores del renovado impulso de los más pequeños. Emigrar debe ser fundamentalmente una elección individual, personal, meditada y nunca una huida desesperada hacia un futuro incierto, aleatorio y en la mayor parte de los casos seguramente no deseado.

En la mayor parte de los foros y reuniones internacionales en que se debate el problema de las migraciones se suelen tratar los problemas que se le presentan al inmigrante en el país de acogida. Su masiva presencia genera en las poblaciones locales intolerancia, recelo, desprecio, desconfianza y hostilidad ya sea de carácter cultural o laboral que suelen convertir al inmigrante en una especie de “chivo expiatorio” de todas las calamidades que pudieran manifestarse en el seno de la comunidad pero en casi ninguno o creo que ninguno se destaca lo inadmisible de tener que aceptar pasiva y compulsivamente entre dos únicas opciones, emigrar o perecer o lo que es aún peor perecer emigrando como sucede en los cayucos que frecuentemente naufragan en las peninsulares costas del Mediterráneo o en las proximidades de las islas Canarias.

Crecen el racismo y la xenofobia. Las mayorías se sienten amenazadas pero las minorías reclaman vivir en esa sociedad en que también se sienten amenazadas y para lograrlo suelen tejer redes de reciprocidad que reemplazan a cualquier, existente o potencial, política de acogida. No otra cosa son los centros de residentes, que por país de origen, región y hasta ciudad o pueblo, proliferan en muchas aglomeraciones urbanas.

En la Federación Argentina de colectividades (FAC) existen 62 colectividades registradas, de las cuales un 20% tienen publicaciones propias. Algunas como la bolivianas representan a los más de 2 millones de inmigrantes de esa procedencia.

Los paraguayos una publicación mensual que según su director “apunta a todo lo que interesa, afecta y conmueve a la comunidad paraguaya residente en la Argentina”
Los croatas y los eslovenos, los coreanos, los árabes, los lituanos también las tienen, sin omitir las más antiguas como el “Buenos Aires Herald” y el “Argentinisches Tageblatt, nacidos en 1876 y 1889 respectivamente

Esta fuerza centrífuga, impulsada por la ilusoria atracción de mejores niveles de vida, ha venido concentrando en las últimas décadas, ingentes masas de población en la periferia de los centros urbanos latinoamericanos. Hombres y mujeres procedentes de los más recónditos lugares de cada país y de los países vecinos se han desplazado en esperanzada peregrinación hacia las ciudades en las que las promisorias perspectivas terminan en dolorosas e irreversibles frustraciones.

Quienes sufren el amargo síndrome del desarraigo han perdido así uno de los derechos humanos fundamentales: el derecho a nacer, crecer, vivir, multiplicarse y envejecer en el propio terruño, valorando el legado de sus antepasados, prestándole continuidad.

“La migración debe ser una elección libre” esa es la UNICA OPCION aceptable. De otro modo estaremos convalidando la continuidad de un sistema cuyo único objetivo es la acumulación de ganancias. El capitalismo no solo genera desequilibrios económicos concentrando la riqueza en pocas manos sino que destruye las bases mismas de la supervivencia y de la convivencia humana. Ni las mejores leyes, derechos y garantías pueden suplantar ni compensar la aniquilación de uno de los derechos humanos fundamentales, que si bien ha sido omitido en la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, constituye la base misma de la estructura familiar y social: EL DERECHO AL ARRAIGO

http://desdemimisma.blogspot.com/2010/08/el-derecho-al-arraigo.html

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sábado, 20 de noviembre de 2010

Entrevista a José Mujica, Presidente de Uruguay

Mauricio Cavallo

La entrevista a José Mujica, Presidente de Uruguay, fue realizada el miércoles 17, en Guayaquil, Ecuador, en el hotel Hilton Colón, minutos antes de partir hacia Montevideo luego de una visita de dos días que realizó al mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.  Se publicó en el diario LA República, de Montevideo, el jueves 18.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa ha dicho públicamente en estas horas que Uruguay es el país más equitativo de América Latina, sin embargo, usted en varias ocasiones ha manifestado la necesidad de repartir mejor la riqueza, y ha solicitado a sus ministros que trabajen en ese sentido. ¿Cuál es su fundamento al respecto?

Todo depende del punto de comparación. Si tomo mi sociedad y la historia de mi país, entonces saco una conclusión, pero si realizo un cotejo de América Latina obtengo otro.

Desde luego en el contexto de América Latina, Rafael Correa, que es economista y de fuste, educado en la Universidad de Lovaina, hace una apreciación que por el nivel medio de desarrollo, pero además por la equidad, Uruguay es el país más desarrollado de América Latina, porque coloca ese factor: la equidad.

Ahora, si nosotros nos dormimos en la siesta tropical de compararnos con América Latina, que es el continente más injusto que hay arriba de la tierra, vamos mal. Tenemos que compararnos con nosotros mismos, con nuestra propia historia y compararnos con continentes que están mejor.

Si nos comparamos con Europa, apenas empardamos con Portugal y vamos corriendo de atrás, no quiero pensar en Suecia o Noruega, esto quiere decir que nos queda mucho terreno para recorrer.

¿Qué le ha solicitado a sus ministros para poder revertir o mejorar esa situación?

Tenemos que buscar medidas de carácter económico.

¿Pero el Presupuesto Nacional no es una buena herramienta?

Sí, lo es. Y la política fiscal es la otra herramienta. Es decir: cómo se distribuye la carga impositiva en una sociedad. Ambas son herramientas básicas. Sin embargo, siempre tienden a quedar postergados sectores de la sociedad que nos reclaman tener políticas activas, directas y bien focalizadas para poder atenderlos, porque de lo contrario quedan desenganchados.

