Domingo Riorda
“Solamente con el discurso de mañana por la noche usted transformará en cínicos y desilusionados a multitud de jóvenes que fueron la columna vertebral de su campaña. Les va a demostrar que lo que siempre escucharon es verdad – que todos los políticos son así. No puedo creer sencillamente que usted va a hacer lo que se dice que va a hacer. Diga que no es cierto, por favor.”
Ese párrafo se encuentra en la “Carta abierta al Presidente Obama” de Michael Moore. La dio a conocer el día antes que el Presidente de Estados Unidos comunicara la decisión de incrementar la cantidad de tropas estadounidense en Afganistán.
Moore, dirigiéndose a Obama le explicitó cual debiera ser la actitud del Presidente.
“Su trabajo no es hacer lo que los generales le dicen que debe hacer. SOMOS un gobierno civil. Somos NOSOTROS los que debemos decirles a los jefes militares lo que deben hacer. Es como el General Washington insistía en que debe ser. Es lo que le dijo el Presidente Truman al general Mac Arthur cuando este quería invadir China. “¡Usted está despedido!”
Obama, además de enviar más tropas a Afganistán, se hizo presente en Oslo para recibir el Nobel de la Paz. En la nota “Una manera de entender el mundo”, en Página 12 del domingo 13 de diciembre, el periodista Washington Uranga comenta:
“….Barack Obama desairó a quienes lo premiaron (a cuenta y por supuestos futuros méritos) con el Nobel de la Paz, haciendo una reivindicación de la guerra “justificada” (¿?). En la misma ocasión, el presidente norteamericano, que cada día se parece más a sus antecesores salvo por el color de su tez, dejó en claro que por encima de todo es el mandatario de la primera potencia del mundo y –mientras ordenaba enviar más fuerzas a Afganistán– pretendió sacarse de encima el adjetivo de cínico con el que sabía que le apuntarían porque “hacer uso de la fuerza es apenas reconocer la historia y las imperfecciones del hombre”. Le faltó decir que para corregir el rumbo de la historia y poner a raya las imperfecciones está, precisamente, el poder económico y bélico de los Estados Unidos”
Decisiones, como la de incrementar el número de tropas en Afganistán, se promocionan afirmando que esta es la realidad de la vida. Al respecto, en su Carta a Obama, Moore disiente y aporta datos probatorios, con un buen uso de la ironía.
“Hace treinta años, un Día de Acción de Gracias, los generales soviéticos tuvieron la ¨brillante¨ idea de invadir Afganistán y ese fue el golpe final que sepultó a la URSS.
Es lógico que no puedan llamar a Afganistán el “Estado Jardín” (aunque podrían ver como el corrupto presidente Karzai, con nosotros detrás, tiene un hermano que comercio con la heroína extraída de las amapolas) El apodo de Afaganistán es la “Tumba de los Imperios” Si no lo cree llame a los británicos, le daría en todo caso el número del Gengis Khan, pero lo he perdido. Tengo sí el de Gorbachov. Creo que es +1 22 789 1662. Estoy seguro de que él podrá hacerle una atendible confidencia sobre el histórico error que está por comete”.
En el país que se encuentra hacia el final de una de las dos grandes secciones que aparecen en el mapamundi construido por los países supuestamente desarrollados, ocurre algo parecido.
Tomando el caso de que en la ciudad Autónoma de Buenos Aires fue designado a cargo de la cartera de Educación Abel Posse, defensor del asesino y torturador Luciano Benjamín Menéndez, Washington Uranga, siguiendo lo de Obama, detalla que
“Con lógica similar, pero en el ámbito local, Abel Posse asumió la cartera de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, reivindicando a los militares golpistas y violadores de los derechos humanos, la ¨mano dura¨ y acusando al gobierno nacional de ¨troskoleninista¨. Tampoco es nuevo lo de Posse. Con la diferencia de que el ahora ministro de Educación de la Ciudad se parece a sí mismo y a quienes, como él, siguen haciendo apología de los desmanes de la dictadura militar. Así como Obama dice representar el sentir de los norteamericanos, Posse asegura ser vocero de mayorías al sostener que lo que él expresa ¨lo siente todo el mundo¨. Si bien se puede discrepar con esta afirmación (basta preguntarse cuántos votos obtendría Posse como candidato a cualquier cargo electivo), es evidente que el ahora ministro es un vocero del sector más fascista e intolerante de la sociedad argentina”.
