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lunes, 11 de enero de 2016

“Van a matar a alguien, no sean brutos”


Martín Granovsky

El jueves pasado festejó sus 76. Lleva un año fuera de la Corte Suprema tras haber cumplido la promesa de que a los 75 se jubilaría. Este año asumirá como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cargo para el que fue elegido en 2015. Mientras tanto, Raúl Zaffaroni no se priva de analizar al gobierno e incluso a la oposición.

–Después de la represión a los trabajadores de Cresta Roja también fueron reprimidos con balas de goma a corta distancia los estatales de La Plata. ¿Es un plan?
–Ante todo, los Estados modernos debemos cuidar a las burocracias. Si uno presume que hay “ñoquis” hay que poner a todo el mundo a trabajar y al que no trabaja se lo echa. No se echa a todos indiscriminadamente porque de esa manera se destruyen burocracias que ha costado mucho dinero construir: no se “fabrican” funcionarios de un día para el otro. Provocar cesantías masivas para meter luego a los propios es cosa de hace un siglo, no de un Estado contemporáneo, que necesita burocracias fuertes y consolidadas. En cuanto a la represión, es una torpeza política peligrosísima. Van a matar a alguien, no sean brutos. Están generando una masa de gente con bronca. ¿O acaso es una provocación? ¿Quieren que alguien se descontrole para justificar un homicidio? Eso, además de ser un crimen, tendría un alto costo político. El campo popular debe hacerse cargo urgentemente de conducir a esa gente, de contenerla. Hay que evitar que respondan a esas provocaciones. Nadie debe caer en esa trampa mortal.
–¿De qué modo?
–Ni la más mínima violencia como respuesta. Esa debe ser la consigna. Seguir protestando cuando corresponde, pero aguantar de pie. No cortar calles ni rutas, dejar pasar los vehículos, ocupar una parte nada más. No dar pretexto a la criminalización. Pero estar, protestar con la presencia, con lo que sea, de pie y firmes. Sin violencia. Sin dar excusas a la represión. Si alguno lo intenta, o es un infiltrado o es alguien a quien se debe contener de inmediato. Cuidado que en eso va la vida.
–Resistencia pacífica.
–Que, como toda resistencia pacífica, tiene su precio: consiste en aguantar las provocaciones que buscan lograr que quienes protestan ejerzan la violencia. A veces es difícil, pero siempre es posible. Al final se gana. Gandhi independizó a la India. Puede haber incluso una dictadura terrorífica, pero si un día la población decide simplemente no salir más de sus casas, la dictadura se cae. No necesitamos mártires. Tenemos demasiados. Necesitamos personas racionales y luchadoras, pero vivas, bien vivas.
–Los decretos de necesidad y urgencia transformaron a los ciudadanos en constitucionalistas. ¿Cómo hay que leer e interpretar la Constitución?
–Con sentido común, que es la famosa “racionalidad”. Las autoridades democráticas pueden hacer muchas cosas. Pueden elegir hacer unas cosas y no hacer otras. Esto se llama política. Pero lo que no pueden hacer es justamente “hacer cualquier cosa” y menos invocar necesidades que no existen. ¿Qué urgencia más que la de Clarín hay en desarticular la ley de medios y los organismos creados por ella?
–¿Qué urgencia hay?
–Yo no lo sé. ¿Qué necesidad y urgencia pública hay en hacer eso? ¿Me puede alguien decir qué urgencia pública hay en pasar la interceptación de comunicaciones telefónicas de la Procuración a la Corte Suprema? ¿Acaso no se están realizando correctamente como lo solicitan los jueces? ¿Ha habido denuncias de jueces porque la Procuración no intervino los teléfonos solicitados? ¿Se escapan los delincuentes porque el servicio no funciona? Es claro que no hay urgencia, al punto que la propia Corte resolvió postergar todo hasta febrero. Entonces, ¿no podía discutirlo el Congreso en marzo si la Corte no lo hace efectivo hasta febrero? El sentido común es el que señala cuándo algo es racional aunque no me guste. Y cuándo no lo es, aunque me guste. La necesidad y la urgencia no se inventan: deben responder a realidades. No se pueden invocar cuando alguien tiene ganas de hacer lo que le gusta. Si con el mismo criterio se manejarán en el futuro, me temo que puedan invocar la urgencia a los efectos de aplicar el artículo 23 de la Constitución.
–La potestad del Presidente de establecer el estado de sitio y suspender garantías constitucionales.
–Claro, es un artículo de la Constitución. Pero eso no quiere decir que se puede inventar una realidad para que en cualquier momento nos metan en estado de sitio en cualquier momento. Ahí sí que estaríamos todos en libertad condicional. El tono usado para la reforma por DNU de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual me recordó al decreto 4161 dictado por Pedro Eugenio Aramburu en marzo de 1956. Lo que están haciendo me hace pensar que desde el gobierno creen que son la “fusiladora” y que derrocaron a la “dictadura cristinista”. Sólo les falta ese decreto que penaba a todo el que nombrase al peronismo o cantase la marcha. Cuando un decreto de necesidad y urgencia no responde a ninguna necesidad ni urgencia no es constitucional, porque es una simple ley dictada por el Poder Ejecutivo, al que le está prohibido legislar. Hemos visto una maniobra muy peligrosa: por un lado la multiplicación de decretos sin necesidad ni urgencia, o sea, de decretos-leyes al estilo de los regímenes “de facto” y, por otro, la tentativa de introducir por vía de decreto a dos jueces en la Corte Suprema, con el obvio objetivo de que se los declaren constitucionales o, por lo menos, que demoren cualquier decisión que les haga perder vigencia. Creo que no les resultó del todo bien, pero la intención se mantiene.
–Ante la pregunta de por qué invocar la urgencia y la necesidad, la respuesta podría ser sencilla: porque a primera vista el Gobierno tiene el Congreso en contra.
–Claro, pero la necesidad constitucional no puede ser entendida como la necesidad política de “obviar” al Congreso. Eso es una enormidad. Si el Ejecutivo legisla por decreto-ley porque el Congreso no le sancionaría la ley que quiere, ¿por qué no lo clausura y asume la suma del poder? La necesidad constitucional debe ser una necesidad republicana y no otra: hay necesidad cuando hay peligro de algo para la República, para el país. Debo ascender a un oficial porque puede haber un problema de defensa nacional. Debo nombrar a un embajador porque está en riesgo una negociación clave. Debo nombrar un juez porque la justicia no se mueve y no pone un subrogante y hay delincuentes que pueden quedar sueltos. Pero no hay ninguna necesidad republicana si asciendo a general a mi primo subteniente, o si quiero nombrar embajador en Siria a mi cuñado para mandarlo lejos. O si quiero nombrar ministros de la Corte a mis compadres y sé que el Senado no daría el acuerdo. Eso no es ninguna necesidad republicana, es esquivar lisa y llanamente el sistema de pesos y contrapesos de la Constitución. No se necesita ser un jurista para entenderlo. El sentido común lo indica.
–¿A qué objetivo apunta la presencia masiva en el Estado de cuadros que fueron gerentes generales o vicepresidentes ejecutivos de transnacionales?
–Sinceramente creo que no es un plan. Es más simple: se trata de una forma que adquiere la etapa superior del colonialismo que vivimos. Hoy se acabó el neocolonialismo. En el mundo mandan y compiten las corporaciones en el mundo. Ni Mr. Obama ni Frau Merkel están haciendo lo que quieren, sino que el poder político en todo el planeta está sitiado por corporaciones transnacionales a cargo de burócratas que son los CEOs. No son los dueños del capital. No son Henry Ford ni el gordo con cadena de oro y habano de las caricaturas de La Vanguardia de hace cien años. Son gerentes, burócratas que tienen por misión obtener la mejor renta en el menor tiempo para su corporación. Si no lo hacen serán desplazados y sustituidos por otros que esperan su turno. Por eso digo que no es un plan sino una nueva forma de virreinato. Simple y sencillamente. Mandan ellos, es decir las corporaciones transnacionales con sus agentes en funciones políticas. No hay un partido político en combinación con el “establishment” y que funciona como fusible. No. Directamente han tomado el poder, sin mediación política. Ya no nos ocupan por medio de oligarquías ni por nuestras propias Fuerzas Armadas alienadas en Panamá o en cursos dictados por fascistas franceses. Lo que sucede es que las corporaciones toman el comando de la economía y de la política a través de sus CEOs. Es un fenómeno nuevo dentro del marco del colonialismo, que debe leerse en clave mundial. Mientras analizamos este fenómeno pienso que debemos ser profundamente autocríticos con algo que falla. No nos hemos ocupado de las instituciones. No les dimos pelota. El campo popular no pensó en eso y el campo jurídico tampoco, y no sé cuál es más responsable de los dos. Los políticos tienen la disculpa de que su actividad es sumamente competitiva, propia del día a día, pero los juristas tenemos el deber de pensar porque estamos más lejos de la competencia cotidiana. No podemos confundir una democracia republicana con una democracia plebiscitaria. Si las confundimos llegaríamos a la conclusión de que Hitler y Mussolini eran demócratas. No es así: el que gana debe respetar a la minoría, porque debe dejar intangible el derecho de la mayoría a cambiar de opinión. Y esto debe estar establecido claramente en una ingeniería institucional que impida que la mayoría coyuntural haga cualquier cosa. Esto que está pasando nos pone sobre el tapete la realidad de que no tenemos la mejor Constitución del mundo, sino un texto de 160 años remendado a los ponchazos, en forma inconstitucional en 1957 y en forma constitucional en 1994, pero con urgencia para garantizar una reelección, sin mayor reflexión institucional ni valorización del parlamentarismo, por ejemplo. Hoy pagamos las consecuencias. Por eso digo que el campo político popular debe hacer su autocrítica. Es indispensable.

