Abundan los jerarcas que en
Rodeados de riquezas y comodidades, nada material les falta. Pasan horas y días dedicados a no hacer nada. En la vagancia y la vaciedad fabrican y reelaboran una teología desencarnada de la vida y aferrada a los poderes del sistema. Cuentan con habilidosos y escurridizos intelectuales que elaboran pronunciamientos, comunicados, cartas y hasta encíclicas papales pletóricas de compromiso con el pueblo y los necesitados.
La fría teología de estos “pastores” devoradores de ovejas es pragmática y fieramente apegada al poder. Dueños de la verdad y su esplendor, los burócratas del Vaticano utilizan la “pedagogía” del látigo con todas las conferencias episcopales alrededor del mundo. Haciendo gala de la democracia eclesiástica, desde Roma, se quitan, ponen e impone obispos, arzobispos y cardenales. Al igual que la crema y nata en la mafia y los criminales, los burócratas de la fe, trabajan en la oscuridad y guardan con sigilo nombramientos y decisiones vaticanas.
Cuentan con todo un arsenal de tratados y “amorosos” pronunciamientos para engañar a los creyentes incautos y tratar de enmascarar la realidad de corrupción y despotismo que los distingue y envuelve. El poder religioso sirve de guía y orientador a sus hermanitos del poder político y sus hermanitos del poder económico. Cuando uno de los hermanos es cuestionado por la población, o cuando sus mentiras, crueldades y dominio tambalean… los hermanos -en el poder- cierran filas para mantener su reinado y su dominio. Actuar así, les da mayores posibilidades para seguir gozando, casi lujuriosamente, del status quo de privilegios que les beneficia.
Da pena esta iglesia que vive de espaldas al mensaje, la vida, la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. Se profesa creyente y seguidora de Jesús, sin embargo, camina de la mano con los poderosos y las autoridades nacionales y extranjeras que oprimen pueblos y naciones por igual.
La fe se verifica con hechos y testimonio. Con testimonios y hechos,
En este contexto –que caracteriza a la iglesia de arriba- se inscriben hechos como la visita del Papa a la primera prepotencia mundial. Constituye una tremenda hipocresía pedirle perdón a las víctimas manteniendo como presidente de
Las persecuciones a los teólogos de la liberación siguen a la orden del día. Se persigue también a todo cristiano y cristiana que trata de asumir y vivir su fe. La desaparición del padre Héctor Gallego en Panamá o el asesinato de Monseñor Romero en El Salvador son dos hechos que revelan, por una parte, la fe de la comunidad cristiana y del pueblo en general, y por la otra, toda las artimañas y triquiñuelas de las que son capaces las curias matrimoniadas con los poderes y sus riquezas.
Creo en el Dios de Héctor Gallego que se nos revela y se hace presente en la comunidad; creo en el Dios de Monseñor Romero que vive en su pueblo; creo en el Dios de los campesinos organizados de
Héctor Endara Hill
Colectivo Panamá Profundo - 02.06.2008
http://www.panamaprofundo.org/boletin/palabra/iglesia-catolica-porque.htm