Una vez hubo un señor gobernante uruguayo, no importa quién, que se ufanaba por el consumo de automóviles y el nivel de exportaciones. Pero al que está viviendo en una casa de lata le importa poco el Producto Bruto Interno y las importaciones.

Entonces, ¿qué puede realizar el gobierno para mejorar la riqueza, al margen de Presupuesto ya que en él está determinada la vida económica del país por los próximos cuatro años?

Está determinada en parte, pero en el fluir de la vida económica si notamos carencias tenemos que entender que si la economía nos permite, porque esto no es absolutamente matemática, tenemos que desviar recursos para atender esas situaciones sociales. El Presupuesto es el croquis fundamental, como la estructura, pero después la realidad cambia a favor o en contra. Si la bonanza continúa nosotros no debemos perder de vista la cuenta social que tenemos por delante. Allí es donde radica el problema.

De todas maneras se avizora para el próximo año, a nivel mundial, un panorama complejo desde el punto de vista monetario. ¿Qué previsiones está tomando el gobierno?

Lo estamos discutiendo. Es un problema difícil y para nosotros es muy importante lo que haga Brasil, y tenemos que estar expectante. Hay comentarios de una futura devaluación. Tenemos que plantear un conjunto de alternativas, pero no tenemos ninguna decisión tomada.

¿Por qué motivo le ha dicho a los líderes de los distintos sectores del Frente Amplio: "Están conmigo o en mi contra"?

No fue precisamente así. Dije que si se estaba con el gobierno había que estar integrado a él y a sus políticas, y sino...

¿Ha sentido que le han fallado?

No. Pero hubo toda esta discusión del proyecto interpretativo de la Caducidad y todo lo demás. La unidad (del Frente Amplio) trepidó. Es un dato objetivo de la realidad, y otro tanto le puede pasar al gobierno, entonces es bueno poner las bardas en remojo.

Mauricio Cavallo. Periodista. Enviado especial del matutino LA República para cubrir la visita de José Mujica en Ecuador.

PreNot 9214-101119
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=9214


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jueves, 29 de abril de 2010

Un modelo de acumulación y consumo insostenible

Patricio Guzmán

El FMI ha entregado nuevas proyecciones de crecimiento mundial, en las que proyecta un crecimiento global de 4,2% en 2010, y un crecimiento ligeramente mayor de 4,3% en 2011. La institución ha señaló que la recuperación ha sido desincronizada, aunque más rápida y fuerte de lo que había esperado  previamente, por lo que su nueva estimación es mayor en más de un punto a la proyección previa de octubre de 2009.

Las estimaciones de crecimiento de la mayoría de las economías, especialmente EE.UU., Unión Europea y las economías emergentes de mercado. No obstante, en conjunto, las economías avanzadas tendrán un bajo desempeño, permaneciendo aletargadas, pero las economías emergentes en desarrollo se recuperaran más fuertemente. No es así con el desempeño esperado de la llamada ‘Europa emergente’ y el CEI.

Sin embargo, el FMI advierte que en este crecimiento esperado la recomposición de los inventarios globales representara una porción significativa, lo que puede resultar en un relanzamiento temporal. El FMI proyecta un crecimiento en 2019 de 3,1% para EE.UU, 1% para la Eurozona, 1,9% para Japón, 10% para China, 8,8% para India, y 5,5% para Brazil.

Hasta ahora, se trata sin embargo de un crecimiento con desempleo persistente a nivel global, endeudamiento público, y déficit fiscal. Además en la primera economía mundial, los Estados Unidos, persisten los desequilibrios comerciales y del presupuesto fiscal, que amenazan pasar el límite  manejable. De manera que no se puede esperar que vuelva a jugar el papel de locomotora del crecimiento global que tuvo en el pasado, y que China en el mejor de los casos solo puede llenar parcialmente por la extrema debilidad de su demanda interna.

En América Latina al buen desempeño relativo de la economía brasileña, hay que sumar el dato que Perú y Chile estarán entre los más beneficiadas por el crecimiento de China, y la recomposición global de inventarios, ya que asegurará un alto precio de los minerales, commoditties que constituyen sus principales exportaciones y fuente de divisas.

Mientras Alemania, y  el centro de la Unión Europea, muestran recuperación, y han salido de la recesión. La Euro zona en la Unión Europea  atraviesa problemas mayores, y ahora está en duda que pueda sobrevivir en su forma actual. El déficit fiscal griego se ha escapado de control, y el gobierno para imponer las políticas de austeridad severa, recortando el público, y hacer recaer sobre la clase trabajadora y otros sectores medios el costo se ha topado con la decidida resistencia social, que ha terminado por arrastrar a los sindicatos a la huelga general. Nuevas estimaciones del Eurostat, el organismo de estadísticas europeo, han subido un punto el déficit fiscal griego en 2009, de un calculo anterior del 12.9% del PIB al 13.9%, con riesgo que suba más. De acuerdo con las malas perspectivas, la clasificadora de riesgo Moody  redujo el ratio soberano de Grecia a A3, y la calificadora Fitch de BBB+ a BBB-.

Pero Grecia es solo un adelanto de problemas mayores por venir. A los ‘PIGS’, suceden ahora los  ‘STUPIID’ acrónimos peyorativos que identifican a los países en mayores problemas, el primero a Portugal. Irlanda, Grecia y España; el segundo a España, Turquía, Gran Bretaña (United Kingdom), Portugal, Islandia, Irlanda y Dubai. La mayor amenaza, que podría implicar el relanzamiento de la crisis financiera, al menos a escala europea, está en España. Este país seguirá en recesión durante el año 2010. El maquillado desempleo oficial bordea el 20%, y entre los jóvenes llega a cifras del 40%.