domingo, 10 de enero de 2016

Sopa


Adrián Paenza
Andrejs Dunkels fue un matemático sueco que murió muy joven: falleció justo 45 días después de cumplir 59 años, en 1998. Además de muy bueno en su profesión, se destacó como escritor. Tiene varias frases que perduraron pero en una de ellas logró condensar una idea muy pertinente para este siglo XXI.
“Es fácil mentir usando estadísticas. Es difícil decir la verdad sin ellas.”
Después de lo que sucedió en la Argentina en las últimas elecciones presidenciales (ambas rondas), muchos (pero no todos) de los encuestadores deben haberse sentido mal por los resultados que habían ido ofreciendo previamente y que después la realidad golpeó de frente. Creo que tiene sentido reformularse algunas preguntas. ¿Qué pasó? Hubo tanta diferencia porque:
a) ¿Algunos encuestadores dibujaron los resultados de acuerdo con quien era el que ponía el dinero para solventarlas?
b) ¿Tomaron bien las muestras?
c) ¿Tenían restricciones presupuestarias que los condicionaron para operar y conseguir los datos sin hacer concesiones respecto a la aleatoriedad de la muestra?
D) ¿Todos los errores fueron “honestos”?
e) ¿La matemática que usaron era la adecuada?
Es muy posible que usted, sí, usted, tenga otras dudas que yo no he sabido condensar entre las cinco preguntas que escribí acá arriba. Ciertamente, tengo un gran respeto por los profesionales que se dedican a esta rama de la matemática de la que yo, sin ninguna duda no soy un especialista, ni mucho menos. A muchos de ellos los conozco personalmente y sé de su probidad profesional.
Por otro lado, alguna vez fui el profesor que estuvo a cargo de la materia Probabilidades y Estadística, en Exactas (UBA), por lo que tengo un conocimiento muy superficial sobre el tema. Con todo, terminé confundido con algunos resultados. Me explico.
Hay gente que tiene interés en encuestar a la población, o al menos a un cierto grupo de la población, y pretende obtener cierto tipo de resultados. Es decir, no se trata de “medir lo que pasa”, sino de “aspirar a que algo suceda” y torcer los resultados como si fuera el “diario de Yrigoyen”.
Hay muchas formas de lograrlo: bastaría con elegir dónde hacer las preguntas y alcanza con una selección tendenciosa para obtener resultados “a medida”. Está claro que compulsar ciertas zonas de la Capital (Recoleta, por poner un caso) no es lo mismo que obtener el mismo tipo de respuestas en ciertos conglomerados de La Matanza, aunque deploro las “etiquetas”, pero por ahora, le pido que me las conceda y, después de los resultados obtenidos, tampoco estoy muy seguro de lo que escribí en este mismo párrafo.
Hacer una encuesta seria no es barato. Más aún: diría que resulta muy caro. Pero me refiero a hacer una encuesta seria, una encuesta bien hecha. La próxima pregunta entonces debería ser: ¿qué quiere decir “bien hecha”?
No necesito dar una definición académica, pero hay dos componentes específicos que deben ser muy cuidados. Por un lado, importa mucho la formulación de las preguntas, aunque en el caso de la votación a presidente esta parte quedó totalmente soslayada. Pero por otro lado, hay un factor no negociable, y es la selección de la muestra. Es imprescindible que sea al azar, y elegir 1100 (1) personas al azar en un universo de 40 millones, es un tema altamente no trivial.
Curiosamente, la elección de la muestra es la “clave” esencial para que los resultados obtenidos sean extrapolables y válidos como representativos de la voluntad de esos 40 millones.
Pero más allá de la matemática involucrada, el otro día leí un ejemplo que me pareció extraordinario y que me sirvió a mí para encontrar una forma de comunicar por qué la opinión de un grupo tan pequeño de personas puede servir para inferir el resultado final. Acompáñeme por acá.
Suponga que a usted le tocó cocinar una noche para mucha gente. Es una cena de año nuevo o un aniversario importante. Usted es el encargado de preparar una sopa para 30 personas. Yo estoy cerca suyo y le pregunto si la sopa ya está lista, y usted me dice: “Probá”.
Yo podría probar, pero veo que usted todavía tiene el salero en la mano y está empezando a esparcir sal en la parte superior. Si yo probara la sopa en ese momento, antes de revolver, no tendría una verdadera idea del gusto final. Más aún: podría ser que usted pusiera –en la cuchara que me va a entregar– parte de la sopa que está en la superficie, justo a la que usted recién le estuvo agregando la sal pero todavía no revolvió. O podría seleccionar sopa de una parte más profunda a la que la sal aún no llegó, simplemente porque no tuvo tiempo de revolver.
Podría suceder también que usted eligiera sopa que está en la parte inferior de la olla, muy cerca del fuego; en ese caso, la temperatura de la porción que yo voy a probar no reflejará cuán caliente está toda la sopa. O si usted eligiera una parte que está en la superficie, muy pegada al borde, es muy posible que no esté tan caliente (algo así como lo que hacen las “madres con los bebés” que ponen en la cuchara líquido que saben que no está hirviendo).
¿Por qué me extiendo tanto en esta parte y lo hago con tanto detalle? Es que usted advierte que no sería prudente sacar una conclusión sobre la sopa, si la selección que usted hace de ella es tendenciosa. En cambio, si usted la sazonara bien, la revolviera bien y en la cuchara que usted me ofrece no hay ningún patrón especial, entonces sí, esa muestra sería claramente representativa de toda la sopa.
Más aún, y esto es la conclusión más importante que quiero sacar: resulta obvio que no hace falta que yo le haga probar toda la sopa para que usted me diga cómo está la sopa en cuanto al sabor y temperatura. Alcanza con cualquier cucharada que usted elija.
Lo mismo ocurre con las encuestas si uno toma la precaución de que la muestra sobre la que pretende extrapolar y sacar conclusiones generales ¡sea verdaderamente al azar!
En el caso de la sopa se entiende perfectamente pero en el caso de las encuestas nos cuesta más, resulta totalmente anti-intuitivo. Ahora quiero agregar algo que es “no menor”, pero le dejo a usted determinar la relevancia que tiene.
Tanto en el caso de la sopa como en el de las encuestas, hay ciertas situaciones que están más cerca de la excepción que de la norma. Ahora verá a qué me refiero. Voy a empezar con el ejemplo de la sopa porque me parece que es más “evidente”. A usted no se le escapa que mientras está cocinando y llega el momento de sazonar la sopa, bien podría pasar que usted abrió el salero y decidió esparcir con la mano parte del contenido con la mano. Al hacerlo, se podría haber deslizado un gránulo de sal más grande que el resto y que a pesar que usted la revolvió en forma normal, no tuvo oportunidad de disolverse.
Podría pasar también, que en la porción que usted puso en la cuchara “justo cayera ese granito de sal”. En ese caso, yo probaría la sopa y sacaría una conclusión –equivocada– pero honesta. Le diría: “Mirá, la sopa está muy salada”.
Está claro que nadie podría disputar mi conclusión, al menos no en ese momento y habiendo probado de esa cucharada de sopa que usted me dio.
Ahora, traslademos el problema a las encuestas. Cuando el resultado dice que el candidato A ganará la elección con un 72% de los votos y que el error de la encuesta es de más o menos un 3 por ciento, esto significa que en la votación final, el candidato A debería obtener un número de votos entre un 69 y un 75 por ciento del total. Hasta acá, todo bien. ¿Y el gránulo de sal que era más grande? ¿Cuándo aparece?
Bien, la matemática dice que si usted tomara 100 muestras al azar de 1.100 personas y les preguntara por quién van a votar, entonces, ¡en 95 de ellas el resultado estará en la franja entre 69 y 75 por ciento! Pero, y esto es muy importante, habrá cinco, en donde el resultado no caerá allí. Y punto. Este sería el caso equivalente a que el grano de sal que no se disolvió hubiera caído justamente en la parte de sopa que usted puso en la cuchara. Para ponerlo en otros términos, es la forma en que la matemática estima (y previene) que el resultado no es (ni puede ser) exacto. La exactitud se podría conseguir encuestando a todo el electorado, que sería el equivalente a probar toda la sopa.
Para terminar, yo tengo mi conjunto de potenciales respuestas a las preguntas que formulé más arriba, pero no estoy en condiciones rigurosas de ofrecerlas públicamente porque sencillamente no tengo los datos. En todo caso, son solamente conjeturas. ¿Quién, en su sano juicio, dibujaría resultados sabiendo que la realidad los confrontaría a los pocos días? Por otro lado, estoy seguro de que en todos los casos, los encuestadores conocen perfectamente la matemática necesaria (y mucho más). Pero algo raro sucedió camino al foro... no sé qué fue, pero que algo pasó... pasó.
(1) ¿Por qué 1100? Le sugiero que revise http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/325942720141109.html Allí hay una “idea” de respuesta.

PIGS, ¿rebelión en la granja?



Francisco Morote Costa – ATTAC Canarias
PIGS
En la década de los noventa del siglo pasado, primero, y a raíz de la crisis capitalista de 2007 – 2008 sobre todo, la prensa financiera británica (Financial Times, The Economist) ha venido usando la expresión peyorativa PIGS (CERDOS), para referirse a Portugal, Italia, Grecia y España (Spain), culpabilizándolos por ser una rémora , un lastre, debido a su déficit público y/o desempleo, para el crecimiento económico de la Unión Europea.

