Sergio Ferrari entrevista a Eric Toussaint
Hacia el Foro Social Mundial de Dakar, febrero 2011
El Foro Social Mundial (FSM) es casi el único marco de convergencia de los movimientos sociales a nivel planetario y por lo tanto es fundamental continuar fortaleciéndolo. Hipótesis esencial de Eric Toussaint, historiador y politicólogo belga que preside el Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM). Agudo analista del altermundialismo, conocedor desde adentro del Foro Social Mundial, Toussaint participa desde su creación en Consejo Internacional, órgano facilitador del mismo. El CADTM, con activa presencia en numerosos países, particularmente en varios africanos, es uno de los actores que dinamizan la preparación de la próxima edición de Dakar 2011.
P: ¿Cuál es su caracterización sobre el presente del Foro Social Mundial?
R: Pienso que hay que reforzar el proceso del FSM ya que es casi el único marco planetario en el cual convergen los movimientos sociales, ONG, organizaciones políticas de izquierda y hasta Gobiernos progresistas. No hay otro lugar orgánico de convergencia. No podemos vaciar el FSM a pesar de las críticas que podamos tener hacia él. Tampoco sería correcto de pensar en crear algo alternativo. Porque sería impulsar una propuesta en competencia y muy limitada. Hoy el FSM es lo que hay. No implica que no existan elementos preocupantes en la evolución del FSM.
P: ¿En qué sentido preocupantes?
R: Hay varios aspectos. La decisión de una mayoría de dirigentes o animadores del FSM de no querer avanzar más allá de un Foro, es decir de no querer modificar la Carta de Principios a fin de permitir al Foro discutir planes de acción, plataformas, estrategias de acción. Y de situarse en el estricto marco de la Carta de Principios, que no permite, en tanto Foro, adoptar declaraciones finales y planes de acción. Un segundo aspecto: el éxito del FSM, hace que haya poderes públicos y fundaciones privadas que están muy decididas a apoyarlo significativamente. Se da la tendencia de hacer eventos muy costosos, con presupuestos muy elevados y eso me preocupa. Con el agravante de dos riesgos bien presentes. Crear una “industria del FSM”, ya que hay Organizaciones No Gubernamentales muy poderosas que estructuran grandes proyectos en torno al FSM. Viven de esto. Y el otro riesgo, el del nacimiento de una suerte de *burocracia altermundialista*. Es una capa de dirigentes que a partir de sus funciones obtienen cierto poder y privilegios y se perpetúan desde hace años.
P: ¿Cuáles serían los medios o los *antídotos* políticos que permitirían desbloquear estas tendencias o señales preocupantes?
R: Felizmente hay elementos positivos. El Consejo Internacional propone tomar medidas para que no se repitan en Dakar los mismos errores que se cometieron en 2007 en Nairobi, Kenya, que fue tal vez la edición más fracasada del FSM. Tengo un cierto nivel de confianza que en Dakar no se van a reproducir esos errores, como el de otorgar el monopolio de las comunicaciones en el espacio del FSM a una trasnacional del sector; o de imponer precios de las entradas muy elevados, casi imposibles a ser pagados por los participantes locales.
Pienso que lo fundamental para el éxito de Dakar es fortalecer la presencia de los movimientos sociales africanos y del resto del mundo. En ese sentido sopla un viento positivo. En la primera semana de noviembre pasado organizamos en la misma capital de Senegal un encuentro preparatorio de movimientos sociales, a partir de un mandato que recibimos de la Asamblea de los Movimientos Populares. Se dio justo antes de una nueva reunión del Consejo Internacional que se encontró para ultimar detalles del evento de febrero próximo.
P: ¿Cuál es el balance de ese seminario preparatorio?
R: Exitoso a nivel de participación. Estuvieron presentes muchos movimientos sociales de Senegal. Más de 60, incluyendo los grandes sindicatos rurales y urbanos que son muchos. Y representantes de movimientos de pescadores, cultivadores, barriales, de mujeres. Todos estaban presentes y eso habla de una buena dinámica y se convierte en una señal realmente esperanzadora. Hay entusiasmo con respecto al apoyo que el FSM puede tener en los barrios populares de la capital senegalesa y de zonas aledañas y sobre la recepción del mensaje del FSM. Habrá actividades en los barrios durante los días previos y durante el Foro mismo. Nosotros en tanto CADTM preparamos un espectáculo político-cultural de Hip Hop, con grupos musicales reconocidos pero que se oponen a ser objetos de mercantilización. Interpretarán temas novedosos, con un enfoque fuerte sobre la deuda, la soberanía alimentaria, los acuerdos desfavorables entre Senegal y Europa etc.
