Pep Castelló
En marzo de 2011, el gobierno español que preside Rodríguez Zapatero se ha unido a la cuadrilla de asesinos que bombardea Libia, como en marzo del 2003 lo hizo Aznar para atacar e invadir Irak. ¿Será el sino de este mes guerrero que nos persigue o será la vil condición humana de quienes gobiernan este rincón del mundo llamado España?
Pese a las muchas mentiras que ambos gobiernos difundieron y difunden a través de los medios que controlan, no hay otra razón que justifique dichos actos de guerra como no sea la codicia de los ricos y la voracidad de quienes en su nombre gobiernan las naciones atacantes.
El resultado de la “Guerra de Irak” es de dominio público. Muerte y desolación entre la población civil, acciones criminales a mansalva, rapiña del petróleo, dominio militar de la zona para el imperio USA y beneficio económico para sus empresas y las de sus aliados y servidores. El de esta de Libia que ahora empieza cabe suponer que no diferirá en mucho. Una vez más el pueblo humilde será inmolado en bien de la economía de los ricos, del beneficio de las clases privilegiadas.
Y por dos veces consecutivas ahí estará nuestra católica España, “Reserva Espiritual de Occidente”, según pregonaba el nacionalcatolicismo en tiempos de la dictadura del invicto Generalísimo Franco Caudillo de España por la Gracia de Dios, bendecido por la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, paseado bajo palio por la clerecía española en las procesiones y visitas oficiales a templos y santuarios. Y ahí estarán también silenciosos, sin la menor muestra de protesta, esas multitudes católicas que tanto se agitan y manifiestan cuando de pedir prebendas para su Iglesia se trata; que tanto amor dicen tener por la vida cuando de condenar abortos se trata; que tan bien organizan sus protestas cuando de pedir la enseñanza de la doctrina católica en las escuelas se trata. Ahí estarán calladas en un silencio cómplice todas esa santas almas católicas sin que de su boca salga una sola palabra de protesta y sin que den un solo paso para detener semejantes crímenes y evitar tanta carnicería de pobres inocentes.
A esas buenas gentes católicas de la católica España, el hereje impenitente que esto escribe les invita a escuchar una vieja canción de Atahualpa Yupanqui titulada “Preguntitas sobre Dios”, en una de cuyas estrofas dice:
En marzo de 2011, el gobierno español que preside Rodríguez Zapatero se ha unido a la cuadrilla de asesinos que bombardea Libia, como en marzo del 2003 lo hizo Aznar para atacar e invadir Irak. ¿Será el sino de este mes guerrero que nos persigue o será la vil condición humana de quienes gobiernan este rincón del mundo llamado España?
Pese a las muchas mentiras que ambos gobiernos difundieron y difunden a través de los medios que controlan, no hay otra razón que justifique dichos actos de guerra como no sea la codicia de los ricos y la voracidad de quienes en su nombre gobiernan las naciones atacantes.
El resultado de la “Guerra de Irak” es de dominio público. Muerte y desolación entre la población civil, acciones criminales a mansalva, rapiña del petróleo, dominio militar de la zona para el imperio USA y beneficio económico para sus empresas y las de sus aliados y servidores. El de esta de Libia que ahora empieza cabe suponer que no diferirá en mucho. Una vez más el pueblo humilde será inmolado en bien de la economía de los ricos, del beneficio de las clases privilegiadas.
Y por dos veces consecutivas ahí estará nuestra católica España, “Reserva Espiritual de Occidente”, según pregonaba el nacionalcatolicismo en tiempos de la dictadura del invicto Generalísimo Franco Caudillo de España por la Gracia de Dios, bendecido por la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, paseado bajo palio por la clerecía española en las procesiones y visitas oficiales a templos y santuarios. Y ahí estarán también silenciosos, sin la menor muestra de protesta, esas multitudes católicas que tanto se agitan y manifiestan cuando de pedir prebendas para su Iglesia se trata; que tanto amor dicen tener por la vida cuando de condenar abortos se trata; que tan bien organizan sus protestas cuando de pedir la enseñanza de la doctrina católica en las escuelas se trata. Ahí estarán calladas en un silencio cómplice todas esa santas almas católicas sin que de su boca salga una sola palabra de protesta y sin que den un solo paso para detener semejantes crímenes y evitar tanta carnicería de pobres inocentes.
A esas buenas gentes católicas de la católica España, el hereje impenitente que esto escribe les invita a escuchar una vieja canción de Atahualpa Yupanqui titulada “Preguntitas sobre Dios”, en una de cuyas estrofas dice:
Hay un asunto en la tierra
más importante que Dios
y es que nadie escupa sangre
pa que otro viva mejor.
más importante que Dios
y es que nadie escupa sangre
pa que otro viva mejor.
Aunque difícilmente ese canto ni ningún otro pueda servirles para gran cosa después de una vida entera sin sentir más devoción que la del propio bienestar, primero acá en la tierra y luego para siempre más en el cielo. Lo más probable es que tengan el alma tan impermeabilizada a las cosas de este mundo que les dé igual quien sufra y quien muera, con tal que de ello salga la necesaria riqueza para que el Estado siga pagando sus cultos, sus catequesis y asegurando en suma su bienestar “espiritual”.
Por supuesto que alguien pensará que en España no solamente hay población católica callada, sino que está también la que no cree en nada que no sea su propio bienestar. Cierto, pero ¿quien va a extrañarse de que esa buena gente que nunca ha dado muestra alguna de tener conciencia, se quede quieta y callada en casa?
Pues bien, a todas esas buenas personas que no matan ni roban, que no les pasa ni de lejos por la cabeza la idea de lanzar una bomba sobre la población indefensa de parte alguna del mundo pero que quieren gozar del mayor nivel de confort posible sin preocuparse de dónde sale ni de quien lo paga, cabe preguntarles si de verdad piensan que ese afán suyo de bienestar y de riqueza no es la causa de los crímenes que cometen quienes nos gobiernan.
Ay, buenas gentes incapaces de sacrificar un pollo, un cordero ni un un ternero pero que no renunciáis a comer carne, ¿de verdad pensáis que no sois la causa de lo que hacen los matarifes?
http://www.kaosenlared.net/noticia/gobernantes-viles-para-pueblos-sin-conciencia
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