lunes, 22 de mayo de 2017

JORNADA DE LA CPM CONTRA LA VIOLENCIA POLICIAL


Masacre de Pergamino: Los jóvenes detrás del reclamo de justicia


  • Pergamino
A 75 días de la Masacre de Pergamino, y en el marco de las actividades que se vienen realizando para recordar a las víctimas y exigir justicia por los siete jóvenes muertos, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) organizó las jornadas “Basta de violencia policial”. Estudiantes y docentes de escuelas secundarias de la ciudad participaron de los encuentros para reflexionar sobre las prácticas arbitrarias e ilegales de la policía y pensar estrategias de intervención para la defensa de los derechos y garantías constitucionales.
“Queremos justicia por los siete y vamos a movilizarnos para que estos hechos no se repitan más”, dijeron los jóvenes durante el acto de cierre en la Comisión de fomento Desiderio de la Fuente. Durante tres encuentros, más de 100 estudiantes y docentes de Pergamino se encontraron en espacios de trabajo para acompañar el reclamo de justicia por los jóvenes asesinados en la Masacre de Pergamino y reflexionar sobre las situaciones de violencia institucional que vienen sucediendo en la ciudad.

“Me llevo el compromiso de ustedes con nuestra lucha por justicia. Sé que no dejarán que nuestros hijos se olviden”, dijo Cristina Gramajo, la mamá de Sergio, uno de los jóvenes muertos en la Comisaría 1ra.
A 75 días de la Masacre de Pergamino, la justicia procesó con prisión preventiva a 5 policías, mientras que el comisario Donza sigue prófugo. El incendio en la Comisaría 1ra fue el emergente de una política criminal que viola sistemáticamente los derechos humanos y que tiene como principales víctimas a los jóvenes de los sectores más pobres. Fue el hecho más grave, pero no fue el único.
“La policía cree que, por llevar una visera, sos sospechoso y te pueden llevar. Tampoco te dejan estar en una plaza”, dice Homero del ICADE. Mucho de los jóvenes que participaron de la jornada sufrieron o tienen un amigo que, alguna vez, fue víctima de hostigamiento policial. “Estos encuentros sirven para que los chicos piensen de manera crítica esas prácticas naturalizadas y desmontar los discursos que los criminalizan”, expresó Natalia, docente de la EES N10.
“Tenemos problemas en las escuelas para generar estos espacios de reflexión aun cuando esta problemática atraviesa a los jóvenes”, cuenta Jimena, profesora del Colegio Urquiza. Y agrega: “Necesitamos pensar, en estos encuentros, herramientas para que los chicos sepan cómo actuar frente a estas violencias”.
Marcada por la masacre de Pergamino, la jornada “Basta de violencia policial” fue también una jornada de memoria. “El relato de Cristina, su dolor, fue muy fuerte. Esos chicos no tendrían que haber muerto”, afirmaron Agustín y Marcos, estudiantes del Colegio Urquiza.

La denuncia de estos casos de violencia y el reclamo de justicia por los siete jóvenes asesinados en la Comisaría 1ra, el rol de la escuela y la participación de los jóvenes. Estas discusiones se dieron en los talleres durante los encuentros y hoy, en el acto de cierre, se plasmaron en forma de mural, música, teatro, video y manifiesto.

“La Comisaría fue un centro clandestino de detención y ahora siguen sucediendo las mismas prácticas. Queremos que sea un espacio de memoria para que no vuelva a pasar”, cerraron los jóvenes el manifiesto elaborado en los talleres.

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Agencia Para la Libertad, periodismo es intervención social

Teléfono: 153-618-7620

Contra la represión de Macri y los gobernadores

Contra la represión de Macri y los gobernadores


  • Marcha Aedd

    (APL) “El 10 de Mayo nuestro pueblo se movilizó para repudiar el fallo de la Corte concediendo el 2 ×1 que benefició al genocida Muiña. Este decisión, arbitraria e inconstitucional, de la mayoría de la corte Suprema aliada al Macrismo, fue entendida por la mayoría de nuestro pueblo como un salto hacia la impunidad para los pocos genocidas que hoy son juzgados o procesados. El repudio popular no se hizo esperar, cientos de miles nos movilizamos y demostramos que la decisión de continuar con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, siguen estando en manos del pueblo, más allá de las medidas que se pretendan tomar a través del poder Ejecutivo, el Judicial o el Legislativo”. Así comienza la convocatoria de la Aedd para marchar este martes, al tiempo que desarrolla sus argumentos sobre la construcción de otro tramo de impunidad. Texto completo, más abajo.
El 10 de Mayo nuestro pueblo se movilizó para repudiar el fallo de la Corte concediendo el 2 ×1 que benefició al genocida Muiña. Este decisión, arbitraria e inconstitucional, de la mayoría de la corte Suprema aliada al Macrismo, fue entendida por la mayoría de nuestro pueblo como un salto hacia la impunidad para los pocos genocidas que hoy son juzgados o procesados. El repudio popular no se hizo esperar, cientos de miles nos movilizamos y demostramos que la decisión de continuar con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, siguen estando en manos del pueblo, más allá de las medidas que se pretendan tomar a través del poder Ejecutivo, el Judicial o el Legislativo.
Fue con la lucha popular y las movilizaciones como derrotamos las leyes de impunidad y pudimos frenar el primer pedido de domiciliara al genocida Etchecolatz. El repudio popular por el 2×1 fue tan gigantesco que hasta los representantes del gobierno de Macri, quienes ponen en duda el número de desaparecidos y hablan de “guerra sucia” para ocultar el genocidio, tuvieron que salir a criticar el fallo amnistiador que fue apoyado en un principio por el Secretario de Derechos Humanos Avruj.
La Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos viene denunciando desde el primer juicio, logrado tras anularse las leyes de impunidad, que el carácter parcial de estos procesos, sus desguaces, en donde se enjuicia a pocos genocidas y por pocos compañeros, son funcionales a la impunidad. Durante estos 11 años de juicios, período en el que han pasado 3 presidentes, solo hay procesados 712 genocidas de los aproximadamente 600 Centros Clandestinos de Detención y Exterminio que funcionaron en el país. Pero si además tenemos en cuenta que, sobre este total, alrededor del 40% han conseguido la libertad de irse a su casa, vemos que el camino a recorrer, necesita que volvamos a ocupar las calles para lograr el objetivo de CÁRCEL, COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA A TODOS LOS GENOCIDAS Y JUSTICIA POR TODOS LOS COMPAÑEROS.
El Gobierno Nacional desde su asunción ,a través de numerosos funcionarios, pretendió imponer la teoría de los dos demonios y este fallo era indudablemente una ofensiva en el mismo sentido. No se nos escapa tampoco que pocos días antes la cúpula eclesiástica hizo un vergonzoso llamado a la “reconciliación” en consonancia con estas políticas del gobierno nacional. El objetivo, otra vez, es reinsertar a las Fuerzas Armadas en tareas de represión interna para imponer su proyecto económico y social de ajuste, entrega, Disciplinamiento socia y disolución de las representaciones gremiales.
Lamentablemente, este objetivo del Gobierno Nacional y los grupos económicos a los que representa, no fue denunciado en el documento leído desde el palco en el acto el día 10, presentando a este dictamen como una ocurrencia fascista de algunos jueces de la Corte.
Sostenemos que debió ser denunciado claramente, porque el dictamen de la Corte es un aspecto de este plan, este objetivo de hambre y miseria no pasa sin represión y criminalización a los que se le oponen.
La ofensiva represiva golpea tanto a los estatales de Tierra Del Fuego, como a los estudiantes universitarios de Jujuy y los secundarios de Banfield y Berisso, pasando por los docentes y estatales de Santa Cruz, las comunidades originarias desde el sur al norte, a igual que con los obreros de AGR- Clarín.
La masividad del acto del 10 en momentos en que arrecia esta avanzada represiva, debe fortalecernos para dar una respuesta en unidad y contundencia como la de ese día para frenar la represión.
Por eso convocamos, junto con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, a construir una gran MARCHA Y ACTO EL DÍA 23 DE MAYO A LAS 17 HORAS DESDE PLAZA CONGRESO HASTA PLAZA DE MAYO como parte de la campaña nacional contra la represión, bajo las consignas:
CONTRA LA REPRESIÓN DE MACRI Y LOS GOBERNADORES

