Tiempo de gozo interior, de felicidad, de alegría y euforia comercial en esta civilización occidental cristiana de la cual somos parte que se repite año tras año en el solsticio de invierno boreal.
Una Navidad que no alcanza a los parias del sistema, esa creciente multitud de gentes excluidas que ocasionalmente brigadas de asesinos se encargan de mermar, ya sea por un sueldo o simplemente para dar suelta a la maldad que la miseria humana incubó en sus almas.
Ante la inoperancia culpable de quienes gobernando generan las desigualdades sociales que causan esos grandes mares de miseria y ante el silencio cómplice de quienes más o menos gozan de las ventajas del sistema, “La hora del Grillo” quiere unir su voz a la de quienes claman justicia en favor de esos millones de seres humanos que son víctimas del egoísmo y de la más execrable crueldad.
LHDG
Una Navidad que no alcanza a los parias del sistema, esa creciente multitud de gentes excluidas que ocasionalmente brigadas de asesinos se encargan de mermar, ya sea por un sueldo o simplemente para dar suelta a la maldad que la miseria humana incubó en sus almas.
Ante la inoperancia culpable de quienes gobernando generan las desigualdades sociales que causan esos grandes mares de miseria y ante el silencio cómplice de quienes más o menos gozan de las ventajas del sistema, “La hora del Grillo” quiere unir su voz a la de quienes claman justicia en favor de esos millones de seres humanos que son víctimas del egoísmo y de la más execrable crueldad.
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