Beatriz Paganini
“Mi tesis de que la Naturaleza constituye una entidad perfectamente dotada para ser reconocida como un sujeto de derecho capaz de actuar en su propio nombre, por medio de representantes, en todos los casos en que, sus intereses que son los de todos los integrantes del mundo natural, son violados por el hombre” LAWRENCE E. JOSEPH. ”GAIA, la tierra viviente”
Han pasado décadas, desde que Mosanto con su mandato sangriento, nefasto, sustentado en un andamiaje de patentes, contratos leoninos y genocidios encubiertos, asola las tierras del mundo.
Desde suicidios provocados, como en los campos de la India cuando no se pudieron afronta los vencimientos de los contratos que hipotecaban de por vida, hasta los nacimientos de niños con malformaciones espantosas provocadas por los pesticidas de Mosanto. Todo estaba regido, ordenado y dispuesto por Mosanto quien a su paso sembraba devastación y muerte. Sólo aumentaban sus cuantiosos ingresos, lo demás, era desolación y muerte.
Los campos seguían y siguen quedando yermos porque la soja transgénica patentada bajo su exclusividad pero eludiendo toda responsabilidad, arruina la tierra dejándola estéril. Y así, años tras años, con juicios que paralizaban la producción y el progreso.
Pero la GAIA dijo: ¡Basta! Y abrazó unas semillas nacidas de unas hermosas flores del Amaranto, las sopló con sus potentes pulmones de vientos andinos y las semillitas llegaron hasta donde estaban las desnaturalizadas transgénicas creciendo y a la vez matando.
Y la vida eludió a la muerte provocada.
Y sucedió que, los productores del imperio en Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri empezaron a darse cuenta que otra semilla arruinaba sus sembrados no obstante de ser transgénicos y rociados con los potentes pesticidas que Mosanto producía.(1)
Se llegó al extremo de tener que abandonar los sembrados porque esa semilla invasora crecía sana, hermosa, con sus flores tapizando los campos. Con su Amaranto venciendo a la sofisticada y artificial semilla del lucro.
Ya en tiempos de la colonización española que fue brutal, despótica y carente de espíritu cristiano, no obstante la cruz y el evangelio, desde su web: ohlistica 2000.com.ar, nos cuenta refiriéndose al Amaranto:
”Sus plantaciones fueron quemadas y su consumo fue prohibido, dándosele el rotulo despectivo de “alimentos para salvajes”. Es más, pocos saben que la aún utilizada expresión “me importa un bledo” refleja el sentimiento de desprecio de los españoles respecto al grano de amaranto. Si buscamos la palabra bledo en un moderno diccionario de la RAE, encontramos “planta anual comestible de la familia de las quenopodiáceas; cosa insignificante….”
¡ Pero no contaban con la GAIA ¡
Que es más fuerte, más sabia, más antigua, madre universal contenedora y generosa, heredera y heredada de los mayas y aztecas.
Y comparando :
¿ Qué sembró la colonización española?
Exterminio, atraso, muerte y persecución.
¿Que es Mosanto?
Un bicho malo que muere por su propio veneno exterminador.
¡Gracias Gaia!
¡Gracias Pacha Mama! Te necesitamos más que nunca sin armas, sin guerras, sin hambre, sin hipotecas. Sólo vida, amor y con flores de Amaranto.
Beatriz Paganini
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“Mi tesis de que la Naturaleza constituye una entidad perfectamente dotada para ser reconocida como un sujeto de derecho capaz de actuar en su propio nombre, por medio de representantes, en todos los casos en que, sus intereses que son los de todos los integrantes del mundo natural, son violados por el hombre” LAWRENCE E. JOSEPH. ”GAIA, la tierra viviente”
Han pasado décadas, desde que Mosanto con su mandato sangriento, nefasto, sustentado en un andamiaje de patentes, contratos leoninos y genocidios encubiertos, asola las tierras del mundo.
Desde suicidios provocados, como en los campos de la India cuando no se pudieron afronta los vencimientos de los contratos que hipotecaban de por vida, hasta los nacimientos de niños con malformaciones espantosas provocadas por los pesticidas de Mosanto. Todo estaba regido, ordenado y dispuesto por Mosanto quien a su paso sembraba devastación y muerte. Sólo aumentaban sus cuantiosos ingresos, lo demás, era desolación y muerte.
Los campos seguían y siguen quedando yermos porque la soja transgénica patentada bajo su exclusividad pero eludiendo toda responsabilidad, arruina la tierra dejándola estéril. Y así, años tras años, con juicios que paralizaban la producción y el progreso.
Pero la GAIA dijo: ¡Basta! Y abrazó unas semillas nacidas de unas hermosas flores del Amaranto, las sopló con sus potentes pulmones de vientos andinos y las semillitas llegaron hasta donde estaban las desnaturalizadas transgénicas creciendo y a la vez matando.
Y la vida eludió a la muerte provocada.
Y sucedió que, los productores del imperio en Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri empezaron a darse cuenta que otra semilla arruinaba sus sembrados no obstante de ser transgénicos y rociados con los potentes pesticidas que Mosanto producía.(1)
Se llegó al extremo de tener que abandonar los sembrados porque esa semilla invasora crecía sana, hermosa, con sus flores tapizando los campos. Con su Amaranto venciendo a la sofisticada y artificial semilla del lucro.
Ya en tiempos de la colonización española que fue brutal, despótica y carente de espíritu cristiano, no obstante la cruz y el evangelio, desde su web: ohlistica 2000.com.ar, nos cuenta refiriéndose al Amaranto:
”Sus plantaciones fueron quemadas y su consumo fue prohibido, dándosele el rotulo despectivo de “alimentos para salvajes”. Es más, pocos saben que la aún utilizada expresión “me importa un bledo” refleja el sentimiento de desprecio de los españoles respecto al grano de amaranto. Si buscamos la palabra bledo en un moderno diccionario de la RAE, encontramos “planta anual comestible de la familia de las quenopodiáceas; cosa insignificante….”
¡ Pero no contaban con la GAIA ¡
Que es más fuerte, más sabia, más antigua, madre universal contenedora y generosa, heredera y heredada de los mayas y aztecas.
Y comparando :
¿ Qué sembró la colonización española?
Exterminio, atraso, muerte y persecución.
¿Que es Mosanto?
Un bicho malo que muere por su propio veneno exterminador.
¡Gracias Gaia!
¡Gracias Pacha Mama! Te necesitamos más que nunca sin armas, sin guerras, sin hambre, sin hipotecas. Sólo vida, amor y con flores de Amaranto.
Beatriz Paganini
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