Walter Dennis Muñoz
A distinguir me paro, las voces de los ecos....
Si miramos el presente desde nuestro ombligo no veremos nada ni seremos capaces de ver lo que se cocina en el mundo de los capitales financieros especulativos, en los mercados y menos aún el esfuerzo democrático orientado al bienestar colectivo que se puede graficar en España y Uruguay. Elijo estos dos países una vez que nos ponemos de pie para observar en panorámica y con capacidad de lectura lo que los medios centrales de occidente nos ofrecen frente a la crisis actual. Un diario camaleónico como El País de Madrid con títulos alarmantes sobre la bolsa en España, la caída de popularidad del Presidente, las encuestas y su lenguaje doctoral de sus editoriales sobre los errores en su política económica junto al diario El Mundo, operador ideológico de los más rancio del sistema simbólico e ideológico español con el aval de medios “especializados” de Estados Unidos y con el siempre incambiable FMI.
Hay varios diarios digitales en España pero la opinión de la gente parece apuntar a sensaciones, climas, temores y no a juicios, análisis, lecturas que provengan de fuentes con buen bagaje argumentativo. Esto parece confirmar la afirmación de Habermas que Internet no genera opinión pública. Desde Estados Unidos y desde Europa incluidos algunos gorditos bien alimentados que alguna vez propusieron una jornada laboral de 65 horas intentan desarmar un Estado de bienestar que busca equilibrar el interés particular con el bienestar colectivo.
Lo primero, debiera preocupar a los diarios digitales que le dan demasiado espacio a los panfletos, las descalificaciones, las calificaciones, los optimismos fáciles, los escritores ingeniosos que buscan lucirse o las descargas emocionales que no van a ninguna parte. Nunca un cantante, un escritor, un predicador logró algo más que su éxito personal. Defender los derechos laborales, no permitir que la farra la paguen los de siempre, los trabajadores, requiere crear opinión pública. Alimentar cualitativamente con datos e informes veraces,Ongs, sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantiles, femeninas, etc. Porque sólo una direccionalidad emancipadora de muchos puede hacer frente a este embate de los generadores de la crisis para seguir creando más injusticia, empleo mal pagado y flexible, educación y salud mediocre para las mayorías, destino incierto para los niños expuesto a los desastres naturales, al cambio climático y a las veleidades del dios verdadero que brilla por su presencia, el dinero.
En Uruguay un gobierno que se logra por mayoría absoluta un parlamento mayoritario busca consensos a la luz del día para dar un segundo paso para insertar a los sectores más postergados a un proyecto país participativo, y llevar a Uruguay a competir, crecer, pero para todos. Vale la pena mirarlo estudiarlo y comentarlo. Esta es la hora de unir esfuerzo para el bienestar de todo los que hoy vivimos en este planeta. Eso es sólo posible entre todos y tenemos la obligación de crear esa opinión pública.
Walter Dennis Muñoz
Periodista
A distinguir me paro, las voces de los ecos....
Si miramos el presente desde nuestro ombligo no veremos nada ni seremos capaces de ver lo que se cocina en el mundo de los capitales financieros especulativos, en los mercados y menos aún el esfuerzo democrático orientado al bienestar colectivo que se puede graficar en España y Uruguay. Elijo estos dos países una vez que nos ponemos de pie para observar en panorámica y con capacidad de lectura lo que los medios centrales de occidente nos ofrecen frente a la crisis actual. Un diario camaleónico como El País de Madrid con títulos alarmantes sobre la bolsa en España, la caída de popularidad del Presidente, las encuestas y su lenguaje doctoral de sus editoriales sobre los errores en su política económica junto al diario El Mundo, operador ideológico de los más rancio del sistema simbólico e ideológico español con el aval de medios “especializados” de Estados Unidos y con el siempre incambiable FMI.
Hay varios diarios digitales en España pero la opinión de la gente parece apuntar a sensaciones, climas, temores y no a juicios, análisis, lecturas que provengan de fuentes con buen bagaje argumentativo. Esto parece confirmar la afirmación de Habermas que Internet no genera opinión pública. Desde Estados Unidos y desde Europa incluidos algunos gorditos bien alimentados que alguna vez propusieron una jornada laboral de 65 horas intentan desarmar un Estado de bienestar que busca equilibrar el interés particular con el bienestar colectivo.
Lo primero, debiera preocupar a los diarios digitales que le dan demasiado espacio a los panfletos, las descalificaciones, las calificaciones, los optimismos fáciles, los escritores ingeniosos que buscan lucirse o las descargas emocionales que no van a ninguna parte. Nunca un cantante, un escritor, un predicador logró algo más que su éxito personal. Defender los derechos laborales, no permitir que la farra la paguen los de siempre, los trabajadores, requiere crear opinión pública. Alimentar cualitativamente con datos e informes veraces,Ongs, sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantiles, femeninas, etc. Porque sólo una direccionalidad emancipadora de muchos puede hacer frente a este embate de los generadores de la crisis para seguir creando más injusticia, empleo mal pagado y flexible, educación y salud mediocre para las mayorías, destino incierto para los niños expuesto a los desastres naturales, al cambio climático y a las veleidades del dios verdadero que brilla por su presencia, el dinero.
En Uruguay un gobierno que se logra por mayoría absoluta un parlamento mayoritario busca consensos a la luz del día para dar un segundo paso para insertar a los sectores más postergados a un proyecto país participativo, y llevar a Uruguay a competir, crecer, pero para todos. Vale la pena mirarlo estudiarlo y comentarlo. Esta es la hora de unir esfuerzo para el bienestar de todo los que hoy vivimos en este planeta. Eso es sólo posible entre todos y tenemos la obligación de crear esa opinión pública.
Walter Dennis Muñoz
Periodista