En cuanto a la situación en Europa del Este y Rusia,

La mayoría de los países de Europa del Este y Rusia están colapsados o están al borde de una situación crítica. Rusia está atravesando una situación económica que algunos han calificado peor que la debacle que siguió a la disolución de la antigua Unión Soviética, Latvia (Lituania) en el báltico está quebrado. Las únicas excepciones ha esto parecen ser Hungría y Polonia.

La situación de China preocupa de sobremanera a los analistas, su espectacular crecimiento en el 2009, y anunciado para el 2010, le otorgan un papel de primera línea para arrastrar otros sectores de la economía mundial. Pero vive una etapa de evidente ‘sobrecalentamiento’; exceso de masa monetaria, especulación, sobreendeudamiento, inversiones de dudosa rentabilidad futura, amenaza de explosión de la numerosas ‘burbujas’ de sobreprecios , especialmente en los mercados inmobiliarios y bursátiles. Lo que sucede en los próximos meses con esta economía asiática será decisivo para el curso económico y social del planeta.

El sistema financiero internacional no ha sido reformado profundamente, más bien lo contrario puede decirse. La gran banca mundial conservó suficiente poder e influencia para bloquear hasta ahora la reintroducción de regulaciones, como la separación entre banca de inversiones y banca comercial, impidiendo ‘conflictos de intereses’.

Lo que buscaba impedir las ‘malas prácticas’ especulativas, y la manipulación de mercados derivados y futuros especialmente. En otras palabras, la recuperación actual va de la mano con el fortalecimiento de las prácticas especulativas, asociadas a la aparición de múltiples ‘burbujas’ de sobre valoración de precios, que amenaza con una nueva crisis financiera. Esto lo advirtió el presidente Obama, para presionar al congreso a la aprobación de  sus propuestas respecto a la banca.

La gravedad de la crisis financiera y económica global ha ocultado en los grandes medios de comunicación, la gravedad de la amenaza medioambiental catastrófica, entrelazada con la primera en sus causas profundas, y en los impactos económicos y sociales inmediatos y en el largo plazo.

 A la crisis económica global, hay que añadir la crisis medioambiental, Una evaluación seria de las perspectivas económicas, no puede dejar de lado la catástrofe medioambiental que nos amenaza, en particular el calentamiento global y sus consecuencias.

El modelo de consumo asociado a la acumulación de capital y crecimiento económico actual es insostenible, numerosos estudios señalan que en unos cuantos años comenzaría el agotamiento de los recursos naturales como el gua dulce, y minerales como el uranio, platino, oro, plata, cobalto, plomo, manganeso, mercurio, molibdeno, níquel, estaño, tungsteno y zinc. Replicar el consumo y desperdicio de los países desarrollados significaría más recursos naturales de los que posee todo el planeta.

 “Ya se está observando que los océanos se están calentando con más velocidad debido al derretimiento de los glaciares árticos y el aumento de la emisión del gas metano del hielo que se está fundiendo rápidamente. Los investigadores avisan que un incremento de un 1º C podría terminar con la meta de la Unión Europea (UE) de disminuir las emisiones del dióxido de carbón por 92 millones de toneladas por año.” Están apareciendo desiertos de vida marina,  se ha anunciado que la disminución de oxigeno en el agua ha provocado la aparición de manchas en el mar donde no vive zooplancton, ni como consecuencia peces u otras criaturas conectadas en la cadena alimenticia basada en el zooplancton.

Ahora que hemos celebrado el Día Mundial de la la Tierra es bueno tomar conciencia, que la sola carrera por volver a altas tasas de crecimiento no solucionará  los problemas de fondo, el relajo de controles y restricciones medioambientales motivado por la recesión, más bien los puede agravar. Y estos son solo algunos problemas medioambientales con impacto económico directo, y los más afectados son los países pobres, y las poblaciones más vulnerables en el planeta. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

http://www.rebelion.org/noticias/chile/2010/4/un-modelo-de-acumulacion-y-consumo-insostenible-104873

miércoles, 17 de marzo de 2010

“Pretendemos que la riqueza se distribuya democráticamente”

Susan George entrevistada por Isaac Pons de Rosa

El planeta tendrá capacidad para salvarse. Es el ser humano el que no sobrevivirá.

Durante los dos últimos días se han celebrado las XII Jornadas del Fons Menorquí de Cooperació, un evento que este año ha llevado por título “La crisis de la globalización: ¿oportunidad o fracaso?”. Si el viernes se contó con la participación del ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, en la sesión de ayer intervinieron otros ponentes. Fue el caso de Susan George, doctora en Ciencias Políticas y licenciada en Francés y Filosofía, y que es la presidenta de honor de ATTAC, una organización internacional que pretende organizar la sociedad civil para frenar la “dictadura de los poderes económicos ejercida a través de los mecanismos de mercado”, una tarea a escala internacional que exige organizarse localmente para actuar a escala local y global. Susan George (Ohio, Estados Unidos, 1935) adquirió la nacionalidad francesa en 1994. Es presidenta del comité de planificación del Transnational Institute de Amsterdam, y entre 1999 y 2006 fue la vicepresidenta de ATTAC Francia.

¿Cómo se puede definir la situación de crisis mundial actual?

Yo explico la situación actual como si fueran varios círculos concéntricos. Hoy en día, el círculo mayor y más importante son las finanzas, que es el que dictamina todo lo demás. El segundo círculo es la economía, la economía real, la que produce bienes y servicios y que depende de la financiación. El 80 por ciento de la economía se destina a financiación, a producir dinero. En cambio, éste no va a parar a la producción real de bienes y servicios. Las empresas están subfinanciadas, una de las principales causas del crecimiento del paro. Después de la crisis, los bancos no están prestando dinero a las empresas para que produzcan bienes y servicios reales. Al contrario, se guardan el dinero, no conceden créditos o, en todo caso, piden muchos requisitos para prestarlos con unas condiciones draconianas.

