Walter Dennis Muñoz
comunicación, sociedad y fantasías
A fines de los ochenta del siglo pasado escribí un trabajo sobre la radio1, y citaba allí lo siguiente...” El depósito de tantas esperanzas en las nuevas tecnologías de comunicaciones recuerda las esperanzas puestas en los medios masivos en los años '50 y'60. El paradigma de la modernización, impulsado por autores tan influyentes como D. Lerner, W. Schramm y E. Rogers, establecía que la pobreza era causada por inercia síquica -el tradicionalismo de las sociedades subdesarrolladas- y les daba a los medios masivos la tarea de elevar las aspiraciones, producir movilidad síquica, y transferir el sentido de logro, esfuerzo y conocimiento que llegó a través de los siglos, a dominar la conducta personal de los pueblos del Occidente industrializado. Los medios masivos eran la palanca crucial del proceso de desarrollo, y por esto se hicieron tremendas inversiones para extenderlos.
Entre 1963 y 1973, el número de radios aumentó en un 300 por ciento en África, 450 por ciento en Asia y 250 por ciento en América latina. Pero a pesar de esta inyección de comunicaciones en el sistema, el desarrollo y la modernización no crecieron en la misma proporción que las expectativas”.
Dos indicadores claves de crecimiento económico; el aumento de la producción per càpita de alimentos, y el aumento de la participación en el comercio mundial en el mismo período, demostrarán que los países en desarrollo registran tasas de crecimiento negativas o desdeñables, y que la comunicación muestra una correlación negativa con los indicadores de desarrollo”
Hoy los predicadores de época, sostengo en ese mismo trabajo, le asignan a los satélites y a la informática las mismas promesas y expectativas de un mundo mejor y más equitativo, de introducirnos en la sociedad del conocimiento...se habla, más por políticos e “intelectuales” funcionalizados, de vivir informados, que los medios simbolizan a una democracia saludable, con todos los lugares comunes de marcos teóricos perimidos, teniendo como trasfondo persecución de inmigrantes como delincuentes, mala calidad de la educación pública, deserción escolar, jóvenes esparcidos en las esquinas de la nada, sin futuro, en bandeja ofrecidos a la droga en sociedades hiper individualistas, con ausencia casi absoluta de participación en las grandes decisiones sociales, información mercantil, en un mundo que arrastra más de mil millones de personas muriéndose de hambre.
En esta misma colección Raquel Salinas B. nos muestra que la palabra información tiene connotaciones distintas cuando hablamos de medios masivos que vehiculan una información barata e ideológizada, de la información de alto coste que compran los enclaves poderosos que les permite la colonización financiera del planeta.
Por eso Umberto Eco dirá que en Italia un empresario tiene 10 secretarias para que le filtren las llamadas y no perder tiempo en contactos no productivos.
Mientras los chicos están fascinados frente a la pantalla de su ordenador portátil hay centros especializados que están trabajando para cercenarles el futuro.
Las tecnologías nos deslumbran, pero no traen ninguna dirección optativa, vienen con la cultura que las produce que nos lleva derecho a lo que hoy vivimos. La zona euro rendida al FMI, Suramérica sin claridad para un proyecto común. Puentes cortados donde se habla de no reprimir pero el derecho internacional no corre.
Colombia optando claramente por el continuismo, Venezuela no constituye ningún atractivo. Un país no es un Presidente. Chile retorna a la derecha...y hemos aprendido algo?
En 1996, Pierre Bourdieu, sociólogo francés, sospechosamente ocultado, intervenía ante la Confederación General de Trabajadores Griegos para advertirle del futuro que se venía con fuerza en Europa. Que no hay oposición posible a la visión neoliberal de acuerdo a los planteamientos políticos, de algunos intelectuales importantes, medios masivos, hombres de negocios y recordaba que para que algo falso se convierta en lugar común se requiere un determinado tiempo. Allí decía que el thatcherismo no nació con la Sra Thatcher, lo habían preparado desde hace muchísimo tiempo grupos de intelectuales que en su mayoría disponían de tribuna en los grandes medios.
Los dirigentes sindicales griegos que estuvieron en esa charla olvidaron que la flecha que se ve venir viene más despacio del mismo modo como aquí en latinoamérica no encontramos el lugar de encuentro para salir en forma y con armas intelectuales pensadas cooperativamente porque Europa nos mira y tendriamos que estar preparados para enfrentarlos con más sabiduría, buscando acuerdos que nos beneficien. Un ejemplo, las telecomuicaciones en Uruguay están en manos del Estado, llamar de cualquier Departamento a otro o a Montevideo equivale a una llamada local. En Chile manda Telefónica y compare el valor de una llamada internacional desde Chile a otro país suramericano y por ejemplo de Uruguay a Chile. En qué terreno jurídico y de respeto a leyes laborales llegan capitales externos a nuestros países. El neo liberalismo no ha perdido la batalla en esta crisis la ha ganado en Europa y la gana acá entre nosotros, lo demás es fantasía.