FUERA LA CORTE DEL 2X1

PARA LOS GENOCIDAS NI DOMICILIARIA NI RECONCILIACIÓN. BASTA DE IMPUNIDAD.

ABAJO TODA LEGISLACIÓN REPRESIVA


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Agencia Para la Libertad, periodismo es intervención social

viernes, 19 de mayo de 2017

CARTA DIRIGIDA AL FISCAL GENERAL DE EMILIA VASALLO, MADRE DE PABLO "PALY" ALCORTA, A 4 AÑOS DE SU FUSILAMIENTO POR EL POLICÍA BONAERENSE DIEGO ARIEL TOLABA

CARTA DIRIGIDA AL FISCAL GENERAL DE EMILIA VASALLO, MADRE DE PABLO "PALY" ALCORTA, A 4 AÑOS DE SU FUSILAMIENTO POR EL POLICÍA BONAERENSE DIEGO ARIEL TOLABA

"Digo yo"

  
  • Emy
(APL) “Quiero que Ud sepa, Señor Fiscal General, que hoy mi dolor lo transformé en lucha, me costó, pero lo voy logrando, y lucharé hasta el último día de mi vida. Mi lucha hoy día, va mas allá de una sentencia contra Tolaba para que este vaya preso porque a Pablo, mi Paly, ya nadie me lo devuelve más. Hoy lucho porque toda la Sociedad pueda adquirir conciencia, incluidos USTEDES la “Justicia” para que gente como Tolaba ya no esté más en las calles portando un arma, siendo o sintiéndose Dios, con poder de decidir por la vida o la muerte de un ser humano. Para que otro y otro represor antes de jalar tan arteramente del gatillo lo tenga que pensar bien. Lucho para que Uds, “la Justicia” no actúen de una forma cuando el muerto es un policía. Y los pinten como “los pobres agentes en el cumplimiento de su deber” y en forma diferente cuando se trata de un pibe pobre, un “villero”, un “negro de mierda” que “bien muerto está”. Para que Uds no me endilguen “lagrimas de cocodrilo” como lo hacen en sus mesas de Entradas”. Fragmento de la dura Carta de Emilia al Fiscal General, que reproducimos completa más abajo. Tobala aún se halla en libertad y Eduardo Soares, de la Gremial de Abogados, lleva la causa en su contra. El texto es una pieza que da cuenta del “gatillo fácil”, política estatal de aniquilamiento de los pibes pobres que no encajan en el modelo de exclusión; de la complicidad de la “Familia Judicial” y de la lucha de miles de mujeres que ni siquiera habían imaginado la trinchera en la que las pondría la vida.

Señor Fiscal General:

DIGO

Su hermoso nombre elegido con tanto amor y como le decíamos su familia y amigos “Paly”.

DIEGO

No vengo a asignarle a este escrito ningún valor judicial, para eso tengo una representación en el expediente, simplemente vengo acá a decirle a Ud., que hasta el momento solo recibí de la Fiscalía N° 6 solo maltrato.

Tampoco quiero que esto sea una denuncia de ningún tipo, es solo para que Ud. lo sepa, y no mucho mas. Y también la parte de la Sociedad que le interese las suertes de las personas humildes y los medios que quieran reproducirlo.

En la Fiscalía 6 desde el inicio solo vi mentiras e inoperancia, y ni hablar de respeto como ser humano o como una madre que pierde a su hijo.

El primer día que pisé la fiscalía para intentar hablar con la Fiscal, la mujer que me atendió en ese momento me dijo: “señora lágrimas de cocodrilo a otro lado, su hijo estaba robando”. No tengo porqué mentirle señor, le juro que así me dijo.

Yo le respondí que aunque haya estado robando no se merecía un tiro en la cabeza, podían haberle disparado a otro lado, y no pude hacer otra cosa que darme vuelta e irme, tenía a mi hijo internado en Terapia Intensiva.

La Fiscalía 6 jamás investigó como debería ser, y yo pienso que no lo hizo porque no quiso, y no tengo porqué pensar otra cosa, si solo con ver lo que ocurre todos los días en nuestra provincia no se puede llegar a otra conclusión: policías corruptos, gatillo fácil por doquier y Fiscalías y Juzgados que no los sancionan.

Eso es así, decenas de casos dicen que yo tengo razón.

La Fiscalía no quiso saber la verdad de lo ocurrido aquel 18/5/13. Dejó pasar el tiempo a propósito para que se perdiera la prueba por eso se perdieron las grabaciones de las cámaras del Peaje lo que hubiera sido una prueba fundamental para determinar lo ocurrido.

Señor Fiscal General, yo le aseguro (y dudo que Ud pueda desmentirme) que si el herido de bala en la cabeza hubiera sido el Policía Tolaba automáticamente se hubiera pedido las grabaciones.

Pero el que recibió el disparo era mi hijo, un “caco”, un “negro”, un “villero de mierda” como suele denominarnos gran parte de la Sociedad, en este caso se festeja y se proclama que “bien merecido se lo tenía” tal como me insinuó analizando mis lágrimas, la señora que me atendió en la Fiscalía.

Si Ud, antes de esta función, trabajó en alguna Fiscalía de la Provincia de Buenos Aires, sabe bien de lo que hablo, sabe perfectamente como nos tratan a los pobres en esos lugares.

Pero conociendo ahora de Fiscalías y Juzgados cosa que no sabía ni que existían antes de los hechos de mi hijo, habiendo acompañado a tantas madres en todo el País que lloran casos similares al mío, no le diré que soy una experta, pero algo voy conociendo.

Por eso le reitero que en esta Fiscalía 6 fue mucho peor, al menos hasta ahora. Ninguna de esas pruebas perdidas fueron importantes para la Fiscal Bonini de quien no tengo dudas que actuó a favor del policía Tolaba desde un inicio, cubriendo su accionar para poder otorgarle total impunidad en el fusilamiento alevoso de mi hijo y después de su asesinato queriendo hacer creer que Pablo murió por “mala praxis” y derivando la responsabilidad de la bala en la cabeza sino a la intervención quirúrgica. Y también intentan dar firmeza a una tremenda falsedad cual es que Tolaba actuó en legítima defensa.