Sin duda, ese término despectivo, ofensivo, que hace de los países del sur de Europa los responsables del estancamiento económico europeo, ha servido bien al propósito de la Comisión Europea, gobernada fundamentalmente por el establishment alemán, con la canciller Merkel a la cabeza, del Banco Central Europeo ( otro tanto de lo mismo ) y del siempre atento a la aplicación de políticas neoliberales Fondo Monetario Internacional (FMI), que juntos han formado la tristemente famosa Troika, para disciplinar severamente a los puercos moradores de esa pocilga.
La fórmula ya es conocida, con el pretexto, más que la razón, de reducir el déficit público y de pagar religiosamente las deudas a los acreedores, sea cual sea la naturaleza de la deuda -legítima pero, también, ilegítima y hasta odiosa-, los Estados, antes en Asia, África y América Latina y ahora ¡ quien lo iba a decir ! en Europa, deben acoger y llevar a la práctica los programas de ajuste estructural (PAE) fondomonetaristas, llamados engañosamente de austeridad que, imbuidos de una filosofía ultraliberal, ponen el acento en la flexibilización del mercado laboral, léase reducción de salarios, abaratamiento del despido y desaparición de la negociación colectiva; en la reducción del gasto social que, traducido al lenguaje común, significa recortar los servicios públicos de sanidad, educación, pensiones, el estado de bienestar en una palabra, decisivo para la cohesión social e indispensable para las clases más vulnerables del sistema, y en la privatización de las empresas y servicios públicos.
Aplicado este programa con mano de hierro en Grecia, Italia, España y Portugal, por los gobiernos neoliberales y socioliberales sometidos a Bruselas, Berlín y Francfort desde 2008 – 2009 hasta la fecha, los resultados no han podido ser más lesivos y catastróficos para las clases populares y trabajadoras: desempleo crónico, reducción de salarios, precarización del empleo, sobreexplotación, recortes de servicios públicos en sanidad, educación y servicios sociales, pobreza laboral y energética, en suma, empobrecimiento de la gente común y hasta aumento escandaloso del número de suicidios motivados por el paro, los desahucios (en España), etcétera.
¿Podía, acaso, suceder todo esto sin que las clases trabajadoras y populares respondieran a la ofensiva neoliberal con protestas y movilizaciones en todos los países del sur de Europa?
Manifestaciones, huelgas generales, ocupación de plazas públicas y asambleas en la calle, muestras aquí y allá de indignación popular y otras formas de lucha se sucedieron en Grecia, en Italia, en España y en Portugal. Se rechazó la injerencia de la Troika y la pérdida de soberanía cuando a los pueblos (Grecia e Italia) se les impuso gobiernos elegidos al margen de la voluntad popular, se reprobó la debilidad de los gobiernos neoliberales y socioliberales cuando, complacientemente, se doblegaron a las imposiciones de Bruselas, de Francfort y en última instancia de Berlín y, finalmente surgieron, ¿ rebelión en la granja ?, nuevas fuerzas políticas en Grecia, Italia, España y Portugal.
Grecia dio el primer paso, Syriza una coalición de partidos convertida en partido único pasó de quinta fuerza política en 2009 a segunda en 2012 y a primera en 2015. De todos es conocido el desafío de este partido de izquierdas contra las políticas de ” austeridad ” impuestas por la Troika y la implacable respuesta de ésta tras el referéndum de julio de 2015, en el que el pueblo griego rechazó las condiciones del rescate de su, en gran parte, ilegitima y odiosa deuda pública. Humillar a Grecia para escarmentar en cabeza ajena y disuadir al resto de los PIGS fue la respuesta de la Troika, pero a pesar de todo, Syriza fue de nuevo elegida, elecciones de septiembre de 2015, como la mejor opción por el pueblo griego, cuando se hizo inevitable gestionar el duro dictado de las instituciones europeas y del Fondo Monetario Internacional contra el país heleno.
¿Ha dado Portugal el segundo paso?
Como Grecia, Portugal había sido “rescatado” por la Troika, al precio de reducciones salariales, pérdida de derechos laborales y sociales, privatizaciones, etcétera, casi tan duras como las impuestas a los griegos. Y ,sin duda, por ello el país ha reaccionado privando a la coalición de partidos neoliberales de centro derecha de su mayoría absoluta y dando la oportunidad al Partido Socialista de rehabilitarse y formar junto con partidos de izquierdas (Bloco de Esquerda y Partido Comunista) un gobierno anti-austeridad que inquieta a la Comisión Europea y a las instituciones financieras neoliberales.
España, tras las elecciones de diciembre de 2015, es el tercer PIGS que parece querer amargarle las uvas de 2016 a la Troika. También aquí la derecha, el Partido Popular, pierde la mayoría absoluta y, si el Partido Socialista Obrero Español no lo remedia, todas sus opciones de gobierno. En cuanto al PSOE tiene la posibilidad de reivindicarse de su pasado de medidas neoliberales, llegando a acuerdos con el nuevo partido de izquierdas Podemos, con Izquierda Unida y otras fuerzas políticas nacionalistas de izquierdas. Podemos es, además, una de las bestias negras de la Troika que ve en él otra Syriza dispuesta a desafiar los edictos austericidas proclamados desde Bruselas, Francfort y Berlín.
Para terminar, faltaba Italia, ¿es la última de la rebelión en la granja?
Podría ser la guinda del pastel. Hasta hace bien poco el Partido Democrático (heredero remoto del Olivo y del Partido Comunista Italiano) , se había mostrado transigente, contemporizador, con las políticas de “austeridad” dictadas por la Troika. Sin embargo, el idilio con Bruselas y, más allá, con Berlín parece estar llegando a su fin.
Como recogía una noticia de prensa de la agencia Efe fechada en Roma el 24 de diciembre de 2015: “Todo indica que Renzi (el primer ministro italiano) se ha plantado y ha comenzado a luchar contra las medidas de austeridad impuestas por Europa como queda patente en los últimos Presupuestos, en los que Italia se salta totalmente el compromiso de alcanzar el 1,8 % de déficit público.
Para Renzi ha llegado la hora de apostar por el crecimiento y los Presupuestos prevén medidas encaminadas a incentivar el consumo y a combatir la pobreza por un valor de 35.000 millones de euros, aunque esto repercuta en el déficit público que llegará al 2,4 % del PIB.”

Y lo que es aún más significativo, el propio Renzi, en una entrevista con el Financial Times apuntó directamente al gobierno alemán como responsable principal de las políticas austericidas al señalar: “Tengo una gran estima por Angela (Merkel). Tenemos una excelente relación personal. Pero tengo que ser franco. Europa tiene que servir a los 28 países y no sólo a uno”.
En fin, a la vista de lo ocurrido en Grecia, Portugal, España e Italia cabe preguntarse, ¿ha sido 2015 el año de la rebelión en la granja, léase la neoliberal Unión Europea, de los menospreciados PIGS?
ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

jueves, 5 de mayo de 2011

Desafío actual

Aldo Etchegoyen


El idioma griego tiene dos palabras para hablar del tiempo, cronos y kairos. Cronos es el tiempo en minutos, horas de allí viene cronómetro. Kairos es tiempo como espacio de vida, tiempo de siembra o de cosecha.

Sin duda alguna vivimos en nuestro país el “kairos”  de los Pueblos Originarios, tiempo cuando esas valiosas comunidades han decidido renovar sus largas luchas por sus derechos territoriales, su cultura, sus idiomas y su forma de vida.

Se me ocurre pensar que a contra mano de esa lucha estamos también viviendo  el “kairos” de la soja y cuando  la frontera sojera avanza sin límites y los grandes terratenientes necesitan mas y mas tierra para ganar mas y mas dinero.

Otra cosa curiosa y significativa es el hecho de que también estamos en el “kairos” de la voracidad de poderosas empresas mineras, compañías de hidrocarburos  o negocios inmobiliarios avanzan sobre territorios nativos.   ¿Como llamar este fenómeno? ¿Rapiña de los poderosos? ¿Pillaje “legal”?

Estos dos “kairos” chocan  y quienes llevan las de perder son los Pueblos Originarios.    Corría  el 14 de marzo del 2006 cuando nos llegó la noticia “Hoy a las 15,14 hs. murió Sandra Juárez como consecuencia del violento momento emocional debido a la tensión que le tocó vivir junto a familiares y  vecinos cuando se oponía al avance de las topadoras  Integraba el grupo de resistencia compuesto por unas 20 familias que luchan tratado de impedir la usurpación de sus tierras por parte de la empresa cordobesa Namuncurá S.A.  en San Nicolás a pocos kilómetros de Huyamampa en Dto. De Banda – Santiago del Estero. “Tres  comentarios las máquinas desde hacía tres semanas asediaban el territorio cuando su corazón no resistió mas, tenía solo 33  años, por su parte la  policía protegía el trabajo de las topadoras.

Más  recientemente, el año pasado,  sucedía la represión policial   con apoyo de algunos mercenarios civiles en la ruta nacional  86  contra la Comunidad Qom que reclamaba sus derechos territoriales.   En medio de la violenta acción  una o más certeras  balas mataron al indígena   Roberto López, por su parte Félix Díaz salvaba milagrosamente su vida escapando por el monte, la consiga era matarlo,   fueron quemadas 17 viviendas previo poner en ellas los documentos de sus moradores, ropa, muebles, bicicletas quedaron decenas de heridos que luego encontraron muchas dificultades para tener alguna  atención hospitalaria.  

