Adolfo A. Pedroza
"Todos los fenómenos sociales son, en cierta medida, obra de la voluntad colectiva, y quien dice voluntad humana dice elección entre diferentes opciones posibles..." (Marcel Mauss: "Les civilisations.Elements et formes"/1929)
Con el término Banileue refiere Loïc Wacquant a lo que nosotros llamamos villa miseria. También podría traducirse como "suburbio". En uno de sus libros (*), este sociólogo francés; estudia, aporta datos estadísticos y realiza un análisis histórico en un gueto de Chicago y en un barrio en un suburbio industrial de París.
Se explaya sobre los "barrios problemas" a la vez que se interesa por los magros salarios de los obreros (consecuencia de la creciente desindustrialización) y de las políticas públicas que -contrariamente a lo que se anuncia- provocan segregación de los más desposeídos.
Esquemáticamente se mueve sobre tres ejes: inestabilidad (y falta) del trabajo asalariado; retroceso del estado social y la concentración feroz de riqueza en muy pocas manos.
Podemos hacer el ejercicio de trasladar estos conceptos a nuestro aquí y ahora, para leer y releer esto en clave de Latinoamérica, y más exactamente en nuestra realidad de país creciendo a “tasas chinas”.
Loïc acuña la frase "advenimiento de la marginalidad avanzada" referida al nuevo siglo de la humanidad y en base a su experiencia (empírica y analítica) de ver como estalla en pedazos el llamado hasta aquí "orden público" y como se marcan y profundizan las desigualdades sociales. Lo de avanzada lo dice en función de observar y constatar que este estado de marginalidad ya se ha instalado en el devenir de nuestras sociedades.
Es imperativo ver que esto es así y redireccionar las políticas sociales. Nos hallamos frente a un marcado crecimiento económico concentrador de riquezas, el mercado del trabajo se fragmenta y precariza día a día y los jóvenes -carecientes de nivel cultural- se van acomodando a una vida de dádivas en la ilusión de un buen empleo que nunca llega. Esto es una clara política de retroceso social con el consecuente aumento de la marginalización.
Entonces, se deben activar urgentemente mecanismos, tanto sociales como políticos, que reincorporen la población marginal. Hasta me atrevería a coincidir con Loïc cuando señala que esta población es “de desecho", aunque suene muy duro. ¿Por qué?... Porque "puede esperarse que esa marginalidad urbana siga creciendo y extendiéndose y con ella la violencia en las calles, la alienación política, la desertificación organizacional y la informalización de la economía que afectan a los barrios y la relegación de las grandes ciudades en las sociedades de avanzada" (pagina 269 de la citada).
La solución viable para el Estado, que ya dio un importante paso con la asignación universal; es, a muy corto plazo, restablecer y/o ampliar los servicios que presta a fin de garantizar una distribución equitativa de los bienes públicos en todas las zonas urbanas tendientes a atenuar de inmediato las serias dificultades ya generadas y en avance, debida a la desinversión social a lo largo de años
Vivimos en un Estado (recuerdo aquí la frase inicial de ilustración de este escrito) que coloca a la gendarmería en las entradas y salidas de los barrios pobres (o Banlieue), suma día a día mas policías en las calles y se actualiza en la "modernización" de estos servicios.
Me digo a mi mismo (en la lengua del autor) ¡Mon Dieu!... ¿Alguien creerá que esta última sea la forma de mejorar este estado de cosas? y espero que no me conteste "Oui Seigneur".+ (PE)
(*) "Los condenados de la ciudad por/ Loïc Wacquant/ Edit. Siglo XXI/Bs. As. 2007.-,
PreNot 9237-101129
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=9237
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"Todos los fenómenos sociales son, en cierta medida, obra de la voluntad colectiva, y quien dice voluntad humana dice elección entre diferentes opciones posibles..." (Marcel Mauss: "Les civilisations.Elements et formes"/1929)
Con el término Banileue refiere Loïc Wacquant a lo que nosotros llamamos villa miseria. También podría traducirse como "suburbio". En uno de sus libros (*), este sociólogo francés; estudia, aporta datos estadísticos y realiza un análisis histórico en un gueto de Chicago y en un barrio en un suburbio industrial de París.
Se explaya sobre los "barrios problemas" a la vez que se interesa por los magros salarios de los obreros (consecuencia de la creciente desindustrialización) y de las políticas públicas que -contrariamente a lo que se anuncia- provocan segregación de los más desposeídos.
Esquemáticamente se mueve sobre tres ejes: inestabilidad (y falta) del trabajo asalariado; retroceso del estado social y la concentración feroz de riqueza en muy pocas manos.
Podemos hacer el ejercicio de trasladar estos conceptos a nuestro aquí y ahora, para leer y releer esto en clave de Latinoamérica, y más exactamente en nuestra realidad de país creciendo a “tasas chinas”.
Loïc acuña la frase "advenimiento de la marginalidad avanzada" referida al nuevo siglo de la humanidad y en base a su experiencia (empírica y analítica) de ver como estalla en pedazos el llamado hasta aquí "orden público" y como se marcan y profundizan las desigualdades sociales. Lo de avanzada lo dice en función de observar y constatar que este estado de marginalidad ya se ha instalado en el devenir de nuestras sociedades.
Es imperativo ver que esto es así y redireccionar las políticas sociales. Nos hallamos frente a un marcado crecimiento económico concentrador de riquezas, el mercado del trabajo se fragmenta y precariza día a día y los jóvenes -carecientes de nivel cultural- se van acomodando a una vida de dádivas en la ilusión de un buen empleo que nunca llega. Esto es una clara política de retroceso social con el consecuente aumento de la marginalización.
Entonces, se deben activar urgentemente mecanismos, tanto sociales como políticos, que reincorporen la población marginal. Hasta me atrevería a coincidir con Loïc cuando señala que esta población es “de desecho", aunque suene muy duro. ¿Por qué?... Porque "puede esperarse que esa marginalidad urbana siga creciendo y extendiéndose y con ella la violencia en las calles, la alienación política, la desertificación organizacional y la informalización de la economía que afectan a los barrios y la relegación de las grandes ciudades en las sociedades de avanzada" (pagina 269 de la citada).
La solución viable para el Estado, que ya dio un importante paso con la asignación universal; es, a muy corto plazo, restablecer y/o ampliar los servicios que presta a fin de garantizar una distribución equitativa de los bienes públicos en todas las zonas urbanas tendientes a atenuar de inmediato las serias dificultades ya generadas y en avance, debida a la desinversión social a lo largo de años
Vivimos en un Estado (recuerdo aquí la frase inicial de ilustración de este escrito) que coloca a la gendarmería en las entradas y salidas de los barrios pobres (o Banlieue), suma día a día mas policías en las calles y se actualiza en la "modernización" de estos servicios.
Me digo a mi mismo (en la lengua del autor) ¡Mon Dieu!... ¿Alguien creerá que esta última sea la forma de mejorar este estado de cosas? y espero que no me conteste "Oui Seigneur".+ (PE)
(*) "Los condenados de la ciudad por/ Loïc Wacquant/ Edit. Siglo XXI/Bs. As. 2007.-,
PreNot 9237-101129
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=9237
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