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domingo, 10 de abril de 2011

Poesía de la Conciencia

Marcela Orellana


LHDG abre hoy una nueva sección, una sección de poesía en la que caben infinidad de textos de diverso aliento. Algunos en tono de arenga y otros en tono de confidencia. Muchos teñidos por el dolor y el miedo y otros pintados con los colores de la celebración y la ofrenda. En todos hay una conquista: la de la plasticidad que nos permite crecer al relativizar nuestra mirada.

La poesía es para nosotros al decir de Pedro Salinas "caridad y claridad". Sí, es esa luz que ilumina el mundo aún innominado, lo nombra y le regala al lector un rescate, un salvataje, un paréntesis de la realidad para él mismo. Esto vale para la poesía toda pero de manera particularísima para la poesía llamada social, comprometida, revolucionaria, la que LHDG llama poesía de la conciencia. Todo aquel poema que nos permite completar el paisaje siempre parcial del yo al encastrarnos en el paisaje de un tú. Este tú es un otro que sólo es una versión de uno mismo en otro paisaje, atravesado por otra circunstancia, por otro estadio de la realidad que sólo podemos observar respetuosamente desde un umbral, el del corazón del otro. Desde allí lo único permitido es el respeto, la aceptación, el no juicio, la ad_miración. 

La poesía de la conciencia, la que fue escrita desde la verdadera revolución no es altisonante, al contrario, es silente, amasada por paciencias infinitas porque es resultado de una o varias derrotas públicas  y de múltiples victorias privadas. LHDG desea acercar a sus lectores estos fragmentos de paisajes universales en el que todos y cada uno volvemos a ser ese ser único que somos y del que sólo creemos formar parte.

Mario Benedetti
(Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó,
Uruguay, 14 de septiembre del 1920)

Poemas de otros
(1973-1974)

TRECE HOMBRES QUE MIRAN

Para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.
               OCTAVIO PAZ


Mire la calle.
¿Cómo puede usted ver
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a esa gran río?
               NICOLÁS GUILLÉN



HOMBRE QUE MIRA EL CIELO

MIENTRAS PASA LA estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
    sus molares caninos e incisivos
    y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
    se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
    y mis hermanos puedan hacer de nuevo
    el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
    no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
    aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
    solidarios como abejas
    aguerridos como jaguares
    y empuñen todos sus noes
    para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
    pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
    y brutal puntualidad
    pero si llega puntual no nos agarre
    muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
    poniendo en tus ojos el alma
    y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
    y sin estrellas
con helicóptero y sin dios.


lunes, 7 de febrero de 2011

Égloga

Jorge Enrique Adoum  


Esta comarca limita con la sangre
y la abundancia. Cada día
pude hallar en el bosque iniciales
de martirio y hermosura y sobre
la triste arena del país descubierto
el rastro que fue dejando la violencia

Oh dulce día indígena enterrado,
puro territorio bajo el tiempo
y la ceniza: yo amaba al victorioso
general de bronce pero hay una historia
nueva entre la hierba, una voz
heroica que me llama a las raíces:

“Sobre mi provincia de paz y de sembrío
le cantaba a la leche de la luna,
a la grávida montaña; como una niña
protegía a la avena, la cuidaba del hielo
con mi cuerpo; las muchachas llevaban
audaz olor a perejil entre los senos
pero vosotros empezásteis la violencia
dijísteis: ya no es tuya la tierra.
¿No es mía?
¿No tiene mi rostro la patata?
¿No es mi título la espalda desgarrada
por la bestia? ¿No me entregó su múltiple
secreto la cabuya? ¿No es mío el sitio
donde me sedujeron los helechos?
Aquí nací llorando la llovizna
y he sembrado en el surco con mis dientes;
bajo el arenal está mi territorio
donde vive mi padre añadiéndole
un pétalo a cada rosa que se quiebra.
La semilla no es sino mi goterón
endurecido, mi lengua hiere el brutal
tabaco sin misericordia. Tu pusiste
mi nombre en el arroz: toca, entonces,
mis yemas, toca mi rostro que he golpeado
contra tu propiedad y la mazorca
de granizo. Prueba mi sangre, su sabor
de castigo en la fruta que abres
como a una mujer bajo la luna.
Todo lo que tienes a mí me estás quitando:
porque sembré y no fue mía la cosecha,
porque cuidé tu viña y no gotearon
en mis manos los racimos, tampoco
tuve el agua y la tierra conquistadas:
Soledad y pajonal, víbora y destrozo,
látigo y sequía estaban destinados
a matarme. Alimenté al ganado
y no tuve ración en su comida.
Pero sé del suelo la dimensión exacta
que será reconquistada a tu violencia
¿No es mío acaso el sitio
donde me han matado tanto?”