Lamentablemente el hecho costó la vida de un policía. ¿Resultado final?  De hecho la expulsión de unas 50 personas Qom que hoy acampan en la plazoleta de Avda. 9 de Julio y Avda. de Mayo.   El Gobernador Gildo Insfran ha creado de esta forma “los exiliados en su propio país”  muchos de ellos amenazados de muerte sobrellevando injustas causas judiciales.  Por su parte el Gobierno Nacional  tiene que resolver un problema impuesto por una provincia donde la democracia carece de significado.

El sábado la policía estaba lista para ejecutar la orden de desalojo dada por  una fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, el panorama mostraba por un lado la fuerza policial  con escudos antimotines  en manos de fuertes brazos, por otro lado, indígenas indefensos y pacíficos debilitados  por la huelga de hambre,  mujeres humildes, algunos niños y como arma su bandera multicolor.

En este choque de “kairos” evitemos toda violencia que ha costado varias vidas,  muchos heridos, queridas  pérdidas de bienes y mucho dolor.

Finalmente ¿qué piden esos Pueblos? sino que se cumplan las leyes que los gobernantes han aprobado por ejemplo la 26160 que dispone la prohibición de los desalojos indígenas ley que algunas provincias como Formosa desconocen, además que se respeten los pactos internacionales aceptados por nuestro país.

Quiero poner mi voto a favor de la esperanza de que sople un aire nuevo de diálogo y respeto a los Pueblos con presencia milenaria en nuestro  territorio que por herencia ancestral a ellos también  les pertenece. Es un desafío ineludible para nuestra democracia. + (PE)
 
http://www.ecupres.com.ar/


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domingo, 10 de abril de 2011

Pueblo, ¡DESPIERTA!

Pep Castelló


A veces se me ocurre pensar cómo sería la historia si, desde tiempos inmemoriales, en las grandes batallas la tropa hubiese girado sobre sus talones y en vez de enfrentarse al enemigo hubiese lanceado a quienes los empujaban a la muerte. Pero no, no fue así, sino que fue como ya sabemos.

Desde los más remotos tiempos, con la sangre del pueblo se han disputado el poder caudillos, reyes, emperadores y tiranos de todo orden. Rara vez a lo largo de los siglos esa sangre ha servido para liberar al pueblo que la derramaba y hacerlo dueño de su destino, sino que a lo sumo le ha cambiado un amo cruel por otro que en principio no lo parecía tanto, como fue en su día la sustitución de la aristocracia por la burguesía, o la dictadura fascista española por nuestra ejemplar democracia. En los más de los casos, tras esos “cambios”, los nuevos amos o quienes les sucedieron siguieron abusando del pueblo, explotándolo y esclavizándolo.

Posiblemente habrá quien tilde de obvio el párrafo que antecede. No importa, pues a menudo se tiende a olvidar lo que conviene mantener vivo en la memoria si no se quiere seguir siendo víctima de la ambición de quienes esgrimen el poder. Para su propio bien, el pueblo debe tener presente el mucho sudor y la mucha sangre que han costado a la clase obrera toda esa riqueza que hoy siguen manejando a su antojo quienes ningún sufrimiento tuvieron que tributar por ella.

Ignoro como sería en las sociedades cazadoras y recolectoras, pero desde que hay memoria, la gloria de los fuertes se ha basado en el sufrimiento de los más débiles. La violencia y la crueldad han sido las bases de todos los poderes y los cimientos de las actuales civilizaciones. Las migajas de riqueza y bienestar que el poder reparte entre quienes mejor le sirven han sido y siguen siendo el motor de la historia y a modo de zanahoria colgada en la punta del palo han servido y sirven para manejar al pueblo según conviene a quienes a lomos de él cabalgan cual si de un borrico se tratara. “Dame pan y dime tonto” ha sido y sigue siendo el eslogan de los pueblos que han vendido su dignidad por sendos platos de lentejas. ¡Así nos va!

Grande ha sido el avance tecnológico de la humanidad en el último siglo, pero muy poca la evolución de la naturaleza humana en los miles de años que llevamos de historia. Y no nos hagamos ilusiones, que tampoco han sido grandes los progresos en el orden político-social. Vasallos eran nuestros tatarabuelos de los tiranos de su tiempo y vasallos somos nosotros, ahora, de los actuales. Las leves diferencias de forma que hay de entonces acá no dan lugar a entonar himnos de gloria a esta civilización occidental cristiana de la cual somos parte, ni tampoco al resto de la Humanidad.

La miseria moral del ser humano actual se hace patente con la permanente vigencia de aquella vieja ley mosaica: no matarás, no robarás, no mentirás, no codiciarás... Hoy seguimos matando, robando, mintiendo, codiciando... Quienes nos gobiernan saben de nuestras flaquezas y actúan conforme a ellas, de modo que matan y roban y mienten y codician con nuestro tácito consentimiento. Saben bien que en ningún momento los vamos a censurar sino al contrario, que por el beneficio que nos trae aceptaremos su injusticia para con los más débiles, sus conductas criminales para con los demás pueblos. Después de miles de años de civilización, no nos regimos por humanos principios sino por espurios beneficios. Así de triste es.

De vez en cuando se produce en la historia algún acontecimiento que aparentemente sirve para abrir los ojos de quienes por sistema permanecen con ellos cerrados. Pero no hay cuidado, que a poco la ceguera vuelve a dominar el panorama social y quienes por un momento pudieron vislumbrar alguna tenue luz vuelven rápidamente a la confortable oscuridad de la caverna. Los amos no tienen que temer, pues el pueblo sigue ciego a placer, como si de esa ceguera dependiese su mayor bienestar.

El mundo se nos cae a pedazos por el maltrato que le dan la insensatez y la codicia del sistema. Talados los bosques, envenenadas las aguas, contaminado el aire, llena la tierra de radiactividad... El cuerpo enfermo de la Madre Naturaleza “no resiste más”, como cantaba el viejo tango de César Vedani “Adiós muchachos”. Pero la gente sigue ahí, dócil, mansa, obedeciendo las normas del juego que dictan los políticos, sin organizar resistencia alguna a su barbarie, entregando la vida a la mayor gloria de quienes nos maltratan y explotan.

¡Ah, pueblo, pueblo, qué falta de conciencia! ¡Qué poca dignidad! ¡Qué ausencia de bravura! ¿Para cuándo esa auténtica revuelta y ese justo lanceo de quienes nos empujan a la muerte?

http://www.kaosenlared.net/noticia/pueblo-despierta


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24 de Marzo

Aníbal Sicardi


Pertenezco a la generación que vivió intensamente el 60, el 70 y que cortó clavos durante todo marzo del 76 sospechando acontecimientos trágicos.

Nunca escondí que fui de los pocos que abogamos por algún movimiento que impidiera la caída de la presidenta Isabel de Perón. No era una adhesión a su gestión. Ese año habría elecciones por lo que correspondía al pueblo determinar con que se seguía en la dirección del país.

A eso se agregaban datos escalofriantes. Uno de ellos era que si la Presidenta ya había accedido, en el 75, a imprimir oficialmente la represión y si los militares y civiles buscaban un Golpe de Estado era porque iban por más y no por menos. En ningún momento pensamos que ese más sería lo que fue.

Pertenezco a esa generación que luchó por los Derechos Humanos con riesgo de vida y afrontó dramáticas situaciones. Nunca sabíamos si despertaríamos en la cama que nos habíamos acostado como tampoco, si al andar por la ciudad durante el día, regresaríamos a nuestros hogares.

Hoy, 35 años después, se puede afirmar que somos parte de una generación privilegiada.

Lo atestigua el hecho de que en la larga noche argentina conocimos seres humanos dignos, justos, con la cabeza alta en el sufrimiento y el atropello. Entre ellos, muchos, recuerdo con cariño  y gratitud aquellos con los cuales conviví en Bahía Blanca, donde estaba como pastor de la Iglesia Metodista Central, de esa ciudad, y Superintendente de  la Región Patagónica. Gestos, palabras, sentimientos que guardo, con cuidado para que no se estropeen, en el cofre del corazón.

Hoy, 35 años después, se puede afirmar que somos parte de una generación privilegiada.

Siempre mantuvimos la esperanza de que la verdad y la justicia se hicieran presentes. Jamás sospechamos que podríamos vivir ese momento. Menos con la intensidad de estos años.

Juicios a los militares en todo el país. Represores condenados. Posibilidad de juicios a los civiles protagonistas en ese proceso. Seis mil jóvenes de los colegios secundarios estuvieron en Chapadmalal para presentar sus trabajos sobre Derechos Humanos convocados por la Comisión de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires. Tres generaciones presentes en las marchas del 24 de marzo de este año.

Tengo mis hijos. Un varón, dos mujeres, que siempre estuvieron en las marchas. Los mismo dos nietas veinteañeras. Inquietas. Lúcidas. Comprometidas. El sábado 25 hablé por teléfono con una de mis hijas. Ella vive en Buenos Aires. Yo en Bahía Blanca. Me cuenta. “Papi, ayer estuve en la marcha con Ariana. ¡Fue su primera marcha!” Ari tiene 12 años. Vivaz, participó con las neuronas a mil. Este año  comenzó el secundario en el Acosta, de historia militante. Allí, en el 56, cuando cursaba el secundario nocturno. hice mi primer discurso público en un acto de la rebelión estudiantil de aquel entonces. Una historia personal que se repite a lo largo y  ancho de Argentina. Somos parte de una generación privilegiada.  