Mencionado a otros personajes “locales”, Uranga analiza que ellos
“forman parte de la misma manera de entender el mundo, según la cual la única verdad es la propia y, ¨por el bien de todos¨ y por encima de cualquier argumento, hay que imponerla así sea por la fuerza y la violencia, también por sobre las instituciones, cuando éstas no son funcionales a lo que ellos pretenden”
En ese país, que en un poco difundido mapamundi visto desde el Sur dejaría de estar en el último lugar para aparecer en el primero, funcionan instituciones que están enjuiciando y condenando a militares y civiles actuantes activos en torturas, asesinatos y desapariciones durante la Dictadura del 76.
Esa es otra manera de ver el mundo, como también propone Moore a Obama en la mencionada carta.
“¿Qué hubiera hecho Martín Luther Kinf, Jr? ¿Qué hubiera hecho su abuela? No mande más pobres a matar a otros pobres que no los amenazan, eso es lo que hubiera hecho No gaste billones y trillones para sostener una guerra mientras que los chicos de este país duermen en las calles y viven al borde de la pobreza"
Una lectura ágil los medios de comunicación “locales”, habilita para distinguir el enorme esfuerzo que hacen los presuntos comunicadores para que la sociedad siga embalada en creer que cunde el pánico y olvide que la dirigencia política formateada para conseguir votos mediante el compromiso de terminar con la inseguridad y la corrupción, utiliza sus primeras sesiones de flamantes diputados para discutir sobre quienes ocupan las sillas preferenciales de las Comisiones Parlamentarias y acuerdan aprobar leyes donde el tema de la corrupción y la inseguridad desaparecen.
Es una forma de ver el mundo desde la dirigencia. No desde la gente.
Resulta aleccionador que entre los pasajes bíblicos del domingo pasado, leídos en la mayoría de las iglesias, se encuentre el de Lucas 3 que relata lo ocurrido con un ignoto desconocido, de ruda vestimenta, sin acreditaciones oficiales, un tipo del desierto, que tiene un gran poder de convocatoria.
La gente lo buscaba para recibir orientación. Lucas, un historiador, cuenta que fueron los soldados, los recaudadores de impuestos y los de un pasar económico relativamente bueno que tenía para la ropa y la comida. Ellos preguntan que deben hacer y obtienen las respuestas adecuadas para su rol en la sociedad.
Los de los sectores religioso y políticos ausentes sin aviso. Ellos, siempre, están convencidos que no necesitan reformatear sus conductas. Eso si, tienen habilidad y dinero para estar en el tope de las noticias como los salvadores de la gente. Lo de Lucas es un interesante método de entender el mundo.+ (PE)
PreNot 8617 - 091214
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4197
“Solamente con el discurso de mañana por la noche usted transformará en cínicos y desilusionados a multitud de jóvenes que fueron la columna vertebral de su campaña. Les va a demostrar que lo que siempre escucharon es verdad – que todos los políticos son así. No puedo creer sencillamente que usted va a hacer lo que se dice que va a hacer. Diga que no es cierto, por favor.”
Ese párrafo se encuentra en la “Carta abierta al Presidente Obama” de Michael Moore. La dio a conocer el día antes que el Presidente de Estados Unidos comunicara la decisión de incrementar la cantidad de tropas estadounidense en Afganistán.
Moore, dirigiéndose a Obama le explicitó cual debiera ser la actitud del Presidente.
“Su trabajo no es hacer lo que los generales le dicen que debe hacer. SOMOS un gobierno civil. Somos NOSOTROS los que debemos decirles a los jefes militares lo que deben hacer. Es como el General Washington insistía en que debe ser. Es lo que le dijo el Presidente Truman al general Mac Arthur cuando este quería invadir China. “¡Usted está despedido!”
Obama, además de enviar más tropas a Afganistán, se hizo presente en Oslo para recibir el Nobel de la Paz. En la nota “Una manera de entender el mundo”, en Página 12 del domingo 13 de diciembre, el periodista Washington Uranga comenta:
“….Barack Obama desairó a quienes lo premiaron (a cuenta y por supuestos futuros méritos) con el Nobel de la Paz, haciendo una reivindicación de la guerra “justificada” (¿?). En la misma ocasión, el presidente norteamericano, que cada día se parece más a sus antecesores salvo por el color de su tez, dejó en claro que por encima de todo es el mandatario de la primera potencia del mundo y –mientras ordenaba enviar más fuerzas a Afganistán– pretendió sacarse de encima el adjetivo de cínico con el que sabía que le apuntarían porque “hacer uso de la fuerza es apenas reconocer la historia y las imperfecciones del hombre”. Le faltó decir que para corregir el rumbo de la historia y poner a raya las imperfecciones está, precisamente, el poder económico y bélico de los Estados Unidos”
Decisiones, como la de incrementar el número de tropas en Afganistán, se promocionan afirmando que esta es la realidad de la vida. Al respecto, en su Carta a Obama, Moore disiente y aporta datos probatorios, con un buen uso de la ironía.
