Felices quienes son capaces de reírse de sus propias tonterías. Nunca acabarán de divertirse.
Felices quienes saben distinguir una montaña de un montículo. Se ahorrarán muchas angustias e inquietudes.
Felices quienes son capaces de descansar y de dormir sin dar explicaciones. Conseguirán la sabiduría de no depender de lo que piense la gente.
Felices quienes saben callarse y escuchar. Aprenderán cosas nuevas cada día.
Felices quienes son lo suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio sus ocurrencias. Quienes les rodeen lo apreciarán de verdad.
Felices quienes prestan atención a las llamadas ajenas, sin sentirse indispensables. Serán sin iguales “quita-penas”.
Felices quienes saben tratar seriamente las cosas pequeñas y serenamente las serias. Llegarán lejos en la vida.
Felices quienes saben admirar una sonrisa y olvidar un mal gesto. Su camino estará lleno de sol.
Felices quienes son capaces de interpretar siempre bien la actitud ajena, aunque todo invite a lo contrario. Pasarán alguna vez por inocentes, pero la paz y el cariño exigen ese precio.
Felices quienes piensan antes de actuar y meditan antes de pensar. Evitarán cometer un montón de errores.
Felices quienes saben que la felicidad depende de uno mismo y no esperan que nadie ni nada les “haga felices“. Se llevarán menos decepciones y crecerán como personas.
Felices quienes saben decir “basta“ a tiempo y separarse de aquello que no les aporta nada, que no les hace crecer, que no les deja soñar, que no les invita a amar... Serán libres para buscar un nuevo camino que les acerque a sus sueños.
Anónimo internauta
Comentarios y FORO...
Felices quienes saben distinguir una montaña de un montículo. Se ahorrarán muchas angustias e inquietudes.
Felices quienes son capaces de descansar y de dormir sin dar explicaciones. Conseguirán la sabiduría de no depender de lo que piense la gente.
Felices quienes saben callarse y escuchar. Aprenderán cosas nuevas cada día.
Felices quienes son lo suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio sus ocurrencias. Quienes les rodeen lo apreciarán de verdad.
Felices quienes prestan atención a las llamadas ajenas, sin sentirse indispensables. Serán sin iguales “quita-penas”.
Felices quienes saben tratar seriamente las cosas pequeñas y serenamente las serias. Llegarán lejos en la vida.
Felices quienes saben admirar una sonrisa y olvidar un mal gesto. Su camino estará lleno de sol.
Felices quienes son capaces de interpretar siempre bien la actitud ajena, aunque todo invite a lo contrario. Pasarán alguna vez por inocentes, pero la paz y el cariño exigen ese precio.
Felices quienes piensan antes de actuar y meditan antes de pensar. Evitarán cometer un montón de errores.
Felices quienes saben que la felicidad depende de uno mismo y no esperan que nadie ni nada les “haga felices“. Se llevarán menos decepciones y crecerán como personas.
Felices quienes saben decir “basta“ a tiempo y separarse de aquello que no les aporta nada, que no les hace crecer, que no les deja soñar, que no les invita a amar... Serán libres para buscar un nuevo camino que les acerque a sus sueños.
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