En otros tiempos PE se esforzaba por dar a conocer las declaraciones y actos de distintas organizaciones. Había que promoverlos todo lo posible. Este año eran tantos que resultaba imposible cubrirlos. Por otra parte no había necesidad. Hoy existe una prensa masiva que los promueve y las redes de internet son multitudes.

Apostamos a que lo cubriríamos con algunas notas de las muchas que se publicarían en diversos medios. Increíble la cantidad de excelente material que se ha provisto en estos  días. Si elegir es ser injusto por lo que se deja de lado, ahora es mucho más. Obligados seleccionamos tres aportes.

Uno de Aldo Etchegoyen, que además de ser un dirigente religioso, de la Iglesia Metodista, reflexiona sobre una novedosa forma de interpretar lo relacionado con la desaparición.

Otro que pertenece a Angel Cappa, proveniente del mundo del deporte, el futbol, juego apasionado y denostado. Cappa, uno de los tantos exiliados, ofrece su testimonio personal y particulares reflexiones. Por otro lado es un hombre del interior del país, de Bahía Blanca.

El tercero, el aporte oportuno del periodista Sergio Ferrari sobre el reconocimiento al cine argentino en el Festival de Friburgo. Sergio, al igual que su hermano Claudio,  fue de los que sufrieron cárcel por sus convicciones y luego debieron exilarse. Son hijos  de un gran pastor metodista, Alberto Ferrari, fallecido.

Vaya un abrazo de alguien que pertenece a una generación privilegiada y que sigue acumulando juventud a través  de los años.+ (PE)

http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=9420


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domingo, 3 de abril de 2011

¿Rebelión y nada más? Mal camino para la libertad

Pep Castelló


¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD! Bello grito que halla eco en la perversa maldad.


Que nadie se confunda, que no estoy diciendo que la rebelión y la lucha no sean necesarias. Sólo que...

Ser libre no es gratuito. La libertad no se da, ni se proclama, ni se impone, ni se gana en la calle ni en el frente. La libertad se construye día a día en lo hondo de la mente, en el propio corazón con el propio pensamiento y con la forma de obrar. La libertad es esfuerzo, es trabajo, es dignidad, es justicia equitativa, es respeto, es pura fraternidad, es compasión amorosa y es solidaridad... O es pura palabrería que en nada ha de quedar.

Ser libre es un derecho natural del ser humano que no se da porque sí en un entorno civilizado. Eso que hoy llamamos civilización es lo contrario de lo que hay que entender por libertad, pues no es más que sumisión. Sumisión de unos a otros a cambio de protección y de un cuestionable bienestar. Un bienestar de injusticia, basado en la explotación de los pobres por los ricos, de los mansos por los violentos, de los inocentes por los malvados egoístas.

La sumisión es cómoda, pura molicie. No exige esfuerzo cuando se acepta de buen grado. Pero degrada, disminuye a la persona. Quien se somete renuncia a la mayor gloria del ser humano que es la capacidad de construir su propio mundo y su propio destino. Quien se somete abandona en manos ajenas la dignidad propia. La dignidad que otros pisarán para su mayor beneficio y gloria.

La libertad es inherente a la naturaleza humana. Es un acto de crecimiento humano, como lo es el crecimiento físico, solo que menos fácil. Porque para crecer físicamente basta con dejar obrar a la madre naturaleza, en tanto que para crecer humanamente hay que ponerle esfuerzo. Hay que aprender a pensar, a reflexionar, a cuestionar lo deseable y lo aparentemente cierto. Hay que madurar mentalmente, intelectual y afectivamente. Sin madurez mental no hay libertad posible.

La sociedad es una construcción humana. Si bien el ser humano es gregario, la sociedad de la cual somos parte no se ha hecho sola, sino que la hemos hecho por activa y por pasiva quienes en ella vivimos. Y esa sociedad injusta que hoy nos atenaza es el fruto del abandono que los individuos más débiles han hecho de sus derechos en manos de los más ambiciosos. El débil ha renunciado a la lucha y el fuerte lo ha sometido y esclavizado. De ahí que tengamos la sociedad que tenemos.

Mediante su estructura estatal, la sociedad debiera procurar el crecimiento mental de los individuos del mismo modo que lo hace con la salud y la enseñanza. Pero hace todo lo contrario. Actúa como los cultivadores de bonsái, evitando su crecimiento. Y no porque el crecimiento humano sea perjudicial para la buena marcha de la sociedad, sino porque lo es para los intereses de quienes se han apropiado del Estado y se benefician de la estructura social establecida.

Antaño decían los malvados usurpadores de derechos que un pueblo instruido podía ser un peligro para quienes lo gobiernan. Pues bien, ya han visto que no, que un pueblo instruido no es ningún peligro si se le “instruye debidamente”. La instrucción en materia de conocimientos “útiles” al sistema no dificulta en absoluto el secuestro mental de los individuos, ya que éste se ejerce por vía emocional. Así lo demostraron desde muy antiguo las grandes organizaciones religiosas y así lo prueban claramente y de ello da fe la dan la gran cantidad de personas que con un estimable nivel de instrucción profesan primitivas supersticiones de todo orden, incluidas las religiosas; que aun rigiendo su vida por principios éticos aceptables argumentan en favor de políticas criminales sin dar muestra de la menor racionalidad en sus argumentos; que creen a pies juntillas cuanto dicen los noticiarios a pesar de dar éstos muestras claras de estar falseando la verdad; que tragan sin la menor resistencia cuanto les llega por vía publicitaria; que adoptan conductas sociales contrarias al más elemental sentido común... En fin, la lista de contrasentidos e irracionalidades observables en nuestra bien instruida sociedad podría ser inmensa.

La libertad se fragua en el pensamiento. Sin pensamiento libre no hay libertad. De la importancia del pensamiento en el proceso de liberación humana da fe el hecho de que tanto en el ámbito político como en el religioso se haya perseguido con saña durante siglos a quienes cuestionaban el pensamiento establecido. Inquisiciones antaño y tribunales de “justicia” luego han destruido cuanta disidencia ha caído en sus manos. Cuando esa persecución no ha sido suficiente para garantizar los privilegios de las clases dominantes, se ha apelado al crimen, a los golpes militares y las dictaduras.

Hoy los métodos de aniquilación del pensamiento se han perfeccionado en grado sumo. La represión sanguinaria se ha suplido con ventaja por el secuestro mental. Un secuestro que mantiene a la inmensa mayoría de la población en un estado de inmadurez mental que alcanza hoy día cotas más que alarmantes. El grado de perfección y eficacia de quienes tienen a su cargo secuestrar las mentes de la población es extraordinario. La tecnología audiovisual les ofrece tantas posibilidades y el ser humano es tan proclive a la evasión, que permanecer incólume ante esta pandemia inteligentemente manejada es poco menos que una heroicidad.

La población mundial vive hoy bajo un permanente bombardeo ideológico. Mediante él, el capitalismo ha conseguido trastornar por completo la escala de valores que nos han hecho avanzar socialmente a lo largo de los siglos. Hoy día a la gente, y en espacial a la gente joven, no se le da la menor oportunidad de pararse a pensar. Se le llena el cerebro de ruido todos los días del año desde que despierta hasta que se acuesta. Distracción permanente; ni un instante para la reflexión. No es de extrañar pues que apenas haya quienes se interesen por temas de trascendencia social, que no haya organizaciones populares capaces de cuestionar el pensamiento dominante y enfrentarse al poder. Y no es de extrañar tampoco que por ese mismo medio que se secuestra mentalmente al pueblo se le pueda movilizar a conveniencia de los estrategas del imperio.

Sin más organizaciones cívicas que las destinadas a procurar distracción a quienes a ellas concurren, ¿cómo va el pueblo a descubrir el dominio mental de los opresores y a oponerse a sus criminales acciones? ¿Cómo se puede desarrollar en el pueblo el sentido de la responsabilidad mientras permanezca sumergido en esa nebulosa mental que tan bien manejan los dueños del mundo capitalista? Y sin organizaciones populares responsables ¿cómo construir eficazmente ese mundo mejor tan y tan anhelado?

Cierto que el pueblo es capaz de rebelarse, de insurreccionarse... Justamente lo estamos viendo estos días. Gente en la calle, principalmente joven, dando muestras inestimables de heroicidad. Pero no nos engañemos, que los tiranos no se van porque el pueblo se lo pida. Hacen como que se van, pero no se van. Se van unos y vienen otros. O se van los sanguinarios dictadores cuando el verdadero poder tiene con quien o con qué sustituirlos ventajosamente, como es el caso de sustituir una dictadura por una “democracia” al uso, algo mucho más peligroso porque el enemigo visible despierta rebeldía, en tanto que el invisible pasa inadvertido con mayor facilidad.

Quien esto escribe ve un futuro muy poco esperanzador a corto plazo, pues la experiencia enseña que pese al inestimable valor de la rebeldía, el pueblo mentalmente obnubilado, disgregado y sin una firme cohesión organizativa, siempre ha sido manipulado y finalmente dominado. Quizá si nos pusiésemos a trabajar de firme...

http://www.kaosenlared.net/noticia/rebelion-nada-mas-mal-camino-para-libertad


Guerra sin máscaras

Juan Almendares


El río de la verdad fluye por un cauce de mentiras (R. Tagore)

A partir del golpe de Estado militar Honduras ha sido convertida en un laboratorio experimental de Guerra Programada y de terror mediático donde concurren fuerzas de ocupación militar del pentágono, fuerzas militares y policiales colombianas, sicarios, guardias de seguridad privada e intelectuales nacionales e internacionales tarifados por la ultraderecha norteamericana, europea y latinoamericana.