He podido aprender estos años, con casos y casos que voy conociendo, con decenas de testimonios de madres desconsoladas como yo, que hay un sistema difícil de enfrentar, que empieza con el simple policía que hace lo que quiere y termina en estrados judiciales, todos protegiéndose entre sí. Ud –obviamente no podría reconocer ni pública ni privadamente esta afirmación mía, pero que es así, es así.

La Fiscalía 6 y la Seccional 2da de Villa Tesei- Hurlinghan ayudaron a Tolaba, armando la causa para que “apareciera” una supuesta pistola que habría portado mi hijo, cosa que es falsa. Y es falsa porque no resguardaron ese arma para determinar si en efecto que contenía las huellas digitales de Pablito.

Fíjese q fácil habría sido, Señor Fiscal Federal!!!! Si la pistola se hubiera resguardado, al día siguiente se habría determinado que la portaba mi hijo.

Sabe porque no la resguardaron?? Porque la Policía la plantó y las Fiscalía lo amparó!!! Y sabían que no la portaba mi hijio y por tanto jamás podría haber tenido huellas de Pablo.

El oficial que tuvo a cargo algunas de las actuaciones era Guillermo Aybar actualmente procesado por encubrimiento agravado, cohecho y amenazas. También procesado misma acusación el Comisario Angel Amado Cardozo y el Jefe de calle Ariel Cirilo Benítez. Estos personajes son los que luego labran actuaciones, fabrican pruebas y plantan armas como en el caso de mi Paly.

Y solo mencioné a tres de los siete acusados de cobrar coima de seiscientos mil pesos el 23 de abril 2015 pagados por piratas del asfalto aprendidos y además por Amenazas de muerte a una mujer policía que los denunció y a su madre.

Esto es de dominio público Señor Fiscal General, todos lo supimos, salió en los medios.

Pero a la Justicia Bonaerense no le hace mella, no le importa, y da credibilidad a todo lo que estos corruptos y asesinos dicen.

Dígame Ud entonces Señor Fiscal porque debo yo confiar en Uds, deme una sola razón para confiar en la Justicia de la Pcia. de Buenos Aires.

Por supuesto Ud no tiene obligación de decime absolutamente nada, ni de convencerme de nada, ni de importarle nada de nada ni lo que digo ni lo que pienso.

Pero bueno, no puedo dejar de reflexionar si son creíbles esos tipos que armaron la causa de mi hijo, hayan o no firmado las actas.

Porqué no tengo que sospechar que encubrieron a Tolaba o aceptaron coimas de este para plantar un arma y intentar demostrar que el policía actuó correctamente??? El mismo firma el acta de secuestro.

O solo se hizo como “camarada” o “compañero” para justificar lo que Tolaba hizo ya que seguramente éste hubiera hecho lo mismo por ellos, llegado el caso.

La Fiscalía jamás investigó a Tolaba. Porqué lo iba a hacer? Si con lo que me dijo la mujer en la mesa de entradas de la Fiscalía basta y sobra para concluir que lo protegerían a cualquier precio, como lo hicieron siempre.

Si se mira el Facebook de Tolaba, comprobarán que es experto en tiro al blanco, verán los lugares donde concurre a la práctica de tiro, y además subió sus fotos con diferentes armas, incluso armas largas.

SENCILLO

Pero eso no ocurrió el mismo 18/5/13, sino siete meses después como consecuencia del disparo que este típico “Gatillo Fácil” le produjo con la herida de bala en la cabeza.

Por supuesto ni se me ocurre que la Fiscalía 6 pudiera pensar de esta forma jamás, ni que le preocupe mucho si se perdió prueba o si los preventores delincuentes son quienes armaron la causa.

Lo cierto es que mi hijo agonizó siete meses luego de muchas operaciones, mucho tiempo en terapia, asistimos con mi Familia a ver como Pablo se convertía en un vegetal, dejando de hablar, de ver, y sin ninguna función motriz. Apenas movía sus ojitos cuando mamá y papá y sus seres queridos le hablaban y solo caían lágrimas y finalmente murió el 6/12/2013.

Ni dudo que la Fiscalía 6 supuso que Pablo sería uno más de los más de cinco mil pibes asesinados en Democracia, y de los cuales la mayoría quedan en que ocurrieron en “legítima defensa” como intentan que ocurra en este caso. Y listo, que no se hable más del tema.

En este caso no ocurrió porque ese sistema policial/judicial se encontró con una madre que tuvo a su hijo con mucho amor, yo tenía 19 años y tengo hoy cuatro hijos más.

Yo luché toda mi vida por el bienestar de mis cinco hijos y por enseñarles a todos a ser buenas personas y a tratar siempre de salir adelante todos juntos. Pablo era un adolecente en plena vida que cometió un error y yo jamás lo negué, no es lo que le enseñé en la vida. Pero su homicida, Diego Ariel Tolaba fue el Juez y el Verdugo de mi hijo. Lo condenó y lo fusiló.

Mire Señor Fiscal General, cuando mi hijo estaba internado y tenía aun algunas funciones como poder hablar, le pregunté “hijo, por qué hiciste eso Pa, si no tenías ninguna necesidad” y Pablo con lágrimas en los ojos me dijo “Ma, fui un boludo, ni yo mismo lo sé, Te pido perdón a vos, a papá y a mis hermanos y a mi Familia, porque sé que todos están preocupados por mí”. “Solo te pido que no sufras mas por mí, lo que hice lo hice, y lo que pasó ya me pasó y me arrepiento. Yo nunca lastimaría a nadie Ma y yo no tenía ningún arma, y si estoy acá es por mi culpa, si tengo que ir preso, voy a ir preso. No hagas nada y le voy a pedir perdón al señor de la moto y a su señora. No quiero que llores mas porque estoy ciego, pero te escucho llorar todas las noches. Te amo Ma, gracias por cuidarme vos y papá y mis hermanos y todos Uds son mi vida y les pido perdón. Ma me equivoqué perdón”.

Esas fueron sus palabras. Jamás negó el hecho, tampoco yo, siempre se mostró arrepentido.

¿Por qué habría de negar el arma si sabía o intuía que estaba agonizando?

Mi hijo no tenía antecedentes y si los hubiera tenido el punto es que tampoco merecía morir así, que lo asesinaran tan alevosamente.
Tengo que reiterar que no se investigó su muerte y si ahora lo están intentando es tarde porque se perdieron pruebas, y con rapidez sobreseyeron a Tolaba porque la Fiscalía 6 participó en la estructura del armado de los hechos de modo tal que apareciera como “legítima defensa” y está claro que no fue así.

Aún cuando ahora se ensaye otro camino, Ud sabe bien que es demasiado tarde y que no será sencillo revisar todo por mas buena fe que se quiera poner.

A mi hijo lo lloramos todos Señor Fiscal General, todos los días yo, su papá, sus hermanos, sus sobrinos, tíos, abuelos y toda la Familia y amigos. Igual hacen las mamás y familias de los más de cinco mil pibes que fueron asesinados por fuerzas de seguridad y policiales del Estado, sea Nacional, o provinciales, sea en casos de “gatillo fácil”, torturas y muertes en cárceles y comisarías, etc.

Estos son datos que pueden consultarse en todos lados.