¿Y en qué circulo se ubica la sociedad?

La sociedad es el tercer círculo, que realmente depende de la economía y las finanzas, de manera que, al final, la sociedad se convierte en la subsidiaria de la economía. Y por debajo de la sociedad, el cuarto círculo concéntrico, el de menor importancia, es la tierra, el planeta, la biosfera. Para la economía es vista, simplemente, como el lugar de donde se extraen las materias primas y donde se dejan los residuos.

Una sociedad que, según los científicos, está destruyendo el planeta. ¿Es irreversible?

El tiempo que llevamos aquí en estas jornadas se ha perdido biodiversidad, unas veinte especies definitivamente. ¿Irreversible? ¡Seguro que sí! Lo es, aunque a priori parezca que la pérdida de pequeñas especies, de insectos, no tenga mayor importancia. Es irreversible porque la conjunción de las pérdidas de todas esas especies altera el ecosistema.

¿Se puede decir que la tierra tiene fecha de caducidad?

El planeta tendrá capacidad para salvarse. Es el ser humano el que no sobrevivirá. La tierra seguirá girando sobre sí misma y alrededor del Sol. Si lo ha hecho durante cuatro millones y medio de años, lo seguirá haciendo. La cuestión es con quién y cómo.

Si es así, ¿qué se puede hacer para frenar esta tendencia en la que priman las finanzas y la economía?

Una de las Soluciones Nuestras que proponemos se refiere a lo más difícil que se le pide a la Humanidad, que desde la sociedad civil se invierta el orden de estos círculos concéntricos. Así, la naturaleza, el planeta sería el círculo más importante. Para sobrevivir hay que aceptar varios condicionantes que nos propone el entorno, climáticas. El ser humano depende de la biodiversidad del entorno, hay cuestiones a las que no puede responder la tecnología. Luego, en el mundo que esperamos poder construir, la sociedad sería el segundo círculo. La sociedad debería tener el derecho y la capacidad de decidir democráticamente su funcionamiento, bajo qué criterios, con qué reglas y normas. Luego, el siguiente círculo sería la economía, para que desde la sociedad emanen las normas de la economía, porque sin la economía ninguna sociedad puede gestionarse. A fecha de hoy, la riqueza está concentrada en un grupo muy minoritario de gente. Nosotros pretendemos que se distribuya democráticamente. El desajuste entre los que tienen menos y los que tienen más es de uno a cien. Se sabe cual es el subsuelo de la pobreza, pero nunca se ha puesto un límite para la riqueza. Deberían reducirse las diferencias para que éstas nunca fueran superiores de uno a quince. Por último, las finanzas que ahora dirigen la sociedad deberían convertirse en una herramienta de gestión económica al servicio de la sociedad. Sería el cuarto círculo.

¿Para llevar a cabo estos cambios será necesario el trabajo de todos los países?

En mi intervención en estas jornadas no profundizo en la gestión del G-20, tan sólo digo que todas las propuestas que hacen son falsas e insuficientes.

¿Qué soluciones hay?

La primera que proponemos es que en la sociedad civil, que está fragmentada, haya alianzas. Primero hay que identificar al enemigo común, el neoliberalismo. En los últimos treinta años el neoliberalismo ha definido la economía y las finanzas. Hace falta que la sociedad haga un trabajo en común, asociaciones que ya existen, ecológicas, en defensa de la mujer, de la paz, para la cooperación, sindicatos, asociaciones agrarias, ATTAC … juntas deberían constatar que el neoliberalismo es el único enemigo.

Siempre se ha dicho que el poder está en manos de unos pocos…

Hay un pequeño grupo, la clase Davos, que se empeña en mantener su “status quo”. Recibe el nombre de la ciudad suiza donde esa gente se reúne cada mes de enero. Es un grupo selecto, internacional, que tiene unos intereses de clase diferentes a los del resto de la sociedad. No es que hagan una conspiración, sólo defienden sus intereses y están mucho más organizados. Al contrario del grupo de Davos, nosotros, el resto de la gente, y aunque somos más numéricamente y tenemos la tecnología y el conocimiento necesario, e incluso disponemos de dinero entre todos, no estamos organizados para actuar juntos.

¿Cómo se puede superar el poder del grupo de Davos?

Aunando todas las fuerzas es posible. Una de las soluciones es que estén socializados todos los bancos que han recibido dinero. Deberían estar obligados a dar préstamos con intereses muy bajos, sólo los necesarios para cubrir gastos, a pequeñas empresas que prioricen proyectos verdes y a aquellas iniciativas con un componente ecológico, casas de autosuficiencia energética o para comprar coches ecológicos. Y para superar el problema del paro se pueden hacer inversiones relacionadas con energías alternativas y proyectos ecológicos encaminados a reducir el CO2, iniciativas que, de por sí, ya crean empleo.

Usted decía que existe excesiva diferencia entre ricos y pobres. ¿Podrían contribuir los ricos en la mejora de la situación global?

Proponemos instaurar una tasa sobre las transacciones internacionales y sobre las operaciones de cambio de moneda. Significaría poner una tasa a todo el sistema financiero, que es el que invierte su dinero para crear más dinero pero que nunca recae sobre la economía real y productiva. En 2009, sólo en la bolsa de Nueva York se hicieron 46.000 millones de transacciones. Sólo que cogiéramos esa tasa al 1 por mil tendríamos unos 46 millones de dólares. Eso sin contar los cambios de moneda, que suponen más de 3.000 millones de dólares al día. Todo lo que se recaudaría con esta tasa se repartiría entre las necesidades sociales de los países donde se hacen esas transacciones, en fondos de desarrollo que servirían para evitar que se creen paraísos fiscales, y en la lucha contra el cambio climático. Porque nunca hemos sido tan ricos, hay mucho dinero. Es falso que no lo haya para invertir en educación y sanidad. Hay dinero pero se decide no invertirlo ahí.