El plan es abortar cualquier proceso de democratización, liberación y transformar de nuestro país en una plataforma ideológica política y militar de agresión contra los pueblos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y todos los países afines al ALBA.

A raíz de la convocatoria al Paro Cívico el 30 de marzo del 2011 por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), organizaciones campesinas, obreras, mujeres, feministas, comunidad de la diversidad sexual; artistas, estudiantes de secundaria, universitarios, maestros, maestras y diferentes movimientos en resistencia se manifestaron en solidaridad con el magisterio nacional y protestaron contra las multinacionales que han apoyado a las fuerzas golpistas

Las protestas se realizaron en puntos vitales del territorio nacional mediante: toma de puentes y carreteras, marchas plantones frente a la Corte Suprema de Justicia, Universidad Nacional Autónoma de Honduras y Universidad Pedagógica Francisco Morazán.

Se estima mas de un centenar de personas fueron afectadas tanto por los gases, persecución, tortura, detención e impacto por armas de fuego.

El asalto de las tropas militares y policiales del Alma Mater y la Universidad Pedagógica con la consecuente salvaje represión estudiantil fueron hechos que se volvieron a realizar con el silencio de las autoridades universitarias

Las zonas mas importantes del Paro Cívico fueron: Dulce Nombre de Copan, Chiquila, Santa Bárbara en el occidente; Santa Cruz de Yojoa y Potrerillos en Cortés y El Progreso, Yoro. Al norte: San Pedro Sula y Ceiba, en el centro Tegucigalpa, en la zona Sur: Choluteca y el Aguan cerca de la costa atlántica.

En los Planes, zona del Aguan del departamento de Colón se concentraron aproximadamente mil personas con la presencia de aproximadamente 400 campesinos(as) miembros de la margen izquierda MUCA (Movimiento Unificado Campesino del Aguan), representantes del MCA (Movimiento Campesino del Aguan), maestros y maestras.

LOS CAMPESINOS DEFENDIERON EL DERECHO A LA TIERRA Y A LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Durante tres horas la protesta pacifica fue objeto de lanzamiento de disparos dirigidos al cuerpo de mas de trescientas bombas lacrimógenas y luego a múltiples disparos de bala vida de fusiles galiles y pistolas nueve milímetros .Según el relato de una de las victimas era una lluvia de balas que silbaban en los oídos.

Los resultados preliminares fueron seis heridos del MUCA : Neptalí Espinal, Franklin Hernández, Víctor Manuel Euceda, Paulino Chávez y Antonio Vásquez.

Un campesino del MCA fue golpeado en forma severa y dos maestros: Elías Nieto y Waldina Meléndez fueron heridos.

Algunas de las victimas fueron hospitalizadas y sin respetar su condición traumática los militares y policías no respetaron las normas hospitalarias; al continuar violando sus derechos

Según el relato campesino murió un guardia de Seguridad que andaba con una escopeta y que fue confundido por las fuerzas represivas y recibió un disparo. Tres policías fueron objetote trauma durante la confrontación.

Mientras esta barbarie ocurría; un contingente militar, policial con guardias privados y sicarios de los terratenientes desalojaba un grupo de campesinos de “La Aurora” quienes ante la desproporcionada fuerza represiva y terror no confrontaron y defenderán las tierras que según ellos legítimamente les pertenecen.

El discurso de los cuerpos represivos y la guerra mediática es justificar la impunidad de las agresiones y tortura aduciendo en forma falsa y perversa la presencia de extranjeros (Cuba, Venezuela y Nicaragua)

Esta guerra programada articulada a una campaña mediática tienen fines experimentales la tortura física y psicológica, los crímenes de lesa humanidad, la utilización de armas toxicas letales en espacios cerrados y disparos dirigidos al cuerpo de las victimas produciendo quemaduras e incluso muerte.

En nombre de la democracia, de dios y la defensa de la propiedad privada de la oligarquía y las multinacionales se agrede a los cuerpos humanos como si fueran desechos o cosas sin valor.

Los operarios de la violencia ya no necesitan ocultar sus rostros con las capuchas y aunque se protejan con las mascaras antigas, tarde o temprano sufrirán el impacto de los tóxicos.

La esencia de esta agresión contra el pueblo esta en la ¡Verdad sin Mascaras! cuyo contenido es la ideología y práctica fascista de los fieles servidores de la oligarquía y el capital multinacional.

Solo la organización, resistencia, movilización y la unidad de todo nuestro pueblo articulada a la solidaridad internacional podremos construir una nueva sociedad donde Honduras vuelva ser nuestra y de “Nuestra América”

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domingo, 13 de marzo de 2011

El viento cordillerano de la rebeldía

Carlos del Frade  


Casi dos mil mendocinos tomaron la Legislatura de la provincia y luego marcharon hacia los tribunales para exigir que se detenga la aprobación del proyecto minero San Jorge.

Fue el martes primero de marzo y fue la antesala de otras movilizaciones que vendrán para asegurar que la palabra futuro tenga sentido en estos arrabales del mundo hoy al servicio de un modelo extractivo, basado en el sojalismo y la minería a cielo abierto.

Modelo extractivo que, en definitiva, revela el nivel de dependencia de la Argentina a poco de haber celebrado el bicentenario de su primer gobierno patrio.

Hay una consigna que trae el viento cordillerano, palabras de otros tiempos que vuelven a germinar en los corazones jóvenes de los pueblos de Cuyo y el Noreste del país.

No importa si hay cosas para vestirse bien.

-…andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indios. Seamos libres. Lo demás no importa nada – fue la proclama lanzada por el guaraní general de esperanzas colectivas, José de San Martín, antes de lanzarse al cruce de las montañas más altas del planeta, en enero de 1817, desde El Plumerillo, allí en Mendoza. Y esa es la consigna que los vientos cordilleranos de la historia parecen haber depositado en cientos y cientos de mendocinos.

“Seamos libres y lo demás no importa nada”.

Y para ser libre el presente y el futuro deben ser pensados y planificados por los que son más y no por las minorías del privilegio siempre en relaciones carnales con las grandes corporaciones multinacionales. Dos millares de mendocinos fueron convocados por las asambleas ambientalistas de los distintos puntos cardinales de la provincia. Y todas ellas haciendo eje en algo vital para los días por venir: el agua.

Reclaman la necesidad de calificar como inconstitucional la curiosa declaración de impacto ambiental que hizo el gobierno provincial y que habilita la puesta en punto del proyecto minero San Jorge que tendrá lugar en la estancia El Yalguaraz, cerca de Usapallata, nada menos que uno de los senderos por donde cruzó los Andes aquel primer ejército latinoamericano en operaciones como el fue el conducido por San Martín.

La minera quiere llevar el cobre y el oro que están en las entrañas de las montañas cuya belleza supera cualquier adjetivo.

Por eso hay un sonido en el ambiente que parece llegar de lejos.

El viento cordillerano trae un profundo llamado a la rebeldía y la necesidad de ser protagonistas de la historia. “Seamos libres, lo demás no importa nada”, repite el viento del tercer milenio como mandato que se hace sinónimo de felicidad y esperanza para las nuevas generaciones.

Por eso estuvieron allí los dos mil mendocinos. No quieren la contaminación del medio ambiente ni tampoco la desaparición del agua. Por eso marcharon los dos mil mendocinos. Entre ellos están los militantes del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo de Maipú que explicaron por qué están allí, embebidos por aquel viejo viento cordillerano de rebeldía y esperanza: “Si los mendocinos no logramos ahora, ya, frenar el Proyecto San Jorge de Minería a cielo abierto (el primero de muchísimos que están esperando esta aprobación para invadirnos) al hambre de hoy le estaremos agregando el hambre de mañana y un mañana inmediato. Por si alguno todavía no ha relacionado la Minería a cielo abierto con el Hambre les digo que Mendoza y sobre todo nuestro pibes y sus familias viven en su mayoría de actividades relacionadas a lo agrícola (cosechadores, podadores, verduleros, puesteros, contratistas, venta callejera de hortalizas, crianza de animales con las sobras de verdulería) o la industria agroalimenticia… Mendoza es literalmente un oasis en el desierto. Se ha declarado la emergencia hídrica y nuestros legisladores les quieren regalar el agua a los gringos. Sin agua no hay comida, y sin comida hay hambre. Sentimos estamos anticipándonos a una nueva y genocida fábrica de hambrientos”, apuntaron los luminosos compañeros que no se hacen los sordos al clamor de aquella vieja consigna que impulsa el viento cordillerano de la historia.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=5205:el-viento-cordillerano-de-la-rebeldia&catid=36:notas-en-el-home&Itemid=107


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Sí, matar al tirano

Osvaldo Bayer


Nunca hubiera imaginado que el destino me llevara a ser testigo de un hecho pleno de las fantasías que siempre contiene la realidad humana. En Bad Bramstedt, una pequeña ciudad del norte alemán, se llevó a cabo un acto de homenaje a Kurt Gustav Wilckens. Sí, nada menos. ¿Quién fue Kurt Gustav Wilckens? El obrero alemán que, en enero de 1923, mató al teniente coronel Varela, en Palermo, frente a los regimientos 1 y 2 de Infantería. El teniente coronel Varela había sido el ejecutor del fusilamiento de centenares de peones patagónicos en las huelgas rurales de 1921-22, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen.