Ahora estoy seguro de mi culpa,
ya conozco mi república de hierbas y prodigio.
Yo iba como un ciego, llamando con mi bastón
a su sal y su neblina, pero me encontraron
el héroe y el profeta: porque
ésta es la única historia de la tierra.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=4982:egloga&catid=36:notas-en-el-home&Itemid=107

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domingo, 30 de enero de 2011

Respirar en los otros

Liliana Bodoc


No será fácil tomar conciencia de que María Elena Walsh ha muerto. ¿Cómo hacerlo si su voz sigue acunando el sueño de nuestros hijos e hijas, nuestros nietos, nuestras nietas? Cómo, cuando la actualidad de sus palabras, sus rebeliones, de su universo y de su música la conservan siempre joven y al resto un poco más viejas. Algo de lo materno se ha ido con ella que educó a más de una generación y que también nos legó el placer al educar. Algo de madre, sí, pero no cualquier madre sino una que no tuvo más hijos que su obra; una madre poeta, lesbiana, feminista, música, artista. Una descripción un tanto guerrera para la señora burguesa que disfrutaba del té de las cinco y hablaba de ciertas cosas con ambigüedad controlada. Todo eso era María Elena y a lo que deja y a lo que se lleva le rendimos este homenaje coral que tampoco alcanza para despedirla porque hay despedidas que son, sencillamente, imposibles.

En cierto sentido, estaremos obligados a admitir que el día 10 de enero de 2011 murió María Elena Walsh. Y todavía estaremos obligados a asentar el dato en las biografías, estudios críticos, exégesis, prólogos, historias de la literatura.

Será verdad de algún modo. Pero será una verdad a medias, discutible. Será, en todo caso, una interpretación, una simplificación del verbo “respirar”.

Entonces, y a la inversa, decir que María Elena Walsh ha muerto puede ser, según se mire, un desacierto, una miopía, una apreciación meramente biológica, cuando lo biológico es apenas un modo de la existencia. Un modo que nuestra gran poeta ha logrado trascender con holgura.

Sin intención ni posibilidad alguna de transformar este espacio en un artículo crítico voy a permitirme recordar y mencionar brevemente algunas características de su trabajo literario.

Creo que el dulce mestizaje de sangres que le dio vida, entre inglés y criollo, se evidenció en su escritura, donde junto a una estilística y una poética con claves europeas, y particularmente inglesas, surgió y fue creciendo la interioridad latinoamericana. Lenguaje, melodías, asuntos, personajes que no pudieron ser creados sino por una talentosa capaz de amalgamar las dos orillas para crear de un modo límpido y original.

Habría que agregar que el componente folklórico que atraviesa gran parte de su trabajo no es resultado exclusivo de los sentimientos sino, también, de la atención de una estudiosa puesta sobre la música y la lírica popular de nuestro país.

Ahora, este mestizaje del que hablamos se hace notar de otros modos. Por ejemplo, en la decisión poética de unir métricas y rimas estrictas con un lenguaje improbable. Digamos, ponerle corbata al caos. O casi en sus palabras: meter el viento en una cajita de fósforos.

Cuando dentro de los límites de una estrofa perfecta, en sílabas contadas y rima consonante, encontramos una dicción del disparate más una argumentación patas arriba, los lectores entramos de lleno al espacio de la maravilla.

Si el delirio tiene una lógica, ¡y la tiene! María Elena Walsh supo encontrarla.

Juego, humor, absurdo y música son conceptos que, con distintos grados de profundidad, aparecen en cada artículo o comentario, ensayo o investigación acerca de su obra. Y supongo que difícilmente puedan o deban obviarse. Incluso separarse, puesto que se presentan muy articulados en su escritura. Así es como, leyéndola y cantándola, el absurdo juego del humor, la música absurda de los juegos, y el juego musical de la risa nos pone, enseguida, a soñar.