Isaac Pons de Rosa Menorca.info
16 Marzo 2010 | Noticias ATTAC |

http://www.attac.es/pretendemos-que-la-riqueza-se-distribuya-democraticamente/



domingo, 17 de enero de 2010

Francia 2010. El peligro Sarkozy y el sarkozismo

Hugo Moreno

 
A Daniel Bensaïd, fallecido el 12 de enero, con quien tuve muchas diferencias, pero compartí siempre la idea que sólo el socialismo puede impedir la barbarie. Al compañero de siempre.


El próximo 14 de marzo tendrán lugar las elecciones regionales. Se disputará entonces la administración de 26 Regiones, 22 de las cuales corresponden a la Francia metropolitana. Actualmente, vale recordar, 21 están bajo control de la izquierda, resultado de las elecciones de marzo 2004. Aunque en un sistema centralizado como el francés, dominado por el poder presidencial y un legislativo con mayoría hegemónica de la derecha, las cuestiones esenciales se deciden en esos ámbitos, y no en el poder regional, se trata sin embargo de una batalla de suma importancia. Entre otras, nada menos que de una oportunidad política de primer plano para frenar la ofensiva reaccionaria y quizá derrotar un poder autoritario en construcción.

El gobierno continúa aplicando su política devastadora contra todas las conquistas económicas y sociales obtenidas por luchas de generaciones. El término “ruptura”- muletilla de Sarkozy y sus ministros - tiene un significado profundo, más allá de su formulación demagógica y de la mediocre figura de los personajes. Estamos efectivamente ante una situación de ruptura, cuyo eje es la implantación del neoliberalismo como orden político, económico y social, y el desmantelamiento y entierro definitivo del “pacto social de 1945” elaborado por el Consejo Nacional de la Resistencia.

Minimizar la envergadura de esta empresa sería un error. Se trata, nada menos, que la tentativa para modelar y afirmar una República conservadora y reaccionaria en todos los planos. Es decir, una “contrarrevolución” política, cultural, ideológica, sin precedentes. Se la puede resumir en la exaltación de los “nuevos valores”: Trabajo, Familia, Nación, en detrimento del viejo lema de la república social: Libertad, Igualdad, Fraternidad... Basta recorrer los discursos de Sarkozy y de sus ministros-secuaces para encontrar estas referencias y su fuente ideológica, próximos del  “Estado Francés” de Petain hasta en sus rituales y símbolos.

Las amalgamas son siempre peligrosas, pero esta referencia no está fuera de lugar. Sarkozy y el sarkozismo representan la revancha histórica de lo más retrógrado de la Francia contemporánea. Ese es el sentido profundo de la “ruptura” preconizada. No es un eslogan demagógico, ni una mentira, sino una estrategia concebida y orquestada por las fuerzas sociales que utilizan Sarkozy y su gobierno como “ejecutores”. Se trata, además, de una remodelación de la derecha política en su conjunto. El autoritarismo y la sumisión al modelo neoliberal es el medio para aglutinar a las clases dominantes, con su carga de demagogia y recuperación, recurriendo al arsenal de la extrema derecha o cooptando personal político “a la izquierda”. El flamante “Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional” – dirigido por el ex-socialista Eric Besson- es un claro ejemplo, así como la xenofobia, la destrucción de conquistas sociales, la integración a la Europa burlando la voluntad popular de 2005, la reintegración en el Comando Estratégico de la OTAN.

Contener y derrotar esta política y sus designios se presenta, pues, como un  objetivo común para todas las fuerzas políticas y sociales que defienden los valores de una república democrática contra el poder autoritario que se esboza.

Desde la gran huelga general del sector público de 1995, hasta la fecha, la oposición a este proyecto no ha cesado. La resistencia obrera, y de los asalariados en general, sin lograr imponerse, ha limitado la política del gobierno. A mediados de su mandato, Sarkozy conoce una caída estrepitosa de su popularidad: apenas un 32 % de opinión favorable, según los últimos sondajes. Una mayoría de la población tiene, pues, consciencia que la política actual conduce a un callejón sin salida: el cierre de empresas, la desocupación, la exclusión y la marginalidad social. No hay día sin que se produzcan cierres de empresas y despidos, pero también sin que aparezcan movimientos y luchas, a veces encabezados por las organizaciones sindicales, otras por la iniciativa desde abajo que nutre la solidaridad y la resistencia. Sin embargo, la participación en los movimientos de reivindicación económica y social no son suficientes.

El desmantelamiento del sector público, la hegemonía del mercado, la privatización, la competencia, la transformación de la cultura y el saber en una mercancía, encuentran una masiva oposición, pero ésta finalmente no cambia el curso para frenar la ofensiva. Uno de los últimos ejemplos ha sido la resistencia contra la LRU (la ley de “autonomía” de las universidades). Durante meses el conjunto del mundo universitario se movilizó, sacó a las calles a miles de docentes, estudiantes, personal administrativo, en un combate ejemplar. Sin embargo, no encontró los medios para imponer su legítimo reclamo: la ley fue votada en pleno verano, y se aplica. Se gana en las calles, pero las decisiones del poder se imponen. La fragilidad del movimiento social se traduce – como causa y efecto – en la ausencia de una alternativa.