“Hace treinta años, un Día de Acción de Gracias, los generales soviéticos tuvieron la ¨brillante¨ idea de invadir Afganistán y ese fue el golpe final que sepultó a la URSS.
Es lógico que no puedan llamar a Afganistán el “Estado Jardín” (aunque podrían ver como el corrupto presidente Karzai, con nosotros detrás, tiene un hermano que comercio con la heroína extraída de las amapolas) El apodo de Afaganistán es la “Tumba de los Imperios” Si no lo cree llame a los británicos, le daría en todo caso el número del Gengis Khan, pero lo he perdido. Tengo sí el de Gorbachov. Creo que es +1 22 789 1662. Estoy seguro de que él podrá hacerle una atendible confidencia sobre el histórico error que está por comete”.
En el país que se encuentra hacia el final de una de las dos grandes secciones que aparecen en el mapamundi construido por los países supuestamente desarrollados, ocurre algo parecido.
Tomando el caso de que en la ciudad Autónoma de Buenos Aires fue designado a cargo de la cartera de Educación Abel Posse, defensor del asesino y torturador Luciano Benjamín Menéndez, Washington Uranga, siguiendo lo de Obama, detalla que
“Con lógica similar, pero en el ámbito local, Abel Posse asumió la cartera de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, reivindicando a los militares golpistas y violadores de los derechos humanos, la ¨mano dura¨ y acusando al gobierno nacional de ¨troskoleninista¨. Tampoco es nuevo lo de Posse. Con la diferencia de que el ahora ministro de Educación de la Ciudad se parece a sí mismo y a quienes, como él, siguen haciendo apología de los desmanes de la dictadura militar. Así como Obama dice representar el sentir de los norteamericanos, Posse asegura ser vocero de mayorías al sostener que lo que él expresa ¨lo siente todo el mundo¨. Si bien se puede discrepar con esta afirmación (basta preguntarse cuántos votos obtendría Posse como candidato a cualquier cargo electivo), es evidente que el ahora ministro es un vocero del sector más fascista e intolerante de la sociedad argentina”.
Mencionado a otros personajes “locales”, Uranga analiza que ellos
“forman parte de la misma manera de entender el mundo, según la cual la única verdad es la propia y, ¨por el bien de todos¨ y por encima de cualquier argumento, hay que imponerla así sea por la fuerza y la violencia, también por sobre las instituciones, cuando éstas no son funcionales a lo que ellos pretenden”
En ese país, que en un poco difundido mapamundi visto desde el Sur dejaría de estar en el último lugar para aparecer en el primero, funcionan instituciones que están enjuiciando y condenando a militares y civiles actuantes activos en torturas, asesinatos y desapariciones durante la Dictadura del 76.
Esa es otra manera de ver el mundo, como también propone Moore a Obama en la mencionada carta.
“¿Qué hubiera hecho Martín Luther Kinf, Jr? ¿Qué hubiera hecho su abuela? No mande más pobres a matar a otros pobres que no los amenazan, eso es lo que hubiera hecho No gaste billones y trillones para sostener una guerra mientras que los chicos de este país duermen en las calles y viven al borde de la pobreza"
Una lectura ágil los medios de comunicación “locales”, habilita para distinguir el enorme esfuerzo que hacen los presuntos comunicadores para que la sociedad siga embalada en creer que cunde el pánico y olvide que la dirigencia política formateada para conseguir votos mediante el compromiso de terminar con la inseguridad y la corrupción, utiliza sus primeras sesiones de flamantes diputados para discutir sobre quienes ocupan las sillas preferenciales de las Comisiones Parlamentarias y acuerdan aprobar leyes donde el tema de la corrupción y la inseguridad desaparecen.
Es una forma de ver el mundo desde la dirigencia. No desde la gente.
Resulta aleccionador que entre los pasajes bíblicos del domingo pasado, leídos en la mayoría de las iglesias, se encuentre el de Lucas 3 que relata lo ocurrido con un ignoto desconocido, de ruda vestimenta, sin acreditaciones oficiales, un tipo del desierto, que tiene un gran poder de convocatoria.
La gente lo buscaba para recibir orientación. Lucas, un historiador, cuenta que fueron los soldados, los recaudadores de impuestos y los de un pasar económico relativamente bueno que tenía para la ropa y la comida. Ellos preguntan que deben hacer y obtienen las respuestas adecuadas para su rol en la sociedad.
Los de los sectores religioso y políticos ausentes sin aviso. Ellos, siempre, están convencidos que no necesitan reformatear sus conductas. Eso si, tienen habilidad y dinero para estar en el tope de las noticias como los salvadores de la gente. Lo de Lucas es un interesante método de entender el mundo.+ (PE)
PreNot 8617 - 091214
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4197