El caso de mi hijo fue un típico asesinato a que popularmente y con claridad se ha dado a llamar “gatillo fácil”.
Quiero que Ud sepa, Señor Fiscal General, que hoy mi dolor lo transformé en lucha, me costó, pero lo voy logrando, y lucharé hasta el último día de mi vida. Mi lucha hoy día, va más allá de una sentencia contra Tolaba para que este vaya preso porque a Pablo, mi Paly, ya nadie me lo devuelve más.

Hoy lucho porque toda la Sociedad pueda adquirir conciencia, incluidos USTEDES la “Justicia” para que gente como Tolaba ya no esté más en las calles portando un arma, siendo o sintiéndose Dios, con poder de decidir por la vida o la muerte de un ser humano. Para que otro y otro represor antes de jalar tan arteramente del gatillo lo tenga que pensar bien.

Lucho para que Uds, “la Justicia” no actúen de una forma cuando el muerto es un policía. Y los pinten como “los pobres agentes en el cumplimiento de su deber” y en forma diferente cuando se trata de un pibe pobre, un “villero”, un “negro de mierda” que “bien muerto está”. Para que Uds no me endilgen “lagrimas de cocodrilo” como lo hacen en sus mesas de Entradas.
Exigiré que se cambie la calificación del hecho, pero eso debería hacerlo la Fiscalía que para ello está. Se bien que no lo hará porque – aún con buena fe como se pretende ahora está aprisionada en un sistema que se lo impide. El policía es un compañero del Fiscal y mi hijo un enemigo.

Ustedes Señor Fiscal General niegan las excarcelaciones a pibes pobres pero se las conceden a policías que tienen todos los medios para obstruir la investigación (en principio la relación de compañerismo con las Fiscalías), para armar pruebas y actas como lo hicieron, para hacer desaparecer pruebas como hicieron con los videos, para no resguardar las pruebas como hubieran tenido que hacer con el arma secuestrada, y para escaparse cuando quieran.
He aprendido una cosa Señor: hay decenas de policías prófugos, y sabe porqué?? Porque no los detienen antes!! Porque van libres a los juicios y porque si son condenados no los detienen de inmediato.

Tolaba tiene toda la posibilidad, y los medios, la estructura y los amigos y compañeros para fugarse cuando quiera y eso lo saben los acusadores públicos, y pese a eso lo mantienen en libertad.

¿Tengo que pedirlo yo? Si eso Uds lo saben perfectamente..

No solo la fiscal Bonini, sino todos los que participaron en la investigación deberían ser apartados porque ya demostraron que son ineficientes en el mejor de los casos, cuando no cómplices y encubridores de los policías que armaron todo esto.

Esos funcionarios deberían ser investigados y procesados por la obstrucción y pérdida de pruebas y determinar las razones por las que lo hicieron y porqué han encubierto a Tolaba.

Si la Justicia hubiera sido menos ciega habría determinado las tremendas irregularidades de la causa y habría abierto un proceso a todos los policías que participaron en la confección de actas y resguardo de pruebas. Estos deberían ser investigados y luego procesados de acuerdo a la participación que cada uno tuvo en el proceso.

¿Lo tengo que pedir yo? ¿Acaso no hay investigadores judiciales?? Acaso eso no se ve??

Es el deber de la Fiscalía 6, no el mío. Yo en todo caso participo observando las aberraciones que hacen. La investigación preparatoria debería preparar la causa para llegar al juicio sin impunidad, esto no se ve hasta ahora, no aparece, porque hasta ahora solo prevaleció la absoluta libertad de Tolaba y la disposición de sus cómplices y encubridores para hacer lo que quieran como lo han hecho.

Quiero la Verdad y la Justicia para mi hijo asesinado, pero no solo por él ya que si hubiera justicia eso implicaría que también la habría para los más de cinco mil chicos asesinados por el aparato del Estado.

Seguiré gritando ¡Pablo Alcorta presente!!! ¡¡Ahora y siempre!!!
Ni un pibe menos!!

Ni una bala más!!!

El Estado es responsable de todo esto.
Piense y reflexione en todo esto Señor Fiscal Federal, quizás podamos evitar mas muertes.

Lo saludo muy atentamente con todo el respeto que su investidura representa.

EMILIA VASALLO, Mamá de Pablo “Paly” Alcorta

miércoles, 10 de mayo de 2017

Un factor de control de la deuda: la agricultura campesina e indígena

Un factor de control de la deuda: la agricultura campesina e indígena



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Aún si se trata de un factor de tamaño relativamente menor en las economías generales de los países latinoaméricanos, no se puede omitir el hecho que la agricultura campesina familiar e indígena asegura lo esencial de la soberanía alimentaria. |1| Además de las funciones propias de esta última, importantes para evitar las dependencias y para preservar la cultura de la “macdonalización”, este tipo de agricultura tiene también su influencia sobre la balanza comercial . Los déficits de ella llevan varios países a recoger a prestamos y a endeudarse más. Menos alimntación se importa, menos también el peligro.