El absurdo, el sinsentido y el disparate no son, en la obra de María Elena Walsh, una pura pátina formal ni tampoco un embeleso carente de sustancia. Por el contrario, la poética del absurdo se sostiene, cuanto menos, sobre dos sólidas columnas. Una de ellas es la metaforización del mundo humano, del ser y el quehacer de nuestras sociedades. Hablando absurdamente habla sobre el absurdo y pone en jaque la solidez de nuestra lógica. La misma lógica que da origen a la burocracia, al consumismo, a la guerra y a la tristeza.

Pero el absurdo tiene también, según creo, relación con una convicción estética: la de trabajar por fascinación, la de confiar en los argumentos de la melodía. En definitiva, la certeza de que el arte poético poco tiene que ver con la secuencia de la demostración y, en cambio, le adeuda sus mejores sentidos a la estética.

En cuanto al humor y a la sonrisa son, en ella, la más humana y eficiente herramienta para encarar el fracaso, los miedos (desde el miedo del niño a la vacuna hasta el miedo del adulto a la soledad). El humor, en la poesía de María Elena Walsh, es un modo de echarse la vida a las espaldas para seguir viaje hacia delante.

¿Y la música?

La música, tantas veces reconocible en formatos tradicionales, parece relacionada con la memoria. Lo que se canta, nos dice la obra de María Elena Walsh, mejor se recuerda. La memoria, como cualquier otra virtud humana, debe ejercitarse. En sus poemas y canciones, tanto las que priorizan al lector niño como las que priorizan al lector adulto, se fragua la memoria de nuestra historia, se recuerdan las deudas pendientes con la justicia, y hasta se potencia lo más jugoso de la nostalgia.

Nos falta el juego...

Porque juega, ¡y mucho!, la escritura de María Elena Walsh.

Brinca, adivina, vuelca y revuelca, esconde, encuentra y vuelve a esconder. El que juega, lo sabemos, invita a jugar. Por eso, abrimos sus libros y encontramos un sitio pendiente en la ronda. Pocas veces resulta tan cierto que la literatura requiere de un lector para completarse. En este caso, la poeta lo reclama y lo exige. ¡Ey, lector!, esto es entre dos.

Hay una instigación evidente al juego y, al cabo, resulta muy difícil ser sus lectores sin jugar con ella.

Todas estas marcas, que atraviesan su larga y profusa labor, la emparientan con la oralidad. Y nos permiten afirmar su condición de juglar.

Cantar para contar mejor y que no se olvide, que siga de boca en boca, que se meta por cualquier resquicio del alma y allí anide. Sus poesías y sus canciones andan de plaza en plaza y de pueblo en pueblo contando acá sobre los de allí, contando allí sobre los de acá.

Maravilloso carromato que llega para reunir a viejos y niños, enamorados y académicos, peces y pájaros, gatos y perros, al pueblo entero, sin que nadie se quede al margen, porque donde ella canta cabemos todos.

Ayer mismo, entre las muchas voces que la recordaron, escuché la de Mempo Giardinelli. El querido escritor, además de señalar aspectos de la trayectoria y el modo de ser artístico de María Elena Walsh, mencionó la moral que aparece vertebrando su obra. Sin duda, dio en la tecla. Apuntó a lo preciso.

Nunca la moral de un poeta es independiente de sus versos. Quizá sea esa la única imposibilidad del arte: deshacerse de la índole profunda de quien lo hace.

Claro, moral sin disfraces. Moral de la libertad, moral que es posición tomada y defendida.

Porque, me atrevo a decir, cada estrofa en sus poesías y cada línea en su prosa remiten, artísticamente, a su vigoroso compromiso con la justicia, con el humanismo. La educación y sus “campanas de palo”, la situación de las mujeres, los crímenes contra la libertad, las hipocresías sociales, la imaginación como arma y herramienta son algunos de los temas que, en mi opinión, merecieron un tratamiento reiterado en su trabajo literario. Y aquí vale la pena detenerse a señalar que lo hizo tan pero tan lejos de la diatriba, los sermones y las sentencias.