A nivel regional se siente como un hecho importante el apoyo decidido de sectores de la juventud. Llegará a Dakar una caravana de buses que recorrerá centenas de kilómetros, proveniente de Nigeria- de donde salen la tercera semana de enero- y que pasará por Benín y Togo para luego ir a Burkina Faso. Y allí se encontrará con otras delegaciones provenientes de Conakry. La caravana, finalmente, entrará a Senegal Kaolack.
Esperamos varias centenas de participantes en esta iniciativa, mujeres y hombres, jóvenes especialmente. Propuesta que impulsamos junto con el Foro Social Africano y redes tales como No Vox y ATTAC. El CADTM juega un rol de estimulador pero no se quiere apropiar de nada ni hegemonizar ni monopolizar. Buscamos una real convergencia.
Organizaremos también un seminario sobre las luchas feministas los días 2,3,y 4 de febrero, en Senegal pero con participación de representantes de todos los continentes. Este tipo de iniciativas, incluso si el mismo FSM de Dakar tuviera resultados limitados, ya habría ratificado el valor de la convocatoria. Es esencial fortalecer las dinámicas sociales…
P: ¿Se intenta lanzar una dinámica participativa en la subregión?
R: En efecto. Nigeria está a unos 2.500 kilómetros de Dakar. Pasando por estos diferentes países nos da la posibilidad de hacer conocer el proceso del Foro. En cada parada importante se harán eventos para explicar lo que será el FSM de Dakar. A partir de todo esto diría que vivo un entusiasmo prudente.
P: ¿Una dinámica diferente a lo que usted consideraba como la edición fracasada de Nairobi?
R: Es la esperanza. Aunque debemos ser cautelosos sobre los resultados de Dakar ya que un mes antes del FSM la gente del lugar no está informada sobre el evento, que es muy diferente a lo que pasó en Belém en 2009 o en Porto Alegre en el 2005 y en las ediciones anteriores. Pero objetivamente se dan condiciones para una participación amplia del pueblo senegalés y de los movimientos sociales del país y de la región. Veremos si este espacio abierto, esta invitación amplia y facilitada para la gente del lugar, va a provocar una buena participación popular.
Mi duda es, según las evaluaciones de colegas sindicalistas, que los movimientos sociales de Senegal atraviesan hoy uno de sus peores momentos de los últimos 20 años a nivel de capacidad de movilización. No es la mejor coyuntura, pero no depende de dichos movimientos sino de condiciones políticas más globales.
Sin olvidar otro elemento muy importante: el primer día – y días previos- del FSM pondrá un acento particular sobre los 50 años de la independencia de África. Con actividades en la isla de Gorée, frente a Dakar de donde partieron más de un millón de esclavos en los siglos XVI, XVII y XVIII. Una denuncia fuerte hacia el esclavismo de ayer y hacia el sistema de hoy. A nivel simbólico y de la memoria colectiva va a ser un momento importante, trazando un puente entre pasado y futuro….Los desafíos de confrontar las crisis mundiales en las distintas vertientes y momentos históricos.
P: Si se habla de crisis mundiales, de propuestas hegemónicas dominantes, nuevamente el FSM de Dakar deberá observar también lo que haya pasado en Davos, Suiza, durante el Foro Económico Mundial que se realizará entre el 26 y el 30 de enero….
R: En efecto. Vivimos una crisis del sistema donde todo está interconectado. La crisis es financiera, económica, climática, alimentaria, migratoria. Una crisis que toca la gestión mundial, porque no hay ninguna institución mundial que goce de real credibilidad. El G20no es más legítimo que el G8. Y las Naciones Unidas no logra jugar el rol previsto por su Carta.
Es verdad que esta crisis es el producto del avance de la desregulación, pero está también ligada al mismo sistema. El mensaje del FSM deberá ser aún más claro que cuando nació hace 10 años. Subrayar la necesidad de la globalización de la resistencia y de las alternativas para proponer un sistema alternativo al sistema capitalista patriarcal globalizado.
Los que se reúnen en Davos siguen por el momento con la capacidad de lanzar ofensivas contra los “de abajo”. Estos, están poco a poco superando su fragmentación –aunque con dificultades- para progresar en la dirección de ofrecer una alternativa global que es más que necesaria. Y pienso que la solución no pasa por reformar el actual sistema sino claramente contra éste.
Colaboración de prensa E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria
http://alainet.org/active/43550
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