1) Para entender los mensajes radiales. ed. Don Bosco.Argentina, 2a de.1992
Walter Dennis Muñoz
Periodista
comunicación, sociedad y fantasías
A fines de los ochenta del siglo pasado escribí un trabajo sobre la radio1, y citaba allí lo siguiente...” El depósito de tantas esperanzas en las nuevas tecnologías de comunicaciones recuerda las esperanzas puestas en los medios masivos en los años '50 y'60. El paradigma de la modernización, impulsado por autores tan influyentes como D. Lerner, W. Schramm y E. Rogers, establecía que la pobreza era causada por inercia síquica -el tradicionalismo de las sociedades subdesarrolladas- y les daba a los medios masivos la tarea de elevar las aspiraciones, producir movilidad síquica, y transferir el sentido de logro, esfuerzo y conocimiento que llegó a través de los siglos, a dominar la conducta personal de los pueblos del Occidente industrializado. Los medios masivos eran la palanca crucial del proceso de desarrollo, y por esto se hicieron tremendas inversiones para extenderlos.
Entre 1963 y 1973, el número de radios aumentó en un 300 por ciento en África, 450 por ciento en Asia y 250 por ciento en América latina. Pero a pesar de esta inyección de comunicaciones en el sistema, el desarrollo y la modernización no crecieron en la misma proporción que las expectativas”.
Dos indicadores claves de crecimiento económico; el aumento de la producción per càpita de alimentos, y el aumento de la participación en el comercio mundial en el mismo período, demostrarán que los países en desarrollo registran tasas de crecimiento negativas o desdeñables, y que la comunicación muestra una correlación negativa con los indicadores de desarrollo”
Hoy los predicadores de época, sostengo en ese mismo trabajo, le asignan a los satélites y a la informática las mismas promesas y expectativas de un mundo mejor y más equitativo, de introducirnos en la sociedad del conocimiento...se habla, más por políticos e “intelectuales” funcionalizados, de vivir informados, que los medios simbolizan a una democracia saludable, con todos los lugares comunes de marcos teóricos perimidos, teniendo como trasfondo persecución de inmigrantes como delincuentes, mala calidad de la educación pública, deserción escolar, jóvenes esparcidos en las esquinas de la nada, sin futuro, en bandeja ofrecidos a la droga en sociedades hiper individualistas, con ausencia casi absoluta de participación en las grandes decisiones sociales, información mercantil, en un mundo que arrastra más de mil millones de personas muriéndose de hambre.
En esta misma colección Raquel Salinas B. nos muestra que la palabra información tiene connotaciones distintas cuando hablamos de medios masivos que vehiculan una información barata e ideológizada, de la información de alto coste que compran los enclaves poderosos que les permite la colonización financiera del planeta.
Por eso Umberto Eco dirá que en Italia un empresario tiene 10 secretarias para que le filtren las llamadas y no perder tiempo en contactos no productivos.
Mientras los chicos están fascinados frente a la pantalla de su ordenador portátil hay centros especializados que están trabajando para cercenarles el futuro.
Las tecnologías nos deslumbran, pero no traen ninguna dirección optativa, vienen con la cultura que las produce que nos lleva derecho a lo que hoy vivimos. La zona euro rendida al FMI, Suramérica sin claridad para un proyecto común. Puentes cortados donde se habla de no reprimir pero el derecho internacional no corre.
Colombia optando claramente por el continuismo, Venezuela no constituye ningún atractivo. Un país no es un Presidente. Chile retorna a la derecha...y hemos aprendido algo?
En 1996, Pierre Bourdieu, sociólogo francés, sospechosamente ocultado, intervenía ante la Confederación General de Trabajadores Griegos para advertirle del futuro que se venía con fuerza en Europa. Que no hay oposición posible a la visión neoliberal de acuerdo a los planteamientos políticos, de algunos intelectuales importantes, medios masivos, hombres de negocios y recordaba que para que algo falso se convierta en lugar común se requiere un determinado tiempo. Allí decía que el thatcherismo no nació con la Sra Thatcher, lo habían preparado desde hace muchísimo tiempo grupos de intelectuales que en su mayoría disponían de tribuna en los grandes medios.
Los dirigentes sindicales griegos que estuvieron en esa charla olvidaron que la flecha que se ve venir viene más despacio del mismo modo como aquí en latinoamérica no encontramos el lugar de encuentro para salir en forma y con armas intelectuales pensadas cooperativamente porque Europa nos mira y tendriamos que estar preparados para enfrentarlos con más sabiduría, buscando acuerdos que nos beneficien. Un ejemplo, las telecomuicaciones en Uruguay están en manos del Estado, llamar de cualquier Departamento a otro o a Montevideo equivale a una llamada local. En Chile manda Telefónica y compare el valor de una llamada internacional desde Chile a otro país suramericano y por ejemplo de Uruguay a Chile. En qué terreno jurídico y de respeto a leyes laborales llegan capitales externos a nuestros países. El neo liberalismo no ha perdido la batalla en esta crisis la ha ganado en Europa y la gana acá entre nosotros, lo demás es fantasía.
1) Para entender los mensajes radiales. ed. Don Bosco.Argentina, 2a de.1992
Walter Dennis Muñoz
Periodista