I. La referencia al Ecuador
1. La situación de la Agricultura Campesina familiar e indígena (ACFI)
Desde el tiempo que se habla de modernizar la sociedad en el Ecuador, es decir más o menos desde 45 año y la entrada en la era del petróleo, la agricultura no fue una prioridad. Para medir su importancia relativa, basta estudiar los presupuestos nacionales. En 2016, el Ministerio de Agricultura, Ganaderia, Acuacultura y Pesca (MAGAP) tenía un presupuesto de 193 millones de dólares, al cual se puede añadir otros puestos del presupuesto nacional en relación con el campo |2|, lo que llega a una suma de 349 millones, sobre un total de 29.835 millones de dólares del Presupuesto General del Estado, es decir 1,17 %. (0,64 % para el MAGAP).
Podemos hacer otras comparaciones -con algunos otros puestos: Justicia, 438 millones; Ministerio de Transporte y Obras Públicas: 603.001; Servicio de Construcción de Obras (SECOB): 769.549; Policía: 1.111 millones; Energía: 1.194 millones; Defensa: 1.414 millones. Además, dentro del presupuesto del MAGAP, una parte minoritaria del presupuesto está consagrado a la ACFI. En 2010, solamente el 3,5 % era gastado para Reforma agraria y titularización.
Otro indicador es la tasa de pobreza. Según el Reporte de Pobreza por Ingresos de Marzo 2015, del INEC, la pobreza en el país ha disminuido hacia el 24,12 % en 2015. Es un fenómeno que hemos conocido en el conjunto de América Latina tanto en los países progresistas como en los liberales, con una filosofía diferente: mejorar las bases del mercado para los últimos y la dignidad humana para los primeros. Así, Colombia está al 29 %. (El Comercio, 23.03.17).
La pobreza rural en Ecuador, siempre según el INEC, ha pasado entre 2007 y 2015, del 61,34 % al 43,35 %, es decir una disminución de 17,99 puntos. La extrema pobreza pasó del 33,34 % al 19,74 %, manifestando una diferencia de 13,60 puntos (un poco más que un tercio en 8 años). Son resultados apreciables. Sin embargo, con la crisis, existe una tendencia a la estabilización de las proporciones, sino a un nuevo aumento de la pobreza, sin embargo no medible de manera significativa por las estadísticas de 2015. La disminución de la pobreza está atribuida por el INEC, en mayor parte al aumento de actividades no-agrícolas y en segundo lugar a los bonos humanitarios. Una política de apoyo a la ACFI habría podido mejorar la situación de manera más general y más rápida, como un tercer elemento de cambio.
En concreto eso significa que en 2014, según el INEC, 2.53 millones de personas del campo vivían en la pobreza, con un ingreso promedio (calculado en 2015) de un poco más de 82 dólares por mes. Dentro de este total, casi la mitad, es decir más de un millón de personas, vivían en la extrema pobreza, con 46 dólares por mes. Para la consciencia nacional, es un estado de catástrofe . Por eso debemos preguntarnos, primero porque la ACFI es un fracaso productivo y, segundo si su promoción puede ser un elemento de un paradigma post-capitalista
2. ¿Porque es la Agricultura Campesina Familiar e Indígena un desastre productivo?
La primera respuesta es que se trata de un modelo arcaico, del pasado y que por eso debe ser remplazado por una agricultura moderna, empresarial, industrial, productiva. Sin embargo, el 21 de Febrero 2017, la FAO afirmo una vez más, que la agricultura campesina era una solución de futuro, más productiva a largo plazo, y menos destructiva del ambiente natural |3|.
De hecho, existe otra manera de concebir una respuesta: estudiar la situación real del sector en la sociedad e intentar entender el impacto que eso tiene sobre su productividad. Hay muchos factores que intervienen en el asunto. En primer lugar viene la desigualdad de la posesión de tierras y el nivel de concentración. Damos cifras nacionales, recordando, sin embargo, que las tres regiones: costa, sierra y Amazonía, tienen cada una sus especificaciones.
Esteban Daza recuerda las cifras del INEC en 2012: “El 75,5 % de las familias campesinas tienen propiedades de menos de 10 has, lo que representa el 11,8 % de las tierras del país. El 18,1 % de las familias en el campo, tienen tierra entre 10 y 50 has y representan el 27,4 % de la tierra para producir. Solo el 6,4 % de las familias tienen propiedades de más de 50 has que representan más del 60,7 % de la tierra cultivable en el país.” (Esteban Daza, 2016, 5). El índice de Gini aplicado a la propiedad y que mide el grado de desigualdad (0 igual poca desigualdad y 1, mucha), se ubicaba en 0,80 en 2000 (año del último censo), el Ecuador siendo el segundo país más desigual del continente. En este panorama, la proporción de minifundios (menos de medio ha.) representaba 165.000 familias, una verdadera zona de pobreza (François Houtart y Michel Laforge, 2016, 23-24).
El peso económico, social y político del sector de grandes propiedades y de capitales en la sociedad ecuatoriana es evidente y tiene incidencias importantes sobre las decisiones colectivas. Es un factor de freno a cualquier reforma agraria y como se ubican en mayor parte en cultivos de exportación, constituyen un elemento clave en la balanza de pagos y en los ingresos del Estado. Es probable que en los últimos tiempos, la concentración de tierras aumentó, pero no se puede asegurar de manera precisa, por falta de un censo agrario. Por otra parte, la triste realidad de los minifundios de autoconsumo, indica claramente que no basta distribuir tierras para resolver el problema.
El acceso a la tierra es sin embargo un primer elemento. En la historia, fue una dificultad mayor, que influyo también la cultura campesina, a menudo de auto-flagelación e inferioridad. Los indígenas en particular, fueron concentrados en tierras de segunda calidad, especialmente en zonas montañosas. Aún hoy en día, la situación no parece mejorar. La Ley de Tierras Rurales y de Territorios ancestrales de 2016, que intento mejorar la suerte de los pequeños agricultores y fue saludada en la Asamblea Nacional como la base de una reforma agraria, tiene a la vez contradicciones internas y una aplicabilidad muy relativa. Una de las contradicciones es la venta a precio del mercado a los pequeños campesinos, de las tierras recuperadas por el Estado quien también paga el precio del mercado (muy pocas con la reglamentación actual). Eso obliga los campesinos a recurrir a préstamos o subsidios. Fue el caso en Corea del Sud y 25 años después de este tipo de reforma agraria, cada día, tres o cuatro campesinos se suicidan por imposibilidad de pagar sus deudas.
Por otra parte, la puesta en un mismo nivel de la ACFI y los monocultivos de exportación significa una ignorancia del peso relativo de cada uno de los sectores en la sociedad ecuatoriana. De verdad, muchas limitaciones objetivas a los monocultivos son previstas en la ley, pero ¿quien va ha llevar a juicio estas empresas que no respetan la ley, ni a menudo la legislación sobre el medio ambiente y el código laboral, pero que entran tan felizmente en la filosofía de la nueva matriz productiva? Lo mismo para el apoyo a la ACFI que corre el riesgo de quedarse solo como planteamientos declarativos. Es por eso que, a pesar de las intenciones, podemos pensar que un día estas leyes podrían ser presentadas para un premio Nobel, pero de literatura.
Otro problema es el recurso del agua. El principio constitucional es la no privatización del agua, lo que es fundamental. En lo concreto, se suprimió la regulación tradicional del agua en más de 1000 sistemas existentes, para burocratizar el sector y no se ve muchas medidas para aplicar la ley en casos de acaparamiento del agua por grandes empresas en detrimento de las comunidades vecinas o de pequeños agricultores. Los trabajos de riego realizados en “la década ganada” del Gobierno de Alianza País han sido eficaces y sirvieron a mitigar los efectos del cambio climático, pero no cambiaron las desigualdades de acceso. El 51 % de los grandes propietarios tienen acceso al riego, frente al 21 % de los pequeños (François Houtart y Michel Laforge, 2016, 26-27).
Si abordamos la cuestión del crédito, sabemos lo difícil que es para los pequeños campesinos acceder al sistema financiero. No solamente intermediarios abusivos absorben una parte importante de la ganancia, sino que los organismos creados para ayudarlos funcionaron con normas muy complicadas (Banco del Fomento, por ejemplo). La garantía que pueden dar los grandes productores es evidentemente mayor. Para dar solamente un ejemplo, El Fondo Nacional de Tierra entregó en el año 2010, el 89 % de sus recursos a la agroindustria y el 11 % a los pequeños productores (Esteban Daza, 2016, 25, citando Diego Carrión, 2012).
De verdad, las actividades del campo no se limitan a la agricultura. Lo hemos notado a propósito de la disminución de la pobreza. Es un factor universal, que hemos observado por ejemplo en el estudio de una Comuna rural del delta del Rio Rojo en el Vietnam, donde la mayoría de las actividades eran no-agrícolas, desde por lo menos el principio de los años 1980 (François Houtart, 2004, 207-217). Luciano Martínez señala esta situación desde hace muchos años en el Ecuador: nuevos empleos en el comercio, servicios, sector público, iniciativas locales, aumento de mercados locales, acceso a caminos, educación, etc. (Luciano Martínez, 2009,21). El Censo de 2000 revela que el 39,9 % de la población rural realizaba actividades no-agrícolas, perteneciendo al empleo rural no-agrícola (ERNA).
Puede ser un factor de “descampezinación”, como lo indica David Ayora León a propósito de los jóvenes (2016). Se añade el fenómeno de constitución de “productores agrícolas” según el concepto de Luciano Martínez. Todo eso indica una dinámica interna de la realidad social rural, tal vez de manera más intensiva alrededor de las ciudades, que ofrece posibilidades para el futuro. Sin embargo, la agricultura familiar, campesina e indígena, no ha recibido los incentivos que habrán permitido a este sector participar de manera positiva a un mejoramiento general.
Al contrario, el resultado de estas situaciones acumuladas en zonas de prevalencia de AFCI, es un vacío social y cultural siempre más grande de una parte importante de la sociedad rural. Muchos hombres buscan trabajo en las ciudades, dejando las mini-propiedades en manos de los mayores y de las mujeres (un tercio según estimaciones) a menudo con trabajo de niños y la educación pre-escolar en carga de las abuelitas muy limitadas culturalmente (Marta Rodríguez Cruz, 2017, 283). En su encuesta realizada en la provincia de Azuay, David Ayora revelo que el 77% de los jóvenes rurales de la parroquia estudiada, no optarían para una actividad agropecuaria, aún si mejorarían las condiciones de vida en el campo (David Ayora León, 2016, 90).
Por otra parte, el plan de cerrar 18.000 escuelas comunitarias (nombradas “de la pobreza”) en favor de las escuelas del milenio (al principio de 2017: 71 construidas, 52 en construcción y para el fin de 2017, 200 en funcionamiento) (Marta Rodríguez Cruz, 2017, 199) acentúa el problema. Sin duda estos establecimientos son bien equipados, con maestros competentes, pero dentro de una filosofía en ruptura con la vida tradicional y con una apertura a una modernidad hoy en día puesta en duda por sus consecuencias sociales y ambientales. No responden tampoco fácilmente al principio constitucional de la educación bilingüe. Además, el sistema de transporte en varios casos no ha podido corresponder a las necesidades y obliga alumnos a caminar horas por senderos en mal estado, provocando también una tasa elevada de absentismo (Ibídem, 246). Al contrario, en Cuba, se eligió el mejoramiento de las escuelas rurales con un maestro por varios grados, con un éxito comparable a los resultados de las escuelas urbanas y gastos mucho menores (Granma Internacional, 2017).
En el marco cultural se debe señalar también la dificultad en estas circunstancias de mantener una espiritualidad indígena orientada al respeto de la madre tierra y a la armonía social y personal. Se añade finalmente la reacción, en las Iglesias cristianas y en particular la Iglesia Católica, contra la teología de la Liberación y la pastoral indígena, que se manifiesto por la invisibilidad de la obra de Monseñor Proaño.
Fuera de las estadísticas, basta viajar en las zonas rurales del país, para constatar el aislamiento de las comunidades indígenas del Cañar; las condiciones de las viviendas de los campesinos del norte de la Provincia del Oro; la lucha por el agua de comunidades del Chimborazo para la conservación de los páramos; el estado miserable de los caminos y senderos vecinales que obligan los pequeños campesinos a levantarse muy en la madrugada para ir a vender sus productos. Las condiciones de vida de estas zonas rurales son muy a menudo inhumanas.
Todo eso muestra la marginalización de la ACFI en el Ecuador, no por el simple efecto de la naturaleza, sino por la construcción social que la reduce en un apéndice destinado a la desaparición y que por razones humanitarias se trata con bonos de tipo asistencialista. El Ecuador no se encuentra solo en el caso. Es casi universal. La cuestión es de saber si la agricultura campesina familiar e campesina puede ser un elemento de un nuevo paradigma. Pero antes examinaremos el estado de la agricultura industrial, de hecho en competencia con la ACFI.