Esta es una de las razones que permiten a Sarkozy continuar con su política, aún careciendo su gobierno del consenso necesario. Solo le queda para recuperar terreno levantar el espectro del “miedo” – de los miedos varios – y de presentarse como el partido del orden. “Hay que terminar con la herencia de Mayo 68”, decía en uno de sus discursos. Su intuición de político oportunista y reaccionario le hacía percibir el temor a la revuelta. La estigmatización de la “canalla” de los barrios marginales, que Sarkozy prometía “limpiar al Kärcher”, no fue un exabrupto o un juego de palabras, sino que quería dejar claro el designio de las nuevas clases peligrosas.

El tema de la seguridad, el refuerzo de los controles policiales, la intolerancia, la exigencia a la sumisión, la recuperación de valores de la vieja derecha reaccionaria, son piezas de una estrategia. Su objetivo es una sociedad atomizada, sin libertades, o al menos, con libertades cercenadas y controladas. Una sociedad con ciudadanos reducidos a consumidores - el “hombre-mercancía”- donde “el mercado” supuestamente separa el buen trigo de la paja, los “buenos” de los “malos”. Los primeros son los ganadores, el “trabajar para ganar más”, los que se someten a las reglas y la autoridad de los patrones, los que se esfuerzan para obtener el mérito, en una competencia despiadada que condena el resto a la marginalidad. “El que no posee un Rolex a los 50 años es un fracasado”, dijo Jacques Seguela, experto-publicista al servicio del poder de turno. Esa es la ideología simplista y peligrosa de Sarkozy y del sarkozismo. No se trata sólo de puro cinismo, sino el contenido real de una política sometida al capital y a sus actuales exigencias.

Esta situación plantea la necesidad de generalizar la resistencia en todos los niveles, así como combatir la desesperanza generalizada fruto de la crisis, la desocupación, la precariedad. En otras palabras, encontrar las vías para reconstruir la sociabilidad y la solidaridad de los oprimidos que nutren el combate político y social. Las luchas contra el capitalismo no pueden librarse sólo en el terreno económico y social, con las huelgas y movilizaciones – cuya importancia es decisiva, por cierto - sino también utilizando las formas democráticas que aún persisten. La política - en el sentido noble del término - no puede dejarse en manos de los aparatos y sus “expertos”. Tiene que ser reapropiada por la sociedad entera, por los oprimidos, por los de abajo. Eso implica una movilización para superar el sentimiento nefasto – aunque legítimo – del “son todos iguales”, que es un vacío que puede llenarse con cualquier cosa, no siempre progresista.

Las elecciones del 14 de marzo son una oportunidad para golpear y derrotar el sarkozismo, y al mismo tiempo, un paso en la socialización necesaria de la política. ¿Se encontrarán las fuerzas, las formas de organización y las alianzas necesarias para derrotar a la derecha reaccionaria, condición para ofrecer una alternativa de izquierda creíble?

Esa es la encrucijada en que se encuentran las izquierdas. Desde la izquierda incorporada al sistema (convertida al social-liberalismo),  hasta la reformista tradicional (cuyo peso sigue siendo importante), pasando por otras variantes como la “izquierda de la izquierda”, hasta la radical anticapitalista. En todo caso, para los que aún defienden una perspectiva de cambio social, ¿cómo reconstituir o refundar una alternativa realmente socialista? Es difícil, o vano, tratar de encontrar una fórmula mágica. En cambio, aparece claro que la política del frente único – reagrupando las fuerzas que se reclaman de la izquierda y del socialismo - mantiene toda su vigencia. Sin concesiones ni alianzas espurias, ni tampoco ilusiones, hay que ganar un espacio imponiendo una derrota política a la derecha. Cualquier otra política no puede conducir sino al fracaso, a reforzar la ofensiva de la derecha y, por consiguiente, al aumento de la desmoralización. Vale recordarlo, al menos para evitar viejos errores, aún cuando se presenten recubiertos con nuevos oropeles.

Los representantes del capital han abandonado toda idea de compromiso. Adoptaron hace tiempo el objetivo de propinar una derrota definitiva al movimiento popular, condición para la estrategia del neoliberalismo económico-social. Ese es el designio explícito de Sarkoky cuando se presenta como el jefe incontestable de toda la derecha. Hay que terminar con el “complejo político de ser de derecha”, dijo, con su arrogancia habitual. Si puede llevar a cabo su proyecto, es otra cosa: nada es fatal ni está determinado por leyes eternas e inmutables. El resultado depende siempre de la relación de fuerzas, como es sabido. En todo caso, la amenaza y el peligro que representan Sarkozy y el sarkozismo, son reales. No puede minimizarse ni el personaje, lindero con el ridículo en sus dichos y gesticulaciones, ni a sus ministros, aunque sean un grupo de secuaces ineptos. Disponen del poder, el dinero, los medios, las armas y también, factor importante, la decisión de utilizar todos los medios a su alcance.

Desmitificar el discurso y la acción del sarkozismo, resistir y combatirlo en todos los terrenos – económico, social, político, cultural – es un imperativo. Al mismo tiempo, una cuestión de supervivencia para impedir la barbarie que acecha y, en parte, ya está desencadenada. Caso contrario, habrá que adaptarse para vivir y luchar en estos nuevos “tiempos tenebrosos”, como decía Bertolt Brecht para su época.

Hugo Moreno, miembro de la redacción de Sin Permiso, es docente-investigador en ciencias políticas en la Universidad de Paris 8.

http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3033



lunes, 21 de diciembre de 2009

El robo de la gran tienda

Pepcastelló

Cuento de Navidad

Es mitad de diciembre, casi ya Navidad, tiempo de esperanza según la tradición cristiana. El público acude a los comercios a proveerse de regalos. Estamos en una tienda de gran superficie, perteneciente a una cadena de ámbito internacional especializada en útiles y vestimenta para diversas actividades deportivas. La gran nave está abarrotada de mercancía y de gente. Las dependientas no dan abasto a atender lo que les piden, por lo que el público se las arregla como puede para encontrar lo que busca. Todo el mundo remueve las estanterías repletas de género, aunque sin demasiada idea de donde tiene que buscar.