De entre los temas mencionados arriba, y que de ningún modo pretenden agotar la lista, hay uno en el que voy a detenerme un momento. Las mujeres.

Cuando aún no eran tantas las manos que alzaban las banderas de la igualdad de géneros, cuando no eran tantas las voces, ella hablaba a voz en cuello como denuncia y como militancia acerca de la situación de las mujeres en nuestra sociedad.

¿Recuerdan a aquella pobre mujer que se murió de cansada? “Aleluya, me mudo a un hogar donde nada se vuelve a ensuciar”, fueron sus últimas palabras.

Pero, al respecto, hay unos versos de fabulosa contundencia porque reúnen lo genérico y lo social.

“Quien no fue mujer ni trabajador piensa que el de ayer fue un tiempo mejor.”

¡Bendita maestra!

Su obra es un ejemplo de cuánto necesita, el esqueleto de la estética, cubrirse con la carne del contenido para cobrar vida y caminar.

Y si de enseñanzas hablamos, hay una especialísima y determinante para quienes de un modo o de otro estamos ligados a la escritura para niños y jóvenes.

Nunca María Elena Walsh escribió para los niños con esa “piedad” odiosa que tan fácil se ve y tan poco enamora. Nunca escribió mirándolos desde lo alto ni, mucho menos, pensándolos como caricaturas. No tuvo temor a enfrentarlos con la parodia, el absurdo o la complejidad del disparate cuando el disparate tiene una lógica propia. Habló con los niños en frecuencia artística y por eso se hizo inolvidable.

La literatura para niños es en la pluma de María Elena Walsh literatura sin fronteras, que universaliza los sentimientos y los conflictos.

Por fin, voy a pedirles que nos detengamos en algunos de sus versos. Ni los mejores, ni los primeros ni los últimos. Algunos que elegí sólo porque me ponen la piel de gallina.

En su poema “Pena de Muerte” dice:

Cada vez que se alude a este escarmiento/
la humanidad retrocede en cuatro patas.
“Canción de cuna para un gobernante” dice:
Duerme mientras arriba lloran las aves/
Y el lucero trabaja para la cárcel.
Y dice “Serenata para la tierra de uno”:
Porque el idioma de infancia/
es un secreto entre los dos./
Porque le diste reparo/
Al desarraigo de mi corazón.

Con seguridad, cada uno de estos versos merece un minuto de poético silencio.

Dice María Elena Walsh, y seguirá diciendo. Vale y valdrá porque hay arte y verdad en lo suyo.

Seguramente en estos días, muchos vamos a descubrirnos tarareando “Manuelita”, “El Reino del Revés” o “La cigarra” sin haberlo decidido previamente.

Entonces cuando respiremos, del auténtico verbo respirar, cuando tomemos aire para el canto, ella va a respirar en nosotros.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-6255-2011-01-14.html

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lunes, 10 de enero de 2011

Itaca

Konstantinos Kaváfis   


Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones, los cíclopes y el feroz
Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas en tu alma,
y si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar bellas mercancías: madreperlas,
coral, ébano y ámbar,
perfumes placenteros de mil clases.

Ve a muchas ciudades del Egipto
para aprender de quienes saben.
Y conserva en tu alma Ítaca,
porque llegar a ella es tu destino.

Mas no apures el camino.
Trata de que dure muchos años,
para llegar viejo a la pequeña isla.

Y serás rico por lo que recojas en el camino.
No esperes que Ítaca te enriquezca.
Ella te ha dado ya un hermoso viaje.

Sin ella, jamás habrías partido.
Pero no tiene más para ofrecerte.
Por eso, si la ves pobre,
no pienses que te ha engañado.

Con tu pelo cano, cargado de experiencia,
habrás aprendido por fin   
lo que significan las Ítacas.


(*) Konstantinos Petrou Kavafis (1863 – 1933) fue un gran poeta de la Grecia contemporánea. Gran parte de su poesía fue rechazada y censurada en su época, por su reivindicación de los derechos de los homosexuales. El poema transcripto alude a La Odisea homérica y contiene una sabia reflexión sobre el sentido de las utopías.

http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=4921&Itemid=0



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sábado, 17 de abril de 2010

CUCUBANOS

Iris M. Landrón

Tierra, vuelve la espada a su lugar; derrite su acero en el fuego sanador de las estrellas y ahoga su memoria en las aguas constantes de tu mar.

