Walter Dennis Muñoz
Serenos o histéricos
Se cuenta que una liebre siente un ruido tremendo y asustada huye, y a quien le pregunta porque huye tan asustada e histérica, le contesta.- Huyan, es el fin del mundo y así va contagiando a todos los animales que sin otra consideración comienza a huir del fin del mundo. Cuando ya era una inmensa masa de animales asustados e histéricos huyendo aparece el rey de la selva. El león, sereno y con autoridad. Les dice: Un momento por favor, serénense y hablemos tranquilos, que pasa?. Entonces los animales casi hablando entre todos le dicen que viene el fin del mundo. Entonces el león sin perder la serenidad les dice: Señoras, señores,vamos a ver que ha sucedido, los hechos como tales son brutos, veamos como se ha hecho el hecho, y así parten hacia el lugar donde ocurrió el inmenso ruido que asustó a la liebre. Allí descubren que un inmenso árbol se vino abajo. Fue una buena lección para los animales que volvieron respirando profundo y más tranquilos a sus lugares habituales.
Pero entre nosotros los humanos las cosas son distintas porque quienes han producido esta crisis tildada de financiera, pero que es cultural, social y personal y que tiene muchas marcas éticas no son los más débiles. En el cuento es un pequeño animalito el que se asusta y produce la estampida, aquí es al revés, es el poderoso el que asusta todos. Controla el sub sistema dinero y el poder, incluido el poder simbólico. En un artículo anterior, que posiblemente pasó desapercibido hable de llegar tarde, se nos pasó reflexionar el lugar y la tarea de la justicia y como se hacen las leyes. Se nos pasó la política y como esta se transformó en ámbito de la comunicación vicaria junto a los medios masivos. P. Bourdieu había dicho con gran certeza que la gente tiende a leer como personal los problemas que requieren un resolución social. El Mundo de Madrid entrevista a tres grupos sociales, centrado en tres personas afectadas por las medidas que vendrán. La política se predica de la primera persona del plural, del nosotros y no del yo. El País que pronto tendrá que cambiar mucho su discurso con los capitales estadounidenses, habla de las constantes fantasías del Presidente de defender a los más débiles de las medidas duras que había que tomar. Y el Parlamento se hizo “socialista” y a río revuelto ganancia de pescadores hasta el PP acusa al gobierno de inclinarse ante el FMI y la UE. El mismo que en el Parlamento insistía permanentemente en escuchar al FMI y diarios especializados de EE UU. P. Krugman un nobel muy estadounidense decía que el euro era una rémora para España para salir de la crisis. Esto debe enseñarle, a los que nunca aprenden, que el efecto de cientificidad en los discursos no debe confundirse con el discurso personal de un científico, menos en algo tan resbaladizo como la economía. Para que hablar de los auto denominados de izquierda. Pura demagogia e irresponsabilidad son mandados con nota máxima, ya que hablando claramente, le están entregando en bandeja el país a la derecha más radical de España. Que ironía no. La histeria sindical y politiquera no permiten al hombre de la calle encontrar serenidad, la mano que pida tranquilidad en horas difíciles para encontrar el equilibrio entre los sacrificios personales, los colectivos y la posibilidad de algunas vez frenar el desborde insoportable de los mismos de siempre que saben que un pueblo dividido es campo fértil para los depredadores. ¿Aprenderemos esta vez?
Walter Dennis Muñoz
Periodista
Serenos o histéricos
Se cuenta que una liebre siente un ruido tremendo y asustada huye, y a quien le pregunta porque huye tan asustada e histérica, le contesta.- Huyan, es el fin del mundo y así va contagiando a todos los animales que sin otra consideración comienza a huir del fin del mundo. Cuando ya era una inmensa masa de animales asustados e histéricos huyendo aparece el rey de la selva. El león, sereno y con autoridad. Les dice: Un momento por favor, serénense y hablemos tranquilos, que pasa?. Entonces los animales casi hablando entre todos le dicen que viene el fin del mundo. Entonces el león sin perder la serenidad les dice: Señoras, señores,vamos a ver que ha sucedido, los hechos como tales son brutos, veamos como se ha hecho el hecho, y así parten hacia el lugar donde ocurrió el inmenso ruido que asustó a la liebre. Allí descubren que un inmenso árbol se vino abajo. Fue una buena lección para los animales que volvieron respirando profundo y más tranquilos a sus lugares habituales.
Pero entre nosotros los humanos las cosas son distintas porque quienes han producido esta crisis tildada de financiera, pero que es cultural, social y personal y que tiene muchas marcas éticas no son los más débiles. En el cuento es un pequeño animalito el que se asusta y produce la estampida, aquí es al revés, es el poderoso el que asusta todos. Controla el sub sistema dinero y el poder, incluido el poder simbólico. En un artículo anterior, que posiblemente pasó desapercibido hable de llegar tarde, se nos pasó reflexionar el lugar y la tarea de la justicia y como se hacen las leyes. Se nos pasó la política y como esta se transformó en ámbito de la comunicación vicaria junto a los medios masivos. P. Bourdieu había dicho con gran certeza que la gente tiende a leer como personal los problemas que requieren un resolución social. El Mundo de Madrid entrevista a tres grupos sociales, centrado en tres personas afectadas por las medidas que vendrán. La política se predica de la primera persona del plural, del nosotros y no del yo. El País que pronto tendrá que cambiar mucho su discurso con los capitales estadounidenses, habla de las constantes fantasías del Presidente de defender a los más débiles de las medidas duras que había que tomar. Y el Parlamento se hizo “socialista” y a río revuelto ganancia de pescadores hasta el PP acusa al gobierno de inclinarse ante el FMI y la UE. El mismo que en el Parlamento insistía permanentemente en escuchar al FMI y diarios especializados de EE UU. P. Krugman un nobel muy estadounidense decía que el euro era una rémora para España para salir de la crisis. Esto debe enseñarle, a los que nunca aprenden, que el efecto de cientificidad en los discursos no debe confundirse con el discurso personal de un científico, menos en algo tan resbaladizo como la economía. Para que hablar de los auto denominados de izquierda. Pura demagogia e irresponsabilidad son mandados con nota máxima, ya que hablando claramente, le están entregando en bandeja el país a la derecha más radical de España. Que ironía no. La histeria sindical y politiquera no permiten al hombre de la calle encontrar serenidad, la mano que pida tranquilidad en horas difíciles para encontrar el equilibrio entre los sacrificios personales, los colectivos y la posibilidad de algunas vez frenar el desborde insoportable de los mismos de siempre que saben que un pueblo dividido es campo fértil para los depredadores. ¿Aprenderemos esta vez?
Walter Dennis Muñoz
Periodista