Maya Lambert y Pepcastelló
Me pasó el enlace un amigo internauta muy activo que difunde cantidad de noticias interesantes [1]. Lo miré y miré también otros vídeos de Pink. No me pareció que ese grupo se identificase mucho con la población sufriente del planeta, pero aun así, lo reenvié, pensando que cada cual sacaría sus conclusiones. Y así ha sido. Mi buena amiga Maya Lambert me escribe lo siguiente:
− Lo tengo en otra versión. Mira puede ser algo contestatario, lo dudo que tome estado público pero aquello hecho a destiempo al lado de las terribles masacres, es intentar quedar "bien ante el mundo" para que no crean que todos son iguales. Y te digo las bases (el pueblo) sostienen a sus gobernantes y dos veces aun con fraude lo eligieron viendo por todos lados lo que estaba haciendo con los iraquíes, y habiendo confesado que fue una mentira lo de las bombas químicas que Bin Laden decía tenia; otro invento mas: Bin Laden. Si son tan poderosos y magníficos, ¿cómo no protestaron? ¿Como siguieron conformes a que no les tocaran sus beneficios, ganancias y vida obscena en el lujo y el derroche?
Estoy de acuerdo con Maya. Miremos lo que hacen, no lo que dicen. Es fácil emocionarse en un concierto, pero es difícil ser consecuente en la forma de vivir. Y ahí es donde está la madre del cordero, en cómo vivimos. De nuestra forma de vida depende en buena medida la de las gentes que pagan nuestro confort, es decir, la vida del tercer mundo. Mientras no cambiemos nuestro modo de vivir no erradicaremos las causas del sufrimiento de la mayor parte de la población del planeta. No se trata de cantar ni de rezar, sino de cambiar nuestros hábitos, nuestro pensamiento, nuestras acciones. Los cantos, los rezos y las proclamas contribuirán, como mucho a abrirnos un poco el pensamiento, que ya es algo, pero no es suficiente. La única cosa que de verdad cambia el modo de pensar y de sentir es la forma de vivir.
Recuerdo que cuando la primera invasión de EEUU a Irak, cuando presidía Bush padre, una adolescente me contó que en su instituto habían hecho un taller contra la guerra. Que habían pintado pancartas y habían acordado slogans y que, finalmente, había salido todo el instituto en peso, alumnado y profesorado, a desfilar por el centro de la población manifestando su rechazo a la guerra. Le pregunté con qué había ido al instituto durante aquellos días, a lo que me respondió que con su moto, como siempre. Le pregunté entonces si los profesores no les habían sugerido dejar la moto en casa y tomar el bus escolar, que por cierto apenas usaba nadie, a lo que me respondió nuevamente que no. Pregunté entonces si durante esos días el profesorado había dejado el coche en casa y había tomado el bus, a lo que me respondió igualmente de forma negativa. Entonces le dije que ese taller no era un serio trabajo de reflexión sino una burda comedia. Que sus profesoras y profesores tenían que haberles dicho que esa guerra se hacía por el petróleo que garantiza nuestro actual confort y nivel económico y que la única forma de evitarla era renunciar al petróleo, es decir, a una buena parte de nuestro confort.
Entiendo que esa propuesta es excesivamente radical para una adolescente, pero ¿lo es también para personas adultas, como son quienes ejercen la docencia en secundaria? Pues parece ser que también lo es, a tenor de lo visto.
Mientras tengamos nuestro corazón puesto en el confort y en la comodidad, seguiremos ignorando los sufrimientos que los hacen posibles. Solamente cuando aprendamos a vivir con austeridad, sin despilfarro, con respeto por todo cuanto hace posible lo que nos rodea, entonces podremos decir que estamos caminando hacia la equidad y la justicia.
[1] http://www.youtube.com/watch?v=XMannr3ToI0&feature=related
Maya Lambert y Pepcastelló
Comentarios y FORO...
Me pasó el enlace un amigo internauta muy activo que difunde cantidad de noticias interesantes [1]. Lo miré y miré también otros vídeos de Pink. No me pareció que ese grupo se identificase mucho con la población sufriente del planeta, pero aun así, lo reenvié, pensando que cada cual sacaría sus conclusiones. Y así ha sido. Mi buena amiga Maya Lambert me escribe lo siguiente:
− Lo tengo en otra versión. Mira puede ser algo contestatario, lo dudo que tome estado público pero aquello hecho a destiempo al lado de las terribles masacres, es intentar quedar "bien ante el mundo" para que no crean que todos son iguales. Y te digo las bases (el pueblo) sostienen a sus gobernantes y dos veces aun con fraude lo eligieron viendo por todos lados lo que estaba haciendo con los iraquíes, y habiendo confesado que fue una mentira lo de las bombas químicas que Bin Laden decía tenia; otro invento mas: Bin Laden. Si son tan poderosos y magníficos, ¿cómo no protestaron? ¿Como siguieron conformes a que no les tocaran sus beneficios, ganancias y vida obscena en el lujo y el derroche?
Estoy de acuerdo con Maya. Miremos lo que hacen, no lo que dicen. Es fácil emocionarse en un concierto, pero es difícil ser consecuente en la forma de vivir. Y ahí es donde está la madre del cordero, en cómo vivimos. De nuestra forma de vida depende en buena medida la de las gentes que pagan nuestro confort, es decir, la vida del tercer mundo. Mientras no cambiemos nuestro modo de vivir no erradicaremos las causas del sufrimiento de la mayor parte de la población del planeta. No se trata de cantar ni de rezar, sino de cambiar nuestros hábitos, nuestro pensamiento, nuestras acciones. Los cantos, los rezos y las proclamas contribuirán, como mucho a abrirnos un poco el pensamiento, que ya es algo, pero no es suficiente. La única cosa que de verdad cambia el modo de pensar y de sentir es la forma de vivir.
Recuerdo que cuando la primera invasión de EEUU a Irak, cuando presidía Bush padre, una adolescente me contó que en su instituto habían hecho un taller contra la guerra. Que habían pintado pancartas y habían acordado slogans y que, finalmente, había salido todo el instituto en peso, alumnado y profesorado, a desfilar por el centro de la población manifestando su rechazo a la guerra. Le pregunté con qué había ido al instituto durante aquellos días, a lo que me respondió que con su moto, como siempre. Le pregunté entonces si los profesores no les habían sugerido dejar la moto en casa y tomar el bus escolar, que por cierto apenas usaba nadie, a lo que me respondió nuevamente que no. Pregunté entonces si durante esos días el profesorado había dejado el coche en casa y había tomado el bus, a lo que me respondió igualmente de forma negativa. Entonces le dije que ese taller no era un serio trabajo de reflexión sino una burda comedia. Que sus profesoras y profesores tenían que haberles dicho que esa guerra se hacía por el petróleo que garantiza nuestro actual confort y nivel económico y que la única forma de evitarla era renunciar al petróleo, es decir, a una buena parte de nuestro confort.
Entiendo que esa propuesta es excesivamente radical para una adolescente, pero ¿lo es también para personas adultas, como son quienes ejercen la docencia en secundaria? Pues parece ser que también lo es, a tenor de lo visto.
Mientras tengamos nuestro corazón puesto en el confort y en la comodidad, seguiremos ignorando los sufrimientos que los hacen posibles. Solamente cuando aprendamos a vivir con austeridad, sin despilfarro, con respeto por todo cuanto hace posible lo que nos rodea, entonces podremos decir que estamos caminando hacia la equidad y la justicia.
[1] http://www.youtube.com/watch?v=XMannr3ToI0&feature=related
Maya Lambert y Pepcastelló
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