Quien vigila a través de las cámaras ve un cliente que por su aspecto le parece sospechoso y decide observar atentamente sus movimientos, en previsión de que pudiese ser un ladrón. La gran densidad de gente hace difícil ver lo que en realidad hace cada cual, pero aun así el vigilante concentra su atención en ese joven, dispuesto a evitar que hurte nada.

Al cabo de un rato, después de recorrer diversas zonas de la tienda sin que aparentemente haya encontrado lo que buscaba, el joven sale por la puerta de “salida sin compra” y se dirige a la “salida al exterior”. El encargado de las cámaras, persistiendo en su sospecha, activa el cierre de las puertas y avisa a un guardia de seguridad, quien se acerca al joven y tras un breve intercambio de palabras trata de hacerlo entrar en un cuarto contiguo. El joven se niega. Discuten, forcejean... y el guardia va a parar al suelo. En aquel momento un espontáneo surge de entre el público y arremete contra el joven, lo que da tiempo al guardia a incorporarse y volver a la pelea. Entretanto ha sido alertado otro guardia de seguridad de la empresa y entre ambos y el espontáneo sujetan y maniatan al “sospechoso”. Lo arrastran hacia el cuarto, se encierran dentro y a poco aparece una patrulla de policía que entra también en el cuarto y cierra tras de sí la puerta.

Todo ha concluido. El orden ha sido restablecido. Alguien apunta que una buena paliza y un tiempo entre rejas enseñarán a ese desgraciado a respetar a los agentes de seguridad. La paz es un bien estimable. El orden y las fuerzas que lo garantizan merecen todo nuestro apoyo. Los atentados a la propiedad privada de las grandes cadenas de tiendas debieran ser considerados acciones terroristas, por cuanto que alteran la paz y subvierten el orden establecido.

Pasado ya el susto, la gente vuelve a entregarse a la grata tarea de comprar sus regalos navideños, puesto que sin ellos no se concibe hoy la Navidad en nuestra “civilización occidental cristiana”.

Tiendas como la presente contribuyen a mantener la ilusión navideña un año tras otro en nuestra opulenta sociedad sin que nos lleguen los pesares de quienes dejan su vida en jornadas agotadoras de trabajo para ganar un mísero sustento. Lejos nos quedan las maquilas y la miseria de quienes en ellas trabajan en régimen de explotación, de esclavitud casi, sin derechos laborales, donde el menor reclamo conlleva el despido inmediato y las reivindicaciones colectivas son tenidas por alteraciones del orden público y reprimidas como tales por la policía.

Cierto que, si bien se mira, ese orden que impone la pobreza a millones de seres humanos equivale a robarles la vida en beneficio nuestro. Pero desde la perspectiva de la moral capitalista que nos rige no hay que tener por ello cargos de conciencia, porque el robo de esas vidas no es robar sino “crear riqueza”.

Entonemos pues aleluyas y gocemos de los beneficios que el “sagrado” orden establecido nos reporta. ¡Qué duda cabe de que vivimos en el mejor mundo posible!

¡FELIZ NAVIDAD!

Pepcastelló

Este artículo ha sido publicado también en:
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4211
http://www.kaosenlared.net/noticia/el-robo-de-la-gran-tienda
http://www.mercosurnoticias.com/index.php?option=com_content&task=view&id=34219&Itemid=30




domingo, 20 de diciembre de 2009

La movilidad social ya no es ascendente, sino descendente

Esteban Hernández

La conclusión de expertos de toda Europa es clara: “vivimos peor que nuestros padres y nuestros hijos vivirán peor que nosotros”. El descenso social está amenazando a unas clases medias airadas y desorientadas que no saben cómo afrontar su futuro. Como subraya José Félix Tezanos, catedrático de sociología de la UNED y director de la Fundación Sistema, “nos hallamos ante un cambio de consecuencias imprevisibles”. El declive de las clases medias tiene que ver con la crisis (“quien posee mayores recursos siempre tiene reservas para los malos momentos, mientras que las capas medias se caracterizan por vivir al límite de sus posibilidades”), pero también forma parte de un panorama más amplio, el de una movilidad social descendente que resulta novedosa en las sociedades occidentales.

Según Tezanos, hemos entrado en una época en la que los hijos tienen menos oportunidades que sus padres y donde las situaciones de necesidad actuales son paliadas gracias a los recursos familiares, “pero cuando éstos se agoten (porque los padres se jubilen, por ejemplo) vamos a encontrarnos con un fenómeno de gran complejidad y de imprevisibles consecuencias”.

Reyes Calderón, vicedecana de la facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, coincide en el diagnóstico sobre el declive que está viviendo el estrato social intermedio en la Vieja Europa. “La consultora Mckinsey publicó un informe intitulado Alemania en el año 2020, en el que aseguraba que la clase media alemana (el 53% de la población) estaba amenazada y caería en la pobreza si no se alcanzaban sostenidamente tasas de crecimiento del PIB superiores al 3%. El ejemplo de Alemania se puede extender a otros países”.

Esa sensación de inseguridad, junto con el deterioro del nivel de vida en el que crecieron, está provocando sentimientos contradictorios en las capas medias. El más frecuente, el del resentimiento: en tanto las promesas en las que se criaron (en esencia, la conservación de un nivel económico a cambio de un esfuerzo formativo) ya no están operativas, y en tanto cumplieron su parte obteniendo los diplomas que se les exigían, buena parte de la clase media vive con una sensación de haber sido estafada. Y se trata de una clase de actitudes que irán en aumento, en parte por la ausencia de mecanismos sociales que las contengan. Como asegura Tezanos, “vivíamos en un mundo con grandes agarraderas vitales, como eran el trabajo y la familia, y con un sistema de identidades fuertes (patria, religión, clase social).