3. La promoción del modelo agro-empresarial y agro-exportador
En el mundo entero, se trata de una nueva frontera para el capitalismo (agrario y financiero), con versiones nacionales e internacionales. Según el Horizonte de Desarrollo hacia 2025, en el Ecuador, este sector aportará 15.000 millones de dólares a la economía nacional, creara 250.000 empleos y significará una contribución de 10.000 millones al balance comercial del país. Hay diversas ramas: bananos, azúcar, palma africana, flores, brócolis. En su campaña electoral de 2017, el vice-presidente Jorge Glass insistió mucho sobre este aspecto: la productividad del sector, su contribución a la riqueza del país, la extensión de la producción de agro-combustibles, la necesidad de atraer el capital extranjero, sin ninguna referencia a los costos ecológicos, a los territorios ancestrales, al tipo de empleos que se crean, ni al poder económico del sector en la economía del país.
La frontera agrícola se extiende con la deforestación: entre 2000 y 2010, 618.000 has (Atlas, 2011,3), aún si la proporción anual ha disminuido. Hay considerables daños al paisaje (los plásticos de las flores, por ejemplo). Hay una tendencia que se reafirma hacia privilegiar los transgénicos: en septiembre 2012, el presidente afirmó: “El uso de semillas transgénicas mejorara notablemente la producción del campo” (Esteban Daza, 2016,21). El capital extranjero se introduce: entre 2000 y 2008, el aporte fue de 49 % para las empresas de exportaciones (Franck Brassel et al, 2011, 29).
La característica de esta política de capitalismo agrario no es solamente la concentración de las tierras o el control de los circuitos de insumo y de comercialización, sino la ignorancia de las externalidades, es decir los daños ambientales y sociales, no pagados por el capital, sino por la madre tierra, las comunidades y los individuos. Así, por el primer aspecto se puede señalar la perdida de la biodiversidad, la erosión de los suelos, la contaminación de las aguas, la producción de gases invernaderos: CO2 y metano. La simple contabilización de estos gastos reales cambiaría totalmente la estructura de los precios de estos bienes. A propósito de las flores, un productor orgánico holandés retirado, que visitó varias empresas ecuatorianas en 2015, afirmo que si los europeos sabían en qué condiciones las flores estaban producidas, no comprarían ni una rosa.
Las consecuencias sociales y culturales no son menos nocivas. Las enfermedades de la piel, de los pulmones, los canceres son elevadas con la utilización masiva de productos químicos. Con la visita del papa en el Ecuador, en 2015, se utilizaron más de 90.000 rosas, pero al mismo tiempo estaba en la Fundación Pueblo Indio del Ecuador en Quito, una pareja indígena. La mujer, de 40 años, con 4 hijos, padecía de leucemia y esperaba una cita al hospital público. Había trabajado durante 10 años en la industria de las flores. Pura coincidencia o precio humano de las rosas.
A pesar de todo, el Ecuador ha podido conservar un grado elevado de soberanía alimentaria, concepto diferente de seguridad alimentaria, porque supone que el país produce lo que consume. Sin embargo existen señales de perdida de la primera, a causa de la extensión del sector de los monocultivos. En 2000, según el censo agrario, la ACFI producía el 60 % de la alimentación del país.
Los derechos de los trabajadores, aún establecidos en la ley , son frecuentemente violados (Franck Brassel y al., 2011, 42): empleos temporales, horas extras no pagadas, prohibición de sindicatos. La sindicalización por ramas está prohibida en el país y las últimas leyes laborales favorecen la flexibilización del trabajo. El discurso macro-económico es predominante orientado hacia la producción e ignora los factores estructurales de la desigualdad de productividad (Ibídem).
Para terminar, vale la pena citar el estudio hecho en 2013 sobre la producción de brócolis en la región de Pujilí en la provincia de Cotopaxi (François Houtart y Maria Rosa, 2013). El 97 % de la producción de brócolis se exporta hacia países en mayor parte capaces de producir brócolis (EEUU, EU, Japón), en función de ventajas comparativos (bajos salarios, leyes ambientales menos exigentes). La empresa productiva acapara el agua, que no basta más para las comunidades vecinas; bombardea las nubes para evitar que los chaparrones caigan sobre los brócolis, sino en los alrededores. Se utilizan productos químicos, aún a menos de 200 metros de las habitaciones como lo exige la ley. Las aguas contaminadas corren en los ríos. La salud de los trabajadores está afectada (piel, pulmones, canceres). Los contratos se hacen en parte a la semana, con un capataz que recibe el 10 % de los salarios, lo que permite escapar al seguro social. Horas extras son a menudo no pagadas. La empresa de proceso de los brócolis para la exportación, trabaja 24 horas en tres turnos. No era excepcional que trabajadores sean obligados a hacer dos turnos enseguida. El sindicato está prohibido. Además las dos empresas, hoy en día fusionadas, tenían sus capitales, la una en Panamá y la otra en las Antillas holandeses.
Como autores, nos hemos preguntado en nuestro informe, si era posible construir el socialismo del siglo XXI con el capitalismo del siglo XIX ¿ Seis meses después, el vice-presidente que había recibido el informe, visitó la empresa y declaro que ella era un modelo de la nueva matriz productiva. Una vez más en la historia, es el campo y sus trabajadores los que pagan el precio de la modernización. Fue el caso del capitalismo europeo en el siglo XIX, de la Unión Soviética en los años 20 del siglo XX, de China, después de la Revolución comunista.
Evidentemente, uno se pregunta si había una alternativa posible. El Estado ecuatoriano necesita medios para financiar sus políticas sociales. El petróleo bajó de precio. La minería no ha tenido todavía un lugar equivalente y se encuentra frente a problemas sociales y conflictos serios con comunidades indígenas. Incluir las externalidades en el precio de los productos exportados significaría la perdida de toda competitividad.
Estas políticas son también a corto plazo. No tienen en cuenta los cambios naturales y sus efectos a largo plazo, la soberanía alimentaria, los derechos de los trabajadores, el origen de la pobreza rural. Se acentúa un modelo agro-exportador presentado como una meta, sin indicar las consecuencias. Algunas alternativas son posibles: reorganizar las condiciones de la ACFI, con una producción orgánica asegurando la soberanía alimentaria; garantizar los derechos de los trabajadores de los monocultivos, reduciendo el margen de arbitrariedad de los dueños de la tierra; reconocer de verdad los derechos de la naturaleza; implementar la integración latino-americana para imponer medidas comunes en materias de protección de la naturaleza, de paraísos fiscales y de resistencia a los monopolios trasnacionales; llevar luchas más radicales en las instancias mundiales con objetivos similares. Un pequeño país no puede actuar eficazmente solo, pero puede ser protagonista. Lo que podemos afirmar desde una perspectiva del sector agrario, puede ser aplicado a varios otros sectores también.
4. El debilitamiento de los movimientos sociales campesinos e indígenas
Los movimientos sociales campesinos e indígenas, portadores de la lucha del mundo rural en sus varias componentes, han pasado por periodos particularmente difíciles. Habían tenido un protagonismo político muy importante en los años 90, en particular el movimiento indígena, pero sufrieron después de dos fenómenos que contribuyeron a su debilitamiento. El primero fue la cooptación por el poder político en función de ventajas inmediatas: regalías petroleras y mineras, cooperación para el desarrollo y proyectos provinciales y parroquiales. El segundo, la absorción por la política electoral a corto plazo. Los dos factores llevaron a la división de las bases populares y a la dificultad de concentrarse sobre el largo plazo de la lucha de los pueblos indígenas como pueblos y de los campesinos como clase. Por una parte, en las políticas post-neoliberales, hubo un deseo de modernizar el campo, pero sin tomar suficientemente una distancia frente al carácter capitalista de este proyecto y por otra parte, los objetivos fundamentales de las luchas sociales no fueron totalmente ignorados, sino sometidos a preocupaciones secundarias que los absorbieron e impidieron acciones comunes.
Estos factores contribuyeron a la marginalización de la ACFI en el Ecuador, hasta el punto que se puede hablar para el sector, de una década perdida, a pesar de los esfuerzos de algunos sectores del MAGAP, de ONGs, de movimientos y de grupos locales.

