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Ya no es tan importante las causas antropológicas por las que nos quisieron recluir en casa y nos destinaron a cuidar una supuesta retaguardia. Eso es motivo para charlar un día de éstos cuando queramos reírnos un poco. Ahora, hoy, lo que nos convoca es que sin nosotras no rueda
Martí dijo en el siglo XIX que cuando la mujer culta y virtuosa unge una obra con la miel de su cariño la obra se hace invencible. Pero a como ha llegado el mundo, deberemos hacer la obra nosotras, a ver si al menos “ellos”, los que todavía piensan disfrazar al planeta de hombre,... saben aplaudir, o les queda algo de miel.
La propuesta de Cindy Sheehan de sumarnos todas contra la espantosa guerra de Irak, donde perdimos tantos hijos, donde los que salen vivos están peor que los muertos y el resto se convierten en monstruos; es un buen comienzo. Que esa propuesta salga del país que más daño hace a nuestros vientres, buen augurio ¡Pero no basta! No es Irak donde único se asesina las posibilidades del futuro. El mal es otro. Creo que deberemos atacar los síntomas, pero acudir a la causa de todos nuestros sufrimientos.
La naturaleza protege a la mujer frente al hombre porque es ella la portadora de vida.
Llega a veces el instante en que pienso que deberemos hacer una huelga todas juntas y no traer más bebés al mundo hasta que no nos dispongamos a decentar la casa.
Por fortuna tenemos tareas pendientes y esta vez que no nos sigan vendiendo gato por liebre, porque si de algo sabemos, es hacer bien las compras (según dicen ellos) ¡Ni un engaño más!
Ya no son nuestros gobernantes, por talentosos, o humildes, o guapos los responsables de construir la felicidad de
Este 8 de marzo sembremos más flores rojas y alcemos más alto nuestros fusiles. Cuando nos falten los fusiles... nos convertimos en brujitas y volaremos en nuestras viejas escobas.
¡Felicidades compañeras!
Celia Hart
http://www.argenpress.info/nota.asp?num=028496