Wilckens, para cometer el hecho, usó el principio de “Matar al tirano” que sostenían los anarquistas. “Cuando en un país no hay justicia, el pueblo tiene el deber de llevarla a cabo”, sostenían. En el caso de Varela, Wilckens señaló que los obreros debían ejecutarlo porque, si no, volvería a cometer crímenes similares.

Después de su acción, Wilckens fue detenido, llevado a la cárcel y, allí, asesinado por un pariente de Varela que se hizo pasar por guardia penitenciario –con aprobación de las autoridades–, que lo mató mientras dormía en su celda.

Bad Bramstedt está orgullosa de que Wilckens haya nacido allí. Los diarios locales y de la zona publicaron páginas enteras en recuerdo a él. Wilckens pertenecía a una antigua familia –ese apellido está entre los fundadores de la ciudad– que vivía justo en la plaza principal. Fui invitado a hablar en el acto que se realizó en el castillo histórico, en un amplio salón, y la concurrencia fue principalmente de docentes, periodistas y antiguos vecinos de la ciudad que conocieron a la familia Wilckens. También se hizo presente un buen número de estudiantes. Y la iniciativa partió nada menos que de dos libreros, Ralph y Hans, de la librería Hans, el Feliz.

En la Argentina siempre se ninguneó el hecho de Wilckens. Se silenció todo. En el célebre debate sobre los crímenes oficiales cometidos contra las peonadas patagónicas, la bancada mayoritaria –los radicales– negó la investigación, abandonando el recinto a la hora de votar. ¿Qué debían hacer los obreros? ¿Callarse la boca y “mirar hacia adelante? No, había llegado el momento de aplicar aquello de “cuando no hay justicia...”. Y la ejecutó Wilckens. Fue solo a enfrentar al todopoderoso militar. Cuando sus compañeros de ideas quisieron acompañarlo, él les respondió: “No, para una persona, una sola persona”. Y fue solo a “hacerlo” al militar dueño de la vida y de la muerte.

Al sepelio del militar fusilador fueron todos, desde el presidente Alvear y el ex presidente Yrigoyen, con todos sus ex ministros, hasta miembros de la Sociedad Rural, por supuesto.

En el acto en su ciudad natal alemana se propuso que se pusiera una placa en la casa donde nació, relatando quién había sido Kurt Gustav Wilckens. Al militar fusilador nunca nadie se atrevió a hacerle después homenajes, ni siquiera a recordarlo. En su tumba en el panteón militar, hasta hace poco había sólo una placa que decía: “Los británicos en el territorio de Santa Cruz a la memoria del teniente coronel Varela, ejemplo de honor y disciplina en el cumplimiento del deber”. Está todo dicho. No es necesario decir más. Y la verdad fue cantada por el payador criollo Martín Castro, en su “Canto a Wilckens”, en el cual en una estrofa lo define todo:

Wilckens no es una venganza,
es el fruto, es la cosecha
de quien sembró tiranías
para recoger violencias.

La historia del mundo está sembrada de reacciones así. Tenemos el ejemplo del armenio Soghomon Tehlirian, quien el 15 de marzo de 1921 mató a Taleat Pachá, en Berlín, de un tiro. Taleat Pachá había sido ministro del Interior del gobierno turco que ordenó la masacre del pueblo armenio, que comenzó en 1915. Esa masacre es una de las más crueles de la historia: los armenios fueron desalojados de sus casas, los hombres fueron muertos a tiros y las mujeres y los niños obligados a caminar distancias sin límites hasta que ellas cayeran exhaustas de sed y de falta de alimentación, al igual que sus niños. Así fueron muertos un millón y medio de armenios. Nunca los gobiernos turcos reconocieron ese genocidio, sino que han tratado siempre de “mirar hacia adelante”. El joven Tehlirian, a quien le habían matado a toda su familia, tomó la decisión de “matar al tirano” en la figura del ministro del Interior turco responsable de las masacres, que se encontraba en 1921 en Berlín, Alemania. En la calle le pegó un solo tiro que fue mortal.

El juicio que la Justicia alemana le hizo al vindicador Soghomon Tehlirian fue ejemplar. Justamente fue eso, los jueces consideraron que había hecho uso de ese principio: matar al tirano y que, cuando no hay justicia, el pueblo tiene derecho a hacer justicia por su propia mano. Los armenios publicaron un libro donde se trae completa la versión taquigráfica de todo el juicio, con los argumentos del fiscal, de los defensores y del veredicto final de la Justicia con la absolución del vengador Soghomon Tehlirian. Fue un paso adelante en el verdadero sentido humano que debe entender la Justicia de los pueblos. Y algo que deben tener en cuenta todos los dictadores del futuro: cuando el matar se toma como algo natural para mantener el poder tiránico, siempre es posible una figura que no acepte ello y aplique el principio de matar a quien mató y no pagó por sus crímenes.

Justamente la comunidad armenia de la Argentina publicará próximamente en un libro el texto íntegro de este juicio. Allí, el lector podrá leer cómo todas las acusaciones del fiscal son contestadas con argumentos justos por los abogados defensores y los argumentos que esgrimieron en una situación tan difícil. Sólo cito un párrafo del abogado defensor Johannes Werthauer: “Pregunto: ¿hay algo más humano que lo que se nos ha presentado aquí? El vengador de todo un pueblo, de un millón y medio de asesinados, está erguido frente al individuo responsable del exterminio de aquel pueblo, frente al autor de aquellas torturas. Empuña la pistola para encarnar el espíritu de la justicia frente a la fuerza bruta. Baja a la calle como el representante del humanismo contra el salvajismo, del derecho contra la injusticia, de los oprimidos contra el representante total de la opresión. Y enfrenta en nombre de un millón y medio de asesinados a quien con todo el pueblo turco tiene la culpa de esos crímenes. El representa a sus padres, hermanas, cuñados y hermanos asesinados y además a su sobrino, de dos años, también masacrado. Lo respalda toda la Nación Armenia desde el anciano hasta el niño de cuna. El lleva la bandera de la justicia, la bandera del humanismo. Señores del jurado, ustedes deben decidir qué ha ocurrido en su alma y su cerebro en el momento del homicidio: si era o no dueño de su voluntad”.

Por unanimidad del jurado, el autor del hecho, Soghomon Tehlirian, fue dejado de inmediato en libertad. Una resolución que conmovió al mundo.

La versión en español que se editará ahora de este juicio lleva un prólogo del juez, miembro de la Corte Suprema de la Nación Argentina, doctor Eugenio Raúl Zaffaroni. Desarrolla ahí un concepto que hará historia. Con una profundidad y una amplitud de mira humanista dice, por ejemplo: “La impunidad de Taleat Pachá frente a la magnitud tan formidable de la injusticia cometida contra el pueblo armenio hacía que el Derecho penal perdiese la fuerza ética necesaria para sancionar al que le diese muerte. La impunidad de la masacre condenaba a Taleat y determinaba la absolución de Tehlirian. Taleat había dejado de ser considerado persona. La impunidad del genocida lo deja en condición de no persona, pues le retira la cobertura jurídica. Quien lo ejecuta no puede ser condenado, aunque nadie lo confiese y aunque se fuercen los argumentos y argucias jurídicos para no condenarlo. Se lo declarará inimputable, se acudirá a la ficción del acto de guerra o se buscará algún pretexto de forma procesal, pero un tribunal imparcial no lo puede condenar”.

Palabras sabias que hablan, por sobre todo, a favor de la vida, ya que pone en aviso a todo poderoso que se precia de su poder, tomando a la muerte como método. Y con eso correrá el peligro de buscar él mismo su muerte.

El otro caso es el del alemán Georg Elser, el humilde obrero que atentó contra Hitler en 1939. Es increíble la minuciosidad que empleó pese al peligro de ser descubierto en cualquier momento. Sabiendo que Hitler iba a presidir un acto en la célebre cervecería de Munich, con todo su escuadra mayor, Elser preparó una bomba que colocó en el interior de una columna del salón, justo al lado del podio donde iba a estar el dictador. Días y noches pasó Elser en ese lugar, haciendo el boquete. Lo tuvo listo justo la noche anterior al acto y preparó la bomba para que estallara justo en el momento en que estaba anunciado el acto donde iba a hablar el dictador, el 8 de noviembre de 1939. Pero el atentado fracasó. Hitler adelantó el acto por un problema de traslado a Berlín y se fue 13 minutos, justo 13, antes de que explotara la bomba que destruyó todo el ámbito donde había hablado Hitler. Si se hubiese quedado, la historia del mundo habría cambiado completamente. Muerto Hitler, el motor del nazismo, nadie lo hubiera podido reemplazar en su papel de dictador supremo. Se hubieran salvado así millones de personas. El obrero Georg Elser pagó caro su propósito de matar al tirano. Fue detenido en la frontera con Suiza, estuvo preso en el campo de concentración de Dachau hasta que fue ejecutado por las SS el 9 de abril de 1945.

Pero en la historia finalmente triunfa la ética; puede tardar mucho a veces, pero siempre sabe extraer los verdaderos valores, principalmente los de aquellos que dieron su vida por detener la violencia de los que mandan. Hoy, Elser tiene cinco monumentos en Alemania: en Berlín, en Heidenheim, en Freiburg y en Konstanz. En Munich existe la Georg Elser–Platz, con un monumento en el cual se prende todos los días una luz a las 21.20, hora en que explotó la bomba que depositó él contra el genocida. Se han escrito sobre él ya once biografías y dos novelas y se han rodado cinco films donde se lo consagra como héroe del pueblo.