Tierra, sácate de adentro las flores más hermosas, la armonía, el trigo en abundancia, las ganas de abrazos, las plazas más amplias para que tus criaturas quepan todas.

Tierra, saca tu alegría al sol, sácate el Amor de las entrañas donde lo exiló el guerrero.

Tierra, libera los pájaros del alba y ponte a cantar porque la Vida reclama su momento.

Iris M. Landrón
http://cucubanos.webcindario.com/

sábado, 30 de enero de 2010

A Carlos Juliá, en la muerte de Miguel Ramondetti


Susana Merino

Déjala ser
y recorrer tu rostro sin pudores
porque el dolor
que estalla en una lágrima
fecunda de emoción y de sentido
el gris acontecer de las palabras

Déjala ser
y aunque tu voz se quiebre en el camino
impúlsala a cumplir celosamente
su vocación de cumbre y de hondonada
y su invisible anhelo de ayudarte
a desnudar sin pena tus recuerdos
y a convocar con fraternal acento
el eco de tu duelo por el amigo muerto.

Déjala ser
y escucha los silencios
de un tiempo que ya fue
y que sostiene
tu convicción segura de un reencuentro
en el alba promisoria de un mañana
tejido sin sosiego ni desmayos
con las hebras de tu hacer y su memoria    

(*) Susana Merino, arquitecta, es editora de “El Grano de Arena” de ATTAC. Ver PreNot 8659 del 100112 y PreNot 8673 del 100120

Nota. Miguel Ramondetti, que motiva la poesía de Susana Merino,  fue uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el tercer Mundo, en Argentina. Falleció el 7 de marzo de 2003.

PreNot 8695-10.01.27

http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4275



sábado, 21 de noviembre de 2009

Hoy recomendamos

Dos sitios para meditar




Comentarios y FORO...

domingo, 4 de octubre de 2009

Cucubanos, hoy

Estamos conectados todos; enlazados, entretejidos por la misma brisa vital que impulsa la danza cósmica en el espacio, por la misma energía que conjuga al árbol, al sol y a la araña en un mismo misterioso aliento. Aquí solamente el ser humano se rebela, soberbio, ante la Vida y va cortando hilos como si fuera el dueño…

Iris María Landrón
http://www.cucubanos.net/

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viernes, 17 de julio de 2009

Entonces los gorriones

Eduardo Pérsico

A esta brizna del mapa sólo llegan gorriones. Parlanchines perpetuos rebuscando semillas, voraces que revuelan del surco hacia el tejado,

Y con ellos no lucen garzas multicolores, engreídos flamencos ni calandrias sonoras. Son pájaros a secas, sin trino con estirpe conmemoran el aire que anuncia lejanías, festivos con los pibes saliendo de la clase y le dan resonancia a rincones sin eco. Digamos esta calle, un átomo en el mundo.

Más conociendo el barrio sabemos un secreto: por aquí no discurren cóndores imponentes ni cuervos papagayos de campanario y templo. Y por mucho que agiten cotorras noticieras, - especie que no vuela- no inquieta a los gorriones fauna lejos del barrio. Más bien no presumimos de heroico territorio, pero el águila teme que los pájaros se unan en un chillido. Y en la furia del hambre amotinen los aires y nada los detenga en un vuelo infinito. Y entonces sea el Entonces.

Julio del 2009
Eduardo Pérsico, escritor, nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.

martes, 30 de junio de 2009

Todavía

Eduardo Pérsico

No todos los instantes ya pasaron y aún aguardan tenaces.
Imprevistos. Furtivos.

Ocultos en la lluvia que enjuaga la ventana,
o en la invicta añoranza que irrumpe cada tanto
si algo ya nos dejó camino arriba.

No son sólo un ayer de gorriones quebrando
el aire transparente de una tarde lejana.
Ni el sol febril curtiendo la sangre adolescente.

Tal vez cada futuro es también una ausencia.
Sin el dulce regusto de niñez y nostalgia,
un posible que ausente no alcanzó su destino.

Sin aguardo de magia o resplandores
cada fugacidad será un acaso
muy íntimo y final. Sueño y milagro.

Entonces. Todavía.


Eduardo Pérsico, escritor, nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.

