Antonio Coelho Pereira
“Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cantaros la buena suerte, pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del suelo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata”, como bien escribe Eduardo Galeano.
El jueves 16 de abril estaba en Montevideo y me dicen “¿viste lo que pasa en tu barrio en Buenos Aires?”. Mi compañera me llama por teléfono y me comenta que el barrio esta “que arde”. Voy a Internet, busco los diarios argentinos y me entero del crimen de Valentín Alsina.
Me quede sorprendido de los titulares, las declaraciones. Traté de hacer el ejercicio de ponerme en el lugar de la familia de la victima, luego en el niño que mato al camionero. Pero es imposible, no soy ni la familia de la victima ni el niño que mato al caminero.
Seguí pensando, el sábado en Montevideo, me encuentro con un artículo en Página 12, de Luis Burschetein ,“Matar”. Me entero que un grupo de “exaltados” que agredieron al fiscal del caso y que decían repudiar el crimen, gritaban “Basta de derechos humanos para los delincuentes” “Que venga Hebe Bonafini a ver los derechos humanos que tenemos los vecinos”.
La seguridad es un derecho de todo ciudadano, eso no se pone en duda, tampoco el dolor la impotencia y la rabia de los familiares de las victimas.
Pero hay dos cosas claras y que no admiten otra lectura, una que ningún niño nace asesino y que detrás de los gritos y los reclamos de estos “exaltados” hay una ideología subyacente.
Los nadies no tienen derecho, los niños nacidos en las villas, los homosexuales, los bolitas, los paraguas, los peruanos. Con esta ideología están rejodidos. No tienen lugar en este esquema. Son descartables.
Antonio Coelho Pereira
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=3688
Comentarios y FORO...
“Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cantaros la buena suerte, pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del suelo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata”, como bien escribe Eduardo Galeano.
El jueves 16 de abril estaba en Montevideo y me dicen “¿viste lo que pasa en tu barrio en Buenos Aires?”. Mi compañera me llama por teléfono y me comenta que el barrio esta “que arde”. Voy a Internet, busco los diarios argentinos y me entero del crimen de Valentín Alsina.
Me quede sorprendido de los titulares, las declaraciones. Traté de hacer el ejercicio de ponerme en el lugar de la familia de la victima, luego en el niño que mato al camionero. Pero es imposible, no soy ni la familia de la victima ni el niño que mato al caminero.
Seguí pensando, el sábado en Montevideo, me encuentro con un artículo en Página 12, de Luis Burschetein ,“Matar”. Me entero que un grupo de “exaltados” que agredieron al fiscal del caso y que decían repudiar el crimen, gritaban “Basta de derechos humanos para los delincuentes” “Que venga Hebe Bonafini a ver los derechos humanos que tenemos los vecinos”.
La seguridad es un derecho de todo ciudadano, eso no se pone en duda, tampoco el dolor la impotencia y la rabia de los familiares de las victimas.
Pero hay dos cosas claras y que no admiten otra lectura, una que ningún niño nace asesino y que detrás de los gritos y los reclamos de estos “exaltados” hay una ideología subyacente.
Los nadies no tienen derecho, los niños nacidos en las villas, los homosexuales, los bolitas, los paraguas, los peruanos. Con esta ideología están rejodidos. No tienen lugar en este esquema. Son descartables.
Antonio Coelho Pereira
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=3688
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