II. ¿Puede la Agricultura Campesina Familiar e Indígena contribuir a elaborar un paradigma post-capitalista?
1. Condiciones generales
Desde el punto de vista del Bien Común de la Humanidad como paradigma nuevo, los cuatro ejes de cambio concreto encuentran en la ACFI aplicaciones interesantes. La relación con la naturaleza se caracteriza por el respeto de su capacidad de regeneración, vía cultivos orgánicos (agroecología) y biodiversidad. La producción de la base material de la vida en el sector especificó de la agricultura, privilegia el valor de uso sobre el valor de cambio, no somete el trabajo al capital y exige el usufructo de la tierra, pero no necesariamente su propiedad y excluye su acumulación en tanto que capital. La organización colectiva (comunitaria u cooperativista) del acceso al agua, a insumos , a maquinaria, al crédito; la organización en conjunto de ciertas fases del trabajo (mingas, reforestación); la comercialización en circuitos cortos, en ferias y tiendas comunes, tienen, en la filosofía de una economía popular solidaria, una base democrática. Finalmente la interculturalidad encuentra en esta forma de agricultura una posibilidad de diversidad de expresiones y de lecturas de lo real.
Evidentemente, el capitalismo puede también instrumentalizar el sistema, como en muchos casos. Los contratos con pequeños cultivadores de palma integran estos últimos en una dependencia total de las grandes empresas. En Europa los agricultores familiares “modernos” con alto grado de mecanización y acceso al crédito, son integrados en cadenas de producción dominadas por el capitalismo agrario y financiero. El micro-crédito de muchos países está administrado por el sistema bancario. Organizaciones que al principio eran mutualidades o cooperativas, con el tiempo y el éxito, se transformaron en pilares de la economía capitalista.
Por eso, la ACFI no es solamente una cuestión técnica, sino un objetivo de lucha social, una resistencia de clase y de comunidad, un problema político. El papel de los movimientos sociales es esencial. Constituye una de las transiciones hacia otro paradigma, pero no como un proceso mecánico, sino como fruto de actores verdaderos sujetos de la construcción social y eso va mucho más allá que un aumento de productividad.
Al mismo tiempo, la ACFI debe cumplir con las tres funciones de la agricultura. Primero nutrir la población no solamente cuantitativamente, sino cualitativamente. Lo hace, eligiendo las semillas, respetando la diversidad, operando orgánicamente. En segundo lugar, contribuir a la regeneración de la tierra, lo que no cumple la agricultura industrial, al contario. Finalmente procurar el bienestar de los que trabajan en el sector: proletarizar el campesinado bajo el pretexto de crear empleos esta lejos de responder a esta necesidad. Evidentemente todo eso requiere condiciones económicas, sociales e políticas, que se llaman, como lo dice el MST de Brasil, una reforma agraria integral y popular.