Comentarios y FORO...

martes, 28 de abril de 2009

Si algún golpe...

Si algún golpe de suerte a contrapelo
a contra sol, a contra luz, a contra vida,
te torna pájaro que quiebra el vuelo
y te revuelca con el ala herida...
¡Hay tanto cielo para andar la alas...!
¡Tanto celeste para echarse encima...!
Y pese a todo vuelve la mañana
y está el amor que en su mirar te anima.
¿Por qué caerse y entregar las alas?
¿Por qué rendirse y manotear las ruinas
si es el dolor al fin, quien nos iguala
y la ESPERANZA quien nos ilumina?
Ante un golpe de suerte a contrapelo
a contra sol, a contra luz, a contra vida,
abrí los ojos y tragate el cielo
sentite fuerte y empujá hacia arriba.

María Eva


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lunes, 13 de abril de 2009

Palabras para Julia

José Agustín Goytisolo

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.


José Agustín Goytisolo
http://www.poesia-inter.net/jag0020b.htm

Cantado por Paco Ibáñez
http://www.poesi.as/canc0062.htm

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domingo, 12 de abril de 2009

Dedicatoria


A mi padre,

El sembrador.
El jardinero.

"el que supo enterrar viejas corolas,
gozar de mis capullos y delirar por abrirlos
intuir semillas nuevas ya presentes, aquí mismo.
Al que supo de corolas, capullos y trigo"

Papá me ha vuelto a rescatar. Él lo sabe.

Llamó a la niña que hacía poemas entre sus claveles , mirando el cielo, las uvas y las cañas.
Llamó a "su pibita" que gozaba de los "bizcochos de viaje" que él me traía cuando llegaba a casa y se preguntaba con pocos años ¿por qué se llamaban así? ¿cómo sería un viaje?¿ quiénes se los llevaban en sus viajes?
Llamó a la muchacha que estudiaba Letras y buscaba "su voz" insatisfecha por asonantada, y a la él observaba hasta doblar la esquina, apurada y enérgica para llegar rápido a la Facultad .
Llamó a la mujer que como mujer conoció el amor y el desamor y los transformó en palabras.
Llamó a la mamá que tradujo en pequeñas nanas el gozo de que Emilia estrenara su útero y llenara de sol y aroma su luminosa casa. Llamó a la otra mamá que en arduos poemas conoció la presentida y hoy certera bendición de una hija maravillosamente diferente, Mariángeles.
Llamó a las palabras, que él mismo me reveló enseñándome a leer sobre su almohada; a cantar en tangos, milongas y zambas; nombrando las flores y contando viejas historias.
Llamó a la Vida que compartimos y que despertó a la buena semilla que permaneció dormida en mi corazón. Dormida, vacilante, avergonzada de ser una pequeña semilla no se atrevía a florecerse. La Vida vino y la llenó de calor, de agua, de tierra, de aire. Y la semilla recordó que su misión es dar fruto, un fruto nuevo, perfumado y luminoso hecho también de palabras. Esas palabras que mi padre y Mi Padre han sembrado durante casi 40 años en mi corazón.´


Marcela Orellana
Octubre 11, 2005.
http://marcenpalabras.blogspot.com/2009/04/dedicatoria.html

Poner un comentario en “La hora del Grillo”

viernes, 10 de abril de 2009

Polo (mi padre)

Marcela Orellana

Te fuiste antes de la primavera porque tus manos eran la primavera. Lo que tocaban lo hacían florecer. Hoy estás en un jardín verde con todas las flores que nos enseñaste a conocer y a amar.

Los ángeles jardineros te han dado la bienvenida con sus manos llenas de semillas, de bulbos, de mariposas y de pájaros.

Los ángeles ciclistas tienen los caminos preparados para que los recorras miles de veces con los brazos en alto. Los ángeles cantores ya tienen tanguitos, boleros, milongas y canciones de Don Ata para que tu voz potente y melodiosa se sume a las de ellos.

Y lo mejor, has vuelto a casa. La abuela Rosa y la abuela Juanita salieron a esperarte. La abuela Rosa se sentará con vos para que le leas. El abuelo Manuel se tuvo que presentar para que supieras que era él porque nunca conociste su rostro y entonces te dijo_ Hijo y al fin pudiste decirle:_ Papá. Julia, Paca, Ercilia, Rosa, el Gringo, Isabel, el Elio más Higinio, Luis y el Rufo salieron a abrazarte y como super sorpresa haciéndose los chistosos el Roberto y la Gladys te dijeron _Hola tío.

