Pepcastelló
Me pregunta una buena amiga, ferviente católica y excelente persona, qué le veo de malo al “pack”. Intentaré explicarme.
El “pack” es un aglutinado de cosas diversas y aun contradictorias que genera confusión. Tanto, que no podemos por menos que preguntarnos si esta confusión no está buscada a posta con el fin de desorientar a los fieles seguidores y encauzarlos hacia un camino distinto del que el mensaje evangélico señalaba. Intentemos sino relacionar la humildad del evangelio con el poder de
Desde mi personal perspectiva observo que la sociedad católica de mi entorno se contempla a sí misma con ojos de Narciso. Veo a las personas católicas, con sus pastores al frente, recreándose en el gozo de su propia sensibilidad religiosa, sin mayor exigencia que la de afianzar sus convicciones y reafirmar su adscripción a
No estoy muy seguro de estar expresando con claridad lo que pienso, y con ese fin voy a relatar una situación que he vivido recientemente.
Unos amigos míos han hecho un viaje de turismo religioso a Tierra Santa. Unas cuarenta personas con tres sacerdotes. De regreso, comentando lo maravilloso del viaje, las emociones vividas y las excelencias de la organización, uno de ellos ha apostillado: «lo mejor para mí ha sido lo espiritual».
Me he preguntado para mis adentros que entiende esta persona por “espiritual”, si los arrobos internos que ha vivido o “el cambio de proyecto de vida” al cual le impele la contemplación de los Sagrados Lugares. ¿Empezará esta persona a partir de ahora a mirar con ojos críticos las relaciones de dominio y explotación de los países ricos sobre los pobres en la que se basa el bienestar de nuestro mundo opulento y nos permite tantos viajes de turismo religioso o no religioso? (Lo de los viajes es sólo un ejemplo, puesto que ya sabemos que hay cosas más graves).
No digo yo que no sea lícito a cada ser humano buscar la mejor forma de vivir, ni que los gozos que proporciona la contemplación no sean deseables. “¡Dios me libre!” Digo que el “pack” religioso que se ofrece en mi entorno corresponde a un diseño acomodaticio de catolicismo conservador y burgués, ni profético ni transformador. Tal vez sí a nivel interno personal, aunque con dudas, pero no social.
Pienso, y ojalá me equivoque, que todo ese “pack” religioso al cual me refiero tiene como fin producir en las personas sobre las que actúa esas sensaciones internas de bienestar y autocomplacencia que se expresan con el termino “espiritual”, sin la menor intención de transformar su forma de vivir, de rechazar la injusticia, de luchar por un mundo mejor. ¿Será esto una forma de entender aquello de «mi reino no es de este mundo?». Pues si es así me pregunto: ¿actuaría del mismo modo
Bien, aunque me expresé mal, espero haberme hecho entender. Gracias por vuestro esfuerzo.
Pepcastelló