2. En Ecuador
Como lo hemos señalado antes (F. Houtart y M.Laforge, 2016, 30-36), existen en Ecuador bases para el desarrollo de una ACFI. Hay un real despertar: iniciativas de comunidades indígenas, campesinos que se unen, mujeres campesinas que se organizan para producir carne, cacao, fabricar sombreros, producir obras de arte con desechos de plástico, etc. En varios casos, son apoyadas por ONGs (FIAN, Fundación Heiffer, Populorum Progresio, Oxfam; etc…) y a veces por Gobiernos provinciales, cantonales, parroquiales, y cooperaciones internacionales. Sin embargo son dispersas y a menudo aisladas.
Lo nuevo de la década de 2010 es la aparición de propuestas al nivel nacional y con perspectivas estructurales. Vienen de diversas fuentes. Podemos citar iniciativas de movimientos sociales, campesinos e indígenas: La Red agraria en 2012 y más reciente, en 2016, la Cumbre agraria, convocada por la CONAIE. En 2017, durante la campaña electoral, varios movimientos, dentro de los cuales, la CLOC (rama latino-americana de La Vía Campesina) y la FENOCIN, elaboraron un documento de política general en favor de la ACFI, que fue firmado por el binomio de Alianza País. El movimiento montubio prepara un texto de ley, obligando los grandes terratenientes a ceder 30 % de sus tierras para los pequeños productores. Dentro de movimientos políticos también surgieron propuestas, como el grupo Revolución agraria que nació en el seno de Alianza País en 2011.
El mundo académico tomo también iniciativas. El IAEN organizó un seminario abierto durante un año en 2015-2016 y publicó el Manifiesto para una Agricultura Familiar Campesina e Indígena en Ecuador(2017). Un grupo de trabajo, llamado Tierra reúne mensualmente varias universidades y centros de investigaciones, como SIPAE y el IEE-OCARU, sobre los problemas rurales. Este último propone un “pacto ético para el campo” (Esteban Daza, 2017). Se está preparando un elenco de todas las investigaciones realizadas sobre el agro en Ecuador y la colaboración se extenderá a universidades de las varias provincias. Las tres universidades, Andina, Central y Salesiana de Quito, tienen un proyecto de desarrollo rural con Cayambe, un centro de de capacitación y un espacio urbano de consumo ecológico.
Órganos del Estado no se quedaron inactivos. El MAGAP realizó varios seminarios sobre Agricultura campesina. El CONGOPE, órgano de coordinación de los GAD (unidades descentralizadas), prepara publicaciones e investigaciones sobre el tema. Se debe subrayar en particular el trabajo de la COPISA (Conferencia Plurinacional e Intercultural para la Soberanía Alimentaria) que estableció en colaboración con el IAEN, un documento de síntesis de las propuestas de los movimientos sociales, para una acción política después de las elecciones.
Los ejemplos del exterior no faltan. El Vietnam, segundo exportador de arroz en el mundo, lo produce con agricultura campesina. En Brasil una ley de 2008 obliga todas las instituciones públicas de abastecerse con los pequeños productores. En Nicaragua, el programa de bonos productivos para las mujeres campesinas (entrega de gallinas, de cabras o de una vaca) ha permitido al país de conservar su soberanía alimentaria.
Para el futuro, la solución no se encuentra en un capitalismo oligárquico vinculado con el capital financiero. Tampoco la continuidad de un capitalismo moderno dará la respuesta que no ha podido proponer durante la última década. Se trata de una nueva propuesta, basada sobre una refundación del proyecto, como un elemento de una transición hacia un paradigma post-capitalista. Por eso las fuerzas de la lucha social deben reconstruirse desde la base, movilizando las energías en un Frente Unido, con metas precisas y propuestas concretas, donde nadie, en particular los movimientos indígenas, pierde su identidad. Es urgente. Es posible. Mañana será demasiado tarde.

Biblografía:
ATLAS (2011). Tenencia de las Tierras en Ecuador. Quito, Sipae. 
Ayora León, David (2017). La pluriactividad como proceso de descampesinización juvenil: caso Parroquia El Valle. Quito. Tesis de maestría en el IAEN. 
Brassel, Franck, Breilh Jaime y Zapata, Alex (ed.). ¿Agroindustria y Soberanía alimentaria ¿Hacia una ley de Agroindustria y Empleo Agricola. Quito. Sipae. 
Campana, Florencia, Larrea, Fernando y Rubio Blanca (ed.) (2008). Formas de explotación y condiciones de reproducción de las economías campesinas en el Ecuador. Quito. Heiffer, La Tierra. 
Daza, Esteban y Santillana, Alejandra (2016). Ley de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales. Quito. OCARU. 
Daza, Esteban (2017). Hacia un pacto ético por el campo: Entre elecciones, trandgénicos y agroculturas campesinas. En Revista Gestión: Economía y Sociedad N°271, Quito, PP 66-69 
FAO (2017). El futuro de la Alimentaxión y de la Agricultura – Tendencias y Desafíos. Informe del 22 de Febrero. 
Torres, Nataly et al. (2016). Balance de la situación alimentaria y nutricional en Ecuador. Quito. FIAN.
Houtart, François (2004). Hai Van, La double transition dans une commune vietnamienne. Paris. Les Indes Savantes. 
Houtart, François (2013). El Bien Commún de la Humanidad. Quito. IAEN. 
Houtart, François y Laforge Michel (2016). Manifiesro para una Agricultura Campesina Familiar e Indígena en Ecuador. Quito, IAEN. 
Houtart, François y Yumba, Rosa María (2013). El brócoli amargo, Ciencia Sociales, 35: 283-300. 
Carrión, Diego (2012). “Estructura agrícola y modelo de acumulación rural en el Ecuador: interacción entre campesinos, agroindustria y Estado”. En Lacroix, Hidalgo y Román (ed.), Comercialización y Soberanía alimentaria. Quito. Sepae/AVSF: 75-08. 
Martínez Sastre, Javier (2015). El paraíso en Venta – Desarrollo, etnicidad y ambientalismo en la frontera sur del Yasuni (Amazonía ecuatoriana). Quito. Abya Yala. 
Martínez Valle, Luciano y North, Liisa L. (2009). “Vamos dando la vuelta” – Iniciativas endógenas de desarrollo local en la Sierra ecuatoriana. Quito. Flacso 
Rodríguez Cruz, Marta (2017). Políticas educativas en un estado pluricultural y plurinacional: Ecuador. Tesis de doctorado en la Facultad de Antropología de la Universidad de Sevilla. 
Silva Correa, Yenia (2017). El secreto está en la preparación de los docentes. Granma Internacional.10.02.17.
Notas:
|1| Texto presentado en el seminario del IAEN sobre El Bien Común de la Humanidad, con Frei Betto y Antonio Salamanca, el 23 de marzo de 2017.
|2| Instituto de Proveimiento de Alimentos ; Instituto de Pesca, INP; Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la calidad del Agro; Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria; COPISA; FAO.
|3| FAO
François Houtart. Sacerdote católico y sociólogo marxista belga, fundador del Centro Tricontinental (CETRI) de la Universidad Católica de Lovaina. Es una figura reconocida del movimiento altermundista.
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