Matar al tirano. No como regla ni como costumbre. Sólo como llamado de atención a los del poder omnímodo: ninguna violencia de arriba es gratuita. Siempre se va a volver contra el que la inició. Tampoco la venganza es una solución, pero es algo incontenible, humano. Una reacción de los generosos que dan su vida para acabar con los crímenes de los que ejercen el poder. Algo para aprender.

Osvaldo Bayer, desde Bonn, Alemania
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/index.html


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domingo, 6 de marzo de 2011

Mesas de convergencia para una salida social a la crisis

Estimado amiga y estimada amigo;

Un grupo de personas preocupadas por la situación política y por las amenazas que se ciernen sobre sectores cada vez más amplios de la población sentimos la necesidad de tomar la iniciativa. Pensamos que ha llegado el momento de impulsar un proceso de acercamiento y convergencia de todos los sectores y sensibilidades de la izquierda para ir conformando una respuesta unitaria y eficaz a la situación que vive nuestro país de países.

Nuestra pretensión es muy abierta pero muy clara. Estamos convencidos de que es imprescindible promover la más amplia confluencia de fuerzas de la izquierda social y política frente a la ofensiva neoliberal que estamos sufriendo. Esta ofensiva probablemente no va a remitir en los próximos tiempos sino todo lo contrario.

Creemos que es necesario ir construyendo consensos para definir valores y políticas que permitan defender el bienestar colectivo, la justicia social, el desarrollo sostenible y las libertades democráticas en estos momentos críticos que estamos viviendo. Es sólo un comienzo pero un comienzo necesario para empezar a articular una contraofensiva al neoliberalismo dentro del actual panorama de la izquierda en nuestro país.

Para darle el primer impulso a este proceso, aprobar el programa mínimo antineoliberal y lanzar el proceso de conformación de mesas para la convergencia ciudadana en todo el Estado, hemos convocado una Asamblea el próximo día 19 de febrero a las 11.00 horas en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid, Calle Lope de Vega nº 40.

Somos conscientes de que una convocatoria de este tipo no es muy frecuente. Pero existe una posibilidad real, hasta ahora tenida por imposible, de que se produzca una regresión dramática de las conquistas sociales, democráticas y culturales de los últimos treinta años. Está en juego, además, la propia existencia de la izquierda como actor político relevante. Por ello confiamos en tu responsabilidad y en tu generosidad en unos momentos tan importantes como los que estamos viviendo.

Un saludo cordial


El grupo promotor de la iniciativa

Almudena Grandes, Ariel Jeréz, Armando Fernández Steinko, Begoña San José, Carlos Berzosa, Carlos Martínez, Carlos Ruíz, Diosdado Toledano, Enrique de Santiago, Francesc Matas, Francisco Fernández Buey, Gaspar Llamazares, Ignacio Ramonet, José Luis Sanpedro, José Manuel Naredo, Juan Ramón Capella, Juan Torres López, Luis García Montero, Manolo Monereo, Marcos Roitman, Mari Angels Martínez Castells, Maria José Saura, Miguel Riera, Pablo Iglesias, Pascual Serrano, Pedro Montes, Rafael Pillado, Ramón Zallo, Ricardo García Zaldívar, Roberto Viciano, Rosa Cañadell, Rosa Regás, Salce Elvira, Teodulfo Lagunero, Vicenç Navarro, Xosé Manuel Beiras.

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sábado, 5 de marzo de 2011

Los Qom, muertos de futuro y sed

Silvana Melo    


Cuando Tanqui se robó el fuego para repartirlo a los suyos creyó que las llamas arderían eternas. Como el Prometeo griego, el Tanqui de los tobas les arrebató una chispa a los poderosos para iluminar el camino de los mariscadores, para encender las ramas secas del invierno, para cocer la carne que alimenta el cuerpo y pone el alma en alerta para defender la comunidad. Es decir, lo que sostienen ab-origine en común. Desde el principio de todos los tiempos: la tierra, el aire por donde surcan los pájaros, la lengua de sus dioses. Pasado y futuro en un piso de historia construido por todas las sangres cosidas a tientos, a piel de los muertos de 500 años.

Como a Prometeo, a Tanqui no se le perdonó el fuego raptado. La maldición de los poderosos suele caer como lluvia igualadora y persistente en los tiempos sobre la comunidad de las cabezas. El despojo de todo, el acorralamiento en los rincones cada vez más mínimos del bosque, el desmonte brutal que les arrancó el alimento del árbol y el bicho que se caza y se come -todos se fueron, huyendo de la topadora y algunos no volvieron jamás, ya no existen-, los palos para quitarles la tierra pequeña que les queda y que no se puede talar ni unisembrar porque están ellos ocupándola con esas flacas vidas, el exterminio a través del hambre, los niños asesinados por la ausencia de alimentos, el agua podrida, el médico que no viene, el funcionario que no comprende la lengua, el gobernador que les manda la policía y el plomo o los abandona a la muerte del corazón seco sin agua ni pan, allá ellos con su cultura.

Cinco siglos se pasaron cortándoles las piernas, la historia y las raíces. De a millones se cuentan los muertos que dieron de comer a las palmeras y a los montes intratables. Nadie penetraba en la selva verdinegra como ellos. Si al fin y al cabo era de su sangre. Nadie como ellos se entendió con los carpinchos y los aguará guazús que se dejaron cazar y comer porque sus huesos se mezclaron en el barro de la tierra conquistada.

Los tuyuyú cuarteleros que todavía les sobrevuelan el cielo, aunque sea minúsculo ya, tienen como ellos la memoria genética de la masacre de octubre de 1947. Donde medio millar de pilagás fueron ametrallados por la gendarmería en Rincón Bomba. Era también en Formosa. No gobernaba el Gildo pero está claro que Tanqui quiso robar el mismo fuego y así reaccionan los ladrones universales. Desde Pizarro que la punta de la Argentina no veía tanto muerto toba. Tanto crimen por reclamar lo propio, paradoja loca del despojo. La tierra es nuestra desde que apareció. Desde que K´ ata la desplegó como alfombra a nuestros pies, desde siempre y para siempre.

El 23 de noviembre la policía de Gildo, los brazos armados del Gobernador, los Payak de Insfran, los que como Payak sorben la sangre de los enfermos hasta matarlos -lo hacen con las balas como en Formosa, en Salta con el hambre como cuestión cultural-  atacaron a sangre y a fuego a la comunidad La Primavera, dejaron morados y quebrados los cuerpos famélicos de los qom, quemaron sus chozas, su par de frazadas y sus zapatillas de soga, los amontonaron en celdas, les quitaron el agua, los mataron de cuerpo y de alma.

Gildo está en su trono como si nada. Los qom cortaron la ruta, silbaron al cielo y pusieron tres trapos en un hatillo para venirse a la capital. Que es donde atiende Dios y el Poder, en la Oficina de Despojos. Se armaron una carpita en la 9 de Julio, aturdidos por el ruido y el pavimento y la gente y hace tres meses que el Poder no los ve. No los siente. No los recibe. No existen. No son. Sólo fantasmas de hambre que se mueren desnutridos en Formosa, en Chaco, en Misiones, en Salta. Como wichis, como tobas, como qom. Es lo mismo para el Gran Escritorio del Saqueo.

Los diezma el chagas, la tuberculosis, el veneno de los agrotóxicos que protegen la soja y les desgarra los pulmones. Porque se los rocían sin verlos. Porque no existen.

Les matan a sus niños igual que a moscas. De hambre inexplicable. Para que no puedan reverdecer. Para que no retoñen. Que se vuelvan viejos. Acostillados. Famélicos. Muertos de futuro y de sed.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos anduvo preguntándole al Estado argentino cuáles son las medidas que adoptó para proteger a los integrantes de la comunidad del pueblo Toba en Formosa. Después del desalojo de la ruta 86, de la muerte y del saqueo de sus casas por parte de la policía de Insfran, la CIDH fue convocada por la Defensoría General de la Nación y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). La respuesta a la pregunta parece clara. Las medidas no son. El Estado es ciego, sordo, mudo. Los tobas qom son invisibles. No existen. Están muertos –como lo planeó la historia de los siglos- de futuro y de sed.

Las cabezas del poder, los que andan con las orejas sordas y el alma sin sensores, tienen premio. El bello gobernador de Salta es intocable. El Gildo tiene la piel de acero porque es aliado. El Clos de nombre francés que gobierna Misiones -con casi 300 niños muertos por hambre y mil al borde- está en las fiestas de privilegio y será otra vez candidato. Los wichis, los tobas qom, la negritud cachorra, no están en ninguna agenda. No los ve el Poder ni los que aspiran a ejercerlo. Ni los que gobiernan ni los opositores. Todos indiferentes y en disputa por retazos de ese poderío. Por si la CIDH vuelve a averiguar: los tobas qom no existen. Para nadie. Son invisibles. Están muertos de futuro y de sed.

Si no que les pregunten a los aguará guazús. A los pichis. A los carpinchos. Que ya no tienen monte. Que ya no corren de los que vienen a mariscar. Que se consumen en los plantíos sin sombra. Con el único paraguas del tuyuyú que pasa de vez en cuando. Muy de vez en cuando.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=5158:los-qom-muertos-de-futuro-y-sed&catid=36:notas-en-el-home&Itemid=107


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