El rol de la Iglesia mendocina en la última dictadura militar
La Izquierda Diario entrevistó al abogado mendocino Carlos Lombardi. El representante de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico en Argentina, se refirió al rol de la Iglesia católica en la última dictadura militar. Complicidad y "bendición" del genocidio
Miércoles 21 de marzo | Edición del día
- Esta semana se cumple un nuevo aniversario de la última dictadura y este año, la Iglesia está en el centro de la escena por la discusión del sueldo de los curas y el aborto. Mas allá de esto, hay una íntima relación entre la Iglesia y la dictadura…
La relación entre el poder religioso y el poder político, en este caso el poder militar, hay que contextualizarlo en el proceso que se inicia con la alianza entre religión y ejército, entre la Conferencia Episcopal y el ejército. Es el Ejército Argentino, dentro de las fuerzas armadas, el que empieza a recopilar toda aquella doctrina religiosa que le va a reafirmar el rol de ser uno de los pilares de la identidad argentina. A partir de esa unión, como así también por las flaquezas del sistema democrático, esa unión de iglesia-fuerzas armadas comienza a cobrar fuerza y es a partir de 1930 cuando la iglesia comienza a avalar y bendecir todos y cada uno de los golpes de estado en Argentina, con las consecuencias que eso ocasionó.
En referencia al último golpe militar, entiendo que hay que contextualizarlo dentro de este proceso histórico de unión de la Iglesia y las fuerzas armadas. Ahí comienza esa práctica anómala, voraz y parasitaria de tener fuerzas armadas que dan golpes de estado con la bendición de la iglesia.
Lo que paso con la última dictadura es paradigmático y ejemplificador, ahí también empieza el rol de la Iglesia de no solo tener el objetivo de beneficiarse, sino también el de “catolizar”, de influenciar la política y la sociedad con la doctrina católica. Y con eso reforzar este argumento, que para algunos sociólogos de la religión es un mito, de la “argentina católica”. Ese es el contexto general en el que hay que enfocar este nuevo aniversario del golpe militar.
- La relación entre la Iglesia y la última dictadura fue más allá del apoyo público. ¿Qué nos podés decir la participación activa que tuvo?
Totalmente. La participación de la Iglesia en el último proceso militar se notó no solamente en la “visita” de capellanes, sacerdotes, e incluso de la jerarquía a los centros clandestinos de detención, bendiciendo la tortura. Tenemos un genocida como Von Wernich que está cumpliendo su condena y la iglesia no lo ha expulsado todavía.
Elaboraban discursos, brindaban apoyo político, defendiendo un sistema que la propia dictadura llamaba “civilización occidental y cristiana, avalando la desaparición de personas y la apropiación de bebes nacidos en campos clandestinos de detención.
Eso también se proyectó a Mendoza. La provincia no salió del contexto general del país, donde teníamos el D2 y lugares específicos donde se torturaba personas, los mal llamados guerrilleros y subversivos, para los jerarcas militares y eclesiásticos. Eso redundó en más ocultamiento, en más autoritarismo. Esto estaba tapado y sale a la luz por la lucha de los organismos de DDHH. Mendoza no fue ajena a este proceso de horror que tenía al militar y al cura como aliados.
Tenemos un genocida como Von Wernich que está cumpliendo su condena y la iglesia no lo ha expulsado todavía
- ¿Qué relación tuvo la jerarquía eclesiástica con el Comando Moralizador Pio XII en Mendoza?
El Comando Moralizador no era otra cosa que el brazo secular que la Iglesia tiene, o tenia, para irrumpir en la cuestión social, para captar delatores y perseguir a quienes luchaban contra el autoritarismo. Doctrinariamente se nutrió de lo más extremo de la derecha católica. Acá hay que hacer un paréntesis y decir que la propia iglesia tuvo cuadros que fueron asesinados por ser subversivos, por abrazar posiciones doctrinarias más de izquierda, como la famosa teología de la liberación.
Estaba conformado por laicos y religiosos, cuya doctrina fundamental era una variante de la doctrina social de la iglesia, de extrema derecha y buscaban apuntalar la falacia de la identidad católica contra el enemigo externo, que ellos consideraban que era el comunismo.
- Dentro de las denuncias de los crimines cometidos por el CM Pio XII, se encuentran muchas contra trabajadoras sexuales y militantes mujeres. ¿Tenían un enseñamiento particular contra ellas?
Claro, porque al ser “moralizador”, trataban de llevar a la práctica, con sus aberrantes métodos, lo que se conoce como la moral natural cristiana, donde los varones tenemos una función en la sociedad y las mujeres tienen otra. En el caso de las mujeres, tienen que ser vírgenes y madres. Con esa perspectiva moral, por supuesto llevada al extremo, trabajaba el Comando Moralizador.
Foto: Diario El Sol - Archivo
Habría que derogar, para cortar totalmente desde el punto de vista legal, con los vínculos entre religión y fuerzas armadas, todas las leyes con que la última dictadura militar premió a la Iglesia católica
- En los Juicios por delitos de lesa humanidad en Mendoza, ¿se han comprobado la participación de miembros de la Iglesia en el genocidio?
Hay sacerdotes que han sido llamados como testigos. Incluso Bergoglio fue citado en Bs As como testigo, y se lavaron las manos. Contextualizaron en su beneficio la participación qye tuvieron, repitiendo el mismo argumento de siempre: que había un enemigo externo, que la nación estaba en peligro, que había ideas subversivas, que el comunismo, que la guerrilla. Fueron los argumentos con los que justificaron ellos su accionar y para bendecir también al terrorismo de estado.
Hay casos, por ejemplo el Sacerdote Franco Reververi de San Rafael, que todavía está prófugo. Está en Italia o en el Vaticano y el gobierno no lo entrega y no lo extradita. Tenemos en el abanico de participación en los Juicios de lesa humanidad al clero. Tenemos la mención en las actas, los testimoniales de sacerdotes que participaban, las visitas a los centros clandestinos. La propia declaración de algunos sacerdotes, incluido el actual papa, hasta la actuación de Reververi, que sigue prófugo de la justicia.
(Franco Reververi fue imputado por delitos de lesa humanidad tras el primer realizado en 2010 en San Rafael. Reverberi fue capellán auxiliar del Escuadrón de Exploración de Montaña VIII de San Rafael del Ejército. Durante el juicio, había sido citado a declarar como testigo, pero cinco víctimas declararon haber visto a Reverberi en los calabozos de “La Casa Departamental”, un centro clandestino de detención que funcionó en la sede de los Tribunales provinciales de Mendoza. Los testimonios relataron que el cura estaba presente durante las torturas. En 2012 fue ordenada su detención, junto a la de otros 35 ex policías y militares, pero el cura había huido un año antes a Italia, donde aún se encuentra con pedido de captura internacional –NdR)
- ¿Querés agregar algo más?
Entiendo que dado el contexto actual, habría que derogar, para cortar totalmente desde el punto de vista legal, con los vínculos entre religión y fuerzas armadas, todas las leyes con que la última dictadura militar premió a la Iglesia católica. Entre esos beneficios, el famoso sueldo, que a los obispos no les gusta que se diga sueldo. Pónganle subsidio, asignación, cualquier eufemismo, pero son premio del genocida Videla basado en un anacrónico artículo de la Constitución Nacional. Creo que Nicolás del Caño ha presentado en el Congreso un proyecto para derogar estas leyes.
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