Walter Dennis Muñoz
Si vamos a inmolar la idea solidaridad en el altar de la forma que esta no sea la compasión.
Martín Buber, el gran pensador judío escribía sobre aquello de “inmolar la idea en el altar de la forma”. Pero hay quienes lo hacen de un modo tan vulgar y con un sentido de auto exposición grotesco como CNN lo ha hecho y lo hace con el terrible drama de Haití. Tenistas regalan sus raquetas para que sus admiradores pongan dinero, cantantes regalan una canción y actores están en los teléfonos como los intermediarios y constructores del concepto solidaridad. Hay una foto en un diario del Presidente de Haití acompañado de un Julio Iglesias sonriendo a pleno como si en Puerto Príncipe hubiese un festival de canciones populares, pero tal vez el más sorprendente ha sido un conductor de CNN, que recordando aquello que si un perro muerde a un hombre no es noticia pero si un hombre muerde a un perro eso lo es, buscó todo esos hechos “milagrosos” para mostrarlos, como el de una niña que llevó frente a cámara destacando varias veces que era linda la cuál había perdido a 10 miembros de su familia y lo valiente que era y que había sido encontrada entre los escombros por casualidad.
No hubo canal de TV que no mostrara derrumbes, cadáveres amontonados, gente llorando, gente cantando, soldados estadounidenses, políticos criticando una especie de invasión de EE UU, cuando era interesante ver un despliegue militar en acto de ayuda y no de guerra en medio de una descoordinación asombrosa. Ni Naciones Unidas ni la OEA tienen una organización estable para emergencias con un protocolo claramente operable.
Lo que si la lectura automática de las imágenes muestra es como la naturaleza actúa frente a la pobreza en su forma más concreta, vivencial, dura, sin miramientos. Casas mal construídas, ausencias de infraestructuras urbanas básicas como agua, luz, sistemas sanitarios, hospitales, refugios, etc, etc.
Y como es normal un sector acomodado sin problemas....
Lo que viene ahora después de este horror de cuerpos enterrados sin saber quien es quien, de miles de niños huérfanos, del descubrimiento tardío de un país olvidado de los hombres que es lo más importante, es buscar, por todos los medios que Haití no salga de nuestras vidas, que no salga del Banco Mundial, del FMI, de la OEA, del BID. Que no deje de ser el tema de Latino América por muchos años y todos los días.
Si vamos a inmolar la idea solidaridad en el altar de la forma que esta no sea la compasión. Les recomiendo a los lectores responsables, serios, no los que andan tratando de que la idea religiosa de un dios no salga tan mal parada, leer un trabajo de Habermas titulado Justicia y solidaridad donde discute con Kohlberg sobre este tema. No olvidemos Haití por que la TV pronto lo olvidará.
Walter Dennis Muñoz
Periodista
Si vamos a inmolar la idea solidaridad en el altar de la forma que esta no sea la compasión.
Martín Buber, el gran pensador judío escribía sobre aquello de “inmolar la idea en el altar de la forma”. Pero hay quienes lo hacen de un modo tan vulgar y con un sentido de auto exposición grotesco como CNN lo ha hecho y lo hace con el terrible drama de Haití. Tenistas regalan sus raquetas para que sus admiradores pongan dinero, cantantes regalan una canción y actores están en los teléfonos como los intermediarios y constructores del concepto solidaridad. Hay una foto en un diario del Presidente de Haití acompañado de un Julio Iglesias sonriendo a pleno como si en Puerto Príncipe hubiese un festival de canciones populares, pero tal vez el más sorprendente ha sido un conductor de CNN, que recordando aquello que si un perro muerde a un hombre no es noticia pero si un hombre muerde a un perro eso lo es, buscó todo esos hechos “milagrosos” para mostrarlos, como el de una niña que llevó frente a cámara destacando varias veces que era linda la cuál había perdido a 10 miembros de su familia y lo valiente que era y que había sido encontrada entre los escombros por casualidad.
No hubo canal de TV que no mostrara derrumbes, cadáveres amontonados, gente llorando, gente cantando, soldados estadounidenses, políticos criticando una especie de invasión de EE UU, cuando era interesante ver un despliegue militar en acto de ayuda y no de guerra en medio de una descoordinación asombrosa. Ni Naciones Unidas ni la OEA tienen una organización estable para emergencias con un protocolo claramente operable.
Lo que si la lectura automática de las imágenes muestra es como la naturaleza actúa frente a la pobreza en su forma más concreta, vivencial, dura, sin miramientos. Casas mal construídas, ausencias de infraestructuras urbanas básicas como agua, luz, sistemas sanitarios, hospitales, refugios, etc, etc.
Y como es normal un sector acomodado sin problemas....
Lo que viene ahora después de este horror de cuerpos enterrados sin saber quien es quien, de miles de niños huérfanos, del descubrimiento tardío de un país olvidado de los hombres que es lo más importante, es buscar, por todos los medios que Haití no salga de nuestras vidas, que no salga del Banco Mundial, del FMI, de la OEA, del BID. Que no deje de ser el tema de Latino América por muchos años y todos los días.
Si vamos a inmolar la idea solidaridad en el altar de la forma que esta no sea la compasión. Les recomiendo a los lectores responsables, serios, no los que andan tratando de que la idea religiosa de un dios no salga tan mal parada, leer un trabajo de Habermas titulado Justicia y solidaridad donde discute con Kohlberg sobre este tema. No olvidemos Haití por que la TV pronto lo olvidará.
Walter Dennis Muñoz
Periodista