Hoy, por el contrario, las tasas de nupcialidad han caído enormemente, mucha gente no tiene familia a la que recurrir, la mitad de las parroquias en España ya no tienen ni siquiera cura y se descree profundamente de las ideas políticas”. Ese mundo de convicciones firmes ha sido sustituido, afirma Tezanos, por sistemas microscópicos de identidad, “donde imperan pareceres, impresiones y tendencias que proporcionan las tres g: generación, gusto y género. La gente se relaciona con personas de su misma edad, con aficiones similares y de su mismo sexo”. Todos estos factores, pues, hacen que estemos a las puertas de “un cambio de una hondura espectacular”.


Pérdida de valores

Esa debilidad de las grandes ideas se manifiesta, asegura Calderón, en dos terrenos. La pérdida de valores es uno de ellos. “La clase media ha sido tradicionalmente identificada con el esfuerzo, la austeridad, la palabra dada, los lazos familiares. Esos valores no han caído en desuso con la crisis económica sino con la larga etapa de prosperidad artificial que hemos vivido. La riqueza, las metas, el éxito parecían estar siempre al alcance de la mano, se lograban sin esfuerzo y producían altos rendimientos”. La consecuencia de este nuevo contexto fue que la clase media cambió su patrón de consumo, su comportamiento económico y su educación en valores, con consecuencias muy negativas: “Enseña  ahora a tus hijos, que han vivido accediendo a todos los bienes al instante, que tienen que ser felices con muy poco y, ese poco, obtenido con mucho trabajo”.

El segundo aspecto que explicaría la debilidad de las capas medias, según Calderón, son las deficientes acciones institucionales: “si bien los Estados sabían que eran su principal fuente de ingresos fiscales, no han ajustado sus instituciones para fomentar un desarrollo sostenido de sus clases medias. Ser tendero, autónomo, tener una pequeña empresa o un despacho profesional está tan mal tratado en España que más pareciera que fueran enemigos y no amigos”. Y ese entorno de pérdida de poder adquisitivo, “el mal tratamiento fiscal y la dura competencia global (muchas veces sin las mismas reglas de juego) están haciendo que se desplome un sector de la clase media, lo que puede ser una amenaza política, económica y social. Si no alcanzan unos mínimos, nuestra forma de vivir peligrará”.

Las consecuencias políticas de una situación en la que se mezclan el declive económico con el debilitamiento de los lazos sociales y con un resentimiento creciente están todavía por explorar. Es cierto que tenemos experiencias que nos pueden servir de guía, pero también lo es que este contexto tiene componentes nuevos que pueden producir movimientos inesperados. Históricamente, el resentimiento suele traducirse, según Andrew Richards, profesor de ciencia política en el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales de la Fundación Juan March, “en apatía política; es decir, en la tendencia de rechazar los partidos políticos con el argumento que ninguno de ellos representa o defiende sus intereses, que todos los políticos son iguales, etc. El resultado de este tipo de sentimiento es la decisión de no votar, generando así mayores niveles de abstención en las elecciones, y también un declive en la proporción del electorado que se identifica fuertemente con un partido político u otro”.

El segundo efecto del resentimiento consiste “en el apoyo (explícito o implícito) para las fuerzas políticas extremas, de izquierda o – sobre todo, en los últimos años – de derecha, y actitudes cada vez más intolerantes y menos liberales sobre temas como la inmigración, el estado de bienestar y la delincuencia. Y quizás menos confianza (por parte de la clase media) en los sistemas públicos de educación y salud que ofrecen, aparentemente, menos beneficios, y funcionan peor que antes”.

En ese sentido, y dado que la irritación con la política y con sus actores principales está creciendo, bien puede sentenciarse, y así lo significa Richards, que “quienes mejor canalicen ese descontento serán los triunfadores electorales”. El tema clave es cómo dirigir, y hacia dónde, ese caudal de emociones negativas. “En muchos países europeos la izquierda ha adoptado posiciones cada vez más derechistas para mantener la lealtad de sus bases tradicionales, disminuyendo así la amenaza electoral de la derecha. Pero eso significa, a largo plazo por lo menos, la derrota de cualquier agenda política progresista e inclusiva”. En este orden, el contexto español es pertinente, según Richards, en la medida en que en él pelean dos discursos opuestos: mientras el PSOE intenta resaltar los aspectos positivos, el PP hace lo mismo con los negativos. Y, en ese combate, las perspectivas negativas están ganando terreno. “Es verdad que el gobierno consiguió la reelección, pero llama la atención el colapso del apoyo para los socialistas en sus baluartes tradicionales de Madrid, por ejemplo”.

Para Calderón, sin embargo, la debilidad de las formaciones políticas no es más que el reflejo “de una clase media atocinada, que produce partidos sin garra, sin programa, casi sin ideología. Eso tendrá que cambiar. Estimo que la secuencia será, más o menos, la siguiente: las clases  medias dejarán de votar y la socialdemocracia pagará las consecuencias de su aburguesamiento estéril. Entonces surgirán nuevos partidos con ideología y bandera”.  

Pero, asegura Tezanos, el problema va mucho más allá de lo meramente político, puesto que avanzamos hacia un mundo lleno de incertidumbres laborales, económicas y vitales. “Estamos entrando en una nueva era. Se acabó lo conocido”.


Esteban Hernández
http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/movilidad-social-ascendente-descendente-20091212.html


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