La Taca te lamió las manos y la Pinta se frotó en tus piernas.

Estás sonriendo, sereno y maravillado de tanta, tanta, tanta luz.

Nos vemos. Esperanos.

Cementerio Parque LOS APÓSTOLES
26 de Agosto de 2005

Marcela Orellana
http://marcenpalabras.blogspot.com/2009/03/polo.html

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viernes, 3 de abril de 2009

Cucubano 2009.04.03

Esta mañanita,
cuando levantes el cuerpo,
levanta también el alma.

Iris M. Landrón
http://www.cucubanos.net/

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El Crimen Fue En Granada

A Federico García Lorca de Antonio Machado

1. El crimen

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
−sangre en la frente y plomo en las entrañas−
… Que fue en Granada el crimen
sabed −¡pobre Granada!−, en su Granada.

2. El poeta y la muerte

Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
−Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque− yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban…
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

3.
Se le vio caminar…
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

Antonio Machado
Poesías Completas, Colección Austral, Espasa.

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jueves, 2 de abril de 2009

Renuncio


Renuncio a la urgencia de mi piel
si la caricia no está en la frontera con tus manos.

Renuncio al pan y a la gloria de los besos
si mi boca no encuentra el cielo de tus labios.

Renuncio a estremecerme en un orgasmo
si no ocurre en el vértice tibio de tu abrazo.

Renuncio. Pero el gozo me ilumina
porque las palabras nos acarician con su canto
y tus manos se aferran a las mías
y juntos celebramos.

Porque el cielo viene en otros besos
(una carta, una espera, el mismo llanto)
que son las pruebas exactas del contacto.

Porque la tibieza del abrazo está dispuesta
y nos espera en ese punto donde mi corazón y el tuyo
descubren su más íntimo gozo, emparejados.


Marcela Orellana (2003)
http://marcenpalabras.blogspot.com/2009/03/renuncio.html


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domingo, 29 de marzo de 2009

Decálogo del artista

Gabriela Mistral

1. Amarás la belleza, que es la sombra de Dios sobre el universo.

2. No hay arte ateo. Aunque no ames al Creador, lo afirmarás creando a su semejanza.

3. No darás la belleza como cebo para los sentidos, sino como el natural alimento del alma.

4. No te será pretexto para la lujuria ni para la vanidad, sino ejercicio divino.

5. No la buscarás en las ferias ni llevarás tu obra a ellas, porque la belleza es virgen, y la que está en las ferias no es ella.

6. Subirá de tu corazón a tu canto y te habrá purificado a ti el primero.

7. Tu belleza se llamará también misericordia, y consolará el corazón de los hombres.

8. Darás tu obra como se da un hijo: restando sangre de tu corazón.

9. No te será la belleza opio adormecedor, sino vino generoso que te encienda para la acción, pues si dejas de ser hombre o mujer, dejarás de ser artista.

10. De toda creación saldrás con vergüenza, porque fue inferior a tu sueño, e inferior a ese sueño maravilloso de Dios que es la Naturaleza.


Publicado por Marcela
Suministrado por Manuel López Quiroga
http://lenguaclick.blogspot.com/2009/03/bellisimo.html

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sábado, 14 de febrero de 2009

Para ellos respetar al próximo es terminar consigo mismo


Los burgueses y los bien acomodados
no dependen solo en lo material del despojo…
son en cuerpo y psique la explotación que practican.

Sus rostros cuidados, escogidas mujeres,
ropas elegantes, finos modales, gustos culturales,
son la apropiación de pequeños bienes de extraños.

Para no suicidar su bello estilo,
la copa de cristal, el asiento en la ópera,
la invitación cálida a un café,
el goce de pinturas en los muros,
el aire extranjero aspirado en ciudades europeas,
dejan la elegancia exhibida
y miran a un lado cuando sus sirvientes matan.


Rómulo Pardo Silva
http://cultural.argenpress.info/2009/01/para-ellos-respetar-al-prximo-es.html

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